¿QUE HA SUCEDIDO CON LA DOCTRINA?
1 Corintios 14:33 “Porque Dios no es Dios de disensión, sino de paz; como en todas las iglesias de los santos.”
Santiago 3:16 “Porque donde hay envidia y contención, allí hay perturbación y toda obra perversa.”
Durante años ha habido una diferencia de opinión entre aquéllos que se mantienen firmes en la visión de la Iglesia y la facción más liberal. No obstante, procuramos trabajar unidos a pesar de eso, pues Dios nos mantuvo en unidad por el vínculo común y respeto al gobierno teocrático. Mientras todo era ejecutado dentro de los principios bíblicos del acuerdo unánime y la dirección del Espíritu Santo a través de la autoridad de la Asamblea General, Dios nos mantenía unidos. No obstante, durante siete años el Espíritu se mantuvo llamando la Iglesia al arrepentimiento.
Hechos 15:22, 28
22- Entonces pareció bien a los apóstoles y a los ancianos, con toda la iglesia....
28-Porque ha parecido bien al Espíritu Santo, y a nosotros....
LA PREOCUPACION PROBLEMÁTICA
En el 1990, el Supervisor General M.A. Tomlinson citó al presbiterio para orar y buscar la voluntad de Dios juntos. No estaba bien de salud. Así que, les pidió a ellos que oraran para descubrir la voluntad de Dios. Luego regresaría para hacer lo que fuera la voluntad de Dios.
Los principios teocráticos eran claramente entendidos por la mayoría o si tal vez todos ellos. Deberían haber orado hasta que el Espíritu Santo los llevara a un acuerdo mutuo. Si hubieran empleado los días de ayuno y oración necesarios ante la presencia de Dios, habrían podido decir con una voz: "Que ha parecido bien al Espíritu Santo y a nosotros.... "
Unos cuantos entre los más agresivos de ellos se levantaron y demandaron que el líder ungido de Dios renunciara inmediatamente, aun cuando él había, declarado: "Hermanos, todavía no estoy muerto", y entonces siguió a la misma una gran controversia. Después de leer una recomendación de la Asamblea del 1913, un supervisor declaró: "Los Supervisores de Estado sí tienen la autoridad para declarar el oficio vacante por motivos de salud". Entonces el Hermano M. A. Tomlinson declaró: "Bueno, es evidente que voy a tener que declarar el oficio vacante debido a mi incapacidad, y dejar que todos ustedes continúen con sus negocios. ¿Satisface esto a todos?" Con tal anuncio muchos de los del presbiterio aplaudieron (Reunión de los Supervisores para la Selección de un Supervisor General Interino, Págs. 14-15).
Aun con todo esto, como grupo, ellos no reconocieron que estaban abandonando los principios del gobierno teocrático. La bendita y antigua Biblia, con sus leyes de operación para el gobierno bíblico, fue reemplazada por el razonamiento humano. El Supervisor General M.A. Tomlinson salió de la sala, y más tarde pasó el mazo o gabela. El liderato había sido cambiado, pero no por el método teocrático.
San Lucas 13:34
¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas, y apedreas a los que te son enviados! ¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!
En lugar de tornarse después al asunto de la selección del líder que habría de reemplazar al escogido de Dios utilizando el método bíblico del ayuno y oración y procurar la dirección del Espíritu Santo para que les ayudara en la selección unánime, escogieron depender del razonamiento humano. La discusión, influencia y comprometimiento reemplazaron el liderato del Espíritu Santo Y el acuerdo unánime. El contar votos, la discusión y el volver a contar, reemplazaron el ayuno y oración. Mientras unos cuantos del presbiterio se entristecían, el resto de ellos continuó con su negocio.
Proverbios 3:5, 6
5- Fíate de Jehová de todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia.
6-Reconócelo en todos tus caminos, y él enderezará tus veredas.
Nuevamente en la Asamblea del 1990, el oficio no fue declarado vacante ni se le pidió a la Asamblea que orara por la dirección del Espíritu Santo. Por el contrario, el Supervisor General Billy D. Murray fue instalado a través de la recomendación del Comité de Asuntos y Preguntas, y confirmado por la acción de la Asamblea. Mediante la amonestación de un anciano y respetable líder, Dios pidió que ayunaran y oraran durante tres días. Sin embargo, fue rechazado con la declaración: "Ya nosotros oramos".
En la Asamblea del 1991, se tuvo la intención de cambiar la 26ta enseñanza prominente. Aunque algunos continuaban de pies sin someterse, el cambio fue efectuado. Las actas importantes de negocios fueron enviadas a las iglesias. Unos cuantos pastores se pusieron sus anillos. Muchos otros comenzaron a recibir miembros sin pedirles que se quitaran sus anillos. La doctrina había sido cambiada mientras el Espíritu Santo, por medio de un mensaje e interpretación, suplicaba a la Iglesia que permaneciera en las sendas antiguas. Sin el liderato del Espíritu Santo y sin el acuerdo unánime, el cambio vino a ser una realidad. Nuevamente el bendito y antiguo Libro, con sus requisitos para el gobierno bíblico, fue reemplazado por la manipulación humana.
Llegó una videocinta del Cuartel General anunciando, sin previa aprobación, la clausura del colegio y del Instituto de Entrenamiento Bíblico, además de la combinación del liderazgo de estado, todo porque habían problemas financieros. ¿De dónde habían venido los problemas financieros? La cinta video, menos que franca, apuntó hacia errores de contabilidad que resultaron de decisiones hechas que no se reportaron. Sin embargo, pronto los periódicos públicos reportaron el resto de la historia. Cientos de miles de dólares se perdieron en inversiones negligentes y poco sabias. La pérdida de muchos miles más fueron achacados a cuentas tales como: "Pérdidas en el intercambio de la moneda extranjera".
La cinta video prometía que tales acciones serían revisadas por la Asamblea. Sin embargo, durante la Asamblea, el Comité de Asuntos y Preguntas cerró la discusión de la Asamblea por medio de someter un "reporte para información únicamente". Nuevamente, los principios del liderato del Espíritu Santo y del acuerdo unánime fueron ignorados.
Salmo 81:13
¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si en mis caminos hubiera andado Israel!
Algunos de aquéllos cuya visión de la Iglesia permaneció clara, y quienes fueron perturbados por esas acciones, comenzaron a congregarse. Cada reunión era bendecida por el Espíritu a medida que el mensaje de la Iglesia era predicado de la Escritura. Ninguno podría reclamar que todo estaba perfecto, pero Dios bendecía los humildes que aceptaban Su Palabra. Muchos decían que sentían haber redescubierto el Espíritu de La Iglesia de Dios. Los hermanos preocupados por motivo del abandono de los principios divinos, comenzaron a dialogar entre sí mismos, y a buscar a Dios para la liberación.
Malaquías 3:16-18
16-Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno a su compañero; y Jehová escuchó y oyó, y fue escrito libro de memoria delante de él, para los que temen a Jehová, y para los que piensan en su nombre.
17-Y serán para mí especial tesoro, ha dicho Jehová de los ejércitos, en et día en que yo actúe; y los perdonaré, como el hombre que perdona a su hijo que le sirve.
18-Entonces os volveréis, y discerniréis la diferencia entre el justo y el malo, entre el que sirve a Dios y el que no le sirve.
Comenzaron a circular escritos heréticos, desacreditando líderes que ya habían sido asesinados hacía tiempo, y quienes no podían defenderse a sí mismos. La doctrina bíblica de la unidad de la Iglesia, como aparece registrada en la oración de Jesús en San Juan 17, fue reinterpretada en artículos publicados en el Mensajero Ala Blanca. El enemigo vino para atacar el mismo núcleo de lo que había sido La Iglesia de Dios.
Salmo 11:3
Si fueren destruidos los fundamentos, ¿qué ha de hacer el justo?
Inmediatamente comenzaron a revocar o suspender las licencias de hombres que habían sido fieles durante décadas. Algunos de los que procuraron que se les rindiera contabilidad de las cuestiones financieras por vía de los medios legales, recibieron la notificación de que sus licencias habían sido revocadas por hombres que, para ese mismo tiempo, procuraban por demandas en las cortes despojar los edificios de iglesias locales y casas pastorales que sus propias manos y sus ofrendas personales habían edificado. Otras licencias fueron revocadas por el mero hecho de que tales ministros no rechazaban a sus hermanos que habían sido despojados.
Éxodo 3:7, 8
“7-Dijo luego Jehová: Bien he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído su clamor a causa de sus exactores; pues he conocido sus angustias.
8-Y he descendido para librarlos de mano de los egipcios...”
Entre la membresía fiel de una pequeña iglesia ubicada al Sur de Cleveland, Tennessee, el Espíritu Santo comenzó a manifestarse A Sí Mismo de manera especial y poderosa. Dios había escuchado el clamor de Su fiel remanente, y la respuesta venía de camino. A través de una serie de mensajes en lenguas y sus interpretaciones respectivas, Dios habló llamando Su Iglesia a una Asamblea Solemne de tres días en el mes séptimo. El Supervisor General había pedido al presbiterio que oraran y ayunaran unos días en el 1990. Un anciano y respetable ministro se levantó en la Asamblea del 1990 para solicitar que se ayunara y orara por tres días, pero ambas peticiones fueron rechazadas con la declaración: "Nosotros ya oramos". El hombre puede rechazar las súplicas del Espíritu, pero Dios hará que Su voluntad sea hecha al fin y al cabo. Siendo que los líderes rehusaron nuevamente el llamado de ayunar y orar por tres días, Dios los rechazó y se movió sobre Su fiel remanente. ¡Ellos vinieron ayunando! ¡Vinieron orando! ¡Vinieron obedeciendo al Espíritu de Dios!
San Lucas 12:32
“No temáis, manada pequeña, porque a vuestro Padre le ha placido daros el reino.”
Cientos yacen en los pasillos y frente al altar, literalmente sobre sus rostros clamando a Dios para que libre a Su pueblo en este tiempo de •confusión. Durante dos días continuaron mientras sentían poderosamente la presencia de Jesús, la Cabeza de la Iglesia, pero sin una dirección clara.
En la última sesión del segundo día, el 24 de julio de 1993, el Espíritu Santo se movió para contestar su oración. La presencia_ de Dios era tan fuerte que no hay palabras que puedan describir tal Visitación del Espíritu de Dios. Hermanos movidos por el Espíritu Santo condujeron al Hermano Robert Pruitt hacia el frente envuelto en La Bandera de la Iglesia de Dios, mientras mensajes e interpretaciones confirmaban Su selección como Supervisor General de La Iglesia de Dios. El Espíritu solicitó aceite de unción Y se manifestó poderosamente mientras el Hermano Pruitt era ungido.
Cientos de personas presentes fueron testigos de que el Espíritu Santo estaba reorganizando La Iglesia de Dios. Fue una obra divina; ningún hombre puede añadirle o quitarle.
Cuando Jesús vino a Israel para establecer Su Iglesia dos mil años atrás, ellos no conocieron el tiempo de su visitación; rechazaron Su liderato y gobierno (Lea Lucas 19:44.)
San Juan 1:11, 12
“11-A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.
12-Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.”
Y Jesús se vio obligado a rechazarlos, pero llamó a su fiel remanente, ordenó a doce y más tarde a setenta y La Iglesia de Dios recibió la orden de marchar adelante. El antiguo orden continuó con millones de seguidores; no obstante, el favor, de Dios fue con aquéllos quienes permanecieron firmes en la doctrina de los apóstoles.
En el año 325 D. C., Constantino asumió el control de la Iglesia. El Concilio de Nicea adoptó un credo trazado por los hombres. La Iglesia, en cumplimiento de las profecías fue cubierta por las tinieblas apóstatas de la edad del oscurantismo. El antiguo orden continuó de nuevo siendo un poder mundial, pero la gloria de Dios se había apartado de él.
Unos mil quinientos setenta y ocho años más tarde, las profecías concerniente al levantamiento de la Iglesia de Dios de los últimos días fueron cumplidas.
Isaías 60:1, 2
“1-Levantate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria de Jehová ha nacido sobre ti. 2-Porque he aquí que tinieblas cubrirán la tierra, y oscuridad las naciones; mas sobre ti amanecerá Jehová y sobre ti será vista su gloria.”
La Iglesia apenas había sacado sus pies del oscurantismo cuando Satanás volvió a atacarla. Los Emperadores no estaban en estilo, pero las constituciones eran el orden del día. En el 1921, al adoptar una constitución, volvieron a apartarse de las sendas antiguas, rechazando el pacto de “Esta Biblia como la Palabra de Dios", deslizándose nuevamente en el laberinto denominacional. Dios volvió a llamar a Su fiel remanente y lo reorganizó; La Iglesia de Dios volvió a marchar adelante. El antiguo orden continuó adelante hasta ser conocido mundialmente en esfera de expansión, pero la gloria de Dios volvió a posarse sobre aquéllos que siguieron firmes en la doctrina de los apóstoles.
San Lucas 12:51-53
“51- ¿Pensáis que he venido para dar paz en la tierra? Os digo: No, sino disensión.
52- Porque de aquí en adelante, cinco en una familia estarán divididos, tres contra dos, y dos contra tres.
53-Estará dividido el padre contra el hijo, y el hijo contra el padre; la madre contra la hija, y la hija contra la madre; la suegra contra su nuera, y la nuera contra su suegra.”
¿Qué sucedió en el año 1993? Nuevamente el principio bíblico del gobierno teocrático fue dejado fuera. El principio establecido por el Espíritu Santo concerniente al liderato, fue menospreciado. Los principios del acuerdo mutuo o unanimidad y la oración y ayuno hasta que pareciera bien al Espíritu Santo y a toda la Iglesia, fueron rechazados-estos principios bíblicos fueron reemplazados por el razonamiento humano, la votación, discusión y manipulación. Si hubiera habido un error doctrinal, el Espíritu Santo habría utilizado estos principios teocráticos para llevamos de vuelta a la unidad. Pero lo que hemos visto ha sido el desmantelamiento del sistema de gobierno teocrático por medio del cual Dios ha guiado siempre a Su Iglesia- pueblo-sin dejar medio alguno mediante el cual los errores pudieran ser corregidos.
¿DONDE ESTAMOS AHORA?
El antiguo orden al presente está libre para regresar al interior del laberinto denominacional, quizás como aquéllos de los años 33 D.C., 325 D. C. y del 1923 D.C.-para convertirse en institución mundial en su esfera de expansión; no obstante, la gloria de Dios reposará sobre los que permanezcan firmes en la doctrina de los apóstoles.
El remanente fiel, La Iglesia de Dios, está libre al presente para continuar su senda hacia la perfección, para cumplir todo lo que está escrito en las profecías que la bendita Biblia registra acerca de ella. La Iglesia de Dios va marchando hacia la meta propuesta.
jueves, 31 de mayo de 2012
miércoles, 30 de mayo de 2012
Pureza de Acción
Pureza de Acción
“Esto manda y enseña. Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza. Entre tanto que voy, ocúpate en leer, en exhortar, en enseñar. No descuides el don que está en ti, que te es dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Medita estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto á todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren” (1 Ti. 4:11-16).
Pablo nos da muy buenas instrucciones en estos versículos de las Escrituras. Primeramente, nos dice que seamos ejemplo de los fieles. El hecho acerca de esta declaración es que si tú proclamas el ser cristiano en la sociedad de hoy, o aún dices que vas a la iglesia, el mundo te mira como un ejemplo de los fieles. Así es precisamente como algunos cristianos se etiquetan como hipócritas (cuando estos que dicen ser cristianos no se comportan de una forma que honre a Cristo). El desafío para nosotros es mostrarles a las gentes lo que realmente es ser un cristiano. Eso es lo que significa ser un ejemplo de los fieles.
Entonces él da una lista de las áreas en las cuales tenemos que ser ejemplos. Fíjate como cada una de estas áreas son cosas que las gentes verán en tu vida. En este pasaje de las Escrituras él no señala cosas que están ocultadas en el corazón, sino cosas que están al descubierto para que el mundo las vea. “En palabra” significa, las cosas que decimos. Por cierto, las gentes están conscientes de las cosas que tú dices. “Conversación”, no sólo son las cosas que tú dices con tu boca, sino también las cosas que tú dices con las acciones de tu vida. Esto abarca nuestra palabra hablada, pero también nuestra palabra actuada. “Caridad” (amor) — las personas notan las actitudes que tienes, no solamente hacia ellos, pero también hacia los demás. Demuestra la perfecta caridad. “Espíritu”, es la disposición mental, la forma en que te conduces. ¿Tienes gozo, paz, etc., o tienes confusión en tu corazón y mente? Cosas semejantes a estas son muy visibles. “Fe”, — ¿has escuchado alguna vez alguien decir de otra persona: “Esa es un persona de gran fe?”. No estamos solamente hablando de esa clase de fe que mueve montañas, sino también de la fe vivida, o de vivir en la fe o doctrina. Y finalmente, llegamos a “Pureza”. Una vez más, tu vida está a la vista de todos a todo tiempo y en todo lugar. Tú debes esforzarte por ser un ejemplo de los fieles en pureza. En todas partes de nuestras vidas debemos permanecer puros. Entonces, Pablo dice que prestemos atención, o estemos seguros de hacer estas cosas (hablando de la Palabra). Lee la Palabra, honra el mensaje de la Palabra y doctrina. La Palabra no es más que la doctrina; no descuides esa parte de ella. Finalmente, él dice ten cuidado, presta especial atención a ti mismo y a la doctrina. Conoce lo que estás haciendo y cómo se ajusta a la Palabra. Si nos mantenemos examinados de esta manera, tendremos pureza en nuestras acciones.
“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor á los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. Mas en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro: y asimismo unos para honra, y otros para deshonra. Así que, si alguno se limpiare de estas cosas, será vaso para honra, santificado, y útil para los usos del Señor, y aparejado para toda buena obra. Huye también los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de puro corazón” (2 Ti. 2:19-22).
El Comentarista Matthew Henry dijo:
“Otra cosa que nos debe confortar es que aunque hay algunos cuya fe está derrocada; sin embargo, hay otros que mantienen su integridad, y permanecen firmes (2 Ti. 2:20): “Mas en una casa grande, no solamente hay vasos de oro…” etc. La iglesia de Cristo es una casa grande, una bien amueblada: ahora bien, algunos de los muebles de esta casa son de gran valor, como los platos en una casa; algunos de poco valor, y usados para cosas inferiores, como los vasos de madera y de barro; así también en la iglesia de Dios. Hay algunos profesores de religión que son como vasos de madera y de barro; ellos son vasos de deshonra. Pero al mismo tiempo no todos son vasos de deshonra; hay “vasos de oro y de plata”,vasos de honra, “santificados y preparados para el uso del Maestro”. Cuando somos desalentados por la maldad de algunos, debemos animarnos nosotros mismos considerando la bondad de otros. Ahora debemos asegurar que nos convirtamos en vasos de honra; debemos limpiarnos de estas opiniones corruptas, que podamos ser santificados para el uso de nuestro Señor. Observe, (1.) En la iglesia hay vasos de honra y otros de deshonra; hay algunos vasos de misericordia y otros vasos de ira (Ro. 9:22, 23). Algunos deshonran la iglesia por sus opiniones corruptas y vidas malvadas; y otros la honran y acreditan por sus conversaciones ejemplares. (2.) El hombre debe limpiarse de estas cosas para ser un vaso de honra o estar listo para el uso del Maestro. (3.) Todo vaso tiene que estar aparejado para los usos del Señor; cada uno a quien Dios apruebe en la iglesia debe ser devoto al servicio del Señor y estar listo para Su uso. (4.) La santificación en el corazón es nuestra preparación para toda buena obra. El árbol debe ser hecho bueno y entonces los frutos serán buenos”.
“Aquí Pablo exhorta a Timoteo a tener cuidado de los deseos juveniles, (2 Ti. 2:22). Aunque él era un varón bueno y santo, sin duda muerto para el mundo, aún Pablo creyó que era necesario advertirle en contra de los deseos juveniles: “Huye de ellos, toma todo cuidado y esfuerzo posible para mantenerte limpio de estas cosas”. La concupiscencia de la carne son deseos juveniles, contra los cuales la juventud tiene que guardarse, y los mejores no deberán sentirse confiados. Él recomienda un excelente remedio contra los deseos juveniles: “sigue la justicia, la fe, el amor, la paz”, etc. Observe, (1.) Los deseos juveniles son muy peligros, por lo cual aún los jóvenes prometedores deben ser advertido de lo mismo, porque estos batallan en contra del alma, (1 P. 2:11). (2.) El exaltamiento de nuestra gracia será la extinción de nuestra corrupción; entre más seguimos lo que es bueno, más pronto y más lejos huiremos de lo que es malo. La justicia, fe y el amor serán excelentes antídotos contra los deseos juveniles. El amor santo sanará los deseos impuros. “Seguir la paz con los que invocan al Señor”. El mantenernos en la comunión de los santos nos librará de toda comunión y obra infructuosa de las tinieblas. Mire el carácter del cristiano, ellos son “los que invocan al Señor de puro corazón”. Observe, a Cristo se le debe orar. Es una característica de todos los cristianos invocar Su nombre; pero nuestras oraciones a Dios y Cristo no son aceptables ni tampoco exitosas si no salen de un corazón puro”.
