“…Porque los hijos de este siglo son en su
generación más sagaces que los hijos de luz” (Lucas 16:8).
¡Qué Acusación! Estas son las Palabras de Jesús cuando Él
consideró la eficiencia de los hijos de este siglo en sus trabajos y
relaciones. No creo que Jesús estaba alabando la deshonestidad de este hombre;
más bien era un reconocimiento de su planeación y prudencia. Jesús
solamente quería hacernos saber de la perspicacia y previsión de los hijos de
este siglo; como ellos antes miran sobre los intereses de esta vida. Ellos son
sabios para proveer su prosperidad terrenal y son prudentes para sus negocios
particulares. Ellos demuestran talento, estudian más planes y se preparan ellos
mismos y aquellos que están alrededor de ellos, y aun se aseguran de dejar una
herencia y legado para sus hijos. Teniendo en cuenta la declaración antes
dicha, nos haría bien en reflexionar sobre la cuestión, “¿Estamos planeando y
promoviendo los intereses de La Iglesia de Dios? ¿Hemos previsto y mirando ante
nosotros? ¿Estamos proveyendo y haciendo lo que podamos para asegurar un
incesante y próspero ministerio para La Iglesia de Dios? ¿Estamos aprovechando
la ocasión, estamos activos y laborando, esforzándonos tanto como está en
nuestro poder para avanzar los intereses de la Iglesia?”
El mayordomo en los versos anteriores al
verso ocho estuvo planeando antes y estuvo viendo hacia el futuro. Por
supuesto, nuestro futuro eterno no está aquí, sino que está arriba en el cielo;
sin embrago, la Iglesia tiene una misión que cumplir y esto tomará planeación,
preparación y previsión. No me gusta pensar que estas son las palabras de
nuestro Señor, pero la verdad es que estas son Sus palabras. ¿Es esto posible
que hemos sido puestos en la balanza de juicio y previsión y hemos sido
hallados faltos? Jesús comparte estas palabras acerca de los hijos de este
siglo quienes son más sabios en su generación (generación algunas veces indica
la forma de vivir), no para que seamos con una mentalidad terrenal como ellos y
ocuparnos en las cosas terrenales o consagrarnos al cuidado de solo este mundo.
Tampoco fue Su intención que estuviéramos solamente preocupados por obtener las
cosas terrenales y vivir para este mundo. ¡Este es Su reto para nosotros,
esforzarnos a ser más sabios que los hijos de este siglo! Nuestras mentes deben
estar fijas en las cosas celestiales y espirituales, y hacer nuestro trabajo
mientras estemos aquí en la tierra.
“Pues tú, hijo mío, esfuérzate en la
gracia que es en Cristo Jesús. Y lo que has oído de mí entre muchos testigos,
esto encarga a los hombres fieles que serán idóneos para enseñar también a
otros” (2 Ti. 2:1, 2).
¡QUÉ RETO!
El reto que la Iglesia debe comprometerse
es en hombres fieles al mensaje de “todas las cosas” que hemos
oído entre muchos testigos–esas cosas las cuales nosotros hemos oído y hemos
creído y sabemos que son verdad. ¿Por qué debemos levantarnos a esto sin alguna
vacilación? La respuesta es porque ninguno está para siempre y, si el Señor
tarda, algunos de nosotros irá por camino de lugares oscuros. Algunos quizás
serán puestos en prisión o en muerte por causa del evangelio.
¡Pablo tuvo que salir de Macedonia, pero
gracias sea a Dios que Pablo encontró en Timoteo una persona fiel en quien él
entregó la doctrina de Jesucristo! Pablo no solo consideró a Timoteo como un
hombre fiel, sino alguien que pudo enseñar a otros. Pablo le
pidió que fuera y permaneciera en Efesos y que él debía defender el evangelio
de Cristo. Pablo quien enseñó a Timoteo, lo tomó bajo sus alas, y le entregó
todo el consejo de Dios. Él instruyó a Timoteo a mantener la fe y una buena
conciencia. Él le instruyó: a, “…Empero persiste tú en lo que has aprendido
y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido” (2 Ti. 3:14).
