jueves, 21 de junio de 2012

LA SANTIFICACIÓN

LA SANTIFICACIÓN


"En esa voluntad nosotros somos santificados, mediante la ofrenda del cuerpo de Jesucristo hecha una sola vez. [Cristo no sólo compró nuestra salvación, sino también nuestra santificación.] Así que, todo sacerdote se presenta cada día ministrando y ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, que nunca pueden quitar los pecados: [las ofrendas no más que de hombres nunca podrían deshacerse del pecado ni de la naturaleza del pecado. ¡Tomó la sangre de Jesucristo para consumar eso!] Pero éste [Jesucristo], habiendo ofrecido un solo sacrificio por los pecados, se sentó para siempre a la diestra de Dios, esperando de allí en adelante hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Porque con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a los santificados” (He. 10:10, 14).

La santificación, cuando se relaciona con el individuo, usualmente es mal entendida y es raro que ya no se oiga predicar en la mayoría de las organizaciones cristianas. Algunos quieren hacernos creer que Dios no puede santificar del todo a una persona toda a la vez, pero la Biblia enseña de otro modo. Cuando Dios hace la obra, Él la hace bien, no incompleta. Una vez que entendió, ¿quién no desearía experimentar el poder santificador de la gracia de Dios en sus vidas?

(2 Timoteo 2:21) “Así que, si alguno se limpia de estas cosas, será un vaso para honra, consagrado y útil para el Señor, preparado para toda buena obra”.

I. Hay Tres Naturalezas

Hay tres naturalezas del hombre. Estas son 1) la naturaleza humana que es neutral, 2) la naturaleza Adámica que es carnal/humana/malévola, y 3) la naturaleza Divina que es santa.

A. LA NATURALEZA HUMANA

La naturaleza humana es el carácter esencial de una persona. Es lo que hace a una persona distinta y distinguirse de alguna otra persona en el mundo. Es la personalidad de la persona y no se debe confundir con la naturaleza humana o la carnal. Hablando espiritualmente, la naturaleza humana es neutral. En sí, tampoco es buena ni malévola. Se define como buena o malévola sólo cuando es influida por la naturaleza Adámica o por la naturaleza Divina. La naturaleza humana está compuesta de los deseos naturales del hombre que Dios ha creado en cada uno de nosotros. Los deseos en sí no son buenos ni malos, pero son afectados por cualquiera que sea la otra naturaleza que ha reinado en el cuerpo (Adámica o Divina). La naturaleza humana bajo el control de la naturaleza Adámica conducirá a hacer el mal mientras que la naturaleza humana bajo el control de la naturaleza Divina conducirá a hacer el bien.

B. LA NATURALEZA ADÁMICA

La naturaleza Adámica es la naturaleza heredada del pecado, a menudo se refiere como al “viejo hombre” o la raíz del pecado. La naturaleza Adámica es lo que causa el deseo de pecar. En el pecador, la naturaleza humana neutral es abastecida por la naturaleza Adámica pecaminosa y el resultado es el pecado que se ha cometido, así que la persona vive una vida en oposición directa a Dios.

Hay una diferencia entre la naturaleza Adámica y el pecado que se ha cometido. En la salvación, un pecador es perdonado de los pecados que él ha cometido. La salvación es el perdón POR los pecados que han sido cometidos, pero NO está libre del deseo de pecar. Una vez que una persona recibe la salvación, es un cristiano.

Si la naturaleza Adámica (que es humana y carnal) controla la naturaleza humana, causa que la persona cometa pecado, porque la naturaleza Adámica es pecaminosa. Antes de una persona nacer de nuevo, hay dos naturalezas que están trabajando en ella—la naturaleza Humana y la naturaleza Adámica. ¿Qué significa eso? Significa que la naturaleza Humana neutral será controlada por la naturaleza Adámica pecaminosa.

La naturaleza humana es casi lo mismo en todos los seres humanos, porque es en este reino que identificamos los deseos y los apetitos que todos nosotros tenemos hasta cierto punto. No hay pecado implicado en estos instintos humanos normales hasta que actúe por la naturaleza Adámica pecaminosa. Por ejemplo, el instinto de deseo de la naturaleza humana es algo normal y dado por Dios, pero cuando actúa por la naturaleza Adámica, este instinto de deseo normal puede conducir a la contaminación con el alcohol. Otro instinto natural humano dado por Dios es el instinto de sexo. Cuando está bajo el control de la naturaleza Adámica, puede causar toda clase de mal—prostitución, pornografía, infidelidad, homosexualidad, ultraje, y la lista podría seguir y seguir.

C. LA NATURALEZA DIVINA

Con la salvación viene la naturaleza divina (la naturaleza exenta de pecado puesta en nosotros por Cristo). Cuando realmente una persona es (¡pero prodigiosamente!) nacida de nuevo (salva), toma posesión de la naturaleza divina de Cristo y comienza la BATALLA. Esta batalla interna y espiritual es el resultado de la naturaleza divina que toma posesión del territorio antiguo de la naturaleza Adámica. Ahora hay dos influencias muy diferentes que intentan dominar a la naturaleza humana, acuérdense que, es neutral. La naturaleza divina intenta convencer a la naturaleza humana a hacer las cosas que son agradables a Dios, pero también la naturaleza Adámica lucha por continuar haciendo a su manera. ¡La lucha puede ser violenta! Si la naturaleza divina controla a la naturaleza humana, el individuo sólo hace lo bueno y procura agradar a Dios y tener confraternidad con Él. Si a la naturaleza Adámica se le permite ganar y tener el control, el resultado es que la persona cae otra vez en un estado pecaminoso y se descarría. ¿Cuál es la respuesta a esta batalla interna? ¡Es la Santificación!

II. La Santificación

En la santificación, el cristiano (una persona que ha nacido de nuevo) tiene la naturaleza Adámica eliminada. ¡La naturaleza Adámica (ese deseo y ansia intensa de pecar) es eliminada del todo, toda a la vez! Es exterminada del todo, extirpada de raíz sin quedar ninguna parte del “viejo hombre”. Las personas no son santificadas progresivamente, que significa que partes del “viejo hombre” no son exterminadas y eliminadas a través de los años. ¡No! ¡La gracia de Dios es más poderosa que eso! Su gracia es muy sublime que puede y aniquila del todo a la naturaleza Adámica en una obra repentina. El resultado es que la santificación se deshace de “querer pecar” exterminando a la naturaleza Adámica.