¿Qué es exactamente deseos juveniles a los cuales Pablo se refiere en esta escritura? Primero necesitamos ser capaces de entender que es deseo (codicia). Para responder esta pregunta, veremos la definición del Diccionario Webster:
Deseo (codicia): concupiscencia (anhelo de cosas carnales); apetito carnal; deseo ilícito de placeres carnales. Mala propensión, depravación (corrupto, malvado, destituido de santidad o de buenos principios) afectos y deseos; tener deseos irregulares o desmesurados.
Por lo tanto, los deseos juveniles son deseos ilícitos o pensamientos corruptos que tienden a atacar más a los jóvenes que a los adultos. Por eso es que cuando pensamos en concupiscencia, típicamente pensamos en deseos sexuales; ese no es el todo de su significado, no obstante, sí es el deseo que típicamente ataca a nuestros jóvenes y especialmente a nuestros jóvenes masculinos. Pablo dice huye de estas cosas, ni siquiera te entretengas con ellos un momentito. Él sabía de ellos lo que Pedro declaró en nuestra siguiente escritura y también lo que Santiago más tarde declararía acerca de ellos.
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas á su luz admirable. Vosotros, que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios; que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia. Amados, yo os ruego como á extranjeros y peregrinos, os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, Teniendo vuestra conversación honesta entre los Gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen á Dios en el día de la visitación, estimándoos por las buenas obras” (1 P. 2:9-12).
“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni él tienta á alguno: Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado. Y la concupiscencia, después que ha concebido, pare el pecado: y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte” (Stg. 1:13-15).
Pedro declara que los deseos pelean en contra del alma. Santiago declara que cuando la concupiscencia ha concebido en nuestros corazones, ésta pare el pecado. Tu alma es lo más precioso que tú posees y lo que más durará. Debemos guardarla con toda diligencia. Recuerde que Jesús le dijo a Pedro que Satanás deseaba tenerlo. Así como Satanás deseaba tener a Pedro, así mismo desea tener a cada uno de ustedes. Él atacará tu alma con las cosa que son una lucha para ti, y él sabe cuáles son. Él es el enemigo de nuestras almas y está dispuesto a hacer cualquier cosa para capturar nuestras almas, y hacernos pasar nuestra eternidad con él. Aunque él es tan malo y tan audaz, sin embargo, si mantenemos nuestras acciones en pureza, no puede tocarnos porque estaremos en el camino del cual Isaías hablaba:
“Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará por él inmundo; y habrá para ellos en él quien los acompañe, de tal manera que los insensatos no yerren. No habrá allí león, ni bestia fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos” (Is. 35:8, 9).
Tenemos la promesa de que ningún león estará en el camino. Esté seguro que él estará al acecho justo en las fronteras, esperando que tú y yo crucemos nuestros límites para que él pueda arrebatarnos con sus poderosas garras. Debemos recordar tener cuidado de nosotros mismos.
“Esto manda y enseña. Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza. Entre tanto que voy, ocúpate en leer, en exhortar, en enseñar. No descuides el don que está en ti, que te es dado por profecía con la imposición de las manos del presbiterio. Medita estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto á todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren” (1 Ti. 4:11-16).
Pablo nos da muy buenas instrucciones en estos versículos de las Escrituras. Primeramente, nos dice que seamos ejemplo de los fieles. El hecho acerca de esta declaración es que si tú proclamas el ser cristiano en la sociedad de hoy, o aún dices que vas a la iglesia, el mundo te mira como un ejemplo de los fieles. Así es precisamente como algunos cristianos se etiquetan como hipócritas (cuando estos que dicen ser cristianos no se comportan de una forma que honre a Cristo). El desafío para nosotros es mostrarles a las gentes lo que realmente es ser un cristiano. Eso es lo que significa ser un ejemplo de los fieles.
Entonces él da una lista de las áreas en las cuales tenemos que ser ejemplos. Fíjate como cada una de estas áreas son cosas que las gentes verán en tu vida. En este pasaje de las Escrituras él no señala cosas que están ocultadas en el corazón, sino cosas que están al descubierto para que el mundo las vea. “En palabra” significa, las cosas que decimos. Por cierto, las gentes están conscientes de las cosas que tú dices. “Conversación”, no sólo son las cosas que tú dices con tu boca, sino también las cosas que tú dices con las acciones de tu vida. Esto abarca nuestra palabra hablada, pero también nuestra palabra actuada. “Caridad” (amor) — las personas notan las actitudes que tienes, no solamente hacia ellos, pero también hacia los demás. Demuestra la perfecta caridad. “Espíritu”, es la disposición mental, la forma en que te conduces. ¿Tienes gozo, paz, etc., o tienes confusión en tu corazón y mente? Cosas semejantes a estas son muy visibles. “Fe”, — ¿has escuchado alguna vez alguien decir de otra persona: “Esa es un persona de gran fe?”. No estamos solamente hablando de esa clase de fe que mueve montañas, sino también de la fe vivida, o de vivir en la fe o doctrina. Y finalmente, llegamos a “Pureza”. Una vez más, tu vida está a la vista de todos a todo tiempo y en todo lugar. Tú debes esforzarte por ser un ejemplo de los fieles en pureza. En todas partes de nuestras vidas debemos permanecer puros. Entonces, Pablo dice que prestemos atención, o estemos seguros de hacer estas cosas (hablando de la Palabra). Lee la Palabra, honra el mensaje de la Palabra y doctrina. La Palabra no es más que la doctrina; no descuides esa parte de ella. Finalmente, él dice ten cuidado, presta especial atención a ti mismo y a la doctrina. Conoce lo que estás haciendo y cómo se ajusta a la Palabra. Si nos mantenemos examinados de esta manera, tendremos pureza en nuestras acciones.
“Pero el fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el Señor á los que son suyos; y: Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo. Mas en una casa grande, no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro: y asimismo unos para honra, y otros para deshonra. Así que, si alguno se limpiare de estas cosas, será vaso para honra, santificado, y útil para los usos del Señor, y aparejado para toda buena obra. Huye también los deseos juveniles; y sigue la justicia, la fe, la caridad, la paz, con los que invocan al Señor de puro corazón” (2 Ti. 2:19-22).
El Comentarista Matthew Henry dijo:
“Otra cosa que nos debe confortar es que aunque hay algunos cuya fe está derrocada; sin embargo, hay otros que mantienen su integridad, y permanecen firmes (2 Ti. 2:20): “Mas en una casa grande, no solamente hay vasos de oro…” etc. La iglesia de Cristo es una casa grande, una bien amueblada: ahora bien, algunos de los muebles de esta casa son de gran valor, como los platos en una casa; algunos de poco valor, y usados para cosas inferiores, como los vasos de madera y de barro; así también en la iglesia de Dios. Hay algunos profesores de religión que son como vasos de madera y de barro; ellos son vasos de deshonra. Pero al mismo tiempo no todos son vasos de deshonra; hay “vasos de oro y de plata”,vasos de honra, “santificados y preparados para el uso del Maestro”. Cuando somos desalentados por la maldad de algunos, debemos animarnos nosotros mismos considerando la bondad de otros. Ahora debemos asegurar que nos convirtamos en vasos de honra; debemos limpiarnos de estas opiniones corruptas, que podamos ser santificados para el uso de nuestro Señor. Observe, (1.) En la iglesia hay vasos de honra y otros de deshonra; hay algunos vasos de misericordia y otros vasos de ira (Ro. 9:22, 23). Algunos deshonran la iglesia por sus opiniones corruptas y vidas malvadas; y otros la honran y acreditan por sus conversaciones ejemplares. (2.) El hombre debe limpiarse de estas cosas para ser un vaso de honra o estar listo para el uso del Maestro. (3.) Todo vaso tiene que estar aparejado para los usos del Señor; cada uno a quien Dios apruebe en la iglesia debe ser devoto al servicio del Señor y estar listo para Su uso. (4.) La santificación en el corazón es nuestra preparación para toda buena obra. El árbol debe ser hecho bueno y entonces los frutos serán buenos”.
“Aquí Pablo exhorta a Timoteo a tener cuidado de los deseos juveniles, (2 Ti. 2:22). Aunque él era un varón bueno y santo, sin duda muerto para el mundo, aún Pablo creyó que era necesario advertirle en contra de los deseos juveniles: “Huye de ellos, toma todo cuidado y esfuerzo posible para mantenerte limpio de estas cosas”. La concupiscencia de la carne son deseos juveniles, contra los cuales la juventud tiene que guardarse, y los mejores no deberán sentirse confiados. Él recomienda un excelente remedio contra los deseos juveniles: “sigue la justicia, la fe, el amor, la paz”, etc. Observe, (1.) Los deseos juveniles son muy peligros, por lo cual aún los jóvenes prometedores deben ser advertido de lo mismo, porque estos batallan en contra del alma, (1 P. 2:11). (2.) El exaltamiento de nuestra gracia será la extinción de nuestra corrupción; entre más seguimos lo que es bueno, más pronto y más lejos huiremos de lo que es malo. La justicia, fe y el amor serán excelentes antídotos contra los deseos juveniles. El amor santo sanará los deseos impuros. “Seguir la paz con los que invocan al Señor”. El mantenernos en la comunión de los santos nos librará de toda comunión y obra infructuosa de las tinieblas. Mire el carácter del cristiano, ellos son “los que invocan al Señor de puro corazón”. Observe, a Cristo se le debe orar. Es una característica de todos los cristianos invocar Su nombre; pero nuestras oraciones a Dios y Cristo no son aceptables ni tampoco exitosas si no salen de un corazón puro”.
¿Qué es exactamente deseos juveniles a los cuales Pablo se refiere en esta escritura? Primero necesitamos ser capaces de entender que es deseo (codicia). Para responder esta pregunta, veremos la definición del Diccionario Webster:
Deseo (codicia): concupiscencia (anhelo de cosas carnales); apetito carnal; deseo ilícito de placeres carnales. Mala propensión, depravación (corrupto, malvado, destituido de santidad o de buenos principios) afectos y deseos; tener deseos irregulares o desmesurados.
Por lo tanto, los deseos juveniles son deseos ilícitos o pensamientos corruptos que tienden a atacar más a los jóvenes que a los adultos. Por eso es que cuando pensamos en concupiscencia, típicamente pensamos en deseos sexuales; ese no es el todo de su significado, no obstante, sí es el deseo que típicamente ataca a nuestros jóvenes y especialmente a nuestros jóvenes masculinos. Pablo dice huye de estas cosas, ni siquiera te entretengas con ellos un momentito. Él sabía de ellos lo que Pedro declaró en nuestra siguiente escritura y también lo que Santiago más tarde declararía acerca de ellos.
“Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas á su luz admirable. Vosotros, que en el tiempo pasado no erais pueblo, mas ahora sois pueblo de Dios; que en el tiempo pasado no habíais alcanzado misericordia. Amados, yo os ruego como á extranjeros y peregrinos, os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, Teniendo vuestra conversación honesta entre los Gentiles; para que, en lo que ellos murmuran de vosotros como de malhechores, glorifiquen á Dios en el día de la visitación, estimándoos por las buenas obras” (1 P. 2:9-12).
“Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de Dios: porque Dios no puede ser tentado de los malos, ni él tienta á alguno: Sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído, y cebado. Y la concupiscencia, después que ha concebido, pare el pecado: y el pecado, siendo cumplido, engendra muerte” (Stg. 1:13-15).
Pedro declara que los deseos pelean en contra del alma. Santiago declara que cuando la concupiscencia ha concebido en nuestros corazones, ésta pare el pecado. Tu alma es lo más precioso que tú posees y lo que más durará. Debemos guardarla con toda diligencia. Recuerde que Jesús le dijo a Pedro que Satanás deseaba tenerlo. Así como Satanás deseaba tener a Pedro, así mismo desea tener a cada uno de ustedes. Él atacará tu alma con las cosa que son una lucha para ti, y él sabe cuáles son. Él es el enemigo de nuestras almas y está dispuesto a hacer cualquier cosa para capturar nuestras almas, y hacernos pasar nuestra eternidad con él. Aunque él es tan malo y tan audaz, sin embargo, si mantenemos nuestras acciones en pureza, no puede tocarnos porque estaremos en el camino del cual Isaías hablaba:
“Y habrá allí calzada y camino, y será llamado Camino de Santidad; no pasará por él inmundo; y habrá para ellos en él quien los acompañe, de tal manera que los insensatos no yerren. No habrá allí león, ni bestia fiera subirá por él, ni allí se hallará, para que caminen los redimidos” (Is. 35:8, 9).
Tenemos la promesa de que ningún león estará en el camino. Esté seguro que él estará al acecho justo en las fronteras, esperando que tú y yo crucemos nuestros límites para que él pueda arrebatarnos con sus poderosas garras. Debemos recordar tener cuidado de nosotros mismos.
jueves, 24 de mayo de 2012
Pureza de Mente
Pureza de Mente
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad” (Fil. 4:8).
Analiza por un momento los pensamientos que tú tienes regularmente. ¿Se ajustan a los requisitos de esta escritura; verdadero (verdad), honesto, justo (inocentes, santos), puro, amable, de buen nombre? ¿O son tus pensamientos lo opuesto a estos, tal como; doctrina falsa, deshonestos, pecaminosos, impuros, no amigables (feos), un mala evaluación? Tu mente es algo muy poderoso, probablemente el órgano más poderoso en tu cuerpo. Sólo piénsalo, éste controla toda función de tu cuerpo y además de esto, dirige todas tus actividades diarias. Hay verdad en lo que concierne el concepto del espíritu sobre la materia. Tu mente puede convencerte de la verdad o falsedad de cualquier objeto, sin importar qué clase de pruebas tengas en frente de ti para refutar tu suposición. Nuestra mente nos hará ver y percibir las cosas de la manera que queramos. Considera las personas que han estado en el desierto sin la nutrición adecuada por algún tiempo. Sus mentes tiene el poder para hacerlos ver agua, arboles o un refugio a cada vuelta, y estarán tan convencidos de su existencia, que agotarán toda su preciosa energía que les queda para lograr obtenerlo, sólo para darse cuenta que sus mentes los han vacilado. Considera la instrucción de las Escrituras en el siguiente versículo:
“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne. (Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;) Destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de Dios, y cautivando todo intento á la obediencia, de Cristo; Y estando prestos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia fuere cumplida” (2 Co. 10:3-6).
Imagine el nunca tener un pensamiento fuera de lo que Cristo ha aprobado, trayendo todo pensamiento que tú tienes, cautivo a la obediencia de Cristo. Las armas de nuestra milicia tienen la habilidad de hacer que estas cosas acontezcan. No obstante, tú tienes que querer que esto acontezca. Pero, ¿Cuáles son estas armas?
“Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo. Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia. Y calzados los pies con el apresto del evangelio de paz; Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de salud, y la espada del Espíritu; que es la palabra de Dios; Orando en todo tiempo con toda deprecación y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda instancia y suplicación por todos los santos” (Ef. 6:10-18).
Esta lista de armas puede ser clasificada de dos diferentes formas—armas defensivas y armas ofensivas. Las armas defensivas incluyen: los lomos ceñidos, la cota de justicia, calzados los pies, el escudo de la fe, y el yelmo. Las armas ofensivas incluyen: la espada del Espíritu y orar siempre. Dice un dicho viejo que la defensa gana los campeonatos. Esto es verdad, pero la defensa sola es inadecuada. La defensa sólo te llevará hasta cierto lugar. Es la buena ofensiva que mantiene al contrincante corriendo y le da el último golpe de muerte al enemigo. Estas armas ciertamente desempeñarán los resultados descritos por Pablo en Corintios si son operadas correctamente. Si son operadas correctamente, traerán los resultados descritos en Romanos 12:1, 2, “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto. Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
La clave de todo este tema se encuentra en el segundo versículo de este pasaje—nuestras mentes siendo transformadas y renovadas por el poder de Dios. Nosotros nacimos y crecimos con una mente que ha sido corrompida por el pecado y una naturaleza pecaminosa. Sin una renovación de nuestras mentes, jamás podremos lograr la pureza de la mente. Debemos permitirle a Dios hacerla nueva, pero recuerda que Él no arranca estas cosas de nosotros. Debemos entregárselas libremente.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto es de Dios, el cual nos reconcilió á sí por Cristo; y nos dió el ministerio de la reconciliación” (2 Co. 5:17, 18).
Permítele a Dios hacer todas las cosas nuevas en tu vida y permítele comenzar con tu mente.
“Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si alguna alabanza, en esto pensad” (Fil. 4:8).
Analiza por un momento los pensamientos que tú tienes regularmente. ¿Se ajustan a los requisitos de esta escritura; verdadero (verdad), honesto, justo (inocentes, santos), puro, amable, de buen nombre? ¿O son tus pensamientos lo opuesto a estos, tal como; doctrina falsa, deshonestos, pecaminosos, impuros, no amigables (feos), un mala evaluación? Tu mente es algo muy poderoso, probablemente el órgano más poderoso en tu cuerpo. Sólo piénsalo, éste controla toda función de tu cuerpo y además de esto, dirige todas tus actividades diarias. Hay verdad en lo que concierne el concepto del espíritu sobre la materia. Tu mente puede convencerte de la verdad o falsedad de cualquier objeto, sin importar qué clase de pruebas tengas en frente de ti para refutar tu suposición. Nuestra mente nos hará ver y percibir las cosas de la manera que queramos. Considera las personas que han estado en el desierto sin la nutrición adecuada por algún tiempo. Sus mentes tiene el poder para hacerlos ver agua, arboles o un refugio a cada vuelta, y estarán tan convencidos de su existencia, que agotarán toda su preciosa energía que les queda para lograr obtenerlo, sólo para darse cuenta que sus mentes los han vacilado. Considera la instrucción de las Escrituras en el siguiente versículo:
“Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne. (Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas;) Destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de Dios, y cautivando todo intento á la obediencia, de Cristo; Y estando prestos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra obediencia fuere cumplida” (2 Co. 10:3-6).
Imagine el nunca tener un pensamiento fuera de lo que Cristo ha aprobado, trayendo todo pensamiento que tú tienes, cautivo a la obediencia de Cristo. Las armas de nuestra milicia tienen la habilidad de hacer que estas cosas acontezcan. No obstante, tú tienes que querer que esto acontezca. Pero, ¿Cuáles son estas armas?
“Por lo demás, hermanos míos, confortaos en el Señor, y en la potencia de su fortaleza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra malicias espirituales en los aires. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, habiendo acabado todo. Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de verdad, y vestidos de la cota de justicia. Y calzados los pies con el apresto del evangelio de paz; Sobre todo, tomando el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de salud, y la espada del Espíritu; que es la palabra de Dios; Orando en todo tiempo con toda deprecación y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda instancia y suplicación por todos los santos” (Ef. 6:10-18).
Esta lista de armas puede ser clasificada de dos diferentes formas—armas defensivas y armas ofensivas. Las armas defensivas incluyen: los lomos ceñidos, la cota de justicia, calzados los pies, el escudo de la fe, y el yelmo. Las armas ofensivas incluyen: la espada del Espíritu y orar siempre. Dice un dicho viejo que la defensa gana los campeonatos. Esto es verdad, pero la defensa sola es inadecuada. La defensa sólo te llevará hasta cierto lugar. Es la buena ofensiva que mantiene al contrincante corriendo y le da el último golpe de muerte al enemigo. Estas armas ciertamente desempeñarán los resultados descritos por Pablo en Corintios si son operadas correctamente. Si son operadas correctamente, traerán los resultados descritos en Romanos 12:1, 2, “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable á Dios, que es vuestro racional culto. Y no os conforméis á este siglo; mas reformaos por la renovación de vuestro entendimiento, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta”.
La clave de todo este tema se encuentra en el segundo versículo de este pasaje—nuestras mentes siendo transformadas y renovadas por el poder de Dios. Nosotros nacimos y crecimos con una mente que ha sido corrompida por el pecado y una naturaleza pecaminosa. Sin una renovación de nuestras mentes, jamás podremos lograr la pureza de la mente. Debemos permitirle a Dios hacerla nueva, pero recuerda que Él no arranca estas cosas de nosotros. Debemos entregárselas libremente.
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. Y todo esto es de Dios, el cual nos reconcilió á sí por Cristo; y nos dió el ministerio de la reconciliación” (2 Co. 5:17, 18).
Permítele a Dios hacer todas las cosas nuevas en tu vida y permítele comenzar con tu mente.
miércoles, 23 de mayo de 2012
Entrañablemente de Corazón Puro
Ray D. Dupre, Asistente Editor, Smyrna, TN
"Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en amor hermanable sin fingimiento, amaos unos a otros entrañablemente de corazón puro" (1 P. 1:22). Contenido en esta escritura está una declaración experiencia! por la cual uno es mandado a AMAR. En otras palabras, la experiencia declarada tiene que haber ocurrido antes de que el mandamiento pueda ser logrado. ¿Qué es esa experiencia?
Pedro le escribe a una gente que ha "purificado [sus] almas". Él reconoce que esto fue logrado mediante un acto del Espíritu en respuesta a su obediencia de la verdad. El resultado final fue un "amor hermanable sin fingimiento". Algunos sinónimos de "sin fingimiento" son: verdadero, genuino y sincero. Obedecer la verdad para la purificación del alma, lo cual produce un amor hermanable sin fingimiento, es la experiencia a la cual se hace referencia. Con esta experiencia uno puede ser el guarda de su hermano (Gn. 4:9), además de cumplir el segundo de los dos grandes mandamientos, "Amaras a tu prójimo como a ti mismo" (Mt. 22:39).
