“Porque Toda carne
es como la hierba, Y toda la gloria del hombre como la flor de la hierba:
Secóse la hierba, y la flor se cayó; Mas la palabra del Señor permanece
perpetuamente. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada” (1 Pedro
1:24, 25).
Durante la 56ta
Asamblea General Anual Internacional realizada en el 1961, La Iglesia de Dios
aceptó la siguiente declaración formal para que constara como parte de nuestras
Minutas e historia oficial: “Por cuanto muchas traducciones de la
Biblia confieren puntos de vista contradictorios con relación a la doctrina
como es enseñada por la Iglesia, nosotros recomendamos que esta Asamblea de su
voz de aprobación a la Versión de la Biblia en inglés del Rey Jacobo como
la autoridad para nuestra doctrina y enseñanza en la Iglesia”.
Y la 66ta Asamblea
General del 1971 declaró: “Nosotros recomendamos que esta Asamblea de su voz de
aprobación a la Antigua Versión de la Biblia en español de
Casiodoro de Reina desde el 1569 hasta el 1909D.C., como la autoridad para
la enseñanza de la doctrina en la Iglesia en el idioma español”.
A veces cantamos un
pequeño coro que dice:
La B-I-B-L-I-A
Es el Libro de mi
Dios,
En Ella siempre
confío yo,
La B-I-B-L-I-A
La B-I-B-L-I-A
Es el Libro de mi
Dios,
En Ella siempre
confío yo,
La B-I-B-L-I-A
“En ella siempre
confío yo” quiere decir que yo considero que todo lo demás es arena movediza.
Por lo tanto, estoy parado sobre la Palabra de Dios únicamente y en ninguna
otra cosa pongo mi confianza. No estoy parado sobre la Palabra más otra cosa
(filosofía, sabiduría de hombre, “eruditos” de la biblia o comentarios). Para
los miembros de La Iglesia de Dios la Biblia del Rey Jacobo es nuestra
autoridad final en todo asunto espiritual.
“En ella siempre
confío yo” también puede significar que nosotros, La Iglesia de Dios, estamos
solos en nuestra postura, a solas si es necesario, sobre la Palabra de Dios;
como dice el coro: “Aunque nadie me siga, yo seguiré—no vuelvo atrás, no vuelvo
atrás”. Cada uno de nosotros debemos decir con convicción del Espíritu: “Otros
podrán abandonar la Biblia, pero yo no vuelvo atrás, seré fiel a su mensaje y
enseñanza”.
El tiempo pronto se
acerca en el cual La Iglesia de Dios podrá estar parada a solas sobre la
Palabra de Dios, puesto que multitudes están echando a un lado la Versión del
Rey Jacobo y aceptando lo que son en sí esencialmente biblias de la “nueva era”
que hoy en día ascienden a 200 versiones diferentes.
Permítanme
compartir una información acerca del punto de vista de otras organizaciones
religiosas:
Los Adventistas del Séptimo Día:
“Todos los
cristianos y congregaciones eclesiásticas necesitan considerar cuidadosamente
la traducción(es) que ellos desean usar para la lectura personal y pública…Hay
que usarlas (varias traducciones) con más regularidad en nuestro estudio
personal y la lectura pública, sin ir al extremo de pensar que Dios le habló a
Jeremías en la Versión del Rey Jacobo” (artículo en inglés en
http://www.adventist.org/en/spirituality/bible-study/article/go/0/choosing-a-bible
-translation/).
Qué interesante que
esta religión aconseja a la gente a considerar cuidadosamente la Biblia que
escogen de entre muchas que están disponible, pero hace un esfuerzo especial
para atacar la Versión del Rey Jacobo. Jeremías tampoco utilizó la
Versión Estándar Revisada en Inglés, o la Nueva Versión Internacional en
Inglés, pero estas no se mencionan, solamente se hace la afirmación absurda que
él no usó la versión del Rey Jacobo.
La Iglesia
Metodista Unida:
“Cuando se trata de
la materia de enseñanza de la Metodista Unida publicada por La Casa de
Publicaciones Metodista Unida, la Biblia Común en Inglés y la Nueva
Versión Estándar Revisada son los libros principales preferidos por la
Junta General de Discipulado para el currículo”. (artículo en ingles en http://www.umc.org/what-we-believe/does-the-united-methodist-church-designate
-an-official-version-of-the-bible).