En la santificación, hay sólo dos naturalezas que permanecen—la naturaleza humana y la naturaleza divina. En vista de que este es el caso, ya no hay más una constante batalla interna. Ya no hay más una lucha con la naturaleza Adámica. ¿Por qué? ¡Porque ha sido crucificada! La naturaleza Humana neutral es así controlada voluntariamente por la naturaleza divina. “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para que el cuerpo de pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado. Porque el que ha muerto, libre es del pecado” (Ro. 6:6, 7). ¡Qué promesa impresionante!

CONCLUSIÓN

La santificación es la segunda obra definida de la gracia provista mediante el sacrificio de Cristo por nosotros en la cruz. “Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo con su propia sangre, padeció fuera de la puerta. Salgamos pues a él fuera del real, llevando su vituperio” (He. 13:12, 13).

La santificación es instantánea mediante el Espíritu Santo. Crucifica y hace que el “viejo hombre” muera. Extirpa la raíz del pecado, no pedazo por pedazo, sino toda a la vez.

La santificación queda libre de la ansia y el deseo intenso de pecar. ¿Acaso eso significa que el diablo nunca le tentará a pecar otra vez? No, lamentablemente no. Él definitivamente continuará a tentar, pero la santificación le ayudará a vencer, le causará que ya no sea más un esclavo del pecado. “Sino como aquel que os ha llamado es santo, sed también vosotros santos en toda conversación: Porque escrito está: Sed santos, porque yo soy santo” (1 Pedro 1:15, 16). ¿Hay alguna duda de que cuando Dios da un mandamiento Él provee un medio para que lo cumplan?

¿Acaso usted ha sido santificado? Si no ha sido santificado, se puede hallar en un altar de oración. ¡Pídale hoy a Dios esta experiencia esencial! (Véase a Romanos 6:6, 7)

Tesoros de La Verdad

LA OBEDIENCIA

LA OBEDIENCIA


“Y Jesús les dijo: Venid en pos de mí, y haré que seáis pescadores de hombres. Y dejando luego sus redes, le siguieron” (Marcos 1:17, 18). Jesús no les formuló una pregunta a ellos, “¿Quieren venir en pos de mí?” No, Él les dio un mandato cuando Él dijo, “Venid en pos de mí...”. Dijo eso “y de inmediato” ellos dejaron sus redes, que significa que inmediatamente ellos hicieron lo que Él les pidió que hicieran. No sólo eso, sino que “dejaron” sus redes. Ellos lo dejaron todo, dejaron atrás sus antiguas maneras de vivir para seguir a Jesús. Dios nos llama a todos a dejar ciertas cosas para que en verdad sigamos a Él. ¿Acaso hay cosas en su vida que necesita dejar que son un impedimento para usted servir al Señor?

(1 Samuel 1:27, 28) “Por este niño oraba, y JEHOVÁ me dio lo que le pedí. Por lo cual yo también lo he dedicado también a JEHOVÁ; todos los días que él viviere, será de JEHOVÁ. Y adoró allí a JEHOVÁ”.

I. La Desobediencia Voluntaria

¿Acaso en alguna ocasión usted ha discernido en el espíritu que algo estaba mal pero de todos modos pidió hacerlo? ¿Acaso en alguna ocasión usted se ha enterado de que la Palabra de Dios manda que se hagan ciertas cosas pero rechazó ese mandamiento confiando en que Dios cambiaría de Su opinión? El libro de Números, los capítulos 22 hasta el 24 precisamente habla de un tal relato en cuanto a la desobediencia voluntaria.

Dios estaba haciendo cosas poderosas en Israel. Eso causó gran temor en algunas de las naciones cercanas, tanto temor que el rey de Moab le pidió al profeta Balaam maldecir al pueblo escogido de Dios. Ese rey, Balac, hizo uso de la avaricia como un medio para persuadir a Balaam a hacer lo que él quería que hiciera. ¡No cabe duda que Balaam sabía eso aún mejor que pedirle permiso a Dios para maldecir a la niña de Sus ojos, pero de todos modos le preguntó! Dios no le dijo en términos indefinidos que no lo hiciera. Números 22:12 dice, “Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo; porque es bendito”.

Balaam mandó que se fueran a los príncipes que vinieron con la oferta del rey. Sin embargo, eso no detuvo al rey de Moab. Otra vez, él mandó a los príncipes a convencer a Balaam con la promesa de “te honraré mucho”. En cuanto a esto, Balaam decidió pedirle a Dios permiso una vez más. ¿Qué parte de “No vayas” él falló de entender?

El diablo no se rinde. Él no parará de tentarnos para que seamos desobedientes a Dios, y tampoco él se rindió en cuanto a Balaam. Dios ya le había dicho “no vayas” pero Balaam quería con urgencia tener permiso y le preguntó otra vez, y Dios permitió que él fuera.

A pesar de que Dios nos ha dado un libre albedrío, hay consecuencias por ser desobedientes a la Palabra de Dios. Otra vez, piense acerca de las preguntas antedichas y considérelas de cerca. ¿Acaso alguna vez usted ha discernido en el espíritu que algo estaba mal pero de todos modos pidió hacerlo? ¿Acaso usted se ha enterado de que la Palabra de Dios manda que se hagan ciertas cosas pero rechazó ese mandamiento confiando en que Dios cambiaría de Su opinión? ¡Él no cambiaría de opinión! No importa cómo la gente desea cambiar la Palabra de Dios; tergiversándola para tener a bien sus circunstancias, “No vayas” aún significa exactamente eso—“No vayas”.

II. La Obediencia Parcial

(Léase a Lucas 5:1-11.) Las barcas no estaban en uso; los pescadores se habían rendido por el día y habían decidido lavar sus redes. ¿Cuántas veces nos rendimos precisamente a punto de un milagro, más o menos en el momento cuando Dios intervendría? Pedro demostró obediencia al Señor al mover la barca más lejos de la orilla. Él estaba dispuesto a permitir que su barca se usara, para que la apartase de la orilla un poco. Ahora, bien que, Jesús estaba pidiéndole que entrara en alta mar y echara las redes, no sólo una red, sino todas sus redes (¡también las redes que ellos acababan de lavar!). ¡Sin embargo, Pedro puso muchas excusas! Él le dijo a Jesús todo acerca de eso, de cómo ellos habían trabajado toda la noche y no habían pescado nada. Aunque él puso sus excusas, Pedro fue obediente a lo que Jesús le pidió, hasta cierto punto. Fíjense que Jesús le pidió que echara sus redes, en plural, pero Pedro respondió que él echaría la red, en singular. ¿Cuál fue el resultado de esta obediencia “parcial”?

