jueves, 6 de julio de 2017

LA MARCA DEL MONTE HATÍN


LA MARCA DEL MONTE HATÍN

“¡Cuando está definitivamente establecido que una cosa no se puede hacer, mire que Dios lo hace!”

Oscar Pimentel, Supervisor General de La Iglesia de Dios

No importa cuán pequeña o grande sea la tarea o el problema, no hay diferencia para Dios Todopoderoso. Parece que para nosotros esto hace una diferencia y esto es evidente de la manera en que nos acercamos a Dios y oramos– problema pequeño, oraciones pequeñas y silenciosas; problemas grandes, oraciones grandes y estruendosas– como que si algunos problemas son más difíciles para que Dios se encargue que otros. Sin embargo, ¡la magnitud del asunto no hace diferencia para el único y solo verdadero Dios viviente! Él, quien conoce todas las cosas en todos los tiempos–pasado, presente, futuro–nunca ha estado ciego, sorprendido, ni tomado por sorpresa.

Teniendo eso en mente, y esta confianza en Dios, analice el siguiente artículo que le pedí al Obispo Werkheiser que escribiera para informarnos del estado de la marca de la Iglesia en la Tierra Santa. Él trabajó más cerca con los hombres de Israel, Amos y Gadi, desde que se inició el trabajo del AMIP en la misión del Monte Hatín. Cuando termine de leer el artículo, deje que este pensamiento sea con usted, así como lo fue con David y pregúntese, “¿No hay un motivo?” ¿La Iglesia se esconderá detrás de las rocas (excusas) y en las cuevas (temores) y se acobardará cuando el enemigo de la Iglesia nos desafía y reta a hacer algo? Aquí en este punto del gran programa de Dios nuestro asunto no es gloriarnos de los logros del pasado o reflexionar sobre lo que está vagamente a una distancia, pero hacer lo que está claramente a la mano–¡repararlo! Dios es capaz de protegerlo y no habrá duda de que Dios quiso hacerlo: “Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá: aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no tardará” (Hab. 2:2, 3).

(El siguiente artículo fue escrito por el Tesorero General, Kevin D. Werkheiser)

El 3 de diciembre de 2014, veintiocho miembros y amigos de La Iglesia de Dios se reunieron en el Monte Hatín para compartir un evento trascendental. Fue en este tiempo que estos pudieron participar en lo que fue el cumplimiento de años de planeación y preparación. Los delegados se unieron a nuestro pasado Supervisor General Stephen E. Smith para dedicar la nueva Marca del Establecimiento de la Iglesia. Antes de ungir la marca y dirigir al grupo en oración, el Hermano Smith compartió que su oración es que Dios pudiera tocar cada persona que viniera y leyera estas palabras–en Ingles, Árabe, o Hebreo. Él señaló a varios grupos de personas caminando por el área y dijo que muchas personas pasan por la marca. Animó a los delegados a orar para que el mensaje pudiera entrar en los corazones de todos los que llegaran y leyeran.

La marca se destaca prominente sobre la ladera del Monte Hatín, con vista al Mar de Galilea y a lo largo un camino de montaña extremadamente popular para los cristianos conocido como “el camino (senderismo) de Jesús.” También ha habido importantes acontecimientos históricos seculares que han tenido lugar en el Monte Hatín, atrayendo viajeros del alrededor del mundo a este lugar. Fue dicho por uno que Dios solamente conoce los incontables miles de personas que pasarán por la marca y leerán el mensaje que lleva al mundo.

La inspiración para este proyecto vino por la visita del Hermano y la Hermana Smith a Israel. Cuando viajaron a Monte Hatín encontraron que la marca anterior estaba en muy mal estado. Dios había inculcado en el Hermano Smith la importancia de la marca y la importancia de su mensaje. Esto comenzó con algunas preguntas generales y rápidamente se convirtió en una misión para llevarse a cabo con la ayuda del Señor. Aunque la marca anterior estaba en mal estado, levantar una nueva marca en su lugar parecía casi imposible. Pero como lo sabemos, ¡Dios hace lo imposible posible!

Dios abrió cada puerta que estaba cerrada y cambió todo “no” en un “sí.” Vez tras vez fue dicho que sería imposible y no había manera que el siguiente departamento del gobierno daría la aprobación para permitir que continuara. Cada vez recibiríamos una sorprendente respuesta de aquellos en Israel quienes estuvieron ofreciendo su ayuda para que la siguiente fase del proceso fuera aprobado.