La Iglesia
Episcopal:
La iglesia
Episcopal fue autorizada para usar las siguientes 14 traducciones de la Biblia:
Rey Jacobo o la Versión Autorizada, Revisión Inglés (1881), Revisión Americana
(1901), Versión Estándar Revisada (1952), Biblia Jerusalén (1966), Nueva Biblia
Inglés con Apócrifo (1970), Biblia Buenas Nuevas/Versión Inglés de Hoy (1976),
Nueva Biblia Americana (1970), Versión Estándar Revisada-una Edición Ecuménica
(1973). (Qué interesante que tienen una Versión Estándar Revisada de la biblia
que promueve una iglesia mundial). Biblia Nueva Jerusalén (1987), Biblia Inglés
Revisada (1989), Nueva Versión Estándar Revisada (1990), Biblia Inglés Común
(2012) (artículo en inglés en http:// www.episcopalchurch.org/page/bible).
Iglesia de Dios
Unida:
En su panfleto
gratuito, Cómo Entender la Biblia, ellos dicen: “La herramienta más útil
para el estudio bíblico es, no en vano, una Biblia—o, más apropiadamente,
varias versiones de la Biblia, entre las cuales podrá comparar las palabras.
Muy a menudo la gente busca encontrar la traducción más precisa, la más literal
o fácil de leer. Sin embargo, ninguna sola traducción se ajusta a todos estos
requisitos” (artículo en inglés en
http://www.ucg.org/booklet/how-understand-bible/actively-read-and-study-bible/).
En realidad sí
existe una que es más precisa, más literal y más fácil de leer, la cual veremos
en unos momentos.
Cuando los pastores
denominacionales escogen una Biblia, ¿Cuál usan? Este estudio de 700 pastores
fue realizado por la revista Ellison Research for Facts & Trends,
una publicación de Recursos LifeWay Christian de la Convención Sureña Bautista.
Esto es lo que encontraron:
31% de todos los
pastores usan la Nueva Versión Internacional
23% usan la Versión
del Rey Jacobo
14% usan la Nueva Versión Estándar
Revisada
13% usan la Nueva
Versión del Rey Jacobo
10% usan la Nueva
Biblia Estándar Americana
9% (evidentemente)
usan otras biblias
Según dicho
estudio, 77% de los pastores usan biblias que no son la Versión del Rey Jacobo.
Hubo un tiempo
cuando casi todas las iglesias de habla inglés aceptaban la Versión del Rey
Jacobo Autorizada del 1611 como su autoridad Escritural. Por más de 300
años esta Biblia estaba en primer lugar entre la gente de habla inglés, y por
buena razón. Ninguna otra versión podía compararse a la hermosura y gracia de
esta traducción, ni al poder de Dios que acompañaba la predicación desde las páginas
de la misma. A medida que el Señor salvaba, santificaba y llenaba las almas del
Espíritu Santo, sanaba a los enfermos, echaba fuera demonios y obraba lindas
maravillas llegó a ser aparente que la aprobación de Dios estaba sobre esta
traducción. La Iglesia de Dios, así como muchas otras organizaciones, enseñaba
(y todavía lo hacemos) que esta Biblia es la infalible Palabra de Dios, sin
error, y cuando se divide correctamente, ésta no contiene contradicciones.
Infalible quiere
decir “incapaz de cometer error” y es sinónimo con “intachable” o “perfecto”.
No existen errores en la perfecta Palabra de Dios. No contiene contradicción.
¡Ni una sola!
Ya se mencionó que
hay casi 200 versiones de la Biblia en el idioma inglés. Cada biblia utiliza
diferentes palabras, supuestamente para decir lo mismo. Los escritores de estas
biblias por lo general afirman que el mundo necesita biblias escritas en un
idioma moderno más fácil de leer que el idioma anticuado de la Biblia del
Rey Jacobo. También se jactan que traducen sus biblias de manuscritos
antiguos y mejores que los que fueron usados por los traductores del Rey
Jacobo; por lo tanto, las biblias nuevas reflejan, con más claridad, los
idiomas originales usados por los autores de las Escrituras. Estas afirmaciones
son falsas, como veremos en seguida:
¿Son las biblias
nuevas más fáciles de leer?