¡Aunque Pedro halló lo que él había buscado toda la noche, vemos, también, cómo esa sola red se rompió! ¿Acaso cuando nos debilitamos en la fe a veces vamos delante del Señor esperando poco? ¿Acaso estamos dispuestos a obedecer parcialmente, dando poco, esperando poco? Esto trae a mi memoria la historia de una comunidad pequeña que estaba perdiendo cuyas cosechas por la falta de lluvia. Un pastor local le pidió a todos congregarse para orar para que Dios mandara la lluvia. ¡Cuando la multitud se congregó sólo una joven creyó bastante para traer su paraguas!

La sola red de Pedro se rompió y probablemente parte del pescado se perdió en el proceso. ¡No podemos permitirnos perder ningún pez! Vayamos confiadamente delante de Jehová esperando cosas grandes y poderosas, viniendo preparados para recibir la abundancia que Él es capaz de darnos.

La vida de Pedro fue cambiada este día. Jesús tenía planes grandes y poderosos para todos estos pescadores, pero dependía de ellos dejar las cosas que para ellos eran importantes para seguir a Él en obediencia total.

III. La Obediencia Total

(Léase a 1 Samuel 1:9-17.) Ana era una mujer que vivió durante la época del Antiguo Testamento. Ella era casada pero no tenía hijos. Deseaba tener un hijo de todo corazón. Ella se sentía miserable y oró fervientemente a Dios para que le diera un hijo. No sólo eso, Ana le prometió a Él que ella le dedicaría su hijo a Él cuando llegara el tiempo. Ella oró con amargura de alma, silenciosamente para que los hombres no la oyeran sino para que Dios la oyera, y Él oyó sus clamores. Dios, en Su misericordia, le dio a ella el hijo que deseaba con ansia. El resultado de su obediencia, de cumplir su promesa, era que su hijo sería usado poderosamente por Jehová en Israel.

Muchas veces las personas, en medio de tempestades, le hacen promesas al Señor que luego, después de que la crisis pasa, ellas no están dispuestas a cumplir sus promesas. Sin embargo, Ana no hizo eso. Ella fue fiel a su voto. No se olvidó de la promesa que ella le hizo a Dios, aunque seguramente debe haberle causado tristeza cuando dejó a su hijo, Samuel, en el templo ese día en el servicio de Jehová. Sin duda, en su fidelidad, ella vio la mano de Jehová obrar en su vida; de hecho, todos los días de su vida. Qué gozo y consuelo eso debe haber traído a esta mujer que se atrevió cumplir su promesa a pesar de lo que le costara. “Por este niño oraba, y JEHOVÁ me dio lo que le pedí. Por lo cual yo también lo he dedicado también a JEHOVÁ; todos los días que él viviere, será de JEHOVÁ. Y adoró allí a Jehová” (1 S. 1:27, 28).

Cuando servimos a Dios, nosotros, en efecto, le prometemos a Él que haremos todo en obediencia a Su Palabra y a Su voluntad. Hay cosas a las que tenemos que hacer frente que requerirán el mismo tipo de abnegación que Ana demostró a fin de ser obediente a Dios.

CONCLUSIÓN

A fin de todas las cosas, si sólo pudiéramos entender los resultados de nuestra obediencia. Además, si sólo pudiéramos comprender lasconsecuencias de nuestra desobediencia, de no cumplir una promesa. ¿Ha hecho usted una promesa a Jehová que ha fallado en cumplir? ¡Cuán grandes cosas podría Dios hacer por su obediencia!

martes, 12 de junio de 2012

"Afírmate en Dios"

"Afírmate en Dios"


Filipenses 3:12 "No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si alcanzo aquello para lo cual fuí también alcanzado de Cristo Jesús:'

En esta escritura y en las que siguen, Pablo hace referencia a una carrera. Él aun no había recibido la recompensa pero seguía hacia la marca, y esforzándose para alcanzar aquellas cosas que estaban por delante. La determinación de Pablo fue el resultado de su conversión en el camino a Damasco. Aun mi entras que respiraba amenazas contra la Iglesia, el Señor se le apareció en ese camino. Pablo vino a ser una "nueva criatura", fue nacido de nuevo. Que tremendo cambio fue hecho en su vida por el Salvador. Piense en esto por un momento; acerca del trabajo de salvación en el corazón de un pecador, el cambio tan increíble que ocurre cuando Dios alcanza al corazón de una persona. Que transformación tan fantástica.

Yo pensaba en un canto viejo el otro día que mi padre solía escuchar cuando yo era niño. "Cristo a tomado mi vida y no la quiero dejar. Cristo entro a mi alma, entro a mi corazón:' Sin duda todavía nos excita la memoria del día cuando Cristo nos alcanzó. Sin embargo, esta experiencia iba a tener doble sentido para el apóstol Pablo. Él dijo, sí, Cristo ha tomado mi vida, pero ahora yo quiero echar mano de Él.

En esta vida la gente hace muchos esfuerzos para obtener cosas materiales. Sacrifican el tiempo, energía, dinero y muchas otras cosas para tener algo que pronto se desvanecerá.

Yo recuerdo como de joven pasaba muchas horas a la orilla del río buscando oro con mis herramientas. Sin importar el calor o cuanto me doliera el cuerpo, yo me esforzaba esperando buscar un poco de ese metal dorado. Pasaba horas rascando, separando, planeando, etcétera. Pero que alegría cuando todo lo demás se había deslavado y solo quedaba esa sustancia tan cara en mi mano.

El Salmista escribió estas palabras, Salmos 42:1-2 "Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo: •Cuándo vendré, y pareceré delante de Dios!" Quizás así es como se sentía la mujer a menudo que lavaba los pies del Salvador con sus lágrimas y los secaba con su cabello. Ella ungía sus pies con ese ungüento caro y los besaba a la vez. ¿Quién sabe por cuanto tiempo había buscado a Jesús? ¿Quién sabe que razones tenia ella por buscarlo? Pero ahora lo sostenía en sus manos. Ella echo mano de Él.