Cuando uno llega a ser salvo, santificado o recibe el Espíritu Santo se dice que él ha recibido una experiencia. Esto es verdad y un objetivo muy necesario para todos, pero también es muy necesario que uno desee la purificación de su alma. La experiencia de la salvación trata con los pecados cometidos, la experiencia de la santificación trata con la naturaleza adámica que contribuye al pecado del hombre y la experiencia de la morada interna del Espíritu Santo es aquel poder para el servicio, o para servir al Señor agradablemente. ¡El reto es hacerlo! Este es el mensaje de Pedro. Tienen la experiencia, ahora "...Amaos uno a otros entrañablemente de corazón puro"
¿Puede esta ser la grande necesidad de la Iglesia en esta hora? Examinemos algunas realidades del tiempo antes de la reorganización de la Iglesia. Después de un tiempo breve de crecimiento inmenso en la Iglesia, las ambiciones personales para el futuro de la Iglesia desataron una ola de discusiones. Esto remplazo el contendáis "...eficazmente por la fe que ha sido una vez dada a los santos" (Jud. 1:3) que nos había reunido. Una disrupción de nuestra relación de amor fue el resultado final. Antes de esto nosotros pacientemente orábamos y ayunábamos juntos hasta que estuviéramos seguros de la guianza del Espíritu. Sin embargo, después de que el equilibrio de nuestro amor hacia el prójimo fue desbaratado, la contienda innecesaria remplazó la oración y el ayuno que nos mantenía en ese delicado equilibrio de unida. El Supervisor General Robert J. Pruitt, mediante la unción del Espíritu Santo, se esforzó para advertirnos de este problema inminente. Un estudio de sus Mensajes Anuales verificará la verdad de la declaración antedicha.
Inmediatamente después de la instalación del Obispo Stephen E. Smith como Supervisor General, él, reconociendo la condición de la Iglesia, animó la Iglesia a buscar el PERFECTO AMOR. Su paciencia y ejemple-para conducir con amor, aun bajo ataque personal, ha ayudado a la Iglesia evitar aun mayores calamidades. No todos están felices hoy, por consiguiente no hemos regresado a ese equilibrio de amor maravilloso que disfrutamos después de la reorganización. Algunos que experimentaron la Asamblea Solemne y todas las manifestaciones hermosas y poderosas de Dios recordarán la admonición del Espíritu: "Tengo que ensenarles a amar''. Otros se han olvidado y han permitido que los acontecimientos y las circunstancias los desanimen de modo que se enfrían en su fervor o abandonan La Iglesia de Dios. ¡Qué triste!
Con un mundo para evangelizar, miembros de la familia y amigos quienes están perdidos, vecinos a los cuales administrar y las sanidades tan desesperadamente necesarias en todo lugar, ¿por qué no clamar a voz en cuello para descubrir de nuevo nuestro amor los unos por los otros? Jesús dijo: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos hacia los otros" (Jn. 13:35). Donde el amor no abunda el crecimiento de la Iglesia se detiene. ¿El motivo? Aquellos que vendrán a nuestra comunión podrán sentir esta condición. Importa poco cuán vigorosamente contendamos por santidad, una atmósfera que carece de santidad se discierne fácilmente. Además, importa poco cuán arduo trabajemos para crecer la Iglesia si en el proceso la dividimos.
¿Acaso no deberá haber diferencias entre nosotros? Algunos dirán que es inevitable. Es natural cuando un gran grupo de personas se juntan para tener alguna contención. Eso sería verdad si estuviésemos hablando de cualquier organización que no fuera la Iglesia. Todos hemos entrado a la Iglesia bajo el mismo contrato (pacto) que estipula nuestra conducta. Nosotros dijimos que aceptaríamos la Biblia como nuestra regla de fe, practica, gobierno y disciplina. Si todos fuesen fiel a esa promesa no habría pleitos o desacuerdos (la falta de acuerdo o armonía; desacuerdo entre aquellos que se espera deberán cooperar). Puede que haya tiempos cuando no todos estén de acuerdo. Yo recuerdo la lucha que tuve con la idea de la reorganización. Yo no fui aislado. No, los hermanos que más fuerte se sentían me abrazaron y hablaron y oraron conmigo. El amor busca la manera de comunicar. Pero cuando el amor es remplazado por la obstinación de uno, la contienda se voltea en contención y el amor es fingido (artificial, no sincero, disfrazado o falso). En ese momento se pudiera decir que el "amor hermanable sin fingimiento" es comprometido.
Lucas observa, "El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca" (Le. 6:45). ¿Qué secretos del corazón son revelados cuando usted habla? ¿Estás atrayendo la multitud a Jesús? ¿O, posiblemente estarás reuniendo un grupo para ganar tu causa? ¡Hay una diferencia! Los que reúne grupos han llevado discípulos tras sí. (Hechos 20:30), pero cuando uno ama con UN AMOR HERMANABLE SIN FINGIMIENTO él atrae gente a Jesús e inspira confraternidad entre los santos.
Ray D. Dupre, Asistente Editor, Smyrna, TN
"Habiendo purificado vuestras almas en la obediencia de la verdad, por el Espíritu, en amor hermanable sin fingimiento, amaos unos a otros entrañablemente de corazón puro" (1 P. 1:22). Contenido en esta escritura está una declaración experiencia! por la cual uno es mandado a AMAR. En otras palabras, la experiencia declarada tiene que haber ocurrido antes de que el mandamiento pueda ser logrado. ¿Qué es esa experiencia?
Pedro le escribe a una gente que ha "purificado [sus] almas". Él reconoce que esto fue logrado mediante un acto del Espíritu en respuesta a su obediencia de la verdad. El resultado final fue un "amor hermanable sin fingimiento". Algunos sinónimos de "sin fingimiento" son: verdadero, genuino y sincero. Obedecer la verdad para la purificación del alma, lo cual produce un amor hermanable sin fingimiento, es la experiencia a la cual se hace referencia. Con esta experiencia uno puede ser el guarda de su hermano (Gn. 4:9), además de cumplir el segundo de los dos grandes mandamientos, "Amaras a tu prójimo como a ti mismo" (Mt. 22:39).
Cuando uno llega a ser salvo, santificado o recibe el Espíritu Santo se dice que él ha recibido una experiencia. Esto es verdad y un objetivo muy necesario para todos, pero también es muy necesario que uno desee la purificación de su alma. La experiencia de la salvación trata con los pecados cometidos, la experiencia de la santificación trata con la naturaleza adámica que contribuye al pecado del hombre y la experiencia de la morada interna del Espíritu Santo es aquel poder para el servicio, o para servir al Señor agradablemente. ¡El reto es hacerlo! Este es el mensaje de Pedro. Tienen la experiencia, ahora "...Amaos uno a otros entrañablemente de corazón puro"
¿Puede esta ser la grande necesidad de la Iglesia en esta hora? Examinemos algunas realidades del tiempo antes de la reorganización de la Iglesia. Después de un tiempo breve de crecimiento inmenso en la Iglesia, las ambiciones personales para el futuro de la Iglesia desataron una ola de discusiones. Esto remplazo el contendáis "...eficazmente por la fe que ha sido una vez dada a los santos" (Jud. 1:3) que nos había reunido. Una disrupción de nuestra relación de amor fue el resultado final. Antes de esto nosotros pacientemente orábamos y ayunábamos juntos hasta que estuviéramos seguros de la guianza del Espíritu. Sin embargo, después de que el equilibrio de nuestro amor hacia el prójimo fue desbaratado, la contienda innecesaria remplazó la oración y el ayuno que nos mantenía en ese delicado equilibrio de unida. El Supervisor General Robert J. Pruitt, mediante la unción del Espíritu Santo, se esforzó para advertirnos de este problema inminente. Un estudio de sus Mensajes Anuales verificará la verdad de la declaración antedicha.
Inmediatamente después de la instalación del Obispo Stephen E. Smith como Supervisor General, él, reconociendo la condición de la Iglesia, animó la Iglesia a buscar el PERFECTO AMOR. Su paciencia y ejemple-para conducir con amor, aun bajo ataque personal, ha ayudado a la Iglesia evitar aun mayores calamidades. No todos están felices hoy, por consiguiente no hemos regresado a ese equilibrio de amor maravilloso que disfrutamos después de la reorganización. Algunos que experimentaron la Asamblea Solemne y todas las manifestaciones hermosas y poderosas de Dios recordarán la admonición del Espíritu: "Tengo que ensenarles a amar''. Otros se han olvidado y han permitido que los acontecimientos y las circunstancias los desanimen de modo que se enfrían en su fervor o abandonan La Iglesia de Dios. ¡Qué triste!
Con un mundo para evangelizar, miembros de la familia y amigos quienes están perdidos, vecinos a los cuales administrar y las sanidades tan desesperadamente necesarias en todo lugar, ¿por qué no clamar a voz en cuello para descubrir de nuevo nuestro amor los unos por los otros? Jesús dijo: "En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos hacia los otros" (Jn. 13:35). Donde el amor no abunda el crecimiento de la Iglesia se detiene. ¿El motivo? Aquellos que vendrán a nuestra comunión podrán sentir esta condición. Importa poco cuán vigorosamente contendamos por santidad, una atmósfera que carece de santidad se discierne fácilmente. Además, importa poco cuán arduo trabajemos para crecer la Iglesia si en el proceso la dividimos.
¿Acaso no deberá haber diferencias entre nosotros? Algunos dirán que es inevitable. Es natural cuando un gran grupo de personas se juntan para tener alguna contención. Eso sería verdad si estuviésemos hablando de cualquier organización que no fuera la Iglesia. Todos hemos entrado a la Iglesia bajo el mismo contrato (pacto) que estipula nuestra conducta. Nosotros dijimos que aceptaríamos la Biblia como nuestra regla de fe, practica, gobierno y disciplina. Si todos fuesen fiel a esa promesa no habría pleitos o desacuerdos (la falta de acuerdo o armonía; desacuerdo entre aquellos que se espera deberán cooperar). Puede que haya tiempos cuando no todos estén de acuerdo. Yo recuerdo la lucha que tuve con la idea de la reorganización. Yo no fui aislado. No, los hermanos que más fuerte se sentían me abrazaron y hablaron y oraron conmigo. El amor busca la manera de comunicar. Pero cuando el amor es remplazado por la obstinación de uno, la contienda se voltea en contención y el amor es fingido (artificial, no sincero, disfrazado o falso). En ese momento se pudiera decir que el "amor hermanable sin fingimiento" es comprometido.
Lucas observa, "El buen hombre del buen tesoro de su corazón saca bien; y el mal hombre del mal tesoro de su corazón saca mal; porque de la abundancia del corazón habla su boca" (Le. 6:45). ¿Qué secretos del corazón son revelados cuando usted habla? ¿Estás atrayendo la multitud a Jesús? ¿O, posiblemente estarás reuniendo un grupo para ganar tu causa? ¡Hay una diferencia! Los que reúne grupos han llevado discípulos tras sí. (Hechos 20:30), pero cuando uno ama con UN AMOR HERMANABLE SIN FINGIMIENTO él atrae gente a Jesús e inspira confraternidad entre los santos.
El año era 1920 y A. J. Tomlinson, Supervisor
General, animó a la Iglesia a amar y cuidar de sus Jovenes
"Quisiera por unos momentos compartir algunas palabras a favor nuestros jóvenes. Ellos están creciendo en nuestros medios y queremos mantenerlos interesados en la Iglesia. Eventualmente ellos serán llamados a tomar nuestros lugares y llevar la carga del trabajo de la Iglesia si el Señor se tardare. ¿Y qué sería la Iglesia sin la vida y el fuego que los jóvenes depositan en ella? Usualmente ellos están poseídos por el espíritu de progresión. Ellos quieren ver las cosas moverse. Nunca están contentos al correr en surcos viejos. Ellos quieren vida en la Escuela Dominical. Ellos quieren vida en la reunión. Ellos quieren que se demuestre el poder de Dios. A ellos les encanta sentir la gloria del poder pentecostés.
Necesitamos a los jóvenes y no podemos vivir sin ellos. Esto se aplica a los jóvenes casados como también a los que no son casados. Queremos que sus vidas sean alegres. No queremos que sus vidas sean sombrías. No queremos que se desanimen y se sientan fríos y se vayan de la Iglesia. Queremos que sientan que la Iglesia de Dios es el mejor lugar en el mundo para ellos. A fin de que ellos sientan de esta manera es necesario que los más viejos los amen y animen, y que nunca hagan o digan algo que tenga la tendencia de alejarlos. Una cierta iglesia con la cual estoy bien familiarizado perdió casi todos sus jóvenes y como resultado la iglesia hoy día casi desaparece. Sólo es asunto de tiempo hasta que llegue a ser cosa del pasado. Ellos estaban a los extremos... a los jóvenes no se les dio ninguna oportunidad para las relaciones sociales. No se les permitió cantar, tener instrumentos musicales, ni tampoco mezclarse con los jóvenes de otras iglesias ... los más viejos los tenían atados e intentaron hacer gente vieja de ellos mientras que aún eran joven. Y si ellos no estaban dispuestos a someterse a las demandas de los miembros más viejos en este respecto, ellos eran excluidos.
Tengo el placer de saber que los miembros más viejos de la Iglesia de Dios no son como estos que acabo de describir. Mas he temido que algunos de nuestros jóvenes han sido heridos y alejados por algunos que han sostenido opiniones extremas concerniente a las acciones y comportamientos de los jóvenes... No quisiera que nuestros jóvenes fueran frívolos y superficiales y atolondrados y mundanos e insensatos. Yo me opongo a esto; pero tampoco quisiera que sean desanimados y alejados debido a que a veces ellos parecen ser muy ligeros y sin valor... y no se comporten piadosos como a mí me gustaría verlos. No me gusta que sean acusados de haber reincidido debido a que no testifican cada vez que hay un servicio de testimonio, o debido a que no participan en los cantos como siempre... Una pocas palabras de ánimo y una mirada agradable y un amoroso saludo de mano quizás sea de ayuda ... cuando unas cuantas palabras de crítica o quejas a ellos quizás los empuje al desanimo y a perder la esperanza hasta que en verdad ellos sí caigan de nuevo al pecado y se conviertan en irresponsables y queden en ruinas.
Intentemos animar a nuestros jóvenes y ayudémosles y sufrámoslos un poco más... Los predicadores no deberán predicarles a ellos... Vale más predicar el evangelio y orar por ellos, y cuando termine el servicio vayan y salúdenles la mano y ... ámenlos mucho ...
No puedes empujar a los jóvenes, tampoco a los más viejos, para que sean buenos... Sí, debemos salvar a nuestros jóvenes para la Iglesia, y yo creo que sí lo haremos... Son las ramitas joven y tiernas que llevan el fruto, no obstante, estas ramitas tiernas tienen que ser soportadas y alimentadas por el tronco y las ramas y los pámpanos grandes. Por consiguiente, los que somos más viejos debemos alegremente dar nuestro apoyo y fortaleza a la gente joven para que más almas puedan ser salvas.
¡Sí, el año era 1920 y el Supervisor General A. J. Tomlinson!
General, animó a la Iglesia a amar y cuidar de sus Jovenes
"Quisiera por unos momentos compartir algunas palabras a favor nuestros jóvenes. Ellos están creciendo en nuestros medios y queremos mantenerlos interesados en la Iglesia. Eventualmente ellos serán llamados a tomar nuestros lugares y llevar la carga del trabajo de la Iglesia si el Señor se tardare. ¿Y qué sería la Iglesia sin la vida y el fuego que los jóvenes depositan en ella? Usualmente ellos están poseídos por el espíritu de progresión. Ellos quieren ver las cosas moverse. Nunca están contentos al correr en surcos viejos. Ellos quieren vida en la Escuela Dominical. Ellos quieren vida en la reunión. Ellos quieren que se demuestre el poder de Dios. A ellos les encanta sentir la gloria del poder pentecostés.
Necesitamos a los jóvenes y no podemos vivir sin ellos. Esto se aplica a los jóvenes casados como también a los que no son casados. Queremos que sus vidas sean alegres. No queremos que sus vidas sean sombrías. No queremos que se desanimen y se sientan fríos y se vayan de la Iglesia. Queremos que sientan que la Iglesia de Dios es el mejor lugar en el mundo para ellos. A fin de que ellos sientan de esta manera es necesario que los más viejos los amen y animen, y que nunca hagan o digan algo que tenga la tendencia de alejarlos. Una cierta iglesia con la cual estoy bien familiarizado perdió casi todos sus jóvenes y como resultado la iglesia hoy día casi desaparece. Sólo es asunto de tiempo hasta que llegue a ser cosa del pasado. Ellos estaban a los extremos... a los jóvenes no se les dio ninguna oportunidad para las relaciones sociales. No se les permitió cantar, tener instrumentos musicales, ni tampoco mezclarse con los jóvenes de otras iglesias ... los más viejos los tenían atados e intentaron hacer gente vieja de ellos mientras que aún eran joven. Y si ellos no estaban dispuestos a someterse a las demandas de los miembros más viejos en este respecto, ellos eran excluidos.
Tengo el placer de saber que los miembros más viejos de la Iglesia de Dios no son como estos que acabo de describir. Mas he temido que algunos de nuestros jóvenes han sido heridos y alejados por algunos que han sostenido opiniones extremas concerniente a las acciones y comportamientos de los jóvenes... No quisiera que nuestros jóvenes fueran frívolos y superficiales y atolondrados y mundanos e insensatos. Yo me opongo a esto; pero tampoco quisiera que sean desanimados y alejados debido a que a veces ellos parecen ser muy ligeros y sin valor... y no se comporten piadosos como a mí me gustaría verlos. No me gusta que sean acusados de haber reincidido debido a que no testifican cada vez que hay un servicio de testimonio, o debido a que no participan en los cantos como siempre... Una pocas palabras de ánimo y una mirada agradable y un amoroso saludo de mano quizás sea de ayuda ... cuando unas cuantas palabras de crítica o quejas a ellos quizás los empuje al desanimo y a perder la esperanza hasta que en verdad ellos sí caigan de nuevo al pecado y se conviertan en irresponsables y queden en ruinas.
Intentemos animar a nuestros jóvenes y ayudémosles y sufrámoslos un poco más... Los predicadores no deberán predicarles a ellos... Vale más predicar el evangelio y orar por ellos, y cuando termine el servicio vayan y salúdenles la mano y ... ámenlos mucho ...
No puedes empujar a los jóvenes, tampoco a los más viejos, para que sean buenos... Sí, debemos salvar a nuestros jóvenes para la Iglesia, y yo creo que sí lo haremos... Son las ramitas joven y tiernas que llevan el fruto, no obstante, estas ramitas tiernas tienen que ser soportadas y alimentadas por el tronco y las ramas y los pámpanos grandes. Por consiguiente, los que somos más viejos debemos alegremente dar nuestro apoyo y fortaleza a la gente joven para que más almas puedan ser salvas.
¡Sí, el año era 1920 y el Supervisor General A. J. Tomlinson!
LA CARTA DE AMOR
LA CARTA DE AMOR
Allene Cox, Cleveland, Tennessee
Recientemente, mientras buscaba frenéticamente unos viejos documentos para un asunto en particular, me encontré con un fajo de cartas de amor que mi esposo y yo compartimos. Había estado contemplando este mensaje de La Luz Vespertina por un tiempo y así como empecé a recordar viejos tiempos con esas cartas, el Señor me inundo con las palabras que hoy escribiré en papel. Estas cartas de amor tenían más de 21 años y habían estado guardadas con muchas otras cosas viejas que simplemente no pude tirar en todos estos años. Fueron compartidas por nosotros durante nuestro noviazgo a larga distancia, y han sido siempre muy preciadas por nosotros. No las sacamos todos los días, pero ni en sueños nos apartaríamos de ellas. Ellas son un símbolo del amor que hemos compartido y el sentimiento que compartimos a pesar de que millas nos separaban. Cuando abro mi Biblia para el devocional de cada día, siento algo similar y un sentido de dedicación por los escritores y el Dios inspirador que lo ha preservado para mí.
Cuando nos comprometimos y la fecha de la boda se acercaba, las cartas pasaron a ser de lo que un lector común llamaría "cartas de adolescente" a planes, instrucciones y sesiones de preguntas y respuestas. El progreso de la relación era obvio. Teníamos otras formas de comunicación también. Hablábamos por teléfono y él venía a verme cada fin de semana. Los días de la semana se hacían cada vez más largos hasta que llegaba el fin de semana. Así que, las cartas y las llamadas telefónicas hicieron la espera soportable.
Primero, nuestras cartas estaban llenas de sentimentalismo. Esto lo asemejo a la primera vez que empezamos a aprender las bases de la Palabra de Dios. Todos sabemos que si queremos sentir del amor vamos a los libros de Poesía en el Antiguo Testamento, el capítulo 13 de 1'• de Corintios o del evangelio según San Juan. Como la mayoría de cristianos, sabemos que Su nivel de amor para con nosotros es incomparable. Nadie, en ningún lugar, nos ha amado con esta firme devoción y fidelidad. Él nos amó tanto que nos formó, dando aliento de vida, mandó a Su Hijo a vivir como hombre para que pudiera relacionarse con nuestra humanidad, después miró con desgracia cuando Jesús murió una cruel e inhumana muerte para redimirnos de nuestros pecados, y regresará por nosotros otra vez para la boda de los siglos. Este amor nunca es pasajero o frívolo. Éste es seguro, fuerte y digno de todo lo que puédanos invertir. Es el tipo de amor que ningún hombre jamás podrá duplicar. Es un amor perfecto por que echa fuera el temor y la duda.