Los caminos milagrosos de Dios no terminaron con la aprobación final para poner el nuevo monumento en la cima del Monte Hatín. Cuando el escultor, Gadi Fraiman, viajó a la India para escoger la piedra de granito, pudo asegurar una piedra mucho más grande que la piedra propuesta. Una vez en su sitio, de aproximadamente 14 toneladas métricas, sería el más grande monumento de una sola piedra en Israel. El Teniente Coronel Amos Davidowitz, quien fue una persona importante en asistir a la Iglesia con el proyecto de la marca dijo, “¡Estoy muy impresionado! Lo que empezó siendo completamente imposible es ahora casi terminado con una piedra mas grande…”

Las oraciones de los delegados para que las palabras de la marca tocaran los corazones de los lectores alcanzó los cielos y los oídos de Dios. Durante el siguiente año hubo un aumento significante de vistas a la página de internet de la Iglesia desde Israel. No solamente estos individuos fueron impactados por las palabras escritas sobre la marca sino también por la información de la Iglesia y la doctrina de la Biblia.

Como sabemos, cuando grandes cosas empiezan a pasar en el avance del trabajo en el Reino y en la Iglesia, se atrae la atención del enemigo. Cuando él ve el mensaje de la Iglesia llegando lejos a los rincones de la tierra, usará todos los métodos, medio, e individuo a su disposición para tratar de parar el progreso realizado. Él sabe que su tiempo es corto y sus tácticas engañosas serán aún más perversas cuando él intenta ocultar el trabajo y desanimar a los santos.

Desafortunadamente esto ha sido también el caso con respecto a nuestro Monumento de la Marca del Establecimiento de la Iglesia. El Cuartel General fue contactado por Amos Davidowitz quien compartió que había sido traído a su atención que la marca había sido dañada. Guías de turistas quienes estaban visitando el lugar descubrieron que alguien aparentemente usó un tipo de herramienta para rayar la superficie de la marca. Cuando Gadi Fraiman viajó para inspeccionar la marca encontró que había más daños además de lo que originalmente se había reportado.

Estamos muy desilusionados de que cualquier persona pudiera hacer tan terrible cosa, pero sabemos que las armas de nuestra milicia no son carnales y que hay una guerra espiritual la cual continúa haciendo estragos. “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra milicias espirituales en los aires” (Efesios 6:12). Pero nos regocijamos sabiendo que la batalla es del Señor y saldremos victoriosos. Podemos tomar valor en quienes somos y a Quien servimos. Podemos estar confiados que aun en esta situación difícil y problemática prevaleceremos.

Mientras que celebramos el Levántate, Resplandece de La Iglesia de Dios debemos estar seguros que Satanás otra vez no tendrá éxito en su intento por esconder el mensaje de la verdad. Dios consideró 1,578 años ser como “un pequeño momento” y aunque el daño a la marca es extenso estamos confiados que pronto será expuesto su mensaje maravilloso a aquellos quienes viajan a la cumbre del Hatín.

Hemos estado en constante comunicación con aquellos que nos ayudaron en Israel concerniente a los necesarios futuros pasos para restaurar la marca. Las preparaciones están siendo hechas no solamente para reparar la marca, pero también para completar el trabajo en una manera tal como para prevenir a cualquiera de infligir un daño mayor en el futuro.

Nuestra esperanza es ver pronto la marca llevando claramente su mensaje una vez más. Junto al mensaje respecto a que Cristo estableció la Iglesia, el Hermano Smith quiso específicamente que se incluyera en la marca “amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv. 19:18). En una tierra que no es ajena a los conflictos y hostilidades es importante no solamente compartir el mensaje de la Iglesia, pero también es necesario que el amor de Dios llene cada corazón y sea derramado a nuestros prójimos. Con esta clase de amor podremos ver un fin a estos actos sin sentido.

Otra característica asociada con esta tierra especial fue dicha hermosamente en un resumen por nuestro amigo Amos, mientras mirábamos los resultados de nuestra labor y meditábamos en todo lo que se había realizado. Su testimonio respecto a la marca fue sencillo: “Un milagro en una tierra que fue construida en y alrededor de milagros.”

Pedimos sus oraciones durante este proceso. Es importante que unidos demostremos determinación y avance, mostrando al mundo que no vamos a permitir que esto nos impida. El trabajo tiene que seguir y las preparaciones tienen que ser hechas porque Cristo pronto viene por una esposa que se ha preparado.

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