Ambos, Pablo y Timoteo, estuvieron mirando
a la distancia hacia el horizonte y ellos quisieron que la Iglesia floreciera.
Pablo no estaba preocupado con el levantamiento de su propio reino o imperio.
El interés de Pablo estaba en que la Iglesia tuviera una vida implacable y
próspera en las cosas espirituales. Tal como Pablo, Timoteo trabajó para el
avance del interés de la Iglesia porque él también deseaba ver las almas
salvas, arraigadas y fundadas en la Palabra de Dios. Pablo estaba consiente,
así como Timoteo lo estaba, que ellos no podrían estar cerca para siempre. Por
lo tanto, él trabajó arduamente preparando e instruyendo aquellos quienes
habían caído en las filas de la Iglesia.
Siento como si actualmente tenemos hombres
y mujeres fieles en la Iglesia quienes han sido enseñados y están listo para
subir en cualquier momento. A veces he escuchado el clamor de nuestros
supervisores pidiendo pastores debido a la necesidad de obreros–edificadores
de la Iglesia–(especialmente pastores) en sus áreas de trabajo. ¿Podría ser
que la Iglesia se ha quedado sin obreros? No creo que tengamos una escasez de
obreros. Quizás la pregunta real que deberíamos formar es, “¿Están los obreros
indecisos o no están ellos disponibles?” Si esto es así, la pregunta es, “¿Por
qué?” Nunca podemos verdaderamente conocer las razones, pero estoy completamente
convencido de que Dios sabe el porqué.
Jesús dijo, “Rogad, pues, al Señor de
la mies, que envíe obreros a su mies” (Mt. 9:38). No hay duda, si oramos,
Él tocará los corazones de los ministros que llamó y se levantaran. Seguramente
Él proporcionará soldados ¡en los cuales Él pueda confiar! Aun así, la Iglesia
tiene la gran responsabilidad de enseñar consistentemente y preparar aquellos
quienes Dios llama o trae a nuestros medios. Algunos serán enviados
inmediatamente a los campos de labor; a otros Dios llamará a trabajar más tarde
en la vida. Sin embargo, las preparaciones deben hacerse para equipar a todos
para que ellos estén listos para ir a los campos cuando sean llamados.
¿QUE HACES?
Hay soldados denominados “reservas” en las
fuerzas militares las cuales son conservados o retenidos para un tiempo futuro,
ellos están apartados para un propósito particular. Estos no son ejércitos que
están en el campo (reservas), que está disponible para el uso en un futuro o
presente o cuando se necesite. Yo los veo ahora en La Iglesia de Dios–un
suministro de obreros en “reserva” ¡listos para cuando sean llamados!
Se dice la historia de un capitán quien
observó a su instructor de ejercicios entrenar a jóvenes soldados. Sin embargo,
los jóvenes soldados estaban aprendiendo bien y cada pelotón respetó y obedeció
a la orden de su líder, no le gustó lo que él vio. Esto le preocupó tanto que
durante un ejercicio de entrenamiento en el cual un helicóptero lleno de
soldados estaba aterrizando bajo un fuego pesado del enemigo, el capitán
sorprendió al líder del pelotón quien era el primero listo para bajar del
helicóptero. Inmediatamente cuando el helicóptero aterrizó y antes de que el
líder del pelotón pusiera un pie fuera del helicóptero, el capitán lo tomó de
su uniforme y le gritó, “¡BANG! ¡Estás MUERTO!” Apuntando al siguiente
soldado en la fila, el capitán rápidamente gritó, “¿QUÉ HACES? ¿QUÉ HACES?”
El soldado nunca había estado en un predicamento como este tomado por sorpresa
y en la confusión él titubeo. “¡BANG, ESTAS MUERTO!” gritó el capitán.
