CAPITULO SEIS
UN OASIS EN EL DESIERTO
El relato de cómo Dios guió Su pueblo a través del árido desierto de cambios mundanos no estaría completo si no habláramos acerca del oasis que Dios plantó en ese desierto yermo y sin aguas. Los caminos de Dios muchas veces son extraños para nosotros y no siempre podemos entenderlos a plenitud. El siempre ha tenido a alguien en cada era y generación que salga en defensa de la justicia y la verdad. Tales personas estarán determinadas a cavar profundamente hasta llegar a la fuente de agua que da vida y arraigarse firmemente en Dios. Al hacerlo, servirán de estímulo y fortaleza para los que vayan viajando por sendas yermas y áridas.
En Su infinita sabiduría, Dios había levantado un pueblo tal antes del tiempo de los Preocupados para tenerlo listo para su obra especial. Este grupo de personas adoraban en una iglesia local pequeña en la ciudad de Cleveland, Tennessee. Dios comenzó a unir esta congregación siete años antes de que la Asamblea Solemne fuera citada. Estos hermanos fueron llevados a una iglesia local que estaba casi por desaparecer debido a la falta de miembros y liderato. Dios los nutrió y dirigió compasivamente paso a paso hacia un estado de espiritualidad intensa con EL.
Dios no escogió trabajar a través de esta iglesia por el hecho de que fuera un grupo pequeño. El había extendido la misma invitación a otras iglesias que habían rehusado Su llamado. Un mensaje en lenguas y su interpretación dado el día 5 de marzo de 1989 fue enviado a una iglesia más grande en Cleveland. El mensaje decía: ''Este es el tiempo de Mi Espíritu Ha sido enviado de nuevo para concluir lo obra que estoy ejecutando sobre la tierra. Seguidle sobre vuestras rodillas. No paséis por alto esta oportunidad No os levantéis con arrogancia. No confiéis en vuestro propio entendimiento, ni tampoco en vuestras fuerzas. De cierto que os fallarán, como ya os han estado .fallando. Yo soy vuestra .fortaleza. Yo soy vuestra seguridad. Prestad atención a Mi Espíritu. Obedeced Su Palabra. Esta es Su dispensación. La Obra será terminada en breve. No ignoréis Su visitación, pues no habrá otra semejante. Yo vuestro Dios he hablado". Después que esta congregación y algunas otras rechazaron Su llamado, el Espíritu se volvió a otra que estuviera dispuesta a obedecerle y buscar Su rostro en preparación de sí mismos para una misión especial.
La oración es el canal a través del cual uno puede comunicarse con Dios y descubrir Su voluntad. Después de encontrarla, la oración seguirá siendo el canal para seguir aprendiendo a someterse a tal voluntad. Dios se mueve en respuesta a la oración. Cuando la profecía predice que un evento ocurrirá, entonces la oración viene a ser la chispa que encie11dc el combustible que hace que ésta se verifique. Cuando llega el tiempo apropiado para que Dios ejecute Su obra. El se moverá a través de una o más personas a quienes ya haya citado mediante Su llamado y unción divina para orar por lo que habrá de ocurrir. A medida que ora u oran, Dios contesta ejecutando Sus grandes milagros.
Al escoger esta iglesia local. Dios no estaba desechando las demás, ya que El obra a través de las personas que se sometan a Su voluntad. Por razones desconocidas sólo para. Dios, El escogió tilla iglesia local a través de la cual hacer un llamado a la Iglesia general como un todo para congregarse en una Asamblea Solemne con el propósito de liberar a Su pueblo milagrosamente de la apostasía y opresión humana.
La Iglesia Local del Sur de Cleveland fue congregada por Dios para una obra ungida y especial. A medida que orábamos y buscábamos a Dios. El comenzó a hablarnos de maneras misteriosas en ocasiones. El primer mensaje digno de notar dirigido a la Iglesia fue durante la Primavera del 1989. El nos habló diciendo: «Dirijan en oración". Unas cuantas semanas más tarde, el Pastor recibió una carta del Supervisor del Estado de Tennessee para que la Iglesia Local del Sur de Cleveland estuviera a cargo de dirigir la Convención de Estado en la primera sesión de oración y devocional. Esta fue una confirmación de un llamado santo sobre una iglesia local hacia un ministerio especial de oración.
Nuevamente, durante el verano del 1989, Dios habló a la Iglesia concerniente al advenimiento de una tormenta. No pasó mucho tiempo cuando el huracán Hugo azotó la costa de Carolina del Norte causando millones de dólares en pérdidas. Menos de un año después, una tormenta espiritual comenzó a hervir dentro de la Iglesia. La furia de dicha tormenta se desató durante el mes de mayo de 1990, cuando nuestro anciano Supervisor General fue reemplazado de su oficio. Tal acto culminó con la reorganización de La Iglesia de Dios en el mes de julio de 1993. Otra tormenta de naturaleza política se desató durante este periodo, la guerra de oriente medio que envolvió a varias naciones, incluyendo a los Estados Unidos. La Tormenta del Desierto, corno se le denominó, fue peleada en la primera parte del 1991. Estas tom1entas políticas y naturales nos hicieron entender la naturaleza de la tormenta espiritual que azotaría la Iglesia de Dios. Ellas también sirvieron para confirmar la Palabra Profética de Dios que nos había predicho respecto a la tom1enta que vendría sobre la Iglesia.