Nuestras cartas de amor fueron así también. Goteaban palabras que declaraban nuestro afecto inmortal el uno por el otro. Era maravilloso y simple pero, corno el tiempo transcurría y la relación crecía, las cartas, aun llenas de amor inocente y palabras cariñosas, empezaron a cambiar de alguna manera en su contenido. "Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo, para que los cumpláis; como améis á Jehová vuestro DIOS andando en todos sus caminos, y á él os allegareis" (Dt. 11:22). Para estar seguros que en verdad nos estábamos conociendo desde tan lejana distancia, nos hacíamos preguntas de lo que nos gustaba o desagradaba de cosas cotidianas. Yo quería saber qué comidas le gustaban y él quería saber cuál era mi color favorito, y cosas por el estilo. Él quería saber mis pensamientos acerca de las noticias del mundo y yo quería saber qué tipo de pasta de dientes prefería. Las cosas cotidianas importan en una relación que va a ser para toda la vida. Hasta las cosas más pequeñas podían ser una catálisis para argumentos y desacuerdos.
¿Qué tiene que ver todo esto con el Señor? "Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos. El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él; Más el que guarda su palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él: por esto sabemos que estamos en él" (1 Jn. 2:3-5). La Biblia también nos ayuda a manejar las cosas de la vida cotidiana. ¡Sus mandamientos son más que los diez que bien conocemos! Sus deseos para nuestras vidas los ha dado a conocer a través de la Palabra. Éstas cubren cada parte de nuestras vidas. No tenemos que preguntarnos cuál es Su postura en cuanto a los asuntos de nuestras vidas. Él ha dado a conocer Su voluntad en tantas maneras y aun fallamos en verlas en la Palabra. Yo soy culpable de buscar las cosas "profundas", el doble significado y los aspectos complicados de Su palabra, y he pasado por alto los detalles más simples de cómo Él quiere que yo viva en este presente mundo. Él no nos ha colocado en este mundo para valérnosla por sí mismos. Él sabe lo que se necesita para mantenernos rectos delante de Él. Él es un Dios maravilloso quien se aseguró de incluir preguntas y respuestas en la carta de amor.
Viene a mi mente la niñita que arrancando pétalos de una flor, decía: "Me quiere. No me quiere". La gran pregunta en una nueva y joven relación es: "¿Él me ama?" La devoción es a menudo cuestionada para mitigar la inseguridad. Si es que acaso tenemos dudas de Su amor y devoción hacia nosotros, lo único que necesitamos es mirar la carta. Nos informa una y otra vez que Él no sólo nos ama sino que es celoso de ese amor. Es celoso de nuestra atención y compromiso y tiene ese derecho como nuestro Creador. Un Dios celoso con planes diseñados específicamente para nosotros. "Porque no te has de inclinar á dios ajeno; que Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es" (Ex. 34:14).
Una vez que estábamos seguros de conocer el uno al otro lo suficiente como para compartir una vida junta, nuestras cartas se tornaron más serias en la forma que fueron escritas y leídas. "Esto también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos: Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los padres, ingratos, sin santidad, Sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno, Traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios; Teniendo apariencia de piedad, más habiendo negado la eficacia de ella: y á éstos evita .Porque de éstos son los que se entran por las casas, y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecados, llevadas de diversas concupiscencias; Que siempre aprenden, y nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de la verdad" (2 Ti. 3: 1-7). Sabíamos que no sería fácil planear una boda desde tan larga distancia, pero tenía que hacerse. Las cartas, entonces, se convirtieron en un método por el cual compartiríamos la más reciente idea o directriz para la gran ocasión. La fecha, la fiesta de la boda, el rol del novio, el rol de la novia y todas las particularidades fueron compartidas por carta y por teléfono. Así es como el Señor nos está preparando a nosotros también. Él nos ha dado todo excepto la fecha específica de• Su regreso por nosotros. "Gocé monos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa se ha aparejado. Y le fue dado que se vista de lino fino, limpio y brillante: porque el lino fino son las justificaciones de los santos" (Ap. 19:7,8). Nos ha dado instrucciones de cómo tenemos que vestir, cómo tenemos que realizar nuestros deberes como novia y cómo saber que Él viene en camino. "Así que, como la iglesia está sujeta á Cristo, así también las casadas lo estén á sus maridos en todo. Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella, Para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra, Para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha" (Ef. 5:24-27).
Aun hoy el hermano Cox y yo nos escribimos cartas. Sabemos que siempre habrá un tiempo para que platiquemos cara a cara y si ha habido alguna pregunta en las cartas, podemos aclararlo cuando hablemos. La comunicación es abierta y vital en nuestra relación. Lo mismo debería ser con la Palabra de Dios y nosotros. Su comunicación con nosotros mediante la carta ha resistido el paso del tiempo y es infalible. Nunca habrá un filósofo que pueda superar Sus planes y amor divino. Nunca habrá otro genio literario que pueda poner en palabras la belleza de la profecía cumplida, y venir, como Él lo hizo por nosotros. Siempre ha habido alguien, en algún lugar que ha sido alimentado, levantado, animado, librado y sanado por Su palabra. Por lo tanto, hay que entender que no hay nada malo en Su Palabra, pero cuando no nos acercamos en el Espíritu con el cual fue escrito y con el corazón dispuesto a honrarlo, no importa lo que ésta requiera o pida de nosotros vendremos a Él con preguntas que solamente Él puede contestar. Él ha provisto la forma para que comuniquemos nuestras preocupaciones, remordimientos y penas. "He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo" (Ap. 3:20). Podemos clamar al Señor en cualquier momento y sentir Sus brazos de compasión que nos abrazan. Podemos saber sin duda que no estamos solos. Podemos sentir Su convicción cuando violamos Su voluntad y Su palabra. Podemos tomar acción inmediatamente para cambiar y complacer a nuestro Amado en cualquier área que Él se dirija.
"Lámpara es a mis pies su palabra y lumbrera a mi camino" (Sal. 119:1 05). Por tanto, si has tenido esa carta de amor escondida y sólo la sacas en ocasiones especiales como los domingos o para estudiar algo específico, haz más uso de ella. Nadie jamás podrá quitar lo que has puesto en tu corazón. El papel en sí no es lo que es sagrado, sino lo que has dejado entrar en tu corazón y vida en la base cotidiana, y que has aplicado a tu alma.
Allene Cox, Cleveland, Tennessee
Recientemente, mientras buscaba frenéticamente unos viejos documentos para un asunto en particular, me encontré con un fajo de cartas de amor que mi esposo y yo compartimos. Había estado contemplando este mensaje de La Luz Vespertina por un tiempo y así como empecé a recordar viejos tiempos con esas cartas, el Señor me inundo con las palabras que hoy escribiré en papel. Estas cartas de amor tenían más de 21 años y habían estado guardadas con muchas otras cosas viejas que simplemente no pude tirar en todos estos años. Fueron compartidas por nosotros durante nuestro noviazgo a larga distancia, y han sido siempre muy preciadas por nosotros. No las sacamos todos los días, pero ni en sueños nos apartaríamos de ellas. Ellas son un símbolo del amor que hemos compartido y el sentimiento que compartimos a pesar de que millas nos separaban. Cuando abro mi Biblia para el devocional de cada día, siento algo similar y un sentido de dedicación por los escritores y el Dios inspirador que lo ha preservado para mí.
Cuando nos comprometimos y la fecha de la boda se acercaba, las cartas pasaron a ser de lo que un lector común llamaría "cartas de adolescente" a planes, instrucciones y sesiones de preguntas y respuestas. El progreso de la relación era obvio. Teníamos otras formas de comunicación también. Hablábamos por teléfono y él venía a verme cada fin de semana. Los días de la semana se hacían cada vez más largos hasta que llegaba el fin de semana. Así que, las cartas y las llamadas telefónicas hicieron la espera soportable.
Primero, nuestras cartas estaban llenas de sentimentalismo. Esto lo asemejo a la primera vez que empezamos a aprender las bases de la Palabra de Dios. Todos sabemos que si queremos sentir del amor vamos a los libros de Poesía en el Antiguo Testamento, el capítulo 13 de 1'• de Corintios o del evangelio según San Juan. Como la mayoría de cristianos, sabemos que Su nivel de amor para con nosotros es incomparable. Nadie, en ningún lugar, nos ha amado con esta firme devoción y fidelidad. Él nos amó tanto que nos formó, dando aliento de vida, mandó a Su Hijo a vivir como hombre para que pudiera relacionarse con nuestra humanidad, después miró con desgracia cuando Jesús murió una cruel e inhumana muerte para redimirnos de nuestros pecados, y regresará por nosotros otra vez para la boda de los siglos. Este amor nunca es pasajero o frívolo. Éste es seguro, fuerte y digno de todo lo que puédanos invertir. Es el tipo de amor que ningún hombre jamás podrá duplicar. Es un amor perfecto por que echa fuera el temor y la duda.
Nuestras cartas de amor fueron así también. Goteaban palabras que declaraban nuestro afecto inmortal el uno por el otro. Era maravilloso y simple pero, corno el tiempo transcurría y la relación crecía, las cartas, aun llenas de amor inocente y palabras cariñosas, empezaron a cambiar de alguna manera en su contenido. "Porque si guardareis cuidadosamente todos estos mandamientos que yo os prescribo, para que los cumpláis; como améis á Jehová vuestro DIOS andando en todos sus caminos, y á él os allegareis" (Dt. 11:22). Para estar seguros que en verdad nos estábamos conociendo desde tan lejana distancia, nos hacíamos preguntas de lo que nos gustaba o desagradaba de cosas cotidianas. Yo quería saber qué comidas le gustaban y él quería saber cuál era mi color favorito, y cosas por el estilo. Él quería saber mis pensamientos acerca de las noticias del mundo y yo quería saber qué tipo de pasta de dientes prefería. Las cosas cotidianas importan en una relación que va a ser para toda la vida. Hasta las cosas más pequeñas podían ser una catálisis para argumentos y desacuerdos.
¿Qué tiene que ver todo esto con el Señor? "Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido, si guardamos sus mandamientos. El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, el tal es mentiroso, y no hay verdad en él; Más el que guarda su palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él: por esto sabemos que estamos en él" (1 Jn. 2:3-5). La Biblia también nos ayuda a manejar las cosas de la vida cotidiana. ¡Sus mandamientos son más que los diez que bien conocemos! Sus deseos para nuestras vidas los ha dado a conocer a través de la Palabra. Éstas cubren cada parte de nuestras vidas. No tenemos que preguntarnos cuál es Su postura en cuanto a los asuntos de nuestras vidas. Él ha dado a conocer Su voluntad en tantas maneras y aun fallamos en verlas en la Palabra. Yo soy culpable de buscar las cosas "profundas", el doble significado y los aspectos complicados de Su palabra, y he pasado por alto los detalles más simples de cómo Él quiere que yo viva en este presente mundo. Él no nos ha colocado en este mundo para valérnosla por sí mismos. Él sabe lo que se necesita para mantenernos rectos delante de Él. Él es un Dios maravilloso quien se aseguró de incluir preguntas y respuestas en la carta de amor.
Viene a mi mente la niñita que arrancando pétalos de una flor, decía: "Me quiere. No me quiere". La gran pregunta en una nueva y joven relación es: "¿Él me ama?" La devoción es a menudo cuestionada para mitigar la inseguridad. Si es que acaso tenemos dudas de Su amor y devoción hacia nosotros, lo único que necesitamos es mirar la carta. Nos informa una y otra vez que Él no sólo nos ama sino que es celoso de ese amor. Es celoso de nuestra atención y compromiso y tiene ese derecho como nuestro Creador. Un Dios celoso con planes diseñados específicamente para nosotros. "Porque no te has de inclinar á dios ajeno; que Jehová, cuyo nombre es Celoso, Dios celoso es" (Ex. 34:14).
Una vez que estábamos seguros de conocer el uno al otro lo suficiente como para compartir una vida junta, nuestras cartas se tornaron más serias en la forma que fueron escritas y leídas. "Esto también sepas, que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos: Que habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, detractores, desobedientes á los padres, ingratos, sin santidad, Sin afecto, desleales, calumniadores, destemplados, crueles, aborrecedores de lo bueno, Traidores, arrebatados, hinchados, amadores de los deleites más que de Dios; Teniendo apariencia de piedad, más habiendo negado la eficacia de ella: y á éstos evita .Porque de éstos son los que se entran por las casas, y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecados, llevadas de diversas concupiscencias; Que siempre aprenden, y nunca pueden acabar de llegar al conocimiento de la verdad" (2 Ti. 3: 1-7). Sabíamos que no sería fácil planear una boda desde tan larga distancia, pero tenía que hacerse. Las cartas, entonces, se convirtieron en un método por el cual compartiríamos la más reciente idea o directriz para la gran ocasión. La fecha, la fiesta de la boda, el rol del novio, el rol de la novia y todas las particularidades fueron compartidas por carta y por teléfono. Así es como el Señor nos está preparando a nosotros también. Él nos ha dado todo excepto la fecha específica de• Su regreso por nosotros. "Gocé monos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa se ha aparejado. Y le fue dado que se vista de lino fino, limpio y brillante: porque el lino fino son las justificaciones de los santos" (Ap. 19:7,8). Nos ha dado instrucciones de cómo tenemos que vestir, cómo tenemos que realizar nuestros deberes como novia y cómo saber que Él viene en camino. "Así que, como la iglesia está sujeta á Cristo, así también las casadas lo estén á sus maridos en todo. Maridos, amad á vuestras mujeres, así como Cristo amó á la iglesia, y se entregó á sí mismo por ella, Para santificarla limpiándola en el lavacro del agua por la palabra, Para presentársela gloriosa para sí, una iglesia que no tuviese mancha ni arruga, ni cosa semejante; sino que fuese santa y sin mancha" (Ef. 5:24-27).
Aun hoy el hermano Cox y yo nos escribimos cartas. Sabemos que siempre habrá un tiempo para que platiquemos cara a cara y si ha habido alguna pregunta en las cartas, podemos aclararlo cuando hablemos. La comunicación es abierta y vital en nuestra relación. Lo mismo debería ser con la Palabra de Dios y nosotros. Su comunicación con nosotros mediante la carta ha resistido el paso del tiempo y es infalible. Nunca habrá un filósofo que pueda superar Sus planes y amor divino. Nunca habrá otro genio literario que pueda poner en palabras la belleza de la profecía cumplida, y venir, como Él lo hizo por nosotros. Siempre ha habido alguien, en algún lugar que ha sido alimentado, levantado, animado, librado y sanado por Su palabra. Por lo tanto, hay que entender que no hay nada malo en Su Palabra, pero cuando no nos acercamos en el Espíritu con el cual fue escrito y con el corazón dispuesto a honrarlo, no importa lo que ésta requiera o pida de nosotros vendremos a Él con preguntas que solamente Él puede contestar. Él ha provisto la forma para que comuniquemos nuestras preocupaciones, remordimientos y penas. "He aquí, yo estoy á la puerta y llamo: si alguno oyere mi voz y abriere la puerta, entraré á él, y cenaré con él, y él conmigo" (Ap. 3:20). Podemos clamar al Señor en cualquier momento y sentir Sus brazos de compasión que nos abrazan. Podemos saber sin duda que no estamos solos. Podemos sentir Su convicción cuando violamos Su voluntad y Su palabra. Podemos tomar acción inmediatamente para cambiar y complacer a nuestro Amado en cualquier área que Él se dirija.
"Lámpara es a mis pies su palabra y lumbrera a mi camino" (Sal. 119:1 05). Por tanto, si has tenido esa carta de amor escondida y sólo la sacas en ocasiones especiales como los domingos o para estudiar algo específico, haz más uso de ella. Nadie jamás podrá quitar lo que has puesto en tu corazón. El papel en sí no es lo que es sagrado, sino lo que has dejado entrar en tu corazón y vida en la base cotidiana, y que has aplicado a tu alma.
EL HOMBRE DE DIOS PARA LA HORA
EL HOMBRE DE DIOS PARA LA HORA
Stephen E. Smith, Supervisor General, de La Iglesia de Dios
Los descendientes de Abraham ahora estaban viviendo en Egipto. Por casi 400 años ellos fueron afligidos. Faraón había mandado que los hijos varones fueran ahogados en el río. El pueblo de Dios era esclavo, trabajando debajo de crueles comisarios y una esclavitud difícil. Sus vidas eran amargas y fueron forzados a servir con crueldad. Todo parecía sin esperanza. ¿Dónde estaba Dios? ¿Por qué no había liberación? ¿Acaso Dios desamparó y olvidó a Su pueblo?
¡Seguramente Dios abandonó a Su Pueblo!
De repente sale un hombre del desierto y entra a la presencia de Faraón. Con confianza divinamente inspirada este varón del desierto simplemente miró a Faraón en la cara y le dijo: "Jehová, el Dios de Israel, dice así: ¡Deja ir a mi pueblo!'
Su nombre era Moisés y él era el hombre de Dios para la hora. Él sería usado por Dios para liberar al pueblo de Dios de la servidumbre con unos de los milagros más grandes jamás realizados-el Mar Rojo dividido, el ejército de Faraón consumido por el mar, Coré destruido con fuego del cielo y la tierra abriéndose y tragándose a los príncipes rebeldes; maná del cielo, agua de la peña. Él sería usado para entregar la ley de Dios, ¡los gran 1 O mandamientos que declararían la justicia de Dios a todo el mundo! ¿De dónde vino este hombre? ¿Qué lo calificaba para ser el hombre de Dios para la hora?
Cientos de años pasan y tenemos otra escena. Acab era rey de Israel. Durante 22 años él gobernó las tribus del norte con su esposa, Jezabel. Bajo su influencia él edificó un templo pagano, permitió la idolatría en Samaria, mató a los profetas de Dios y llenó la tierra con falsos profetas que adoraban a Baal. Acab fue el rey más malvado que gobernó al pueblo de Dios, y su esposa es considerada por mucho ser la mujer más malvada de todos los tiempos. Qué triste condición a la que el pueblo de Dios había caído. Parecía ser que Dios había muerto y no podía hacer nada para ayudarle.
De repente sale un hombre del desierto. Él se acerca al rey y le dice: "¡No Habrá Lluvia!" (1 Reyes 17:1). ¡Se ha de haber visto como un loco! Y así como apareció de repente del desierto, así también desapareció y no es visto por el rey durante tres años. Pero no caí ni una sola gota de agua, ni tampoco hay rocío sobre la tierra durante todo este tiempo. Por tres años Acab busca a E lías pero no lo puede encontrar. Y de repente sale otra vez del desierto, se presenta ante Acab y le dice: "Junta a todos los profetas de Baal, todos los 450 y juntémonos en el Monte Carmelo. El Dios que respondiere por fuego, ¡ése sea Dios!" ¿Quién era este hombre Elías? No sabemos el nombre de su padre o de qué tribu viene. Él no se graduó de la escuela de los profetas o algún seminario de Jerusalén. ¡Pero de repente él aparece en la escena y hace unas de las obras más grandes logradas por Dios!
Ahora pasamos a otra escena. Durante 400 años Dios guardó silencio. Ni un solo profeta se había levantado para hablarle al pueblo de Dios. Ahora estaban bajo el gobierno Romano. Fueron 4000 años desde que Dios prometió producir la semilla que heriría la cabeza de Satanás. Evidentemente, Dios había perdido interés en los eventos de la tierra. Después de tanto tiempo que no se cumplía la promesa, ¿para qué seguir creyendo?
Después él apareció, saliendo del desierto vestido de piel de camello y comiendo langostas. Él clamó al pueblo: "Arrepentíos, porque el reino de Dios se ha acercado. Enderezad sus veredas". Y algo sucedió en los corazones de aquellos que escuchaban. Miles y miles dejaron las temperaturas frescas del templo en Jerusalén, y las oraciones elocuentes de los Fariseos y el Sumo Sacerdote. Salieron al desierto, debajo del calor del sol, con la arena y los escorpiones y cascabeles-¡allá fueron a oír a un hombre llamado Juan! No Obispo Juan, o Rabí Juan, o Príncipe Juan. Sólo Juan-que miró a los fariseos en los ojos y les llamó generación de víboras, que miró al gobernador de la tierra en los ojos y le dijo: "No es lícito que tengas la mujer de otro hombre". Sin temor, él se paró y predicó la Palabra de Dios, y multitudes fueron bautizadas en agua bajo su ministerio. Él era una voz en el desierto que decía: "Aparejad el camino del Señor. El Mesías, cuyos zapatos no soy digno de desatar, está a punto de aparecer".
¿De dónde vino Juan? ¿Qué le dio a él esa unción y poder para predicar el evangelio? ¿Por qué él, después de 400 años de silencio? Su gran testimonio fue este, "Fue un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan" (Juan 1:6). ¿Y qué de Jesús? ¿Acaso no hizo grandes obras después de 40 días en el desierto? ¿Qué de Pablo, que estuvo tres años en el desierto de Arabía antes de que Dios lo enviara como Apóstol a los gentiles y perito arquitecto de La Iglesia de Dios?