Él procedió a preguntar al siguiente hombre en la fila, “¿QUÉ HACES? ¿QUÉ
HACES?” Inmediatamente el siguiente hombre respondió tomando acción y
disparó a los que permanecían vivos, “¡VAMOS, ¡VAMOS, VAMOS!” Mientras
ellos conducían a la batalla. El capitán entonces miró al instructor de
ejercicio y al líder del pelotón y les dijo, “¡Enseñen al hombre que está
detrás de ustedes!”
Oh, Dios, ¡ayúdanos a enseñar al hombre
que está detrás de nosotros y encomendarle la mismas enseñanzas bíblicas y
principios que amamos tan cariñosamente, que pueda él saber qué hacer cuando
los dardos de fuego del enemigo sean arrojados contra él! El hombre y mujer
detrás de nosotros necesita saber qué hacer cuando venga las persecuciones,
tribulaciones y aflicciones. Todo el consejo de Dios debe de ser declarado a
todos los que han abrazado esta gran obra de la lucha por las almas de los
hombres. No solamente los no salvos permanecerá perdidos y perecerán para
siempre si no hacemos algo, pero corremos el riesgo de perder aquellos quienes
están ya en la Iglesia si cada esfuerzo no es hecho para sumergir a nuestra
gente con las verdades de la Biblia que la Iglesia defiende.
La historia de Israel nos dice, “Y el
pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los
ancianos que vivieron largos días después de Josué, los cuales habían visto
todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel. Y toda
aquella generación fué también recogida con sus padres. Y levantóse después de
ellos otra generación, que no conocían a Jehová, ni la obra que él había hecho
por Israel. Y los hijos de Israel hicieron lo malo en ojos de Jehová, y
sirvieron a los Baales” (Jueces 2:7, 10, 11). Que nunca sea así la historia
del pueblo de Dios que cuando vayamos por nuestra recompensa el hombre detrás
de usted y mí no conozca al Señor, ni lo que Él ha hecho por la gran Iglesia de
Dios. ¡Yo siento que ya es hora que el hombre que viene detrás de nosotros
salga y de un paso al frente a las filas de la batalla! Qué maravilloso sonido
el oír el grito de batalla “¡VAMOS! ¡VAMOS! ¡VAMOS!” No sabemos si
alguna vez algo inesperado ocurrirá, pero nosotros debemos tener precaución de
tener “ya listo” a los hombres y mujeres quienes están “enteramente
instruidos.” Un suministro ya listo que cuando alguien es llevado a la gloria o
cuando la enfermedad física se apodera de nosotros, otros entrarán al campo de
labor. Mi oración es por el ministerio inflexibles y obreros guiados por el
Espíritu de Dios, quienes no serán confundidos ni dudarán en levantarse, entrar
y guiar en la batalla.
¡ESPERANDO SER LLAMADOS Y LISTOS PARA IR
EN CUALQUIER TIEMPO!
¿Será cierto que “los hijos de este
siglo” tienen gente que está esperando ser llamados a servir? Sí, pero
ellos han tenido su entrenamiento y sido equipados. Aun en los deportes parece
que en las escuelas preparatorias preparan a sus deportistas para deportes de
universidades, y a su vez preparan a los mismos individuos para los deportes
profesionales.
En los deportes profesionales de los
Estados Unidos, el futbol para ser más específicos, hay algo que ellos se
refieren como la tabla de posiciones. Esta gráfica indica quien en la lista
está listo para pasar a otro lugar de personas si la persona en el campo es
herida o no está lo suficientemente sano para continuar con sus deberes.
Ciertamente aquellos que son responsables están felices de saber que los
individuos quienes sus nombres aparecen en la tabla están presentes en cada
evento, están plenamente vestidos y listos para ir en cualquier tiempo.
La responsabilidad de aquellos que están
esperando la oportunidad es estudiar el mismo libro de juego que todos
los principiantes estudian, memorizan los juegos, y conocen su
itinerario. Ellos utilizan el mismo equipo, hacen los mismos
ejercicios, y aprenden todo como si ellos mismos fueran a estar en
el campo de juego. ¡Todo el tiempo sabiendo muy bien que ellos pueden o no ser
llamados! Eso no los detiene ni desanima un poco de hacer todo lo que ellos
saben hacer para estar listos para salir.