El Indicador de
Nivel de Calificación de la empresa Flesh-Kinkaid de
investigaciones revela que las nuevas versiones no son más fáciles de leer que
la Versión del Rey Jacobo. La Versión del Rey Jacobo se cataloga más fácil de
leer en 23 de las 26 comparaciones. ¿Por qué es más fácil leer la Versión Rey
Jacobo? Una razón es que usa palabras de uno o dos sílabas mientras que las
versiones nuevas usan palabras y frases complejas de múltiples sílabas. “Así
que, teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza” (2 Co. 3:12).
Fíjese cuántas palabras de una sóla silaba están en este versículo, demostrando
que ciertamente Dios usa sencillez de palabras.
La Versión del Rey
Jacobo usa palabras más fáciles de entender. Fíjese en estas comparaciones y
considere qué versión de la Biblia es más fácil entender:
Colosenses
3:21—Versión del Rey Jacobo (VRJ) dice, “provoquéis”, la Nueva Versión
Internacional (NVI) dice “no exasperéis”.
1 Timoteo 3:8—VRJ
dice, “sucias”, NVI dice, “sórdidas”.
Tito 1:6—VRJ dice,
“disturbio”, NVI dice, “disipación”.
Ap. 5:11—VRJ dice,
“millones de millones”, NVI dice, “miríada innumerable”.
“En mi corazón he
guardado tus dichos, para no pecar contra ti” (Sal. 119:11). Dios
quiere que tengamos Su Palabra en nuestros corazones, y a través de las épocas
aún los niños jóvenes se han dado cuenta que Su Palabra es
fácil aprender y memorizar. Las nuevas biblias son mucho más difíciles
de memorizar, en parte debido al uso de muchas palabras y palabras con sílabos
adicionales. Considere estos ejemplos:
Mateo 26:41
VRJ—velad y orar
NBEA—sigue velando y orando
Mateo 26:59
VRJ—para matarle
NBEA—para que quizás lo matasen
Marcos 13:37
VRJ—velad
NBEA—estén alertas
Mark 16:8
VRJ—estaban asombrados
NBEA—se había apoderado de ellos el asombro
Lucas 8:50
VRJ—no tema
NBEA—ya no temas más
Lucas 18:3
VRJ—hazme justicia
NBEA—dame protección legal de
mi contrincante
Es
fácil entender que la Versión del Rey Jacobo es tanto más fácil de leer
como memorizar, pero existen mejores razones para permanecer con este Libro
sagrado. En realidad muchas de las otras versiones son una PERversión de la
Palabra de Dios, cambiando la verdad de Dios en mentira.
Mateo 9:13
VRJ—“porque no he venido a
llamar justos, sino pecadores a arrepentimiento”.
NVI—“porque no he venido a
llamar justos, sino pecadores”.
Marcos 10:21
VRJ—“ven, sígueme, tomando
tu cruz”.
NVI—“después ven, sígueme”.
Marcos 10:24
VRJ—“¡Hijos, cuán difícil es
entrar en el reino de Dios, para los que confían en las riquezas!”.
NVI—“Hijos, cuán difícil es
entrar en el reino de Dios”.
Lucas 4:4
VRJ—“Escrito está: No solo
de pan vivirá el hombre, mas de toda palabra de Dios”.
NVI—“Escrito está: No solo
de pan vive el hombre”.
Lucas 4:8
VRJ—“Vete de mí, Satanás”.
NVI—Esta frase ha sido completamente omitida de
este versículo.
Apocalipsis 22:14
VRJ—“Bienaventurados los que guardan sus
mandamientos, para que su justicia sea en el árbol de la vida”.
NVI—“Bienaventurados lo que lavan sus ropas,
para que tengan derecho al árbol de la vida”.ijHIj
Colosenses 1:14
VRJ—“En el cual tenemos redención por su
sangre, el perdón de pecados”.
NVI—“En el cual tenemos
redención, el perdón de pecados”.