¡Oh, cómo nuestro mundo necesita ver a hombres enviados de Dios otra vez! Hombres que salgan del desierto llenos del poder y la unción de Dios para predicar Su Palabra. ¿Y de dónde vienen? ¿Dónde están los hombres como Jeremías? Que aun, cuando el desanimo los agolpeaba y ellos querían rendirse, sintieron algo adentro que los conmovía y declaraba: "Empero fue en mi corazón como un fuego ardiente dentro de mis huesos, trabajé por sufrirlo, y no pude" (Jer. 20:9).
Estamos viviendo en un tiempo de mucho aprendizaje de libros. Existen muchísimos colegios bíblicos para enseñar a los jóvenes homilética (el arte de predicar). "Así párate, ofrece el énfasis necesario al vocablo indicado, no haga ruido con las monedas en su bolsillo, asegúrese que no esté ajustando su corbata cada rato. Enséñese a preparar una buena introducción y conclusión, cómo hacer una presentación que no es ofensiva". Yo me atrevo a decir que Elías, Juan, Jesús y Pablo hubiesen fracasado pasar ese curso. Hoy, los hombres no santificados son enseñados la critica textual, teología sistemática, lingüística moderna, critica canónica y a menudo estos cursos sólo sirven la causa de Satanás para hacer "la palaba de Dios de ningún efecto".
Pero, ¿dónde, dónde están los Apóstol Pablo, Juan Wesleys y A. J. Tomlinson? ¿Dónde están los hombres que aparentemente de la nada aparecen en la escena, y con el poder del Espíritu Santo en ellos, impactan al mundo para Cristo?
Sólo necesitamos observar el pasado y aprender que los grandes hombres de Dios, los que fueron usados para traer avivamientos a las comunidades, ciudades y naciones enteras, los reprendedores de pecados y ganadores de almas más grandes no fueron hechos así por instituciones religiosas aunque algunos sí tuvieron tal aprendizaje. Pablo mismo tuvo mucho de lo mismo, pero sólo le sirvió para ser el príncipe de los pecadores, un perseguidor de La Iglesia de Dios. Después de encontrar a Cristo, él tenía todas sus ganancias anteriores por estiércol y llegó a ser un perito arquitecto para Cristo y la Iglesia. Los grandes siervos de Dios parecen salir del desierto. Aparecen no anunciados. No se sueña de ellos. Nadie los conocía ni tampoco sabían de ellos, cuando de repente ¡salen de la obscuridad sobre una sociedad asombrada!
Lo que asombra es que estos hombres se presentan totalmente preparados para su obra. Aparejados para toda buena obra. Sus rostros preparados como el pedernal, su valor, mensaje y carácter dicen que no son un accidente. En algún lugar, a solas con Dios, ellos han tomado mano de algo que las masas de ministros mediocres y legiones de tibios medrosos, amadores de los placeres más que de Dios, jamás experimentarán.
Escuche al apóstol Pablo: "No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver ~i alcanzo aquello para lo cual fui también alcanzado por Cristo Jesús"(Fil. 3:12). ¡El declara su deseo de tomar mano de aquello que tomó mano de él! (Apresar, detener-Coger o apoderarse de una cosa por la fuerza.) Ellos se preparaban para grandes batallas en la vida antes de que los hombres oyeran de ellos. Estudiando arduamente los libros de pecado y salvación, diligentemente estudiando sobre los misterios del corazón y el cielo, y llenándose con el conocimiento de Dios y la sabiduría del cielo, mientras que la gente a la cual vendrían después estaba durmiendo, soñando; ociosos y pecando gastando los años de sus vidas. Ellos eran fieles alumnos de la "Universidad Desierto de Dios, Verdad y Cosas Eternas", mientras que cientos y miles de sus co-seres humanos eran absorbidos én los placeres, entretenimientos, modas y negocios del mundo.
Por lo general, se cree que el desierto es caliente y seco, un lugar donde el agua y la comida son escazas pero los escorpiones y cascabeles abundan. La mayoría de la gente prefiere una montaña o un valle, una ciudad o por lo menos una casa, un campo de fruta o llanuras con bastante agua. El desierto es un lugar de dificultad y sufrimiento. No es un lugar para los débiles y temerosos, pero es un buen terreno de entrenamiento para construir carácter, un local excelente para aprender aguante, ¿y habrá mejor lugar para desarrollar fe en Dios que en el desierto donde hay poca protección, pero muchos peligros? Hay algo acerca de la experiencia del desierto que prepara al corazón y espíritu para el conflicto, y la mente y el alma para el liderazgo.
Moisés tomó un curso de cuarenta años en la Universidad Desierto. Fue en el desierto donde él conoció a Dios, aprendió fe y confianza en la Palabra de Dios, y rindió toda su vida de modo que cuando salió del desierto estaba listo para desafiar los ejércitos de egipcio, y guiar a dos millones de israelitas a la tierra prometida. Habiendo estado en la presencia de Dios, la presencia de Faraón no le causó temor. No le tuvo miedo a Coré o Balaam, sino sólo a Dios. Él sufrió murmuradores y renegones, los intentos de derrocar el gobierno de Dios, y el intento de su propio hermano y hermana de levantarse en su contra. Él estuvo allí cuarenta años, aprendiendo cómo amar y cuidar de las ovejas y cómo sobrevivir el ambiente imperdonable del desierto, preparándose para aquel día en el cual le diría a Faraón: "Deja Ir A Mi Pueblo". Estuvo otros cuarenta años allí, entrenando a la generación de Josué en el camino de la fe y obediencia.
Y cuando Moisés pasó de la escena no encontramos a Josué gastando su tiempo recordando los días buenos del pasado, cuando Moisés extendió su vara y dividió el Mar Rojo, o cuando Coré fue destruido por fuego y su compañeros en la conspiración cayeron vivos al pozo; los días buenos del pasados cuando la nube de día y la columna de fuego los guiaban. ¡No! Josué era varón del presente. Él no vivió de la gloria de los milagros del pasado, pero declaró al pueblo: "¡Santificaos, porque Jehová hará mañana entre vosotros maravillas!". ¡Oh qué maravillosa obra hizo Moisés, no en su obediencia personal a Dios únicamente, pero al entrenar la próxima generación a seguir en sus pasos!
"Y aun hasta la vejez y las canas, o Dios, no me desampares, Hasta que denuncie tu brazo a la posteridad, Tus valentías a todos los que han de venir" (Sal. 71:18). Sin hablar, sin contar historias-pero demuestra Tu poder, ¡Tu poder hoy!
Elías salió del Desierto que estaba al noroeste. Parecía amar su Antigua Universidad después de su graduación, y regresaría una y otra vez al desierto para sus cursos post grado. En uno de estos viajes él tomó un estudio especial llamado "El Cuervo y el Arroyo". En otra ocasión él visitó la Universidad donde Moisés fue alumno, y allí tomó el curso "La Cueva y El Silbo Apacible". Fue después de esta comunión con Dios en el desierto que Él aseguró a Elías para el cargo de profeta, reprendió al rey Acab por su crimen contra Nabot, e hizo descender fuego del cielo dos veces para derrocar y dar muerte a sus enemigos, ¡y se fue de la tierra en un torbellino en un carro de fuego del cielo! Juan el Bautista se graduó de la Universidad Desierto de Judea. Sin duda recibió primeros honores. Jerusalén y varios otros pueblos y ciudades salieron a escuchar discursos del varón vestido de piel lanuda y que comía langostas silvestres. Mientras hablaba, él presentaba panoramas tamaño natural y retratos a ningún costo a todos los que asistían a sus reuniones. El publicano lo asemejaba a un robador. El fariseo descubrió que su retrato era la de una víbora. Y en vez de confinar sus reprensiones a la gente común, él reprobó a personas prominentes como el rey Herodes y su esposa.
Nunca se dice que él recibió un llamado para ser pastor de alguna sinagoga en Jerusalén, o presidente de su escuela para profetas, o tomar alguna posición como maestro o gobernador del templo. Y menos mal, debido a que ningún templo tendría espacio para las multitudes que lo seguían. Así que él siguió conduciendo servicios en el desierto hasta el tiempo de su encarcelamiento y muerte. El mismo Hijo de Dios predicó su funeral, tomando como Su texto las palabras, "De cierto os digo, que no se levantó entre los que nacen de mujer otro mayor que Juan el Bautista".
Dios no nos está pidiendo movernos al Desierto Mohave para recibir lo que necesitamos. Nuestro desierto es aquel lugar donde estamos a solas con Dios y permanecemos a solas con Dios hasta que Él nos hable. Es el lugar donde oímos a Jesús decir: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame" (Le. 9:23). Dios no está en busca de guerreros de fin de semana, o aquellos que se inspiran un día y se achicharran el próximo. Él busca hombres; hombres de verdad que se comprometen, que mueren diariamente a sí mismos, mueren al mundo, al pecado, ambiciones y éxitos que otros hombres persiguen.
¡Dios busca hombres que abandonarán cosas buenas a fin de obtener cosas mejores! Escuche al graduado más grande de la Universidad Desierto mientras Él nos cuenta el precio para ganar poder con Dios, "El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí, y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vid a por causa de mí, la hallará" (Mt. 1 0:37-39).
¿Acaso los graduados del desierto se arrepienten de sus sacrificios? ¿Acaso desean jamás haberse abandonado a Dios, ya que el costo era demasiado alto para ellos? Dejemos que el Apóstol Pablo responda: "Requiero yo pues delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha de juzgar á /os vivos y /os muertos en su manifestación y en su reino. Que prediques la palabra; que instes á tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando ni sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amotonarán maestros conforme á sus concupiscencias, Y apartarán de la verdad el oído y se volverán á /as fábulas. Pero tú vela en todo, soporta /as aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio. Porque yo ya estoy para ser ofrecido, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo á mí, sino también á todos-tos que aman su venida" (2 Ti. 4:1-8).
Cada estado, cada país necesita a un hombre enviado de Dios. No un profesor de fe, sino un verdadero posesor de fe; no predicadores carismáticos con dones en la sicología de multitudes, sino hombres ungidos de Dios cuyos hombres son dotados con dones de verdad y el amor y valor para predicar. Dios necesita hombres lo suficientemente comprometidos para tomar las palabras de Jesús con seriedad y abandonarse totalmente al evangelio. Padres y madres amamos, hijos e hijas adoramos; casas y terrenos disfrutamos-pero Dios no permita que seamos secuestrados por ninguno de estos y fallemos tomar nuestra cruz cada día y seguir a nuestro Señor.
Yo he compartido escenas del pasado. Ahora estamos viviendo en la última escena antes de la venida del Señor por Su Iglesia. Satanás ha reunido sus fuerzas para el último gran conflicto y están agolpeando el mundo con toda armadura concebible para destruir el alma del género humano. La Iglesia de Dios es responsable de entablar la batalla, derrocar el reino de tinieblas, y rescatar las almas del pecado y el infierno. Debemos establecer nuestra bandera en cada ciudad y pueblo, y enseñar a los hombres a observar "todas las cosas" que nuestro Salvador ha mandado. Se logrará; tendremos éxito-cuando los hombres de Dios, cada uno, obtengan su curso en la "Universidad Desierto de Dios". ¿Quién es el hombre de Dios de la hora? Es usted pastor, y usted evangelista. Es aquel líder local de auxiliar, y es aquel guerrero de oración de la iglesia local que busca a Dios y no descansa hasta que las fortalezas de Satanás caen y las almas se rescatan del pecado y sus consecuencias. Sí es usted, Supervisor de Nación/Estado, y usted diacono de la iglesia local. Este es un programa de "todo el que quiera" y Dios está presto hoy para levantar a hombres y mujeres fuertes para demostrar Su salvación y gloria al mundo. La obra tendrá avivamiento en medio de los años en que usted y yo estemos a solas con Dios, buscando Su rostro, abandonándonos completamente a Él y crucificando toda concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida. En nuestro propio "desierto" personal Dios nos moldeará y formará para ser los siervos que Él necesita para evangelizar el mundo, reunir las ovejas en un rebaño y preparar una Iglesia gloriosa sin mancha ni arruga para el pronto regreso del Señor. ¡Amén y amén!
Stephen E. Smith, Supervisor General, de La Iglesia de Dios
Los descendientes de Abraham ahora estaban viviendo en Egipto. Por casi 400 años ellos fueron afligidos. Faraón había mandado que los hijos varones fueran ahogados en el río. El pueblo de Dios era esclavo, trabajando debajo de crueles comisarios y una esclavitud difícil. Sus vidas eran amargas y fueron forzados a servir con crueldad. Todo parecía sin esperanza. ¿Dónde estaba Dios? ¿Por qué no había liberación? ¿Acaso Dios desamparó y olvidó a Su pueblo?
¡Seguramente Dios abandonó a Su Pueblo!
De repente sale un hombre del desierto y entra a la presencia de Faraón. Con confianza divinamente inspirada este varón del desierto simplemente miró a Faraón en la cara y le dijo: "Jehová, el Dios de Israel, dice así: ¡Deja ir a mi pueblo!'
Su nombre era Moisés y él era el hombre de Dios para la hora. Él sería usado por Dios para liberar al pueblo de Dios de la servidumbre con unos de los milagros más grandes jamás realizados-el Mar Rojo dividido, el ejército de Faraón consumido por el mar, Coré destruido con fuego del cielo y la tierra abriéndose y tragándose a los príncipes rebeldes; maná del cielo, agua de la peña. Él sería usado para entregar la ley de Dios, ¡los gran 1 O mandamientos que declararían la justicia de Dios a todo el mundo! ¿De dónde vino este hombre? ¿Qué lo calificaba para ser el hombre de Dios para la hora?
Cientos de años pasan y tenemos otra escena. Acab era rey de Israel. Durante 22 años él gobernó las tribus del norte con su esposa, Jezabel. Bajo su influencia él edificó un templo pagano, permitió la idolatría en Samaria, mató a los profetas de Dios y llenó la tierra con falsos profetas que adoraban a Baal. Acab fue el rey más malvado que gobernó al pueblo de Dios, y su esposa es considerada por mucho ser la mujer más malvada de todos los tiempos. Qué triste condición a la que el pueblo de Dios había caído. Parecía ser que Dios había muerto y no podía hacer nada para ayudarle.
De repente sale un hombre del desierto. Él se acerca al rey y le dice: "¡No Habrá Lluvia!" (1 Reyes 17:1). ¡Se ha de haber visto como un loco! Y así como apareció de repente del desierto, así también desapareció y no es visto por el rey durante tres años. Pero no caí ni una sola gota de agua, ni tampoco hay rocío sobre la tierra durante todo este tiempo. Por tres años Acab busca a E lías pero no lo puede encontrar. Y de repente sale otra vez del desierto, se presenta ante Acab y le dice: "Junta a todos los profetas de Baal, todos los 450 y juntémonos en el Monte Carmelo. El Dios que respondiere por fuego, ¡ése sea Dios!" ¿Quién era este hombre Elías? No sabemos el nombre de su padre o de qué tribu viene. Él no se graduó de la escuela de los profetas o algún seminario de Jerusalén. ¡Pero de repente él aparece en la escena y hace unas de las obras más grandes logradas por Dios!
Ahora pasamos a otra escena. Durante 400 años Dios guardó silencio. Ni un solo profeta se había levantado para hablarle al pueblo de Dios. Ahora estaban bajo el gobierno Romano. Fueron 4000 años desde que Dios prometió producir la semilla que heriría la cabeza de Satanás. Evidentemente, Dios había perdido interés en los eventos de la tierra. Después de tanto tiempo que no se cumplía la promesa, ¿para qué seguir creyendo?
Después él apareció, saliendo del desierto vestido de piel de camello y comiendo langostas. Él clamó al pueblo: "Arrepentíos, porque el reino de Dios se ha acercado. Enderezad sus veredas". Y algo sucedió en los corazones de aquellos que escuchaban. Miles y miles dejaron las temperaturas frescas del templo en Jerusalén, y las oraciones elocuentes de los Fariseos y el Sumo Sacerdote. Salieron al desierto, debajo del calor del sol, con la arena y los escorpiones y cascabeles-¡allá fueron a oír a un hombre llamado Juan! No Obispo Juan, o Rabí Juan, o Príncipe Juan. Sólo Juan-que miró a los fariseos en los ojos y les llamó generación de víboras, que miró al gobernador de la tierra en los ojos y le dijo: "No es lícito que tengas la mujer de otro hombre". Sin temor, él se paró y predicó la Palabra de Dios, y multitudes fueron bautizadas en agua bajo su ministerio. Él era una voz en el desierto que decía: "Aparejad el camino del Señor. El Mesías, cuyos zapatos no soy digno de desatar, está a punto de aparecer".
¿De dónde vino Juan? ¿Qué le dio a él esa unción y poder para predicar el evangelio? ¿Por qué él, después de 400 años de silencio? Su gran testimonio fue este, "Fue un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan" (Juan 1:6). ¿Y qué de Jesús? ¿Acaso no hizo grandes obras después de 40 días en el desierto? ¿Qué de Pablo, que estuvo tres años en el desierto de Arabía antes de que Dios lo enviara como Apóstol a los gentiles y perito arquitecto de La Iglesia de Dios?
¡Oh, cómo nuestro mundo necesita ver a hombres enviados de Dios otra vez! Hombres que salgan del desierto llenos del poder y la unción de Dios para predicar Su Palabra. ¿Y de dónde vienen? ¿Dónde están los hombres como Jeremías? Que aun, cuando el desanimo los agolpeaba y ellos querían rendirse, sintieron algo adentro que los conmovía y declaraba: "Empero fue en mi corazón como un fuego ardiente dentro de mis huesos, trabajé por sufrirlo, y no pude" (Jer. 20:9).
Estamos viviendo en un tiempo de mucho aprendizaje de libros. Existen muchísimos colegios bíblicos para enseñar a los jóvenes homilética (el arte de predicar). "Así párate, ofrece el énfasis necesario al vocablo indicado, no haga ruido con las monedas en su bolsillo, asegúrese que no esté ajustando su corbata cada rato. Enséñese a preparar una buena introducción y conclusión, cómo hacer una presentación que no es ofensiva". Yo me atrevo a decir que Elías, Juan, Jesús y Pablo hubiesen fracasado pasar ese curso. Hoy, los hombres no santificados son enseñados la critica textual, teología sistemática, lingüística moderna, critica canónica y a menudo estos cursos sólo sirven la causa de Satanás para hacer "la palaba de Dios de ningún efecto".
Pero, ¿dónde, dónde están los Apóstol Pablo, Juan Wesleys y A. J. Tomlinson? ¿Dónde están los hombres que aparentemente de la nada aparecen en la escena, y con el poder del Espíritu Santo en ellos, impactan al mundo para Cristo?
Sólo necesitamos observar el pasado y aprender que los grandes hombres de Dios, los que fueron usados para traer avivamientos a las comunidades, ciudades y naciones enteras, los reprendedores de pecados y ganadores de almas más grandes no fueron hechos así por instituciones religiosas aunque algunos sí tuvieron tal aprendizaje. Pablo mismo tuvo mucho de lo mismo, pero sólo le sirvió para ser el príncipe de los pecadores, un perseguidor de La Iglesia de Dios. Después de encontrar a Cristo, él tenía todas sus ganancias anteriores por estiércol y llegó a ser un perito arquitecto para Cristo y la Iglesia. Los grandes siervos de Dios parecen salir del desierto. Aparecen no anunciados. No se sueña de ellos. Nadie los conocía ni tampoco sabían de ellos, cuando de repente ¡salen de la obscuridad sobre una sociedad asombrada!
Lo que asombra es que estos hombres se presentan totalmente preparados para su obra. Aparejados para toda buena obra. Sus rostros preparados como el pedernal, su valor, mensaje y carácter dicen que no son un accidente. En algún lugar, a solas con Dios, ellos han tomado mano de algo que las masas de ministros mediocres y legiones de tibios medrosos, amadores de los placeres más que de Dios, jamás experimentarán.
Escuche al apóstol Pablo: "No que ya haya alcanzado, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver ~i alcanzo aquello para lo cual fui también alcanzado por Cristo Jesús"(Fil. 3:12). ¡El declara su deseo de tomar mano de aquello que tomó mano de él! (Apresar, detener-Coger o apoderarse de una cosa por la fuerza.) Ellos se preparaban para grandes batallas en la vida antes de que los hombres oyeran de ellos. Estudiando arduamente los libros de pecado y salvación, diligentemente estudiando sobre los misterios del corazón y el cielo, y llenándose con el conocimiento de Dios y la sabiduría del cielo, mientras que la gente a la cual vendrían después estaba durmiendo, soñando; ociosos y pecando gastando los años de sus vidas. Ellos eran fieles alumnos de la "Universidad Desierto de Dios, Verdad y Cosas Eternas", mientras que cientos y miles de sus co-seres humanos eran absorbidos én los placeres, entretenimientos, modas y negocios del mundo.
Por lo general, se cree que el desierto es caliente y seco, un lugar donde el agua y la comida son escazas pero los escorpiones y cascabeles abundan. La mayoría de la gente prefiere una montaña o un valle, una ciudad o por lo menos una casa, un campo de fruta o llanuras con bastante agua. El desierto es un lugar de dificultad y sufrimiento. No es un lugar para los débiles y temerosos, pero es un buen terreno de entrenamiento para construir carácter, un local excelente para aprender aguante, ¿y habrá mejor lugar para desarrollar fe en Dios que en el desierto donde hay poca protección, pero muchos peligros? Hay algo acerca de la experiencia del desierto que prepara al corazón y espíritu para el conflicto, y la mente y el alma para el liderazgo.