Es una cosa buena cuando Dios echa mano de alguien, ¿pero que de cuando alguien echa mano de Dios? Mientras yo oraba fui guiado a Jacob y a la manera que él luchó toda la noche hasta que saliera el alba. Yo meditaba en la determinación que él mostró. Y me comenzaron a venir otras escrituras. “...al reino de los cielos se hace fuerza, y los valientes lo arrebatan:' “... leguémonos pues confiadamente al trono de la gracia ... "

Génesis 32:23,26 "Tomólos pues, y pasólos el arroyo, é hizo pasar lo que tenía. Y quedóse Jacob solo, y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. Y dijo: Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me bendices." Jacob estaba en un lugar de desesperación. Él estaba a punto de tener un encuentro con su hermano Esaú. Las cosas no se veían bien para él. Él se estaba preparando para lo peor. En la escritura de arriba se separó de su familia y quedo solo, y fue allí donde él lucho con un hombre toda la noche. Quizás nosotros nos encontramos en un lugar de desesperación. Tenemos necesidades desesperantes en nuestras vidas, nuestras Iglesias, nuestras comunidades. Quizás la necesidad más desesperante es que tenemos que estar a solas con Dios, echar mano de Él, y no dejarlo ir. O Dios, ¡mi alma tiene sed de ti! Orar con los santos de Dios es maravilloso, necesario, animante... pero que nos separáramos a nosotros mismos y echáramos mano de Dios.

Génesis 32:28-30 "Y él dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel: porque has peleado con Dios y con los hombres, y has vencido. Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y él respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre? Y bendíjolo allí. Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel: porque vi á Dios cara á cara, y fué librada mi alma:'

Jacob no estaba satisfecho con estar solo, o únicamente luchar. Él necesitaba que las cosas cambiaran y pudo recibir. Él prevaleció esa noche y recibió respuestas. Pero aun así, Jacob quería mas intimidad. "Declárame ahora tu nombre." Me imagino que esta clase de experiencia solo causa un deseo por más. Isaias 64:7 "Y nadie hay que invoque tu nombre, que se despierte para tenerte; por lo cual escondiste de nosotros tu rostro, y nos dejaste marchitar en poder de nuestras maldades." Que acusación; "nadie hay que invoque tu nombre, que se des pierte... "La palabra usada aquí (miteorer) se refiere al esfuerzo que es necesario para despertar a sí mismo cuando está oprimido por un espíritu de sueño pesado. Para echar mano de ti - La palabra hebrea (chazaq) significa adecuada para enlazar rápidamente, para ceñir apretado, y luego hacer firme o fuerte, fortalecer, (Barnes). Es fácil encontrarnos en esta condición. Sin embargo, no importa la apariencia exterior de "todo esta bien;' este es un estado miserable. El estado de tibieza y complacencia es uno de los engaños más grandes del diablo, y una condición que desagrada al Señor. Recientemente escuche una historia de un hombre que ordenó una taza de café. Una y otra vez le pedía a la mesera que le agregara más azúcar a su café.

Finalmente la mesera le preguntó "¿Por qué no remueves lo que ya tienes?" Esperamos a que alguien nos remueva, a que alguien se remueva, esperamos por el tiempo correcto para ser removido, a que el Señor nos remueva. Mientras que durante todo este tiempo el Señor esta diciendo "Invoquen mi nombre, despiértense, y echen mano de mi." Hay una generación que va a echar mano de Dios. Una generación que va a agarrarse de Él. Salmos 24:6 "Tal es la generación de los que le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob. (Selah)" Selah, deténganse y piensen es estas cosas.

lunes, 11 de junio de 2012

LA TEOCRACIA

LA TEOCRACIA


INTRODUCCIÓN

Podemos mirar alrededor de los gobiernos del mundo y vemos que ahí continúa estar más y más la decadencia moral y una gran promoción para las cosas más profanas que corrompen las mentes que se pueda imaginar. Hay casamientos del mismo sexo, abortos de nacimiento parcial, y eutanasia, sólo para nombrar unos cuantos. ¡La tierra parece estar gimiendo en señal de protesta! Preste atención a los numerosos y peores desastres, tales como derramamientos de aceite, fundido de planta nuclear, terremotos, tsunamis, inundaciones, tormentas de nieve, sequías, enfermedades, y pestilencias.

Es evidente ver el tiempo del cumplimiento de la profecía cumplirse. ¡Pero espera! No importa qué tipo de gobierno nosotros, como una nación vivamos, a pesar de cuál sea el partido político que esté en el poder o tenga el voto mayoritario de control, la Iglesia debe continuar operando de manera muy diferente. Ella no puede mirar al mundo para su modelo de gobierno. La Iglesia de Dios opera bajo el Gobierno Teocrático. Dios no opera mediante la anarquía. Él no hace las cosas a la manera democrática. Dios opera mediante la Teocracia y esa es una marca de la Iglesia verdadera.

TEXTO ÁUREO (Números 9:23) “Al dicho de JEHOVÁ asentaban, y al dicho de JEHOVÁ partían, guardando la ordenanza de JEHOVÁ, como lo había JEHOVÁ dicho por medio de Moisés”.

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

I. Los Gobiernos Creados Por El Hombre

Hay muchas formas de gobiernos creados por el hombre. En este formato limitado, nos dirigiremos a dos tipos: la Anarquía y la Democracia. La anarquía se define como la ausencia o negación de cualquier autoridad u orden establecido. También significa la falta de orden. (Por supuesto que, debemos reconocer que nuestro Dios es un Dios de orden.) La democracia es el gobierno para el pueblo; una forma de gobierno en que el pueblo ejerce la soberanía y es ejecutado directamente por ellos o por sus agentes elegidos bajo un sistema electoral libre. Ninguno de estos planes, de la Anarquía ni la Democracia, están en armonía con el plan de Dios a través de los tiempos, no para Israel ni para la Iglesia.

II. El Gobierno De Dios

A. LA TEOCRACIA DEFINIDA

La teocracia es el tipo de gobierno que debe operar dentro de la Iglesia. En el Diccionario Webster original el vocablo teocracia se define como, “Gobierno de un estado por la inmediata dirección de Dios o de ese modo el estado gobernado. De esta especie, los Israelitas proporcionan un ejemplo ilustre”. El vocablo teocracia en griego se define como “tener el poder de Dios”. Al entender esto, debemos preguntarnos, “¿Quién tiene el poder de Dios?” La respuesta es, “¡Por supuesto que, nadie, sino Dios!” Sin embargo, como Él lo tiene desde el principio, Dios obra a través de los individuos. Él aún obra a través de una nación, una nación santa, la cual es la Iglesia (1 Pedro 2:9).

B. UN VISLUMBRE DE LA TEOCRACIA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

Dios administra a través de Su liderazgo ungido y de aquellos que han sido nombrados por Sus líderes ungidos. Esto se ejemplifica en estos versículos de la Escritura con respecto a Israel como la Iglesia en el Desierto (Éxodo 18:13-27).

