"Y
repentinamente fué con el ángel una multitud de los ejércitos celestiales, que
alababan á Dios, y decían: Gloria en las alturas á Dios, Y en la tierra
paz, buena voluntad para con los hombres."
(Lucas 2:13, 14)
Con el nacimiento de Jesucristo, el mundo recibió una
verdadera vía para la paz en la tierra. Cuando aceptamos a Cristo como nuestro
Salvador, la paz se convierte en una característica de nuestras vidas.
Dondequiera que los hijos de Dios estén, debe haber paz, en medio de la
totalidad de la discordia en este mundo la paz que el hijo de Dios tiene en su alma,
debe traer la unidad y la unanimidad de todos los encuentro con agitación.
"Bienaventurados los pacificadores: porque ellos serán
llamados hijos de Dios."(Mateo
5: 9.). Jesucristo da al creyente Su paz que permite al creyente en cada
situación manifestar la buena voluntad para con los todos los hombres. Como
discípulos de Cristo, debemos llevar la calma a cada encuentro volátil como nos
sometemos unos a otros. No podemos ser siervos de Jesucristo sin manifestar la
naturaleza de un pacificador. Debemos dar testimonio del hecho que la paz en la
tierra sólo está disponible a través de la salvación en Cristo. "La paz os dejo, mi paz os doy: no como el mundo la da,
yo os la doy. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo."(Juan
14:27). Durante esta época especial del año hay que dejar que la luz de la paz
que nos da Jesucristo sea mostrada al celebrar su nacimiento. El mundo tiene
que experimentar el gozo del Señor que sólo puede ser recibido a través de la
paz que Jesucristo trae a la vida a través de la salvación por creer en Su
nombre. A medida que el diablo anda rodea la tierra para suscitar una crisis
tras otra en nuestra vida, esperar en el Señor y Él te conceda la paz en todas
las cosas.
La Escuela Dominical
Obispo
Robert F. Strong Sr.
Coordinador
General
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