Moisés tomó un curso de cuarenta años en la Universidad Desierto. Fue en el desierto donde él conoció a Dios, aprendió fe y confianza en la Palabra de Dios, y rindió toda su vida de modo que cuando salió del desierto estaba listo para desafiar los ejércitos de egipcio, y guiar a dos millones de israelitas a la tierra prometida. Habiendo estado en la presencia de Dios, la presencia de Faraón no le causó temor. No le tuvo miedo a Coré o Balaam, sino sólo a Dios. Él sufrió murmuradores y renegones, los intentos de derrocar el gobierno de Dios, y el intento de su propio hermano y hermana de levantarse en su contra. Él estuvo allí cuarenta años, aprendiendo cómo amar y cuidar de las ovejas y cómo sobrevivir el ambiente imperdonable del desierto, preparándose para aquel día en el cual le diría a Faraón: "Deja Ir A Mi Pueblo". Estuvo otros cuarenta años allí, entrenando a la generación de Josué en el camino de la fe y obediencia.
Y cuando Moisés pasó de la escena no encontramos a Josué gastando su tiempo recordando los días buenos del pasado, cuando Moisés extendió su vara y dividió el Mar Rojo, o cuando Coré fue destruido por fuego y su compañeros en la conspiración cayeron vivos al pozo; los días buenos del pasados cuando la nube de día y la columna de fuego los guiaban. ¡No! Josué era varón del presente. Él no vivió de la gloria de los milagros del pasado, pero declaró al pueblo: "¡Santificaos, porque Jehová hará mañana entre vosotros maravillas!". ¡Oh qué maravillosa obra hizo Moisés, no en su obediencia personal a Dios únicamente, pero al entrenar la próxima generación a seguir en sus pasos!
"Y aun hasta la vejez y las canas, o Dios, no me desampares, Hasta que denuncie tu brazo a la posteridad, Tus valentías a todos los que han de venir" (Sal. 71:18). Sin hablar, sin contar historias-pero demuestra Tu poder, ¡Tu poder hoy!
Elías salió del Desierto que estaba al noroeste. Parecía amar su Antigua Universidad después de su graduación, y regresaría una y otra vez al desierto para sus cursos post grado. En uno de estos viajes él tomó un estudio especial llamado "El Cuervo y el Arroyo". En otra ocasión él visitó la Universidad donde Moisés fue alumno, y allí tomó el curso "La Cueva y El Silbo Apacible". Fue después de esta comunión con Dios en el desierto que Él aseguró a Elías para el cargo de profeta, reprendió al rey Acab por su crimen contra Nabot, e hizo descender fuego del cielo dos veces para derrocar y dar muerte a sus enemigos, ¡y se fue de la tierra en un torbellino en un carro de fuego del cielo! Juan el Bautista se graduó de la Universidad Desierto de Judea. Sin duda recibió primeros honores. Jerusalén y varios otros pueblos y ciudades salieron a escuchar discursos del varón vestido de piel lanuda y que comía langostas silvestres. Mientras hablaba, él presentaba panoramas tamaño natural y retratos a ningún costo a todos los que asistían a sus reuniones. El publicano lo asemejaba a un robador. El fariseo descubrió que su retrato era la de una víbora. Y en vez de confinar sus reprensiones a la gente común, él reprobó a personas prominentes como el rey Herodes y su esposa.
Nunca se dice que él recibió un llamado para ser pastor de alguna sinagoga en Jerusalén, o presidente de su escuela para profetas, o tomar alguna posición como maestro o gobernador del templo. Y menos mal, debido a que ningún templo tendría espacio para las multitudes que lo seguían. Así que él siguió conduciendo servicios en el desierto hasta el tiempo de su encarcelamiento y muerte. El mismo Hijo de Dios predicó su funeral, tomando como Su texto las palabras, "De cierto os digo, que no se levantó entre los que nacen de mujer otro mayor que Juan el Bautista".
Dios no nos está pidiendo movernos al Desierto Mohave para recibir lo que necesitamos. Nuestro desierto es aquel lugar donde estamos a solas con Dios y permanecemos a solas con Dios hasta que Él nos hable. Es el lugar donde oímos a Jesús decir: "Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz cada día, y sígame" (Le. 9:23). Dios no está en busca de guerreros de fin de semana, o aquellos que se inspiran un día y se achicharran el próximo. Él busca hombres; hombres de verdad que se comprometen, que mueren diariamente a sí mismos, mueren al mundo, al pecado, ambiciones y éxitos que otros hombres persiguen.
¡Dios busca hombres que abandonarán cosas buenas a fin de obtener cosas mejores! Escuche al graduado más grande de la Universidad Desierto mientras Él nos cuenta el precio para ganar poder con Dios, "El que ama a padre o madre más que a mí, no es digno de mí, y el que ama a hijo o hija más que a mí, no es digno de mí. Y el que no toma su cruz, y sigue en pos de mí, no es digno de mí. El que hallare su vida, la perderá; y el que perdiere su vid a por causa de mí, la hallará" (Mt. 1 0:37-39).
¿Acaso los graduados del desierto se arrepienten de sus sacrificios? ¿Acaso desean jamás haberse abandonado a Dios, ya que el costo era demasiado alto para ellos? Dejemos que el Apóstol Pablo responda: "Requiero yo pues delante de Dios, y del Señor Jesucristo, que ha de juzgar á /os vivos y /os muertos en su manifestación y en su reino. Que prediques la palabra; que instes á tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende; exhorta con toda paciencia y doctrina. Porque vendrá tiempo cuando ni sufrirán la sana doctrina; antes, teniendo comezón de oír, se amotonarán maestros conforme á sus concupiscencias, Y apartarán de la verdad el oído y se volverán á /as fábulas. Pero tú vela en todo, soporta /as aflicciones, haz la obra de evangelista, cumple tu ministerio. Porque yo ya estoy para ser ofrecido, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo á mí, sino también á todos-tos que aman su venida" (2 Ti. 4:1-8).
Cada estado, cada país necesita a un hombre enviado de Dios. No un profesor de fe, sino un verdadero posesor de fe; no predicadores carismáticos con dones en la sicología de multitudes, sino hombres ungidos de Dios cuyos hombres son dotados con dones de verdad y el amor y valor para predicar. Dios necesita hombres lo suficientemente comprometidos para tomar las palabras de Jesús con seriedad y abandonarse totalmente al evangelio. Padres y madres amamos, hijos e hijas adoramos; casas y terrenos disfrutamos-pero Dios no permita que seamos secuestrados por ninguno de estos y fallemos tomar nuestra cruz cada día y seguir a nuestro Señor.
Yo he compartido escenas del pasado. Ahora estamos viviendo en la última escena antes de la venida del Señor por Su Iglesia. Satanás ha reunido sus fuerzas para el último gran conflicto y están agolpeando el mundo con toda armadura concebible para destruir el alma del género humano. La Iglesia de Dios es responsable de entablar la batalla, derrocar el reino de tinieblas, y rescatar las almas del pecado y el infierno. Debemos establecer nuestra bandera en cada ciudad y pueblo, y enseñar a los hombres a observar "todas las cosas" que nuestro Salvador ha mandado. Se logrará; tendremos éxito-cuando los hombres de Dios, cada uno, obtengan su curso en la "Universidad Desierto de Dios". ¿Quién es el hombre de Dios de la hora? Es usted pastor, y usted evangelista. Es aquel líder local de auxiliar, y es aquel guerrero de oración de la iglesia local que busca a Dios y no descansa hasta que las fortalezas de Satanás caen y las almas se rescatan del pecado y sus consecuencias. Sí es usted, Supervisor de Nación/Estado, y usted diacono de la iglesia local. Este es un programa de "todo el que quiera" y Dios está presto hoy para levantar a hombres y mujeres fuertes para demostrar Su salvación y gloria al mundo. La obra tendrá avivamiento en medio de los años en que usted y yo estemos a solas con Dios, buscando Su rostro, abandonándonos completamente a Él y crucificando toda concupiscencia de la carne, concupiscencia de los ojos y la soberbia de la vida. En nuestro propio "desierto" personal Dios nos moldeará y formará para ser los siervos que Él necesita para evangelizar el mundo, reunir las ovejas en un rebaño y preparar una Iglesia gloriosa sin mancha ni arruga para el pronto regreso del Señor. ¡Amén y amén!
HABRA PRUEBAS EN LA OBRA, ¡PERO NO DEJES QUE ELLAS TE IMPIDAN!
HABRA PRUEBAS EN LA OBRA, ¡PERO NO DEJES QUE ELLAS TE IMPIDAN!
Robert J. Hawkins, Hijo Coordinador General de Misiones Mundiales
"Y llamó Juan á dos de sus discípulos, y los envió á Jesús, diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, ó esperaremos á otro?" (Lucas 7:19).
Juan el bautista estaba rodeado por paredes de prisión. Lo habían encarcelado por predicar la verdad sobre el Divorcio y el Pecado de Volverse a Casar. Herodes, el gobernador romano de Judea, se había casado con la esposa de su hermano
Felipe, Herodía, y Juan le dijo a Herodes que era en contra de la Palabra de Dios que él la tuviera. Herodía, queriendo proteger lugar de su posición, poder, riquezas y autoridad, influenció a Herodes para que a Juan lo metiera preso. Juan sabía que estaba en peligro de ejecución. Antes de ser encarcelado, Juan estaba todos deberíamos tener. Por supuesto, habrá aquellos que los acusarán de ser extremistas y aún afirmarían que están al borden del fanatismo; pero diré una cosa, ellos están teniendo resultados-la Iglesia crece numéricamente, financieramente y espiritualmente. No hay que concerniros mucho con las críticas del mundo o las críticas de algunos entre nosotros que son pasivos hacia la permisividad espiritual, me refiero a esos que ofrecen poco o ninguna resistencia a la invasión del mundo en la Iglesia. No podemos convertirnos mundanos en lo más mínimo porque esto ha sido la trágica perdición de muchos. Además, Dios espera que permanezcamos firmes "y no os conforméis a este mundo". No importará lo que el mundo diga de nosotros. Lo importante es lo que Dios piense de nosotros. Pablo dijo en 1 Corintios 4:3,4: "Yo en muy poco tengo el ser juzgado de vosotros, o de juicio humano; y ni aun yo me juzgo. Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; mas el que me juzga, es el Señor'. Cuando los hombres nos estén juzgando, lo que hacemos puede ser suficiente para el hombre porque el hombre mira lo de afuera pero Dios escudriña los corazones. Cuando Dios hace la evaluación, Él requiere que nuestras obras sean perfectas, completas, enteras y sin compromiso.
Por lo tanto, es necesario ser encontrados agradables delante de Dios. Otra vez, Pablo dice en 2 Corintios 5:9, "procuramos ... también ... serie agradables". El punto importante luego viene a ser: ¿Qué tan agradables somos ante Dios, y cómo se ve nuestra obra delate del Dios Todopoderoso? Muchas veces nuestra adoración diaria se vuelve una rutina, diseñada y dirigida para hacer una buena impresión. La coexistencia con el mundo es desagradable a Dios. Para coexistir con el enemigo en un ambiente pacífico uno debe hacer concesiones. Tome por ejemplo la situación que existió recientemente entre Israel y Egipto. Para ellos poder tener paz entre los dos países, se les aplicó presión para que "algunas" concesiones fueran hechas. Alguien tuvo que someterse para que pudieran llegar a un tipo de tratado de paz entre las dos naciones que habían sido enemigas por mucho tiempo. Lo mismo entre el mundo y la Iglesia. La presión es aplicada constantemente para nosotros ceder frente a las exigencias del mundo y permitir que el mundo dicte nuestra forma de conducta. Una Iglesia que dé consentimiento y que se dé por vencida frente a la presión del pecado y Satanás, puede vivir pacifica y tranquilamente con el mundo. El mundo tal vez admire esa iglesia y le dé el nombre de una "iglesia viva" como lo hicieron a la iglesia de Sardis: "...que tienes nombre que vives, y estas muerto". Es una mala señal cuando la gente que según es cristiana vive felizmente con el mundo.
La Iglesia de Dios de los postreros tiempos y el mundo tal vez nunca tengan un armisticio y existan en harmonía antes del Rapto. La Iglesia de Dios es requerida a resistir el pecado. Sus miembros deben vivir en santidad y buscar la perfección.
Debemos predicar contra el pecado y amonestar a todos a que dejen todo tipo de pecado-aún la misma apariencia del mal. Santiago, escribiendo a la Iglesia dijo: "Adúlteros y adulteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios" (Santiago 4:4).
Juan escribió a la Iglesia en 1 Juan 2:15, 16 diciendo: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en el. Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas del mundo".
Si usted siente que está viendo las paredes de la prisión de una prueba, no confíe en sí mismo y sus habilidades, pero invoque al Señor que da a todo hombre libremente. ¡Cristo, de alguna manera, le traerá la victoria en cada prueba y tentación! "Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, ...y con ellos Tomás [que estaba dudando]. Vino Jesús, ... las puertas cerradas, ... y púsose en medio, ... y dijo: Paz á vosotros" (Juan 20:26). ¡Solo hay victoria en Jesucristo, en ningún otro, ni siquiera en usted mismo! ¡Clame a Jesús; Él vendrá a su rescate!
OFRENDA DE MISIONES
$58,733.56
En el nombre del Departamento de Misiones Mundiales, quisiera darle la gracia a cada uno de ustedes que trabajaron arduamente, ofrendaron libremente y oraron por el Impulso Mundial de Misiones de Octubre. El total de la cantidad recibida fue $58,733.56. ¡Gloria al Señor! En un tiempo cuando las economías del mundo están en una recesión el amor de los santos continúa aumentando y abundando, y esto se ve en la forma en que ofrendan en sacrificio por el bien de las almas. Que Dios les bendiga mucho más por lo que han hecho y que el Señor continúe ayudando La Iglesia de Dios para ir a todo el mundo y predicar el evangelio a cada criatura. Si el Departamento de Misiones Mundiales pueda hacer algo para ayudarle en la obra, siéntase libre dejárnoslo saber. ¡Qué el 2012 sea un año de ganar almas-en todo el mundo!
Robert J. Hawkins, Hijo Coordinador General de Misiones Mundiales
"Y llamó Juan á dos de sus discípulos, y los envió á Jesús, diciendo: ¿Eres tú aquél que había de venir, ó esperaremos á otro?" (Lucas 7:19).
Juan el bautista estaba rodeado por paredes de prisión. Lo habían encarcelado por predicar la verdad sobre el Divorcio y el Pecado de Volverse a Casar. Herodes, el gobernador romano de Judea, se había casado con la esposa de su hermano
Felipe, Herodía, y Juan le dijo a Herodes que era en contra de la Palabra de Dios que él la tuviera. Herodía, queriendo proteger lugar de su posición, poder, riquezas y autoridad, influenció a Herodes para que a Juan lo metiera preso. Juan sabía que estaba en peligro de ejecución. Antes de ser encarcelado, Juan estaba todos deberíamos tener. Por supuesto, habrá aquellos que los acusarán de ser extremistas y aún afirmarían que están al borden del fanatismo; pero diré una cosa, ellos están teniendo resultados-la Iglesia crece numéricamente, financieramente y espiritualmente. No hay que concerniros mucho con las críticas del mundo o las críticas de algunos entre nosotros que son pasivos hacia la permisividad espiritual, me refiero a esos que ofrecen poco o ninguna resistencia a la invasión del mundo en la Iglesia. No podemos convertirnos mundanos en lo más mínimo porque esto ha sido la trágica perdición de muchos. Además, Dios espera que permanezcamos firmes "y no os conforméis a este mundo". No importará lo que el mundo diga de nosotros. Lo importante es lo que Dios piense de nosotros. Pablo dijo en 1 Corintios 4:3,4: "Yo en muy poco tengo el ser juzgado de vosotros, o de juicio humano; y ni aun yo me juzgo. Porque aunque de nada tengo mala conciencia, no por eso soy justificado; mas el que me juzga, es el Señor'. Cuando los hombres nos estén juzgando, lo que hacemos puede ser suficiente para el hombre porque el hombre mira lo de afuera pero Dios escudriña los corazones. Cuando Dios hace la evaluación, Él requiere que nuestras obras sean perfectas, completas, enteras y sin compromiso.
Por lo tanto, es necesario ser encontrados agradables delante de Dios. Otra vez, Pablo dice en 2 Corintios 5:9, "procuramos ... también ... serie agradables". El punto importante luego viene a ser: ¿Qué tan agradables somos ante Dios, y cómo se ve nuestra obra delate del Dios Todopoderoso? Muchas veces nuestra adoración diaria se vuelve una rutina, diseñada y dirigida para hacer una buena impresión. La coexistencia con el mundo es desagradable a Dios. Para coexistir con el enemigo en un ambiente pacífico uno debe hacer concesiones. Tome por ejemplo la situación que existió recientemente entre Israel y Egipto. Para ellos poder tener paz entre los dos países, se les aplicó presión para que "algunas" concesiones fueran hechas. Alguien tuvo que someterse para que pudieran llegar a un tipo de tratado de paz entre las dos naciones que habían sido enemigas por mucho tiempo. Lo mismo entre el mundo y la Iglesia. La presión es aplicada constantemente para nosotros ceder frente a las exigencias del mundo y permitir que el mundo dicte nuestra forma de conducta. Una Iglesia que dé consentimiento y que se dé por vencida frente a la presión del pecado y Satanás, puede vivir pacifica y tranquilamente con el mundo. El mundo tal vez admire esa iglesia y le dé el nombre de una "iglesia viva" como lo hicieron a la iglesia de Sardis: "...que tienes nombre que vives, y estas muerto". Es una mala señal cuando la gente que según es cristiana vive felizmente con el mundo.
La Iglesia de Dios de los postreros tiempos y el mundo tal vez nunca tengan un armisticio y existan en harmonía antes del Rapto. La Iglesia de Dios es requerida a resistir el pecado. Sus miembros deben vivir en santidad y buscar la perfección.
Debemos predicar contra el pecado y amonestar a todos a que dejen todo tipo de pecado-aún la misma apariencia del mal. Santiago, escribiendo a la Iglesia dijo: "Adúlteros y adulteras, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad con Dios? Cualquiera pues que quisiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios" (Santiago 4:4).
Juan escribió a la Iglesia en 1 Juan 2:15, 16 diciendo: "No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en el. Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas del mundo".
Si usted siente que está viendo las paredes de la prisión de una prueba, no confíe en sí mismo y sus habilidades, pero invoque al Señor que da a todo hombre libremente. ¡Cristo, de alguna manera, le traerá la victoria en cada prueba y tentación! "Y ocho días después, estaban otra vez sus discípulos dentro, ...y con ellos Tomás [que estaba dudando]. Vino Jesús, ... las puertas cerradas, ... y púsose en medio, ... y dijo: Paz á vosotros" (Juan 20:26). ¡Solo hay victoria en Jesucristo, en ningún otro, ni siquiera en usted mismo! ¡Clame a Jesús; Él vendrá a su rescate!
OFRENDA DE MISIONES
$58,733.56
En el nombre del Departamento de Misiones Mundiales, quisiera darle la gracia a cada uno de ustedes que trabajaron arduamente, ofrendaron libremente y oraron por el Impulso Mundial de Misiones de Octubre. El total de la cantidad recibida fue $58,733.56. ¡Gloria al Señor! En un tiempo cuando las economías del mundo están en una recesión el amor de los santos continúa aumentando y abundando, y esto se ve en la forma en que ofrendan en sacrificio por el bien de las almas. Que Dios les bendiga mucho más por lo que han hecho y que el Señor continúe ayudando La Iglesia de Dios para ir a todo el mundo y predicar el evangelio a cada criatura. Si el Departamento de Misiones Mundiales pueda hacer algo para ayudarle en la obra, siéntase libre dejárnoslo saber. ¡Qué el 2012 sea un año de ganar almas-en todo el mundo!
¡LA NORMA YA ESTÁ ESTABLECIDA!
¡LA NORMA YA ESTÁ ESTABLECIDA!
Ray D. Dupre, Asistente Editor
Dios, desde el principio, estableció la norma para Su relación con el hombre. Según el escritor de 1 de Pedro 1:16, esta relación está establecida por este mandato. " ... Sed santos; porque yo [Dios] soy santo". Su norma no bajará, por consiguiente, el hombre debe subir a ella. ¿Qué será tu decisión? Aquellos que han resistido la santidad lo han hecho bajo la premisa que tienen el derecho de interpretar, por sí mismos, la Palabra de Dios para su vida personal. Considerando que "ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación "y "los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo" (2 P. 1:20, 21), tal manera de pensar sólo puede conducir a la destrucción del alma de la persona.