C. LA TEOCRACIA EN EL NUEVO TESTAMENTO (HECHOS 6:1-7)

La teocracia estaba en operación en la Iglesia del Nuevo Testamento. Todavía somos parte de esa misma Iglesia. La teocracia hoy en día debe continuar operando en La Iglesia de Dios de la misma manera.

D. ENTENDIENDO LOS PRINCIPIOS DE LA TEOCRACIA

1. Hay UN solo Dios, manifestado en tres personas (el Padre, el Hijo, y el Espíritu Santo). Dios es Todopoderoso y Soberano, que significa, que Él tiene el derecho exclusivo para ejercer la autoridad suprema. Bajo la Teocracia, el miembro individual debe hacer un compromiso total y sin reservas para Dios y someterse bajo Su gobierno.

2. La Palabra de Dios es divina, infalible y eterna. Es la autoridad final en todos los asuntos relacionados a Dios y el hombre. Es el libro de consulta para cada creyente y para cada miembro es como una guía para hacer la voluntad de Dios y cumplir con Su llamado. La Iglesia la debe usar, predicar, enseñar, y apoyar en todo respecto. La teocracia requiere nuestra aceptación total de la Palabra de Dios, Su voluntad, y Su dirección. Se requiere obedecer la voluntad de Dios para recibir la instrucción y las direcciones espirituales.

3. La teocracia que opera en la Iglesia requiere que cada miembro siga a Dios bajo el liderazgo humano. Donde la Teocracia a menudo falla es en esto. Cuando uno rechaza al líder de Dios nombrado o designado, él, en realidad, rechaza a Dios, porque este es el plan de operación de Dios. “Al dicho de JEHOVÁ asentaban, y al dicho de JEHOVÁ partían, guardando la ordenanza de JEHOVÁ, como JEHOVÁ lo había dicho por medio de Moisés” (Números 9:23). Esto es el gobierno teocrático en acción. En realidad Moisés dio las órdenes, pero era como si Dios estuviera conduciendo al pueblo Él Mismo, porque Dios finalmente estaba a su cargo. “Como a un rebaño has conducido a tu pueblo por medio de Moisés y de Aarón”(Salmos 77:20). “De la manera que JEHOVÁ lo había mandado a Moisés su siervo, así Moisés lo mandó a Josué; y Josué lo hizo así, sin quitar palabra de todo lo que JEHOVÁ había mandado a Moisés” (Josué 11:15). ¿Acaso vemos cómo Dios obra a través del hombre?

4. Jesús aprobó el proceso teocrático en obediencia a Su Padre y a los Apóstoles en la Iglesia primitiva. “De cierto, de cierto os digo, que el que recibe al que yo enviare, a mí recibe; y el que a mí recibe, recibe al que me envió” (Juan 13:20). Es peligroso para un individuo o un grupo de individuos ignorar la cadena de mando de Dios. Siempre hay la posibilidad de limitaciones, debilidades, y errores humanos, pero estos no anulan el proceso teocrático. Todo el mundo puede cometer errores y errores en el juicio, pero aún estos no destruyen el propósito de Dios. Moisés cometió errores, pero de todos modos continuó el plan eterno de Dios. Si el líder ha cometido errores ellos no deben multiplicarse y llegar a ser acusables para la membresía por la rebelión y la desobediencia. En estos casos, Dios tiene poder para resolver la situación, dando indicaciones claras a la Iglesia a su debido tiempo. “Y aconteció que habiendo Samuel envejecido, puso a sus hijos por jueces sobre Israel. Y el nombre de su hijo primogénito fue Joel, y el nombre del segundo, Abia: fueron jueces en Beerseba. Mas sus hijos no anduvieron por sus caminos, antes se desviaron tras la avaricia, recibiendo cohecho y pervirtiendo el derecho. Entonces todos los ancianos de Israel se juntaron, y vinieron a Samuel en Ramá, y le dijeron: He aquí tú has envejecido, y tus hijos no van por tus caminos; por tanto, constitúyenos ahora un rey que nos juzgue, como tienen todas las naciones. Pero desagradó a Samuel esta palabra que dijeron: Danos ahora un rey que nos juzgue. Y Samuel oró a JEHOVÁ. Y dijo JEHOVÁ a Samuel: Oye la voz del pueblo en todo lo que te dijeren: porque no te han desechado a ti, sino a mí me han desechado, para que no reine sobre ellos” (1 S. 8:1-7). Israel no le permitió a Dios intervenir en esta situación, pero demandó un tipo nuevo de gobierno, uno igual que el que tenía el mundo. Este era el fin de la Teocracia para el tipo y sombra de la Iglesia del Antiguo Testamento.

5. Bajo el gobierno de Dios, es importante recordar que Él no acepta substitutos para la obediencia. “Y Samuel dijo: ¿Tiene JEHOVÁ tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en obedecer a las palabras de JEHOVÁ? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que la grosura de los carneros” (1 Samuel 15:22). “Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió la obediencia” (He. 5:8).Ningún talento, habilidad, o servicio aparte de lo que Dios requiere es aceptable en lugar del llamado específico de Dios en nuestras vidas. No podemos negociar con Dios y estar en Su voluntad perfecta.

6. La teocracia que opera dentro de la Iglesia requiere la rendición total y voluntaria de talentos y habilidades para el servicio de Dios mediante la Iglesia. “Hasta que todos lleguemos en la unidad de la fe y del conocimiento del hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Ef. 4:13). Esto indica que llegaremos a la unidad porque la disensión y la fragmentación nunca cumplirán el propósito de Dios para la Iglesia.

CONCLUSIÓN

No importa qué deparará el futuro para los gobiernos nacionales, la Iglesia no puede permitirse ser desviada por el diablo. A él le encantaría nada más que causarnos que quitemos la mirada de la meta y de todas las cosas que están sucediendo alrededor de nosotros en este mundo, pero no debemos permitir que él nos distraiga. ¡Debemos continuar! ¿Acaso usted puede ver que Su venida se acerca? ¡El estado actual de los acontecimientos del mundo debe causar que seamos mucho más fieles, mucho más concienzudos con respecto a llegar al perdido, mucho más diligentes en llegar a la perfección! Debemos continuar buscando a Dios para el liderazgo por Su Palabra a medida que seguimos a aquéllos sobre nosotros en el Señor. Por supuesto que, esto será a medida que ellos siguen a Él a través de la dirección y guía del Espíritu Santo, teniendo cuidado en permanecer en la senda de rectitud que Él ha trazado para nosotros seguir. ¡Eso es lo que significa vivir bajo la Teocracia!