Este es un asunto serio, como
usted puede observar. En los días del profeta Jeremías, él le dijo a Judá “…porque
la palabra de cada uno le será por carga; pues pervertisteis las palabras del
Dios viviente, de Jehová de los ejércitos, Dios nuestro” (Jer. 23:36). De
esto se tratan las biblias de la Nueva Era, la perversión de las palabras del
Dios viviente.
El redactor en jefe de la Nueva
Versión Internacional hizo esta afirmación, “Esto (hablando de su
traducción) comprueba el gran error que prevalece hoy en día en algunos
círculos ortodoxos protestantes, principalmente el error que la regeneración
depende de la fe…y que para nacer de nuevo el hombre primeramente tiene que
aceptar a Jesús como Salvador” (Edwin Palmer, El Espíritu
Santo, Grand Rapids, Michigan; Baker
Book House, 1974, pág. 83). Esta sola declaración debe producir, en cada
persona que ha aceptado a Jesús como Salvador de su alma y que ha nacido de
nuevo, un rechazo y objeción de esta versión de la Biblia.
Como redactor en
jefe de la NVI, Edwin Palmer también seleccionó a los que servirían en el
comité de traducción. Una de sus selecciones fue la Nueva Era feminista y
declarada lesbiana—Virginia Molenkott, que cree que “Dios es todo inclusivo que
ella está involucrada en cada célula de aquellos que son pensamientos en
su mente y encarnaciones de su imagen (Christian América,
Febrero 1994, pág. 442). ¡Es comprensible por qué no se puede encontrar el
vocablo “sodomita” en la NVI! Se han cambiando los términos para decir “prostitución
sagrada” indicando que solamente la ilícita venta de uno mismo es pecaminoso,
no el acto de sodomía en sí.
La NVI ha cambiado
la verdad de Dios en mentira, convirtiendo la actividad de la homosexualidad en
algo pecaminoso únicamente después de fracturar la ley civil, como en cometer
prostitución o violación. Dios ama a los homosexuales como a todos los otros
pecadores y desea salvarlos de sus pecados, pero Su Palabra todavía dice: “Deje
el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos; y vuélvase á Jehová,
el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en
perdonar” (Is. 55:7). “La conjuración de sus profetas en medio de ella,
como león bramando que arrebata presa: devoraron almas, tomaron haciendas y
honra, aumentaron sus viudas en medio de ella” (Ez. 22:25).
Solamente el Señor
conoce cuántas almas han sido devoradas por biblias falsas. Estimados santos,
hay que permanecer fiel a la Biblia que se ha probado a sí misma ser genuina
para con nosotros, la “Santa” Biblia, la Versión del Rey Jacobo Autorizada del
1611 (para el habla hispana la Antigua Versión de la Biblia en
español de Casiodoro de Reina desde el 1569 hasta el 1909). Ésta
ha llevado a muchos peregrinos a su hogar en el cielo, y hará lo mismo para
todos aquellos que la acepten.
La B-I-B-L-I-A
Es el Libro de mi
Dios,
En Ella siempre
confío yo,
La B-I-B-L-I-A
¡AMÉN!
Los autores de las
nuevas versiones de la Biblia a menudo afirman que sus biblias son traducidas
desde los manuscritos antiguos inasequibles a los traductores del Rey Jacobo,
y, por lo tanto, producen una traducción más precisa. Pero esto no es verdad.
Los manuscritos utilizados para traducir la mayoría de las nuevas versiones de
la Biblia hoy en día representan copias alteradas de la Biblia conocidas como
los manuscritos Alejandrinos. Los traductores del Rey Jacobo tenían
acceso a estos pero los rechazaron porque claramente estaban alterados. Estos
manuscritos, en muchos de los casos, ni siquiera concuerdan los unos con los
otros. Los manuscritos Vaticanus y Sinaitcus son parte de este
grupo y no son confiables. De hecho, solamente en los evangelios no concuerdan
entre ellos más de 3,000 veces. (Una Historia Breve de las Traducciones
de la Biblia de habla Inglés por Dr. Laurence M. Vance).