Durante un avivamiento en el mes de octubre de 1989, en un servicio devocional del día 17 de dicho mes, Dios nos habló lo siguiente: •'Sacudiré la tierra y los cielos también, a fin de eliminar aquellas cosas que no tienen fundamento y las que están bien cimentadas, permanecer/m". Nos regocijamos con tal mensaje, sin comprender completamente el significado del mismo. Cuando regresamos a nuestros hogares después del servicio, nos sorprendimos ante las noticias anunciadas por televisión relativas al gran terremoto que había sacudido la ciudad de San Francisco, California. Hay una diferencia de tres horas entre la hora de Tennessee y la de California. A nuestra mejor habilidad, pudimos figurar la hora del mensaje con la hora en que ocurrió el terremoto o temblor de tierra. Este desastre azotó a San Francisco poco antes del juego de pelota de la Serie Mundial que estaba programado para jugarse allá durante esa noche. Una sacudida espiritual estaba por verificarse en La Iglesia de Dios, y El nos estaba avisando al respecto; nuevamente nos confirmó Su Palabra usando un evento natural.
El Espíritu Santo habló a nuestra congregación muchas veces acerca de cosas que estuvieron interrelacionadas con los eventos del tiempo en que estaríamos viviendo. El mensaje del Espíritu Santo que nos llamó a congregamos en una Asamblea Solemne confirmó el hecho de que Dios en realidad había levantado nuestra pequeña congregación para una obra especial, la de llamar a la Iglesia general a una Asamblea Solemne para buscar a Dios a fin de que tomara nuestra alianza de vuelta a El. En este mensaje, el Espíritu Santo dijo: "No miréis a los Preocupados con tono de burla. Yo los he levantado para realizar una obra .. .pero he aquí pueblo mío, os digo: La obra que os he llamado a realizar es aún mayor. Porque así dice .Jehová Dios, os pido que convoquéis a todo Mi pueblo junto para que se organicen como La Iglesia de Dios".
Los Preocupados fue el instrumento usado para hacer que el remanente se congregara mientras la Iglesia Local del Sur de Cleveland fue el instrumento en que los Preocupados y la Iglesia completa se concentraran en la precisa voluntad de Dios. Seria casi imposible relatar acerca de todas las cosas que evolucionaron en nuestra congregación local. No obstante, sólo mencionamos unas cuantas para demostrar el cómo Dios estuvo obrando en nuestros medios. Los siguientes extractos de un mensaje del Espíritu Santo es un ejemplo típico de la manera en que Dios nos estaba preparando para la obra especial de usar nuestra Iglesia como un medio para citar la gloriosa Asamblea Solemne que rompería el yugo de opresión que se ceñía sobre nuestros cuellos, y así volver a estar libres una vez más. Este mensaje e interpretación fue pronunciado el 17 de enero de 1990. "Mis hijos, os dije que en breve, me movería. Vosotros no comprendéis este movimiento, pero os pido que estéis atentos a Mi obra, ya que haré cosas grandes entre vosotros. He escogido a muchos sobre quienes he obrado de modos extraños. Ellos sufrirán mucho, pero cuando Mi gloria venga, seré glorificado por ellos. He escogido a los que se han preparado a sí mismos para el tiempo en el cual me moveré, pues tus guiaré a Lugares que muchos desconocen, y ellos podrán soportar las cosas por las cuales habrán de pasar. No temáis, manada pequeña No temáis. Buscad mi rostro continuamente. Ejecutaré la gran obra que os dije. Muchos han determinado jugar sus propios juegos. Pero yo todavía estoy obrando entre vosotros; buscad mi ros/ro. Cuando las cosas os estén yendo mal, orad, llevad lodo al trono de la gracia, y la respuesta vendrá. No llevéis vuestras preocupaciones al mundo. El mundo no os podrá dar nada, pero Yo sí puedo derramar Mis bendiciones sobre vosotros. Mis hijos, alzad vuestros ojos al cielo, porque nuestra redención está cerca".
Un ministerio de pañuelos ungidos fue iniciado y continuó a través de toda la Asamblea Solemne. Muchos pañuelos fueron ungidos en oración y enviados a personas enfermas que vivían bien lejos. Dios bendijo este ministerio y muchos testificaron haber recibido sanidad divina. Más de 3 mil pañuelos ungidos en oración fueron preparados por la Iglesia del Sur de Cleveland y llevados a la Asamblea Solemne.
El ministerio de oración y creencia en Dios para la ejecución de una obra especial, la cual dijo que haría, fue sazonada con predicaciones y enseñanzas ungidas de la Palabra de Dios entre nosotros. Muchos acontecimientos insólitos ocurrieron durante esos años de preparación y espera en Dios. Es más que suficiente mencionar estos pocos eventos aquí como un medio descriptivo para comunicar al lector el magno movimiento de Dios sobre esta congregación, la cual no era una perfecta. El estado perfecto del Cuerpo todavía no ha sido logrado. Sólo nos humillamos como congregación, con el propósito de obedecer a Dios a nuestra mejor habilidad. Dios, por decreto divino, había determinado usamos para Su propósito divino. Lo menos que uno podría hacer bajo tales circunstancias, era obedecer a Dios. Este en realidad era nuestro único fin. El ser una parte de esta congregación sencilla ha sido un privilegio humilde, aunque extraño.
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