DIOS, NUESTRO REVELADOR

DIOS, NUESTRO REVELADOR


INTRODUCCIÓN

Hay cosas en la Biblia que a menudo son difíciles de entender. Sin embargo, hay alguien, que está bien capacitado para revelar estas cosas a una persona que en verdad desea saber y entender.

La definición del vocablo revelar es manifestar lo secreto, revelar, hacer saber, dar a conocer mediante los medios sobrenaturales o divinos. El vocablo revelación se define como la acción de revelar o declarar, algo que ha sido revelado, especialmente una revelación dramática de algo que no tenía conocimiento anteriormente o se había dado cuenta, una manifestación de la voluntad o la verdad divina. Y en conclusión, el vocablo reveladorsignifica alguien que revela algo.

“Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Y respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres Simón hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en el cielo. Y yo también te digo que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia, y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mt. 16:16-18). (Miren lo QUE dijo el revelador. No te lo reveló carne ni sangre. En otras palabras, un hombre simple mortal no se lo reveló a él, sino que Dios se lo reveló. Dios encendió esa luz espiritual. ¡Pedro recibió una REVELACIÓN DIVINA DEL REVELADOR DIVINO!

TEXTO ÁUREO (Mateo 16:17)“Y respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres Simón hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en el cielo”.

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

I. Dios Se Revela En Nuestro Tiempo

¿Acaso aún Dios les revela cosas directamente a los hombres? ¡Sí! ¿Acaso alguna vez Dios le ha revelado algo a usted? ¿Ha estado alguna vez usted leyendo la Biblia y de repente entiende un pasaje de la Escritura como nunca antes? Cuando Dios le muestra algo, usted dice, ¿qué es eso? ¡Eso es revelación divina! ¡No era sólo para aquéllos en el Antiguo Testamento ni para aquéllos en el Nuevo Testamento, sino que también es para nosotros hoy en día!

La historia de la Iglesia está llena de casos innumerables en la cual Dios le había revelado cosas a la gente. Por ejemplo, Dios le reveló los postreros días de la Iglesia a A. J. Tomlinson, y le ha sido revelado a muchos hombres y mujeres desde ese tiempo. Una revelación divina de la Iglesia vino después tal y como vino en nuestros tiempos—mediante la oración ferviente y en una búsqueda de Dios y escudriñando devotamente las Escrituras. ¡Dios aún hace eso! Si usted tiene una revelación divina de la Iglesia, en realidad el hombre no se la dio, más bien, se la dio Dios.

II. Dios Se Revela A Través Del Espíritu Santo

En 1995, durante el Instituto de Entrenamiento Bíblico en Cleveland, Tennessee, fue dado un mensaje por el Espíritu Santo e interpretación durante una clase del Primer Curso. Allí habían aquellas que habían estado agonizando por sus esposos perdidos. Este mensaje habló directamente a los corazones de estas dos personas, asegurándoles que sus esposos serían salvos. ¡Luego, de allí en adelante, hubieron testimonios dados de que Dios hizo lo que Él dijo que haría, y ambos individuos fueron salvos milagrosamente! Juan 16:13-15 dice, “Mas cuando viniere el Espíritu de verdad, Él os guiará a toda verdad; porque no hablará de sí mismo, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir. Él me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber. Todo lo que tiene el Padre, mío es; por eso dije que tomará de lo mío, y os lo hará saber”. ¿Acaso Dios hace acepción de personas? ¡Por supuesto que no! Lo que Él hizo por otros en el pasado, Él lo hará por nosotros hoy en día. Ayer, hoy, y por siempre, Dios es aún el Revelador Divino.

III. Dios Se Revela A Tiempo

Una joven dijo un relato personal de cómo Dios le dio una revelación divina con respecto al divorcio y el volver a casarse después que ella había estado casada hace bastante tiempo. Su esposo era un miembro de la Iglesia cuando ellos se casaron, y, a pesar de que era salva, ella no era un miembro. Su esposo y otros individuos habían revisado los versículos de la Escritura con respecto a casarse y divorciarse y habían analizado minuciosamente de que el matrimonio es para toda la vida. Todas estas personas pensaban que ella había entendido. Sin embargo, ella no lo entendió plenamente, no importa cuántas personas trataron de explicárselo. Ella dijo que estaba casada hace bastante tiempo cuando una noche estaba leyendo la Biblia durante su tiempo de devoción personal. Dios le había puesto en su corazón leer algunos pasajes acerca de casarse y divorciarse. Algunos de éstos eran Lucas 16:18, Mateo 19:9, y 1 Corintios 6:16. Muchas personas habían tratado de hacerle saber a ella lo que de veras estos versículos significaban, pero esta vez, había una gran diferencia. Esta vez Dios encendió la luz, Dios le dio el discernimiento. Dios se lo reveló a ella. Y ella le dijo a su esposo que había estado medio dormido y soñoliento al lado de ella, “¡Oh, Dios mío!” “¿Sabes que no puedo tener otro esposo si no resolvemos las cosas?” ¡Esto lo sacudió hasta el desvelo, porque, por supuesto, él sabía eso y comenzó a darse cuenta de que entonces ella acababa de recibir la revelación! ¡El hombre puede tratar todo el día, todos los días, y en todas maneras de HACERLE SABER algo a una persona y puede ser que esa persona nunca reciba un entendimiento cabal de eso, pero cuando Dios revela algo, se lo revela!

IV. Dios, El Revelador En La Época Del Antiguo Testamento

Dios es el Revelador. Podemos volver al Antiguo Testamento y ver a Dios el revelador en aquel tiempo. Antes de Dios destruir a Sodoma y Gomorra, Él hizo una pregunta. En Génesis 18:17, 22, dice, “Y JEHOVÁ dijo: ¿Encubriré yo a Abraham lo que voy a hacer,...Y se apartaron de allí los varones, y fueron hacia Sodoma; mas Abraham estaba aún delante de JEHOVÁ”. ¿Acaso Dios encubrió eso de Abraham? ¡No, Él se lo reveló a él! ¿Por qué? Vaya al versículo 19 para la respuesta. Dios dice, “Porque yo lo conozco, sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí, que guarden el camino de JEHOVÁ, haciendo justicia y juicio, para que haga venir JEHOVÁ sobre Abraham lo que ha hablado acerca de él”. Dios vio el corazón de Abraham; Él vio su obediencia. Dios CONOCÍA a Abraham. Santiago 2:23 nos dice algo muy importante acerca de la relación entre Abraham y Dios. ¿Qué dice? ¡Que él era un amigo de Dios! Él tenía una relación personal con Él que les permitía comunicarse el uno con el otro. “El secreto de Jehová es para los que le temen; y a ellos hará conocer su pacto” (Sal. 25:14). ¿Cuál es otro vocablo para mostrar? ¡Revelar! Dios es el Revelador. ¡Él revelará las cosas profundas de Su Palabra a los que temen a Él!