Nuestra Biblia
del Rey Jacobo fue traducida del “Textus Receptus” o Texto Recibido. Estos
son la mayoría de los manuscritos griegos (casi 5,309) que armonizan el uno con
el otro y han sido aceptados por los cristianos creyentes
de la Biblia a través de los siglos. Mientras el evangelio ha sido
traducido de estos manuscritos a varios idiomas o lenguajes del mundo, Dios ha
honrado y bendecido su uso a través del derramamiento del espíritu de salvación
sobre aquellos que han oído y recibido la Palabra.
Más allá de la
evidencia histórica que separa la genuina Palabra de Dios de las falsas, nos
conviene recordar que el Espíritu Santo es el que fue dado para enseñar a La
Iglesia de Dios y conducirla a toda verdad: “Pero cuando viniere aquel
Espíritu de verdad, él os guiará á toda verdad; porque no hablará de sí mismo,
sino que hablará todo lo que oyere, y os hará saber las cosas que han de venir”
(Juan 16:13).
El Espíritu Santo,
por mucho, es el más grande Erudito de la Biblia. Después de todo, fue Él quien
nos dio la Palabra, “Porque la profecía no fué en los tiempos pasados traída
por voluntad humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados
del Espíritu Santo” (2 Pedro 1:21). La Palabra de Dios no vino a nosotros a
través de la voluntad o sabiduría de hombres pecaminosos y corruptos, sino a
través de hombres santos, hombres de Dios que fueron iluminados por el Espíritu
Santo. El mismo Dios que se movió sobre los escritores originales de la Palabra
se mueve sobre de aquellos que hoy en día desean conocer Su verdad y ser
salvos. El Espíritu Santo no fracasará en conducir las almas sinceras a toda la
verdad si ellas dependen de Él en vez de depender en la sabiduría de este
mundo.
Los hombres que
usan su sabiduría carnal para estudiar la Palabra de Dios no solamente
fracasarán en aprender la verdad sino que intentarán pervertirla y destruirla.
Tan cierto como Pablo dijo, si los príncipes (eruditos) del mundo hubiesen
conocido la sabiduría verdadera no hubiesen crucificado al Señor de gloria (1 Co.
2:7, 8). Tan cierto como lo crucificaron, ¡están determinados a crucificar Su
Palabra escrita!
Los engañadores
modernos han producido una variedad de versiones de la Biblia, cada una
afirmando poseer ventajas únicas sobre la Versión Autorizada, las cuales en
realidad solamente cambian la verdad de Dios en mentira. A los simples les
aseguran que las versiones nuevas son más fáciles de leer y entender, que son
traducidas con más precisión. Pero esto es falso. Están llenas de cambios
sutiles (y a veces no tan sutiles) que desviarán a las almas de la verdad.
“Porque yo protesto
á cualquiera que oye las palabras de la profecía de este libro: Si alguno
añadiere á estas cosas, Dios pondrá sobre él las plagas que están escritas en
este libro. Y si alguno quitare de las palabras del libro de esta profecía,
Dios quitará su parte del libro de la vida, y de la santa ciudad, y de las
cosas que están escritas en este libro” (Ap. 22:18, 19).
Tomando en cuenta
la advertencia solemne de Dios a los que manipulen la Palabra que Él ha
preservado por generaciones, sería sabio que nosotros tengamos cuidado y
evitemos el espíritu que está engañando al mundo con grandes palabras hinchadas
de vanidad en las versiones “nuevas y mejoradas” de Su Palabra.
Dios, que no puede
mentir, prometió hace mucho tiempo que Él iba a preservar Su Palabra en
perfecta pureza a través de las generaciones: “Las palabras de Jehová,
palabras limpias; Plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces. Tú,
Jehová, los guardarás; Guárdalos para siempre de aquesta generación” (Sal.
12:6, 7). Aunque Dios nos ha prometido que iba a preservar la Palabra en
pureza, el objetivo de Satanás es pervertir la Palabra para que los que buscan
la verdad caminen interminablemente porel laberinto de interpretaciones y
traducciones que él suministra. Una parte del plan de Satanás para destruir al
pueblo de Dios incluye esta constante distorsión y corrupción de la Palabra de
Dios. Jamás se había visto un ataque de tal índole sobre la Palabra de Dios
como la que vemos hoy en día, y los ministros (supuestamente) del evangelio le
están ayudando al diablo en este ataque. No es nada raro escuchar o leer la
siguiente declaración hecha por aquellos que se dicen ser ministros del
evangelio:
“Los traductores
del Rey Jacobo hicieron un trabajo deficiente en la traducción de esta
escritura. Lo que en verdad dice aquí es…”.