Estamos entrando un nuevo año. Es durante este tiempo que muchos evalúan y consideran algunos cambios que pueden afectar su futuro de una manera positiva. Muchos de estos cambios tratan con las necesidades físicas o emocionales. De todas las decisiones que uno pudiera considerar como la única que definitivamente cambiaría todas las fases de la vida son las decisiones espirituales. Sin embargo, muy pocas personas toman decisiones espirituales. Considerando el titulo del mensaje, las palabras de Isaías vienen a mente, "¿A quién se ensenará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los quitados de la leche? ¿A los arrancados de los pechos? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá" (ls. 28:9, 1 0). En estos versículos se revelan tres cosas:
1. ¡Un Espíritu Dispuesto A Aprender! El profeta hizo la pregunta, "¿A quién [Dios] ensenará ciencia?" Aunque la educación formal cura el analfabetismo ésta no es un sustituto para la ciencia (sabiduría) que Dios desea darnos. Muchos, en el transcurso de los años, quienes han carecido de la educación formal han lucido en los asuntos espirituales porque tenían espíritus dispuestos a aprender. Existe una ciencia que Dios quiere impartir a los hombres pero mientras uno se aferra a su propio entendimiento es imposible llegar al "conocimiento del Hijo de Dios"(Ef. 4:13). Según pablo, esta ciencia se obtiene al aceptar el ministerio que Dios ha establecido para este propósito. El rechazar ser enseñado es peligroso
Y conduce a la destrucción del alma. Así también uno llega a aquel espíritu de tener el derecho de interpretar para sí mismo la Palabra.
2. ¡Una Capacidad Para Entender! "¿A quién [Dios] hará entender doctrina?" El recibimiento de doctrina requiere un abandono voluntario del entendimiento propio de la persona. Jesús trató con esto en Su gran Sermón del Monte. Él [Jesús] dijo: “Oísteis que fue dicho: No adulteraras. Mas yo os digo, cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón" (Mt. 5:27, 28). A los que El les m1mstraba El esperaba que se voltearan de su propio entendimiento. Si Él esperaba esto de esa generación, ¿Acaso Él espera menos hoy? ¡No lo creo! Es el deseo del Señor hacer "entender [una] doctrina". Esto sólo puede suceder cuando uno abandona su derecho de interpretar la Palabra para sí mismo.
3. ¡Madurez! La respuesta a las preguntas antedichas se encuentran en la madurez espiritual-" .. . a los quitados de la leche, a los arrancados de los pechos ... ". La conducta de un individuo inmaduro (física o espiritualmente) es la misma. Pablo dijo: "Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, Juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre hecho, dejé lo que era de niño" (1 Co. 13:11). La d1ferenc1a en la madurez y la inmadurez está en cómo uno habla entiende y piensa. Es asombroso cómo uno puede ver la inmadurez en otras personas pero nunca se da cuenta de ella en sí mismo. Todos consideraríamos la conducta egocéntrica y desconsiderada como inmadurez. ¿Qué diríamos cuando uno apela al derecho de la autoexpresión sin importar cómo esto afecta a otro? Pablo dijo: "Por lo cual, si la comida es a mi hermano ocasión de caer, jamás comeré carne, por no escandalizar a mi hermano" (1 Co. 8:13). Algunos asuntos que la gente retiene, como su derecho, son menos importantes que la comida. Su defensa es que esperan que su hermano madure, pero mí pregunta es: "¿Quién se está comportando como un niño?"
Isaías capitulo 28, versículo 10, expresa por qué las cosas antedichas son tan importantes, "Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá". Se requiere perfección. Si uno no tiene cuidado puede ser llevado a defender un tema particular y a la misma vez violar otros asuntos igualmente importantes. Dios ha establecido la norma para todos nosotros y sería bueno si cada uno se ocupara
" ... en vuestra salvación con temor y temblor'' (Fil. 2: 12), y dejar que aquellos que son dados" .. .para la perfección de los santos" (Ef. 4:12), hagan su trabajo. Dios se agradaría, la Iglesia sería bendecida y todas las manifestaciones de los dones del Espíritu abundarán. ¿Qué impide subir a la norma? ¡La norma establecida está! ¿Estás dispuesto a subir a ella? ¡Dios no se muda respecto a este asunto!
Ray D. Dupre, Asistente Editor
Dios, desde el principio, estableció la norma para Su relación con el hombre. Según el escritor de 1 de Pedro 1:16, esta relación está establecida por este mandato. " ... Sed santos; porque yo [Dios] soy santo". Su norma no bajará, por consiguiente, el hombre debe subir a ella. ¿Qué será tu decisión? Aquellos que han resistido la santidad lo han hecho bajo la premisa que tienen el derecho de interpretar, por sí mismos, la Palabra de Dios para su vida personal. Considerando que "ninguna profecía de la Escritura es de particular interpretación "y "los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del Espíritu Santo" (2 P. 1:20, 21), tal manera de pensar sólo puede conducir a la destrucción del alma de la persona.
Estamos entrando un nuevo año. Es durante este tiempo que muchos evalúan y consideran algunos cambios que pueden afectar su futuro de una manera positiva. Muchos de estos cambios tratan con las necesidades físicas o emocionales. De todas las decisiones que uno pudiera considerar como la única que definitivamente cambiaría todas las fases de la vida son las decisiones espirituales. Sin embargo, muy pocas personas toman decisiones espirituales. Considerando el titulo del mensaje, las palabras de Isaías vienen a mente, "¿A quién se ensenará ciencia, o a quién se hará entender doctrina? ¿A los quitados de la leche? ¿A los arrancados de los pechos? Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá" (ls. 28:9, 1 0). En estos versículos se revelan tres cosas:
1. ¡Un Espíritu Dispuesto A Aprender! El profeta hizo la pregunta, "¿A quién [Dios] ensenará ciencia?" Aunque la educación formal cura el analfabetismo ésta no es un sustituto para la ciencia (sabiduría) que Dios desea darnos. Muchos, en el transcurso de los años, quienes han carecido de la educación formal han lucido en los asuntos espirituales porque tenían espíritus dispuestos a aprender. Existe una ciencia que Dios quiere impartir a los hombres pero mientras uno se aferra a su propio entendimiento es imposible llegar al "conocimiento del Hijo de Dios"(Ef. 4:13). Según pablo, esta ciencia se obtiene al aceptar el ministerio que Dios ha establecido para este propósito. El rechazar ser enseñado es peligroso
Y conduce a la destrucción del alma. Así también uno llega a aquel espíritu de tener el derecho de interpretar para sí mismo la Palabra.
2. ¡Una Capacidad Para Entender! "¿A quién [Dios] hará entender doctrina?" El recibimiento de doctrina requiere un abandono voluntario del entendimiento propio de la persona. Jesús trató con esto en Su gran Sermón del Monte. Él [Jesús] dijo: “Oísteis que fue dicho: No adulteraras. Mas yo os digo, cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón" (Mt. 5:27, 28). A los que El les m1mstraba El esperaba que se voltearan de su propio entendimiento. Si Él esperaba esto de esa generación, ¿Acaso Él espera menos hoy? ¡No lo creo! Es el deseo del Señor hacer "entender [una] doctrina". Esto sólo puede suceder cuando uno abandona su derecho de interpretar la Palabra para sí mismo.
3. ¡Madurez! La respuesta a las preguntas antedichas se encuentran en la madurez espiritual-" .. . a los quitados de la leche, a los arrancados de los pechos ... ". La conducta de un individuo inmaduro (física o espiritualmente) es la misma. Pablo dijo: "Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, Juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre hecho, dejé lo que era de niño" (1 Co. 13:11). La d1ferenc1a en la madurez y la inmadurez está en cómo uno habla entiende y piensa. Es asombroso cómo uno puede ver la inmadurez en otras personas pero nunca se da cuenta de ella en sí mismo. Todos consideraríamos la conducta egocéntrica y desconsiderada como inmadurez. ¿Qué diríamos cuando uno apela al derecho de la autoexpresión sin importar cómo esto afecta a otro? Pablo dijo: "Por lo cual, si la comida es a mi hermano ocasión de caer, jamás comeré carne, por no escandalizar a mi hermano" (1 Co. 8:13). Algunos asuntos que la gente retiene, como su derecho, son menos importantes que la comida. Su defensa es que esperan que su hermano madure, pero mí pregunta es: "¿Quién se está comportando como un niño?"
Isaías capitulo 28, versículo 10, expresa por qué las cosas antedichas son tan importantes, "Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá". Se requiere perfección. Si uno no tiene cuidado puede ser llevado a defender un tema particular y a la misma vez violar otros asuntos igualmente importantes. Dios ha establecido la norma para todos nosotros y sería bueno si cada uno se ocupara
" ... en vuestra salvación con temor y temblor'' (Fil. 2: 12), y dejar que aquellos que son dados" .. .para la perfección de los santos" (Ef. 4:12), hagan su trabajo. Dios se agradaría, la Iglesia sería bendecida y todas las manifestaciones de los dones del Espíritu abundarán. ¿Qué impide subir a la norma? ¡La norma establecida está! ¿Estás dispuesto a subir a ella? ¡Dios no se muda respecto a este asunto!
TESTIMONIO de Vicki Williams
TESTIMONIO de Vicki Williams
Testifiqué brevemente durante la Asamblea General este año de cómo el Señor me ha sanado en la trayectoria de un cáncer de la médula ósea. Es como tomar un viaje y hay muchas curvas en la carretera de modo que no puedes ver lo que está a la vuelta, pero Dios estaba allí a cada milla.
Yo no quería tomar quimioterapia, pero al principio de este viaje yo seguí todas las instrucciones que me dieron. Habría efectos secundarios de las medicaciones que recibí. La Iglesia y los amigos oraban y me aliviaba. Dejé de sangrar, el sabor de cobre se fue y mis niveles de azúcar rondaban normales.
Después de meses de quimioterapia, mi médula ósea estaba lista para un trasplante, pero primero asistiríamos la Asamblea General del 2010. Ese domingo por la mañana el servicio fue tan maravilloso, más que maravilloso. Si usted estuvo presente, usted sabe que fue un tiempo de la adoración más pura, una muestra del cielo. Yo había creído que Dios sanaría mi cuerpo desde enero 2010 y había empezado a darle gracias por ello desde febrero del mismo año. Sólo que no sabía cuándo Él lo haría aparente a otros (los doctores).
Después de la Asamblea, fui a "Chapel Hill" a completar el procedimiento de trasplante de la médula ósea. El doctor joven que me estaba atendiendo ese primer día dijo que yo estaba en "Completa Remisión". Eso es lo que ellos tienen que llamarle porque creen que regresará en cuestión de tiempo. Para mí, esa fue la primera vez que algún doctor usara esas palabras y yo estaba lista para irme a casa; sin embargo, tenía un catéter de corazón y me habían dado una quimioterapia demasiada fuerte en ese tiempo y no estaba en claro sobre el seguro y el costo, etcétera. (Saben, muchas de las veces basamos nuestras decisiones sobre cómo seremos afectados financieramente o cuánto dinero tenemos en vez de confiar en Dios completamente). Me quedé. Recibí más quimioterapia que era más fuerte que la ultima, algo que totalmente mataría toda mi médula ósea. La médula que Dios acababa de sanar. Yo misma me hacía la pregunta: "¿Por qué estoy aquí?", "¿Cómo puede Dios estar en esto?", "¿Usar esto?", "¿Recibir la gloria?". Acepto por fe que mi esposo, Jimmy, y yo quizás hicimos algún bien por Él mientras estuvimos allí. Pero ahora necesitaba sanidad de daños químicos 'auto infligidos' a mi cuerpo. Me arrepentiría y pediría misericordia. Estaba consciente que muchos estaban orando por mí. Los doctores recetaban medicaciones para ayudar al cuerpo sanar y protegerse de infecciones. Jimmy llenaba los frascos de medicina. En una ocasión uno de los doctores esta repasando mis síntomas, le preguntó a Jimmy sobre las medicaciones que yo debía estar tomando. Jimmy respondió: "A ella le gusta llenar esos frascos de medicina costa, pero no le gusta tomársela". Yo no quería medicaciones. Yo estaba cansada de tomar medicinas. Yo sé que Dios sana sin la ayuda del hombre.
Mi cuerpo sanó. Puedo cocinar y COMER otra vez. (Mi esófago estaba crudo y carcomido por la quimioterapia.) He subido 30 libras. (¡Ayuda!) He recuperado fuerzas y puedo caminar unas cuantas millas. Antes, no podía caminar de la cama al sofá sin darme por vencida. Los doctores dijeron que el trasplante me haría empezar de nuevo como un infante sin defensa contra gérmenes, enfermedad y dolencia. Soy inmune deficiente. Me quieren dar todas las vacunas que actualmente les dan a los bebés en unos cuantos meses. Yo no las quiero.
En 1995, Dios me habló concerniente a mi nuevo bebé y dijo que Él sería su escudo y adarga. Él lo confirmó con un incidente milagroso cuando ella tenía la edad de 6 meses. Nunca la vacunamos ni a ella ni a ninguno de sus hermanos que la siguieron. ¿Cómo no confiar en Él para mi propia defensa? Hay paz al confiar en Dios.
Me he quedado con un efecto secundario molestoso, la comezón. No podemos entender que es lo que la provoca. Los análisis de sangre no revelan alergias. He intentado consumir comida sin gluten. Se sintió bien, pero no alivió la comezón completamente. Los tiempos de comezón son cada vez menos; pero me doy cuenta que si me detengo para darle gracias a Dios por todo lo que Él nos ha ayudado a atravesar cada vez que empieza la comezón, entonces la comezón tiene un buen propósito. Nunca olvide lo que Dios ha hecho.
Regresamos a casa del hospital justo a tiempo para mi 50mo cumpleaños el año pasado. Jimmy se quedó conmigo hasta la primera semana de diciembre. Durante noviembre de 2010, una célula basal carcinoma apareció en la parte frental de mi oído izquierdo. Durante una revisión, el oncólogo la vio y dijo que necesitaba tratarlo con "Efudex", una crema actual para el cáncer de piel. Le dije: "gracias, pero hoy no". La mañana siguiente, clamé al Señor diciéndole cuán enfadada estaba de tener que depender de los doctores y las medicaciones. Él me dijo: "Pídele al pastor que te unja y ore por sanidad". Obedece la Palabra, Santiago 5:14. Ese domingo por la mañana, eso fue lo que hicimos. En el Día de Acción de Gracia, le pedía a Jimmy que mirara y me dijera si se estaba haciendo más pequeña. Yo la podía sentir pero tenía dificultad para verla. Él dijo que estaba creciendo. Le di gracias al Señor de todas maneras. Para la Navidad, toque mi piel en ese lugar y éste era tan suave como la piel de un bebé. Después me di cuenta que uno de nuestros miembros, la hermana Patricia, le había pedido al Señor que me diera nueva piel como un bebé. Dios me había sanado sin la ayuda del hombre. ¡Sanidad Divina!
Este verano, tuve otro cáncer de piel en el hombro. Fui para que me lo cortara un dermatólogo. No sé por qué. Ahora me pregunto, ¿cuándo confiaré en Él todo el tiempo en todo? No me gusta el temor. Éste interrumpe mi paz con
Dios. Definitivamente es lo opuesto a la fe. Y Él me dice hoy: "Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan" (He. 11:6).
"Y nunca más me acordaré de sus pecados é iniquidades. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por pecado. Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el santuario por la sangre de Jesucristo, Por el camino que él nos consagró nuevo y vivo, por el velo, esto es, por su carne; Y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios. Lleguémonos con corazón verdadero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia. Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió: Y considerémonos los unos á los otros para provocarnos al amor y á las buenas obras" (He. 10:17 -24). Sinceramente espero que mi testimonio provoque amor y buenas obras; pero si he ofendido, por favor perdóneme. ¡Dios sea glorificado! Amén. Quisiera agradecer a TODOS por las muchas oraciones a mi favor y por mi familia. Nos sentimos cubiertos por una manta de oración durante todo ese tiempo. El pueblo de Dios es maravilloso.
Los amo.
Testifiqué brevemente durante la Asamblea General este año de cómo el Señor me ha sanado en la trayectoria de un cáncer de la médula ósea. Es como tomar un viaje y hay muchas curvas en la carretera de modo que no puedes ver lo que está a la vuelta, pero Dios estaba allí a cada milla.
Yo no quería tomar quimioterapia, pero al principio de este viaje yo seguí todas las instrucciones que me dieron. Habría efectos secundarios de las medicaciones que recibí. La Iglesia y los amigos oraban y me aliviaba. Dejé de sangrar, el sabor de cobre se fue y mis niveles de azúcar rondaban normales.
Después de meses de quimioterapia, mi médula ósea estaba lista para un trasplante, pero primero asistiríamos la Asamblea General del 2010. Ese domingo por la mañana el servicio fue tan maravilloso, más que maravilloso. Si usted estuvo presente, usted sabe que fue un tiempo de la adoración más pura, una muestra del cielo. Yo había creído que Dios sanaría mi cuerpo desde enero 2010 y había empezado a darle gracias por ello desde febrero del mismo año. Sólo que no sabía cuándo Él lo haría aparente a otros (los doctores).
Después de la Asamblea, fui a "Chapel Hill" a completar el procedimiento de trasplante de la médula ósea. El doctor joven que me estaba atendiendo ese primer día dijo que yo estaba en "Completa Remisión". Eso es lo que ellos tienen que llamarle porque creen que regresará en cuestión de tiempo. Para mí, esa fue la primera vez que algún doctor usara esas palabras y yo estaba lista para irme a casa; sin embargo, tenía un catéter de corazón y me habían dado una quimioterapia demasiada fuerte en ese tiempo y no estaba en claro sobre el seguro y el costo, etcétera. (Saben, muchas de las veces basamos nuestras decisiones sobre cómo seremos afectados financieramente o cuánto dinero tenemos en vez de confiar en Dios completamente). Me quedé. Recibí más quimioterapia que era más fuerte que la ultima, algo que totalmente mataría toda mi médula ósea. La médula que Dios acababa de sanar. Yo misma me hacía la pregunta: "¿Por qué estoy aquí?", "¿Cómo puede Dios estar en esto?", "¿Usar esto?", "¿Recibir la gloria?". Acepto por fe que mi esposo, Jimmy, y yo quizás hicimos algún bien por Él mientras estuvimos allí. Pero ahora necesitaba sanidad de daños químicos 'auto infligidos' a mi cuerpo. Me arrepentiría y pediría misericordia. Estaba consciente que muchos estaban orando por mí. Los doctores recetaban medicaciones para ayudar al cuerpo sanar y protegerse de infecciones. Jimmy llenaba los frascos de medicina. En una ocasión uno de los doctores esta repasando mis síntomas, le preguntó a Jimmy sobre las medicaciones que yo debía estar tomando. Jimmy respondió: "A ella le gusta llenar esos frascos de medicina costa, pero no le gusta tomársela". Yo no quería medicaciones. Yo estaba cansada de tomar medicinas. Yo sé que Dios sana sin la ayuda del hombre.
Mi cuerpo sanó. Puedo cocinar y COMER otra vez. (Mi esófago estaba crudo y carcomido por la quimioterapia.) He subido 30 libras. (¡Ayuda!) He recuperado fuerzas y puedo caminar unas cuantas millas. Antes, no podía caminar de la cama al sofá sin darme por vencida. Los doctores dijeron que el trasplante me haría empezar de nuevo como un infante sin defensa contra gérmenes, enfermedad y dolencia. Soy inmune deficiente. Me quieren dar todas las vacunas que actualmente les dan a los bebés en unos cuantos meses. Yo no las quiero.
En 1995, Dios me habló concerniente a mi nuevo bebé y dijo que Él sería su escudo y adarga. Él lo confirmó con un incidente milagroso cuando ella tenía la edad de 6 meses. Nunca la vacunamos ni a ella ni a ninguno de sus hermanos que la siguieron. ¿Cómo no confiar en Él para mi propia defensa? Hay paz al confiar en Dios.
Me he quedado con un efecto secundario molestoso, la comezón. No podemos entender que es lo que la provoca. Los análisis de sangre no revelan alergias. He intentado consumir comida sin gluten. Se sintió bien, pero no alivió la comezón completamente. Los tiempos de comezón son cada vez menos; pero me doy cuenta que si me detengo para darle gracias a Dios por todo lo que Él nos ha ayudado a atravesar cada vez que empieza la comezón, entonces la comezón tiene un buen propósito. Nunca olvide lo que Dios ha hecho.
Regresamos a casa del hospital justo a tiempo para mi 50mo cumpleaños el año pasado. Jimmy se quedó conmigo hasta la primera semana de diciembre. Durante noviembre de 2010, una célula basal carcinoma apareció en la parte frental de mi oído izquierdo. Durante una revisión, el oncólogo la vio y dijo que necesitaba tratarlo con "Efudex", una crema actual para el cáncer de piel. Le dije: "gracias, pero hoy no". La mañana siguiente, clamé al Señor diciéndole cuán enfadada estaba de tener que depender de los doctores y las medicaciones. Él me dijo: "Pídele al pastor que te unja y ore por sanidad". Obedece la Palabra, Santiago 5:14. Ese domingo por la mañana, eso fue lo que hicimos. En el Día de Acción de Gracia, le pedía a Jimmy que mirara y me dijera si se estaba haciendo más pequeña. Yo la podía sentir pero tenía dificultad para verla. Él dijo que estaba creciendo. Le di gracias al Señor de todas maneras. Para la Navidad, toque mi piel en ese lugar y éste era tan suave como la piel de un bebé. Después me di cuenta que uno de nuestros miembros, la hermana Patricia, le había pedido al Señor que me diera nueva piel como un bebé. Dios me había sanado sin la ayuda del hombre. ¡Sanidad Divina!
Este verano, tuve otro cáncer de piel en el hombro. Fui para que me lo cortara un dermatólogo. No sé por qué. Ahora me pregunto, ¿cuándo confiaré en Él todo el tiempo en todo? No me gusta el temor. Éste interrumpe mi paz con
Dios. Definitivamente es lo opuesto a la fe. Y Él me dice hoy: "Empero sin fe es imposible agradar á Dios; porque es menester que el que á Dios se allega, crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan" (He. 11:6).
