“ESCOGIDOS DESDE ANTES DE LA FUNDACION DEL MUNDO”
Primera parte de esta exposición teológica.
Los hombres en general puede que no entiendan, en el presente orden de las cosas en que viven, que el Dios Eterno inició el plan global de la creación del universo y la suya antes de que el “tiempo” comenzara. La iglesia, como la conocemos hoy, no fue una mera ocurrencia de Dios. Tampoco evolucionó de un fortuito proceso hacia lo que es en esta dispensación. Tal vez Efesios 1:4-12 lo explique tan claramente como cualquier otro pasaje de las Santas Escrituras:
“Según nos escogió en él antes de la fundación del mundo, para que fuésemos santos y sin mancha delante de él en amor;
“Habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos por Jesucristo a sí mismo, según el puro afecto de su voluntad,
“Para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el amado:
“En el cual tenemos redencíon por su sangre, la remisión de pecados por la riquezas de su gracia,
“Que sobreabundó en nosotros en toda sabiduría e inteligencia;
“Descubriéndonos el misterio de su voluntad , según su beneplácito, que se había propuesto en sí mismo,
“De reunir todas las cosas en Cristo, en la dispensación del cumplimiento de los tiempos, así las que están en los cielos , como las que están en la tierra:
“En él digo en quien así mismo tuvimos suerte, habiendo sido predestinado conforme al propósito del que hace todas las cosas según el consejo de su voluntad,
“Para que seamos para alabanza de su gloria, nosotros que antes esperamos en Cristo”.
Recordemos que Dios Padre escogió la iglesia “en él” (Cristo) antes de que aun tirara el fundamento de este mundo, y por supuesto de antes de que creara al hombre. El instituyó el plan de redención para la raza caída en Su poder omnisciente aun cuando ésta todavía no existía. Toda la humanidad se corrompería por el pecado de desobediencia de su primer representante, Adán. Viviendo bajo la sentencia de muerte- siendo que la paga del pecado es muerte- ningún hombre podía redimirse a sí mismo; tampoco ninguno podía levantarse de tal condición pecaminosa de su propia voluntad y desempeñar el papel de salvador de sus hermanos caídos.
Por consiguiente, en la elección de Dios, primeramente ordenó que su propio Hijo sin pecado viniera un día al mundo para ofrecerse como el sacrificio perfecto por el pecado. El vendría a ser el segundo representante de la humanidad, y cumpliría con tal propósito.
Dios se había propuesto tener un pueblo selecto y santo “en él” , en su Hijo Jesucristo. Esto significa que la redención está a la disposición de todos los hombres que la acepten de su propia voluntad. Los que reciban tal provisión, de seguros que serán salvos. A esto se le llama a menudo
“la elección de la gracia”. La voluntad de Dios es que todos los redimidos formen parte de la iglesia, lo cual no se ha verificado al presente debido a las interpretaciones privadas de las Escrituras de parte de los hombres y a sus ingerencias, lo cual ha resultado en la confusión corriente del ( denominacionalismo).
Los profetas del Antiguo Testamento escribieron bastante en relación a la dispensación de la gracia y de la época de la iglesia. También hicieron referencias a muchos eventos históricos que tomaron lugar antes del tiempo en que nacieron. Algunas veces asociaron aquellas primeras eras
( tiempos) con las profecías de los últimos días. Como norma, sus palabras no fueron comprendidas a plenitud hasta que llegó el tiempo de su cumplimiento. Esto mismo es cierto aun hasta la generación actual. No obstante, la mayoría de los eventos de épocas pasadas sirvieron como tipos y sombras hasta que fueron cumplidas por Cristo y la iglesia:
“ Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas; para que por la paciencia, y por la consolación de las Escrituras, tengamos esperanzas” (Romanos 15:4)-
“Y estas cosas les acontecieron en figura: y son escritas para nuestra admonición, en quienes los fines de los siglos han parado” (1 Corintios 10 :11).
El capítulo 11 de los Hebreos es un testimonio de que nuestros antes pasados en la fe obtuvieron buena reputación por la fe, aunque no recibieron la plenitud de las promesas de Dios. La provisión de “cosas mejores” estaban en reservas para creyentes de nuestra época ( Hebreo 11:39,40; Efesios 5:25-27) El producto perfeccionado traerá su remuneración a los fieles de todas las dispensaciones.
Aún en esta era del Nuevo Testamento, y hasta la hora presente, no entendemos toda la voluntad de Dios en lo que concierne a Su plan desde la fundación del mundo. No obstante El ha revelado consistentemente a cada generación su parte en el programa. Aparentemente, ninguna otra generación ha sido iluminada tanto como la generación que forma parte de la iglesia en esta época. A pesar de la gloria presente, Las palabras del apóstol Pablo nos asombran. Leamos lo que nos dice en 1 Corintio 13:12: “Ahora vemos por espejos, en obscuridad; más entonces veremos cara a cara…”
Los profetas tuvieron dificultad en conseguir que el pueblo de Dios entendiera Su voluntad. Isaías exclamó en un tiempo de serias dificultades lo siguiente:
¿A quién se enseñará ciencia, o a quien se hará entender doctrina? ¿ A los quitados de la leche? A los arrancados de los pechos?
“Porque mandamientos tras mandamientos, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito aquí, otro poquito allá;
“Porque en lengua de tartamudos, y en extraña lengua hablará a este pueblo.
A los cuales él dijo; este es el reposo; dad reposo al cansado; y este es el refrigerio; más no quisieron oír.
“La palabra pues de Jehová les será mandamiento tras mandamiento, mandato , sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí , otro poquito allá; que vallan y caigan de espaldas, y sean quebrantados, y enlazados, y presos” ( Isaías 28: 9-13 )
Es digno de notar que Dios mantuvo a los profetas predicándoles y haciéndoles responsables de su rechazo a la verdad. Cuando Cristo vino, la nación se rebeló contra El, por lo cual Dios la rechazó, excepto a un pequeño remanente de creyentes. Ese remanente floreció, pues estaba escrito que el plan de Dios fue para triunfar ( Eclesiastés 3:14) al re3specto “He entendido que todo lo que Dios hace, eso será perpetuo: sobre aquello no se añadirá, ni de ello se disminuirá; y hácelo Dios, para que delante de él teman los hombres”
La excelsa Cabeza de la iglesia declaró positivamente, usando Su poder y autoridad adjudicada por el Padre:
… sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella”
( Mateo 16:18)
El apóstol Pablo, bajo la inspiración de Dios, agregó el siguiente testimonio: … así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó así mismo por ella.
“ Para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra,
“Para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha ( Efesios 5:25-27).
Aún más tarde, próximo a la clausura del registro del Nuevo Testamento, el apóstol Juan escribió en el Apocalipsis la visión que tuvo de una gran multitud “ en los cielos” palabras que confirman que la perfección “ Katartismos” de la cual Pablo exhortó será alcanzada. Ellos la proclamaron como si tal meta ya hubiera sido lograda (Apocalipsis 19: 7-9)
Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del cordero, y su esposa se ha aparejado
“Y le fue dado que se vista de lino fino, limpio y brillante: porque el lino fino son las jusztificaciones de los santos.
“ Y él me dice: escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero, y me dijo. Estas palabras de Dios son verdaderas”
~Ministro Augusto Cesar Ortiz
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