“Esta es más bien
una interpretación deplorable del vocablo griego. Lo debían haber traducido así…”.
“Por supuesto, los
traductores de la Versión Autorizada no tenían acceso a los manuscritos
antiguos que hoy en día tenemos disponibles. Por lo tanto, están en un gran
error cuando tradujeron esta sección de la Palabra”.
“Obviamente es un
error del copista; recuerde que las escrituras fueron copiadas cientos de veces
y es inevitable que se cometieron algunos errores”.
Las declaraciones
antes mencionadas socavan la Palabra de Dios. En efecto, están diciendo que la
Biblia no es confiable—está llena de errores y equivocaciones y vale más no
confiar en ella.
Hubo un tiempo
cuando simplemente leímos la Biblia y creímos en ella, y cuando se predicaba en
sinceridad y verdad Dios la respaldaba con el poderoso poder del Espíritu
Santo. Hoy nos dicen que solamente los “eruditos” pueden darse cuenta qué
porción de la Biblia es verdad y qué porción es falsa, qué podemos creer y qué
debemos “volver a examinar e interpretar correctamente”. ¡De esta manera se nos
enseña a poner nuestra fe en los eruditos más bien que en la Biblia! Nos llevan
a creer que el hombre común no puede leer la Biblia y entenderla. Debemos
confiar en la sabiduría del hombre (a menudo hombres que ni siquiera son
salvos) en vez de confiar en el evangelio sencillo como Dios nos lo ha dado. No
obstante, la Biblia misma nos advierte en contra de confiar en la sabiduría
humana y nos amonesta a seguir en pos de la sabiduría de Dios, dando lugar al
Espíritu Santo para que obre como nuestro Maestro y Guía, “Para que vuestra
fe no esté fundada en sabiduría de hombres, mas en poder de Dios. Empero
hablamos sabiduría de Dios entre perfectos; y sabiduría, no de este siglo, ni
de los príncipes de este siglo, que se deshacen:…Porque ¿quién de los hombres
sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así
tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros
hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para
que conozcamos lo que Dios nos ha dado; Lo cual también hablamos, no con
doctas palabras de humana sabiduría, mas con doctrina del Espíritu, acomodando
lo espiritual á lo espiritual. Mas el hombre animal no percibe las cosas que
son del Espíritu de Dios, porque le son locura: y no las puede entender, porque
se han de examinar espiritualmente” (1 Co. 2:5, 6, 11-14).
La famosa leyenda
del boxeo, Muhammad Ali, es un musulmán y vigorosamente critica la Biblia
afirmando que está llena de contradicciones. Una vez vi a Ali ondeando la
Biblia en el aire proclamando que tenía 3,000 contradicciones y después se
jactaba que el Corán no tenía ni una sola contradicción.
En una entrevista
con el escritor deportivo Peter Richmond, Ali le pidió a Richmond leer 1
Crónicas 19:18 y 2 Samuel 10:18. En el relato de Crónicas la Biblia dice que
David mató a 7,000 hombres de carro. En el relato de Samuel, éste dice que
David
mató a 700 hombres de carro. Ali declaró (así como muchos otros
incrédulos) esto comprueba que la Biblia tiene contradicciones. Entonces,
¿cuántos hombres mató David 700 o 7,000? ¿En verdad encontramos una
contradicción en estos dos versículos? Averigüemos que es lo que la Biblia dice
en verdad: “Mas los Siros huyeron delante de Israel: é hirió David de los
Siros la gente de setecientos carros, y cuarenta mil hombres de á caballo:
hirió también á Sobach general del ejército, y murió allí” (2 S. 10:18). “Mas
el Siro huyó delante de Israel; y mató David de los Siros siete mil hombres
de los carros, y cuarenta mil hombres de á pie: asimismo mató á Sophach,
general del ejército” (1 Cr. 19:18).