V. Dios, El Revelador Hoy En Día

Así como Dios le reveló ciertas cosas a Abraham, Él ha elegido revelarnos cosas a nosotros. ¿Por qué? Juan 15:15 nos da algún discernimiento de esto. Nos dice, “Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor; mas os he llamado amigos, porque os he dado a saber todas las cosas que recibí de mi Padre”. Así como Abraham era llamado un amigo de Dios, y Dios le revelaba cosas a él, nosotros, también podemos ser llamados los amigos de Dios. Dios aún desea revelarnos cosas a nosotros hoy día.

VI. Dios Se Revela A través De Su Palabra

Dios nos ha revelado Su Escritura y nos ha mostrado, a través de Su Palabra, lo que ha de acontecer. Jeremías 33:3 dice, “Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y difíciles que tú no sabes”. Miren lo que dice este versículo. 1) ¿Llama a QUIÉN? ¡A Dios! 2) ¿QUIÉN responderá? ¡Dios responderá! 3) ¿QUÉ Dios hará? ¡Dios nos MOSTRARÁ cosas grandes y difíciles que no sabemos! ¡Ahora, eso suena como revelación divina!

CONCLUSIÓN

Filipenses 3, versículos 10 y 15 nos dice, “A fin de conocerle, y la virtud de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, en conformidad a su muerte;...Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos: y si otra cosa sentís, esto también os revelará Dios”. ¡Fíjense que no dice que “Dios puede ser que se revele” sino que “Dios se revelará”! También, el versículo 10 dice, “A fin de conocerle”. ¡A fin de Dios comunicarnos Sus verdades divinas, ahí debe haber una relación—debemos conocerle! ¡Él nos conoce!

Dios dijo que Él conocía a Abraham, y Él conocía a Pedro, y podía revelarle cosas a ellos dos. ¿Tiene usted una relación personal con Dios, el Revelador, el Revelador Divino de todas las cosas? ¿Acaso Dios puede decir de usted, “Porque yo lo conozco” o “Porque yo la conozco”? ¿Acaso usted puede decir, “Yo conozco a Dios, mi Revelador”? ¡Alabado sea el Señor que dispuso el camino para que conociéramos a Él!

LA IMPORTANCIA DE LA VERDAD

LA IMPORTANCIA DE LA VERDAD


INTRODUCCIÓN

Muchas organizaciones religiosas hoy en día se comienzan basadas en la afición, modas, filosofías populares, estudios e inspecciones demográficas de lo que las comunidades requieren y lo que es práctico. Lamentablemente, en estos casos, la Santa Biblia a menudo ocupa una posición secundaria en cuanto a la última moda y opinión. No obstante, la Iglesia que Jesús estableció, es columna y apoyo de la verdad (1 Ti. 3:15), y debe ser guiada a toda verdad para concluir Su comisión y llegar a la perfección.

Pues, ¿qué es la verdad? El mundo y la perspectiva humanista que es tan predominante hoy en día (y se enseña en muchísimas de nuestras escuelas públicas), dice que la verdad es la conformidad de lo que se dice con lo que es y esa verdad puede cambiar de un minuto a minuto. La gente que cree esto también empieza a dudar sobre la verdad de la Palabra de Dios. No obstante, el Dios de la verdad es puro, y es inmutable.

TEXTO ÁUREO (Salmos 119:89)


“Para siempre, oh JEHOVÁ, permanece tu palabra en los cielos”.

COMENTARIO DE LA LECCIÓN

I. No Es Un Cuento (Gn. 10:1, 11:10-32, 12:1-9.)

El nombre Abraham (Abram o Abraham) se menciona 277 veces en la Biblia, en 27 de los 66 libros. Hay más versículos tocante a él en Hebreos 11 (el capítulo de la fe) que cualquier otra persona inscrita ahí. Pablo dijo que Abraham es el padre de todo el que tiene fe verdadera, y él es la primera persona de quien se habla en la Biblia de que “creyó a Dios”. A él se le llama el padre de los fieles.

Cuando leemos sobre el linaje, a veces pasamos por alto los “versículos” para estar bien en cuanto a lo que algunos tal vez les llama los Versículos “importantes” de la Escritura, pero muchas veces hay una lección importante que aprender de esos “versículos”. Hay una razón por la cual la Biblia registra cada palabra, incluso aquí, donde aparece el nombre del padre de Lot y su abuelo (y todos los otros antepasados y los lugares que visitaban o habitaban a través de la Escritura). Hay un motivo por el cual nos han dicho por dónde Abraham viajó, en dónde había nacido, y quién era su padre. Esta genealogía ayuda a demostrar que éstas eran personas reales. Ellas no son personajes de un cuento. No es una “leyenda” sino un relato real. La Biblia es la VERDAD no es una ficción. No dice, “había una vez”, lo cual le da al lector ningún esquema de referencia. En cambio, da los detalles y los hechos, que son apoyados por la historia—la historia que se puede investigar y verificar. Todos estos “versículos” ayudan a demostrar que éstas eran personas reales, a quienes le sucedieron cosas precisamente igual que nos ha sucedido a nosotros. Podemos aprender de sus ejemplos reales, lo que hay que seguir y lo que hay que evitar.

Satanás invariablemente mandará a otros para tratar de persuadirnos de que no debemos creer en la Biblia. Si sabemos estas cosas, bien que, podemos ser mejores para defender el hecho de que la Biblia es 100% verídica. Piense sobre eso la próxima vez que usted sea inducido a pasar por alto sobre esos “versículos”.

II. La Importancia De La Verdad

En el Libro de los Hechos, durante los tiempos primitivos de la Iglesia, otra vez vemos a un pueblo regenerado, que no tenía dinero y ningunos edificios, haciendo un impacto asombroso en su mundo en poco tiempo. ¿Qué era importante para la Iglesia en aquellos tiempos? 1) El Evangelismo—llegar al perdido para Cristo y Su Iglesia, 2) La Adoración—alabar al Señor, 3) La Oración—comunicarse con Dios, 4) El Bautismo—bautizar a los conversos nuevos por la inmersión total en agua, 5) La Confraternidad—estar con y comunicarse con otros cristianos, 6) Los Miembros Nuevos—agregar miembros a la Iglesia mediante el pacto, 7) La Pureza—vivir vidas santas, y 8) La Verdad. En Hechos 2:37, dice: “Varones y hermanos, ¿qué haremos?” Éstos estaban preguntando por la Palabra de verdad de Dios.

