El Espíritu de Verdad vs. El Espíritu de
Error
Walter Lofton – Seth, WV
En el mundo están obrando dos espíritus opuestos, el
espíritu de verdad y el espíritu de error. El espíritu de verdad viene de Dios
el Padre a través de Jesucristo el Hijo por inspiración del Espíritu Santo. El
espíritu de error (que es el espíritu mentiroso de Satanás) viene de la fuente
del mal, que es Satanás. El espíritu de verdad, cuando es seguido, pone en
libertad a la persona de la esclavitud del pecado y todos los efectos adversos
que el pecado causa. Al hablar con Su Padre, Jesús dijo: “tu palabra es verdad” (Juan 17:17). Se declaró que Cristo era “el camino, la verdad, y la vida” en Juan 14:6. Y en Juan, capitulo uno, se
declara que Él es el Verbo de Dios hecho carne. Jesús prometió enviar el
Consolador sobre Sus discípulos, el Espíritu Santo, el cual Él llamó el Espíritu
de Verdad (Juan 14:6, 7).
En Juan 8:32 Jesús dijo: “Y conoceréis la verdad, y la verdad os libertará”. Y Él dijo en Juan 8:36: “Así que, si el Hijo os libertare,
seréis verdaderamente libres”. El
ser “verdaderamente
libres” incluye no únicamente ser
libres de nuestros pecados, pero libres del espíritu de error que es el espíritu
engañoso de Satanás según se explica en Juan 8:44. “Vosotros de vuestro padre el diablo sois, y los
deseos de vuestro padre queréis cumplir. Él, homicida ha sido desde el
principio, y no permaneció en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla
mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira”.
He aquí una amonestación adicional de tener cuidado
del espíritu engañoso de mentira y error: “Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo,
cual león rugiente, anda alrededor buscando á quien devore” (1 P. 5:8), y “...¡Ay de los moradores de la tierra y del mar!
porque el diablo ha descendido á vosotros, teniendo grande ira, sabiendo que
tiene poco tiempo” (Ap.
12:12). ¿Cómo acecha y engaña Satanás su presa, y qué formas emplea en su
esquemas diabólicos contra las almas de los hombres? Él logra esto a través de
su entrada a las arenas del pueblo de Dios, justo en la casa y redil de Dios,
haciéndose pasar por “oveja” de Dios a fin de desviar el verdadero pueblo de
Dios.
El apóstol Pablo advirtió a la Iglesia de Corinto
acerca de esto. “Porque
éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, transfigurándose en apóstoles
de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se transfigura en ángel de
luz” (2 Co. 11:13, 14). Jesús
también advirtió contra el engaño cuando Él dijera: “Y guardaos de los falsos profetas, que vienen á
vosotros con vestidos de ovejas, mas de dentro son lobos rapaces” (Mateo 7:15). Él dijo que aún entrarían a la
Iglesia con su doctrina engañosa. “De cierto, de cierto os digo: El que no entra por la
puerta en el corral de las ovejas, mas sube por otra parte, el tal es ladrón y
robador” (Juan 10:1).
Pablo advirtió que esto sucedería después de su
partida. “Porque yo sé que después
de mi partida entrarán en medio de vosotros lobos rapaces, que no perdonarán al
ganado; Y de vosotros mismos se levantarán hombres que hablen cosas perversas,
para llevar discípulos tras sí. Por tanto, velad, acordándoos que por tres años
de noche y de día, no he cesado de amonestar con lágrimas á cada uno” (Hechos 20:29-31).
Luego, finalmente, Judas dijo que esto tomaría lugar
en la Iglesia. “Porque
algunos hombres han entrado encubiertamente, los cuales desde antes habían estado
ordenados para esta condenación, hombres impíos, convirtiendo la gracia de
nuestro Dios en disolución, y negando á Dios que solo es el que tiene dominio, y
á nuestro Señor Jesucristo” (Judas
1:4). Judas apeló a la Iglesia a combatir las herejías animándola a contender “eficazmente por la fe que ha sido una
vez dada los santos”. Este
todavía es nuestro escudo contra la doctrina falsa hoy.
Estas advertencias son indispensables para nosotros
hoy en día. Considere estos versículos. “Empero el Espíritu dice manifiestamente, que en los
venideros tiempos alguno apostatarán de la fe escuchando á espíritus de error y
á doctrinas de demonios; Que con hipocresía hablarán mentira, teniendo
cauterizada la conciencia” (1
Ti. 4:1, 2). Verdaderamente estamos viviendo en tiempos de gran decepción y
debemos con toda sinceridad tomar estas advertencias en serio. He viajado
extensamente y visto y escuchado de las muchas iglesias que se están dividiendo
en los asuntos de doctrina, y se están fragmentando en facciones y unos toman
un rumbo y otros toman otro. La Biblia advirtió de tales tiempos y ha señalado
el camino de protección para los que por esto son afectados. Mientras que las
ovejas de Dios son derramadas por los ataques del enemigo, Dios tiene un redil
de protección que las espera. Jesús estableció Su Iglesia sobre la piedra
solida de la verdad que viene a través de la revelación divina.
Pablo habló de la estabilidad de la Iglesia cuando
dijo: “Y si no fuere tan
presto, para que sepas cómo te conviene conversar en la casa de Dios, que es la
iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la verdad” (1 Ti. 3:15). Cristo advirtió de estos tiempos
y prometió llamar y reunir a todas Sus ovejas verdaderas en un redil y ser el único
Pastor verdadero de Su rebaño. “También tengo otras ovejas que no son de este redil;
aquéllas también me conviene traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un
pastor” (Juan 10:16). El rebaño
es la Iglesia que Él edificó (Mt. 16:18) y el Pastor es Cristo (He. 13:20; Juan
10:14; 1 Pedro 2:25).
Las ovejas van de un monte a otro buscando comida y
refugio. Nosotros estamos viviendo en la hora de la media noche cuando se oirá
el clamor, “… He aquí, el
esposo viene; salid á recibirle” (Mateo
25:6, en la parábola de las diez vírgenes). La Esposa (la Iglesia) alzará su
voz según Apocalipsis 22:17, “Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que
tiene sed, venga: y el que quiere, tome del agua de la vida de balde”. Aquellos que sean engañados por Satanás serán
como las cinco vírgenes insensatas, mas aquellos que todavía mantengan el
estilo de vida y la experiencia cristiana con Cristo serán como las cinco vírgenes
prudentes que todavía tenían aceite en sus lámparas. En ese momento comenzaron
a limpiar la mecha de sus lámparas (la luz de sus lámparas). Cuando todos los
hijos (ovejas) de Cristo entrenen al rebaño (la Iglesia) serán ajustados con
perfección y presentados a Cristo para la boda del Cordero. (Vea Efesios 4:12,
13 y Apocalipsis 19:7).
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