La respuesta es muy
sencilla: Eran 10 varones por carro. Los Siros tenían equipos de carro. Algunos
carros llevaban dos o tres hombres de guerra. Un equipo peleaba, y cuando se
cansaban (o morían) el carro regresaba y salía un equipo nuevo de varones y
caballos. Teniendo 10 varones para cada carro algunos podían alternar en la
pelea, otros podían darles cuidado a los caballos y preparar caballos nuevos
cuando se cansaban o eran lesionados los que estaban en la batalla, y además
podían trabajar en la reparación de los carros. Por lo tanto, cuando David mató
a los 700 hombres de carro en realidad mató a 7,000 hombres porque cada carro
llevaba 10 varones.
Aquí está otro
ejemplo de la supuesta contradicción de la Biblia del Rey Jacobo. En
referencia al mar de fundición hecho por Salomón encontramos estos dos relatos:
“El grueso del mar era de un palmo, y su labio era labrado como el labio de
un cáliz, ó de flor de lis: y cabían en él dos mil batos” (1 Reyes
7:26). “Y tenía de grueso un palmo, y el borde era de la hechura del borde
de un cáliz, ó flor de lis. Y hacía tres mil batos” (2 Cr. 4:5).
¿Cuánto liquido
contenía el mar de fundición, 2,000 o 3,000 batos? ¿Será esta una
contradicción? No, de ninguna manera. Estudie detenidamente las Escrituras. En
Crónicas encontramos que cabían 3,000 batos, pero en Reyes encontramos que en
el mar cabían 2,000 batos. La capacidad máxima era 3,000 batos según Crónicas,
pero solamente 2,000 batos fueron usados cuando Reyes hace referencia a lo
mismo. De ninguna manera hay una contradicción.
Aquí está otra
“contradicción” en la Biblia del Rey Jacobo. “Y murieron de aquella
mortandad veinte y cuatro mil” (Nm. 25:9). “Ni forniquemos, como
algunos de ellos fornicaron, y cayeron en un día veinte y tres mil” (1
Co. 10:8).
¿Cuántos murieron
de la plaga en el desierto? El registro del Antiguo Testamento en el libro de
Números dice que 24,000 personas murieron de la plaga, pero en el libro de
Corintios del Nuevo Testamento se hace referencia a 23,000 muertos. ¿Pueden los
dos registros ser verdad? Ciertamente ambas declaraciones son totalmente
verdad. En la plaga murieron 24,000, pero 23,000 murieron en “un día”. Esto
significa que los otros 1,000 murieron de la enfermedad el día siguiente.
Observemos una
última supuesta contradicción de la Palabra de Dios. ¿Cómo murió el rey Saúl? “Entonces
dijo Saúl á su escudero: Saca tu espada, y pásame con ella, porque no vengan
estos incircuncisos, y me pasen, y me escarnezcan. Mas su escudero no
quería, porque tenía gran temor. Entonces tomó Saúl la espada, y echóse sobre
ella. Y viendo su escudero á Saúl muerto, él también se echó sobre su
espada, y murió con él” (1 Samuel 31:4, 5). Cuando el Amalecita habló con
David le contó esta historia: “Y él me volvió á decir: Yo te ruego que te
pongas sobre mí, y me mates, porque me toman angustias, y toda mi alma está aún
en mí. Yo entonces púseme sobreél, y matélo, porque sabía que no podía
vivir después de su caída: y tomé la corona que tenía en su cabeza, y la ajorca
que traía en su brazo, y helas traído acá á mi señor” (2 Samuel 1:9, 10).
¿Cometió suicidio
Saúl o lo mató el Amalecita? ¡Él cometió suicidio! El Amalecita estaba
consciente que Saúl era un enemigo de David, y buscaba una recompensa de David.
Así que mintió y dijo que él había matado a Saúl. Pero en vez de recibir una
recompensa, David lo mató por haber tocado al ungido de Dios.
Estimados santos, no hay contradicciones
en la Biblia solamente en las mentes de hombres carnales cuya sabiduría
terrenal los desvía. Dios ha preservado Su Santa Palabra a través de las edades
y nosotros tenemos la bendición de tenerla a nuestra disposición hoy. No se
deje engañar por la falsedad que corrompe la verdad. En la verdadera Palabra de
Dios hay vida eterna: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de
incorruptible, por la palabra de Dios, que vive y permanece para siempre” (1
Pedro 1:23).
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