¡Señor, sigue proveyendo obreros a la
Iglesia, ¡Ambos, hombres y mujeres quienes nuestros líderes en la Iglesia
puedan llamar cuando surge la necesidad! Personas tales deben ser encontradas
en La Iglesia de Dios en todo tiempo. Personas listada en la “tabla de
posiciones” por así decirlo, que cuando sean llamados estén fácilmente listos y
la Iglesia no tendrá que esperar hasta que se entrenen porque ellos ya están
entrenados; “…enteramente instruído para toda buena obra” (2 Ti. 3:17),
¡hombres y mujeres que han estado con el Señor, estudiado las bendiciones del
viejo Libro, memorizando Escrituras y aprendiendo el itinerario que los
dirigiría a ellos y a otros a la gloria!
¿No sería maravilloso que cuando uno de
nuestros obreros vaya con nuestro Señor o esté enfermo físicamente y no pueda
llevar las responsabilidades del trabajo de la Iglesia en su área, habría
algunas “reservas” guardadas en la tabla de posiciones de nuestra Iglesia?
¿Podría ser usted, estimado hermano o hermana? ¡Sí, usted! Quizás usted está
pacientemente esperando en el Señor, orando, estudiando, ayunando, y trabajando
donde actualmente se encuentra. ¿Ha escuchado el llamado de las filas en el
frente “venga y ayúdenos”? Algunos pueden ir hoy al campo y no perder el paso
porque ellos conocen doctrina bíblica; ellos tienen una revelación divina de
quién, y qué es el Cuerpo de Cristo. Ellos creen en Sus prácticas y enseñanzas
y están llenos del amor de Dios. ¡Qué maravilloso pensamiento!
Para ser más sabios que los hijos de este
siglo debemos fomentar el interés de La Iglesia de Dios–procurando que no se
establezca una doctrina, ¡pero esforzarse más bien en establecerse en la
doctrina! Queremos que La Iglesia de Dios continúe teniendo un ministerio
ininterrumpido y próspero y para eso hay que aprovechar la ocasión.
Hablando de las cosas naturales y humanas,
cada año llega un día donde la gente que ha estado en entrenamiento y
trabajando son elegidas y escogidas. Ellos han probado que son competentes en
el campo y están dispuestos a llevar ciertas responsabilidades. Ellos han sido
probados en esos campos y ahora han sido llamados a otro nivel. Seguramente
tenemos personas que han sido probadas ellas mismas en nuestras iglesias
locales cuyos nombres están listos para ser llamados a nuevos campos de labor
para ser constructores de la iglesia.
¿Qué tipo de construcción de Iglesia
podría ser realizado si cada año, una vez al año, nuestros Supervisores de
Estado/Nacional pudieran venir a nuestra ceremonia de graduación del IEB y
pastores, maestros y otros trabajadores podrían ser elegidos de la cosecha del
IEB que tenemos cada año?
Puedo verlo ahora—
CATEGORÍA: EVANGELISTAS/PASTORES, MAESTROS.
APTITUDES: SALVO, SANTIFICADO, LLENO DEL ESPÍRITU SANTO, MIEMBRO
DE LA IGLESIA, LICENCIADO Y ORDENADO POR LA IGLESIA, TIENE UNA REVELACIÓN
DIVINA DE LA IGLESIA Y EL FRUTO DEL ESPÍRITU ESTÁ PLENAMENTE FUNCIONANDO EN SUS
VIDAS.
Dios
siempre ha suplido en las generaciones pasadas con obreros en cada nivel de la
Iglesia (Local, Regional, General). Apreciado hermano y hermana, ¿está su
nombre en la tabla de posiciones? Sea que usted sea llamado ahora o en algún
lugar de la línea, permanecerá listo, escuchando al Maestro dando el llamado–
“¡Ven da un paso adelante, usted está al frente!”
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