"Y nunca más me acordaré de sus pecados é iniquidades. Pues donde hay remisión de éstos, no hay más ofrenda por pecado. Así que, hermanos, teniendo libertad para entrar en el santuario por la sangre de Jesucristo, Por el camino que él nos consagró nuevo y vivo, por el velo, esto es, por su carne; Y teniendo un gran sacerdote sobre la casa de Dios. Lleguémonos con corazón verdadero, en plena certidumbre de fe, purificados los corazones de mala conciencia, y lavados los cuerpos con agua limpia. Mantengamos firme la profesión de nuestra fe sin fluctuar; que fiel es el que prometió: Y considerémonos los unos á los otros para provocarnos al amor y á las buenas obras" (He. 10:17 -24). Sinceramente espero que mi testimonio provoque amor y buenas obras; pero si he ofendido, por favor perdóneme. ¡Dios sea glorificado! Amén. Quisiera agradecer a TODOS por las muchas oraciones a mi favor y por mi familia. Nos sentimos cubiertos por una manta de oración durante todo ese tiempo. El pueblo de Dios es maravilloso.
Los amo.
UN AÑO DE HACEDORES PRESERVADOS FIELES Y GALARDONADOS
UN AÑO DE HACEDORES PRESERVADOS FIELES Y GALARDONADOS
James R. Cox, Cleveland, TN
Es difícil creer que estamos entrando a un nuevo año. El tiempo no ha interrumpido su ritmo veloz para ninguno de nosotros. Lo maravilloso de la fuga del tiempo es que estamos aun más cercas de la venida del Señor. Es nuestra oración que daremos ese vuelo para encontrarlo en al aire dentro de poco, muy poco. Con cada año que pasa, la urgencia de corregir y perfeccionar nuestras vidas crece.
"Amad a Jehová todos vosotros sus santos. A los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que obra con soberbia" (Sal. 31:23). Este pasaje comienza con la admonición de amar al Señor. Eso parece tan fácil, ¿verdad? Para la persona a quien se le ha aplicado Su sangre divina, quizás este mandamiento parezca ser uno desperdiciado. ¿Por qué no amaríamos al Señor? ¿Por qué no amar a un Dios que es el mejor suministrador, sanador total y bendito Salvador?
La cruel realidad es que nosotros muy a menudo dejamos que ese amor original se funda con el capricho. Esto es lo que se interpone entre un esposo y una esposa, lo cual conduce hacia la amargura y el resentimiento. El encaprichamiento tiene algunas características que son parecidas al amor pero la realidad es que no puede estar más alejado el uno del otro en definición y característica genuina. El encaprichamiento hará que uno esté obsesionado con la idea de otro. Éste es el que impulsa la curiosidad para que uno aprenda más del otro. Éste hace que uno desee la presencia de otro, pero sólo con el fin de que no exista un compromiso de largo plazo, requisitos y contabilidad.
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tienen envidia, el amor no obra sinrazón, no se ensancha; no es injurioso, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; no se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; mas la profecías se han de acabar; y cesaran las lenguas, y la ciencia ha de ser quitada" (1 Co. 13:4-8). Estos pasajes a menudo son citados cuando hablamos del amor que debemos tener los unos por los otros, y por buena razón. Sin embargo, el amor que tenemos para con el Señor debe ser así de profundo, fuerte y fiel. Esta definición bíblica del amor tiene grande contraste con el encaprichamiento. Éste es generoso, dedicado, perfecto y sufrido. ¿Acaso no debemos esforzarnos por alcanzar lo mismo en nuestra relación con el Señor?
"Si me amáis, guardad mis mandamientos .. .Respondió Jesús, y díjole: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con el morada. El que no me ama, no guarda mis palabras. La Palabra que habéis oído, no es mía, sino del Padre que me envió" (Juan 14:15, 23, 24). Este pasaje deja claro el mandamiento de Salmo 31. Si le amamos a Él, guardaremos todo lo que El nos ha dicho. Si no guardamos estas cosas, no le amamos a Él. Esto es simple, sin embargo a menudo nos encontramos dudando los detalles más pequeños de Su Palabra en nuestras vidas.
El amor genuino nos causa querer cambiar para agradar a Él. Estar enamorado de El nos hace desearlo y Su voluntad en cada área de nuestras vidas. Deseamos fidelidad. Si no somos fieles, la preservación que leemos en las Escrituras no puede ocurrir. Atamos las manos de Dios con nuestra propia preservación si no estamos viviendo una vida fiel delante de Él. Él no está obligado a guardar o proteger a los que escogen no ser fieles. La fidelidad es una decisión. No somos autoicamente fieles porque somos salvos. Así como tampoco estamos instantáneamente en el amor genuino, debemos trabajar para tener el amor y, por lo tanto, la fidelidad animada y fuerte.
La fidelidad no es fidelidad se es selectiva. Debemos esforzarnos por ser fieles en todas las cosas. "Soy fiel en Cristo al no pecar y eso es todo lo que se requiere de m1. No soy un complacedor de hombres". Por supuesto, nunca debemos complacer al hombre en contradicción a la Palabra de Dios. No obstante, los que están sobre nosotros en el Señor, ya sea nuestro líder local de auxiliar, pastor, Supervisor de Estado o Coordinador General, también tienen la misma autoridad divina mediante la Palabra y la teocracia. Nosotros debemos ser fieles en todo lo que se nos pida hacer y hacerlo a lo mejor de nuestro potencial. Los miembros de la Iglesia especialmente deberán ser hallados fieles si es que queremos ser preservados y bendecidos de Dios.
"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es a saber, el juicio y la misericordia y la fe. Eso era menester hacer, y no dejar lo otro. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello!" (M t. 23:23, 24). La gente religiosa de ese entonces fue negligente en juicio, misericordia y fe, pero eran fieles en los diezmos. Todo deberá hacerse sin dejar de hacer lo demás. Sin duda alguna, nosotros debemos diezmar y ser fieles en este aspecto de nuestra caminata cristiana, pero no podemos descuidar el juicio, la misericordia y la fe. No podemos comprar a Dios con nuestras ofrendas. No obstante, si practicamos juicio piadoso en toda cosa grande y pequeña, gratuitamente damos misericordia a todos y tenemos fe inquebrantable en Dios, y no el brazo de la carne, podremos esperar los galardones abundantes y la perfecta preservación que el Señor promete a los fieles.
El ser fiel en toda cosa incluye: diezmos, ofrendas, asistencia a la iglesia, estudio de las Escrituras, ejercer la fe que Él nos ha dado para todas las cosas que Él perfectamente suministra y compartir el testimonio de Su gracia redentora con todos aquellos que conozcamos. Se pueden encontrar muchas excusas para no hacer estas cosas. Por ejemplo, algunos dicen que queda muy lejos la iglesia para manejar hasta allá o no me gusta ese pastor, o él o ella me dijo o hizo algo malo. Se quedan en casa o, si eso no fuera bastante malo para sus almas, se van al extremo de visitar otro grupo religioso. Ellos esperan recibir algo que necesitan afuera del Cuerpo al cual están vinculados por pacto. Esto no les resultará. Así como uno no puede encontrar amor, fidelidad o gozo en otra persona afuera del pacto matrimonial que ha tomado, uno tampoco puede encontrar satisfacción afuera del pacto que ha tomado con el Señor y la Iglesia. Ausentarte de los servicios de tu iglesia para asistir a otra, es infidelidad. ¿Por qué? ¡Porque la Iglesia es Su Cuerpo!
"Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palaba de verdad" (2 Ti. 2:15). "Aprobado": hablar o pensar favorablemente de una persona; juzgar favorable. "A": Indica la dirección o el término hacia el que se encamina una persona o cosa. "Obrero": uno conocido por mantenerse ocupado para terminar una tarea especifica (Diccionario World). Algunos han dicho: "No tengo tiempo para estudiar". El no hacer tiempo para la Palabra diariamente es igual a matarse a sí mismo lentamente. Jamás dejaríamos pasar mucho tiempo intencionalmente sin comer porque esto le da al hombre físico el alimento necesario para obtener fuerza para ir, hacer y trabajar. ¿Entonces por qué queremos dejar pasar un día sin la comida espiritual? Esto llevará nuestra alma a una muerte lenta y dolorosa si no buscamos la comida espiritual requerida para la fortaleza de nuestras almas, para poder vivir esta vida todos los días. Alimentar al hombre espiritual nos ayuda a tener fuerza para ir y hacer el trabajo. Nos da lo que necesitamos para compartir a Cristo con los que conozcamos dentro de las paredes del edificio de la iglesia y los que estén fuera de las paredes.
¿Qué estamos haciendo para la obra? ¿Cómo estamos compartiendo a Cristo? ¿Somos pescadores de hombres o quizás sólo hablamos de ir a pescar mientras nos quedamos sentados en casa? ¿Acaso cavamos para conseguir la lombriz y echamos la carnada al anzuelo o sólo recordamos algún mensaje que otro ministro pudo cavar? ¿Lanzamos la soga o sólo nos quedamos parados a la ribera ansiosamente esperando que otros informen de la gran pesca? ¿Comenzamos a preparar la limpieza del pez para una comida perfecta o sólo refregamos nuestras manos mientras que esperamos que la comida no afecte mucho nuestro físico? Las almas de otros y su presentación ante el Señor como un vaso perfecto, primero comienza con nuestra fidelidad de ir al lago. Cuando tomamos el pacto de la Iglesia, nosotros acordamos ser fieles en toda cosa. Prometimos obedecer la Palabra, guardarla diariamente. Lo menos que se puede decir de nuestro testimonio es que disminuye, y en el peor de los casos se pierde, cuando no le somos fieles a nuestro pacto. Él sólo preservará a los fieles. La Escritura de texto también dice que Él pagará abundantemente al que obra con soberbia (orgullo). Una definición de soberbia es: satisfacción sobre algo considerado altamente honorable. Algunos sinónimos serían: conforme, satisfecho. Otra definición de soberbia es: audaz o intrépido.
Cuando examinamos el año pasado, ¿cómo se ve nuestra obra? ¿Estamos satisfechos o contentos con la labor que hemos hecho? ¿Podemos decir que fuimos audaces e intrépidos? No hay galardón para los descuidados o perezosos. Tenemos que hacer in intento este Nuevo Año de aspirar a llegar a la perfecta santa preservación y ser hacedores fieles y soberbios (orgullosos). Tenemos que ser bastante audaces para pararnos por la verdad, bastante intrépidos para hacerle frente al enemigo y bastante contentos para ser buenos soldados de la cruz. No podemos deshacer la labor del año pasado. Se terminó y no podemos volver. Podemos escoger relajamos y enfurruñarnos o revolcarnos en nuestra propia pena y fracasos del año pasado, o podemos escoger ser un gran hacedor de la Palabra este año. "Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante. Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos /os que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os revelara Dios" (Fil. 3:13-15). Este año, aprendamos de nuestros fracasos y extendámonos a lo que está delante de nosotros. Sintamos esta misma cosa de amar al Señor con todo nuestro corazón, mente y alma. Cuando lo hagamos, seremos hacedores con soberbia (orgullo) y tendremos galardones del Padre por haber hecho un buen trabajo.
James R. Cox, Cleveland, TN
Es difícil creer que estamos entrando a un nuevo año. El tiempo no ha interrumpido su ritmo veloz para ninguno de nosotros. Lo maravilloso de la fuga del tiempo es que estamos aun más cercas de la venida del Señor. Es nuestra oración que daremos ese vuelo para encontrarlo en al aire dentro de poco, muy poco. Con cada año que pasa, la urgencia de corregir y perfeccionar nuestras vidas crece.
"Amad a Jehová todos vosotros sus santos. A los fieles guarda Jehová, y paga abundantemente al que obra con soberbia" (Sal. 31:23). Este pasaje comienza con la admonición de amar al Señor. Eso parece tan fácil, ¿verdad? Para la persona a quien se le ha aplicado Su sangre divina, quizás este mandamiento parezca ser uno desperdiciado. ¿Por qué no amaríamos al Señor? ¿Por qué no amar a un Dios que es el mejor suministrador, sanador total y bendito Salvador?
La cruel realidad es que nosotros muy a menudo dejamos que ese amor original se funda con el capricho. Esto es lo que se interpone entre un esposo y una esposa, lo cual conduce hacia la amargura y el resentimiento. El encaprichamiento tiene algunas características que son parecidas al amor pero la realidad es que no puede estar más alejado el uno del otro en definición y característica genuina. El encaprichamiento hará que uno esté obsesionado con la idea de otro. Éste es el que impulsa la curiosidad para que uno aprenda más del otro. Éste hace que uno desee la presencia de otro, pero sólo con el fin de que no exista un compromiso de largo plazo, requisitos y contabilidad.
"El amor es sufrido, es benigno; el amor no tienen envidia, el amor no obra sinrazón, no se ensancha; no es injurioso, no busca lo suyo, no se irrita, no piensa el mal; no se huelga de la injusticia, mas se huelga de la verdad; todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. El amor nunca deja de ser; mas la profecías se han de acabar; y cesaran las lenguas, y la ciencia ha de ser quitada" (1 Co. 13:4-8). Estos pasajes a menudo son citados cuando hablamos del amor que debemos tener los unos por los otros, y por buena razón. Sin embargo, el amor que tenemos para con el Señor debe ser así de profundo, fuerte y fiel. Esta definición bíblica del amor tiene grande contraste con el encaprichamiento. Éste es generoso, dedicado, perfecto y sufrido. ¿Acaso no debemos esforzarnos por alcanzar lo mismo en nuestra relación con el Señor?
"Si me amáis, guardad mis mandamientos .. .Respondió Jesús, y díjole: El que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y haremos con el morada. El que no me ama, no guarda mis palabras. La Palabra que habéis oído, no es mía, sino del Padre que me envió" (Juan 14:15, 23, 24). Este pasaje deja claro el mandamiento de Salmo 31. Si le amamos a Él, guardaremos todo lo que El nos ha dicho. Si no guardamos estas cosas, no le amamos a Él. Esto es simple, sin embargo a menudo nos encontramos dudando los detalles más pequeños de Su Palabra en nuestras vidas.
El amor genuino nos causa querer cambiar para agradar a Él. Estar enamorado de El nos hace desearlo y Su voluntad en cada área de nuestras vidas. Deseamos fidelidad. Si no somos fieles, la preservación que leemos en las Escrituras no puede ocurrir. Atamos las manos de Dios con nuestra propia preservación si no estamos viviendo una vida fiel delante de Él. Él no está obligado a guardar o proteger a los que escogen no ser fieles. La fidelidad es una decisión. No somos autoicamente fieles porque somos salvos. Así como tampoco estamos instantáneamente en el amor genuino, debemos trabajar para tener el amor y, por lo tanto, la fidelidad animada y fuerte.
La fidelidad no es fidelidad se es selectiva. Debemos esforzarnos por ser fieles en todas las cosas. "Soy fiel en Cristo al no pecar y eso es todo lo que se requiere de m1. No soy un complacedor de hombres". Por supuesto, nunca debemos complacer al hombre en contradicción a la Palabra de Dios. No obstante, los que están sobre nosotros en el Señor, ya sea nuestro líder local de auxiliar, pastor, Supervisor de Estado o Coordinador General, también tienen la misma autoridad divina mediante la Palabra y la teocracia. Nosotros debemos ser fieles en todo lo que se nos pida hacer y hacerlo a lo mejor de nuestro potencial. Los miembros de la Iglesia especialmente deberán ser hallados fieles si es que queremos ser preservados y bendecidos de Dios.
"¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! Porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es a saber, el juicio y la misericordia y la fe. Eso era menester hacer, y no dejar lo otro. ¡Guías ciegos, que coláis el mosquito, mas tragáis el camello!" (M t. 23:23, 24). La gente religiosa de ese entonces fue negligente en juicio, misericordia y fe, pero eran fieles en los diezmos. Todo deberá hacerse sin dejar de hacer lo demás. Sin duda alguna, nosotros debemos diezmar y ser fieles en este aspecto de nuestra caminata cristiana, pero no podemos descuidar el juicio, la misericordia y la fe. No podemos comprar a Dios con nuestras ofrendas. No obstante, si practicamos juicio piadoso en toda cosa grande y pequeña, gratuitamente damos misericordia a todos y tenemos fe inquebrantable en Dios, y no el brazo de la carne, podremos esperar los galardones abundantes y la perfecta preservación que el Señor promete a los fieles.
El ser fiel en toda cosa incluye: diezmos, ofrendas, asistencia a la iglesia, estudio de las Escrituras, ejercer la fe que Él nos ha dado para todas las cosas que Él perfectamente suministra y compartir el testimonio de Su gracia redentora con todos aquellos que conozcamos. Se pueden encontrar muchas excusas para no hacer estas cosas. Por ejemplo, algunos dicen que queda muy lejos la iglesia para manejar hasta allá o no me gusta ese pastor, o él o ella me dijo o hizo algo malo. Se quedan en casa o, si eso no fuera bastante malo para sus almas, se van al extremo de visitar otro grupo religioso. Ellos esperan recibir algo que necesitan afuera del Cuerpo al cual están vinculados por pacto. Esto no les resultará. Así como uno no puede encontrar amor, fidelidad o gozo en otra persona afuera del pacto matrimonial que ha tomado, uno tampoco puede encontrar satisfacción afuera del pacto que ha tomado con el Señor y la Iglesia. Ausentarte de los servicios de tu iglesia para asistir a otra, es infidelidad. ¿Por qué? ¡Porque la Iglesia es Su Cuerpo!
"Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que traza bien la palaba de verdad" (2 Ti. 2:15). "Aprobado": hablar o pensar favorablemente de una persona; juzgar favorable. "A": Indica la dirección o el término hacia el que se encamina una persona o cosa. "Obrero": uno conocido por mantenerse ocupado para terminar una tarea especifica (Diccionario World). Algunos han dicho: "No tengo tiempo para estudiar". El no hacer tiempo para la Palabra diariamente es igual a matarse a sí mismo lentamente. Jamás dejaríamos pasar mucho tiempo intencionalmente sin comer porque esto le da al hombre físico el alimento necesario para obtener fuerza para ir, hacer y trabajar. ¿Entonces por qué queremos dejar pasar un día sin la comida espiritual? Esto llevará nuestra alma a una muerte lenta y dolorosa si no buscamos la comida espiritual requerida para la fortaleza de nuestras almas, para poder vivir esta vida todos los días. Alimentar al hombre espiritual nos ayuda a tener fuerza para ir y hacer el trabajo. Nos da lo que necesitamos para compartir a Cristo con los que conozcamos dentro de las paredes del edificio de la iglesia y los que estén fuera de las paredes.
¿Qué estamos haciendo para la obra? ¿Cómo estamos compartiendo a Cristo? ¿Somos pescadores de hombres o quizás sólo hablamos de ir a pescar mientras nos quedamos sentados en casa? ¿Acaso cavamos para conseguir la lombriz y echamos la carnada al anzuelo o sólo recordamos algún mensaje que otro ministro pudo cavar? ¿Lanzamos la soga o sólo nos quedamos parados a la ribera ansiosamente esperando que otros informen de la gran pesca? ¿Comenzamos a preparar la limpieza del pez para una comida perfecta o sólo refregamos nuestras manos mientras que esperamos que la comida no afecte mucho nuestro físico? Las almas de otros y su presentación ante el Señor como un vaso perfecto, primero comienza con nuestra fidelidad de ir al lago. Cuando tomamos el pacto de la Iglesia, nosotros acordamos ser fieles en toda cosa. Prometimos obedecer la Palabra, guardarla diariamente. Lo menos que se puede decir de nuestro testimonio es que disminuye, y en el peor de los casos se pierde, cuando no le somos fieles a nuestro pacto. Él sólo preservará a los fieles. La Escritura de texto también dice que Él pagará abundantemente al que obra con soberbia (orgullo). Una definición de soberbia es: satisfacción sobre algo considerado altamente honorable. Algunos sinónimos serían: conforme, satisfecho. Otra definición de soberbia es: audaz o intrépido.
Cuando examinamos el año pasado, ¿cómo se ve nuestra obra? ¿Estamos satisfechos o contentos con la labor que hemos hecho? ¿Podemos decir que fuimos audaces e intrépidos? No hay galardón para los descuidados o perezosos. Tenemos que hacer in intento este Nuevo Año de aspirar a llegar a la perfecta santa preservación y ser hacedores fieles y soberbios (orgullosos). Tenemos que ser bastante audaces para pararnos por la verdad, bastante intrépidos para hacerle frente al enemigo y bastante contentos para ser buenos soldados de la cruz. No podemos deshacer la labor del año pasado. Se terminó y no podemos volver. Podemos escoger relajamos y enfurruñarnos o revolcarnos en nuestra propia pena y fracasos del año pasado, o podemos escoger ser un gran hacedor de la Palabra este año. "Hermanos, yo mismo no hago cuenta de haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante. Prosigo al blanco, al premio de la soberana vocación de Dios en Cristo Jesús. Así que, todos /os que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os revelara Dios" (Fil. 3:13-15). Este año, aprendamos de nuestros fracasos y extendámonos a lo que está delante de nosotros. Sintamos esta misma cosa de amar al Señor con todo nuestro corazón, mente y alma. Cuando lo hagamos, seremos hacedores con soberbia (orgullo) y tendremos galardones del Padre por haber hecho un buen trabajo.
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