La lista antedicha era de suma importancia para la Iglesia primitiva y aún lo es hoy en día. De estas ocho cosas, hay una que todas las demás dependen de ella. Es la verdad. Si la verdad fuera sacada de contexto, no importarían las otras cosas. ¡Debemos tener la verdad! Sin ella evangelizamos en vano, alabamos en vano, oramos en vano, bautizamos en vano, confraternizamos en vano, agregamos miembros en vano, buscamos inútilmente una pureza que no se puede hallar. SINO agrega toda la verdad ahí para que vea que hace una diferencia. ¡Con la verdad viene la esperanza! “Pero la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre busca a tales que le adoren. Dios es espíritu; y es necesario que los que le adoran, le adoren en espíritu y en verdad” (Juan 4:23, 24). ¡La verdad hace toda la diferencia!

III. La Iglesia Aún Debe Guardar La Verdad

La Palabra de Dios es una fuente infalible de la verdad. En vista de que la Iglesia es columna y apoyo de la verdad, Ella debe sobresalir en cuanto a sostener la verdad. La Iglesia no tiene albedrío para crear la verdad, para suplementar la verdad, para alterar la verdad, ni para obedecer con criterio selectivo la verdad. La Iglesia debe exhortar con sana doctrina (Tito 1:9). La Iglesia debe ser amonestada tocante a que contendáis eficazmente por la fe que ha sido una vez dada a los santos (Judas 1:3). La Iglesia debe ser amonestada tocante a, “Predica la palabra; insta a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina” (2 Ti. 4:2). También la Iglesia debe enseñar la verdad fuera de tiempo. Aún cuando no goza de popularidad se debe guardar toda la verdad.

IV. Hay Que Proclamar La Verdad

A. TODA LA VERDAD (SALMOS 12:6, 7)

Este mundo no es un ambiente en el cual la verdad puede florecer con facilidad. A causa de esto, hay numerosas versiones de la Biblia. Los hombres continúan haciendo un esfuerzo en revisar y actualizar la Biblia para hacer que se “entienda más”, pero sus esfuerzos la hacen contradictoria, confusa, y malinterpretada.

[La 66ta Asamblea General del 1971 dio… “voz de aprobación a la Antigua Versión de la Biblia en español de Casiodoro de Reina desde el 1569 hasta el 1909 D.C., como la autoridad para la enseñanza de la doctrina en la Iglesia en el idioma español. (66ta Minutas de Asamblea, 1971, Pág. 143, A&P)].

La Iglesia de Dios aún reconoce (para los miembros de habla inglesa) sólo la Versión Autorizada de la Biblia del Rey Jacobo como la Palabra de Dios verdadera, como era el caso con las organizaciones religiosas muy cristianas de esos tiempos. Esta es la Palabra de Dios infalible. Está sin error, y cuando es dividida correctamente, no contiene contradicciones. Muchas otras versiones de varias traducciones de la Biblia a medida que son revisadas han sido diluidas.

Sin embargo, la Versión Autorizada de la Biblia fue minuciosamente traducida de los manuscritos más exactos y completos disponibles en esa época durante siete años. ¡Está escrita a la perfección y en un nivel de lectura de quinto grado, a pesar de eso, los críticos dicen que es difícil de leer! ¡Esta es una excusa del diablo para pervertir y reemplazar la verdad!

B. LA RESPONSABILIDAD DE LA IGLESIA TOCANTE A LA VERDAD (EFESIOS 4:15, 16)

La Iglesia debe proclamar la Palabra de verdad—debe ser prioridad, ya que es una marca de La Iglesia de Dios. A medida que el cuerpo es edificado a través de la enseñanza cuidadosa de la Palabra de Dios y la aplicación de esa verdad mediante la Iglesia, el cuerpo crece en Él en todo, en el que es la cabeza, a saber, Cristo. La comunicación amorosa de la verdad de Dios es lo que perfeccionará a los miembros y finalmente a la Iglesia. Es el poder de Cristo obrando a través de los miembros del cuerpo que finalmente hace que el cuerpo crezca. Los miembros como individuos ya no deben tener temor, ser tímidos, ni estar reacios a hablar de la verdad a otros. Cuando Dios ofrece la oportunidad, Él dará las palabras para hablar. Es de importancia fundamental que nosotros, como individuos, escudriñemos la Palabra y le pidamos a Dios que nos revele esas cosas que no podemos entender. ¿Estamos haciendo lo posible por escudriñarla para que seamos hallados aprobados?

C. JEREMÍAS PROCLAMÓ LA VERDAD (JEREMÍAS 23:9-40)

Jeremías fue llamado por Dios en su juventud para profetizar. Al estar su corazón quebrantado a causa del estado del pueblo de Dios, lo llamaban el profeta llorón. Por más de 40 años él se dio a la tarea de proclamar un mensaje de juicio para el pueblo de Judá que era de dura cerviz (el Reino Meridional después que la nación de Israel fue dividida). Jeremías fue despreciado y perseguido, pero él continuó hablándoles la verdad con amor, compasión, y llanto. Él declaró la verdad fielmente, de que el único medio de escape del castigo inminente para ellos era convertirse de su maldad y tornarse a Dios.

¿Acaso hay una persona en su vida que le recuerda a usted a Jeremías—que ha estado amonestando, llorando, y suplicando para que los perdidos se arrepientan? ¿Acaso pueden otros fijarse en su vida y decir eso acerca de usted? ¡Hoy en día la Iglesia necesita a muchos como Jeremías!

CONCLUSIÓN

Con muchas versiones en cuanto a la “verdad”, ¿por qué es de importancia fundamental que proclamemos la Palabra de Dios pura, verdadera y no una versión corrupta de ella? Es porque tiene el poder que hará que las personas sean hechas libres. Las mentiras pueden hacer que algunos se sientan bien por algún tiempo, aquí en tierra, pero es la verdad quien nos hará libres y nos conducirá al cielo. Y cuando estemos delante de Jehová en el Día del Juicio, no seremos una versión de la verdad diluida que Él estará usando (Ap. 20:12).