ADHERENCIA:
Parte 1
En este
artículo, “ADHERENCIA” es usada para describir el proceso en cuanto una persona
hace notorio que existe una iglesia local antes de hacerse miembro. No
incluiría pastorear, disciplinar, o perfeccionar después de que viene a ser miembro. Una palabra más inclusiva “asimilación” es
comúnmente usada por algunas denominaciones que creen que su uso es
relativamente nuevo. Actualmente, F.J.
Lee uso el termino en la 15ª Asamblea en el año 1920. “Leeré el siríaco, pues lo expresa un poco
más completo. "Porque vosotros, hermanos míos, se asimilaron a las
iglesias de Dios en Judea…” (1 Ts. 2:14).
“Asimilar” es tomado de “a” y “similar,” para convertirlo en una
substancia como si fuera, asi como la comida se asimila a nuestro cuerpo…. Habían sido parte de la iglesia; estaban en
perfecta confraternidad con la iglesia, y la iglesia con ellos.” La versión del Rey Jacobo dice, “Porque
vosotros, hermanos, habéis sido imitadores de las iglesias de Dios en Cristo
Jesús que están en Judea…” (1 Ts. 2:14).
Muchas personas
entran por nuestras puertas de la iglesia que paran de atender, pocos se añaden
a la Iglesia. ¿Qué podemos hacer para
ayudarles para que vayan de punto “A” (conscientes que la iglesia existe) a
punto “B” (membresía de la iglesia)? Recuerde
la Parábola del Sembrador y como la simiente cayó “por el camino… cayó en
pedregales,… cayó en espinas…” o “… en buena tierra…” (Mat. 13:4-8). Pero esto no desmina nuestra preocupación,
pues hay almas en riesgo.
En Lucas 15:2
los Fariseos y escribas murmuraron contra Jesús, diciendo, “Este á los
pecadores recibe, y con ellos come.” En
respuesta, Jesús habló en una parábola diciendo, “¿Qué hombre de vosotros,
teniendo cien ovejas, si perdiere una de ellas, no deja las noventa y nueve en
el desierto, y va á la que se perdió, hasta que la halle?” (Lucas 15:4). Estaban culpando a Jesús por “ADHERENCIA”.
¿Cuándo Jesús le
dijo a Simón Pedro que arrojara la red al lado derecho del barco y Pedro pesco
una multitud de peses, no cree que una “ADHERENCIA” tomo lugar entre Jesús y
sus compañeros de pesca?
Miembros de la
Iglesia Primitiva “y vendían las posesiones, y las haciendas, y repartíanlas á
todos, como cada uno había menester. Y perseverando unánimes cada día en el
templo, y partiendo el pan en las casas, comían juntos con alegría y con
sencillez de corazón, Alabando á Dios, y teniendo gracia con todo el pueblo. Y
el Señor añadía cada día á la iglesia los que habían de ser salvos” (Hch
2:45-47). ¡Que hermosa foto de
“AHERENCIA”!
Pablo escribió,
“Por lo cual, siendo libre para con todos, me he hecho siervo de todos por
ganar á más. Heme hecho á los Judíos como Judío, por ganar á los Judíos; á los
que están sujetos á la ley (aunque yo no sea sujeto á la ley) como sujeto á la
ley, por ganar á los que están sujetos á la ley; A los que son sin ley, como si
yo fuera sin ley, (no estando yo sin ley de Dios, mas en la ley de Cristo) por
ganar á los que estaban sin ley. Me he hecho á los flacos flaco, por ganar á
los flacos: á todos me he hecho todo, para que de todo punto salve á algunos. Y
esto hago por causa del evangelio, por hacerme juntamente participante de él”
(1 Cor. 9:19-23).
Así como Jesús fue
a la orilla del mar y a la mesa de los pecadores La Iglesia Primitiva de casa
en casa, y Pablo de país a país por la causa de “ADHERENCIA”, así como hemos
sido encomendados a ir “por todo el mundo” (Marcos 16:15) y “ve por los caminos
y por los vallados, y fuerza los á entrar, para que se llene mi casa” (Lucas
14:23). La Iglesia de Dios debe ser
insolada, pero no aislada. Si fuésemos a
invitar personas, el fruto y los dones del Espíritu Que mora en nosotros los
compelerá a venir.
Debemos ser como
Andrés que invito a que su hermano se viniera a Jesús (Juan 1:40-42). Considere el estudio que se ha conducido por
el Crecimiento de la Iglesia, Inc. De Monrovia, California. Adonde les preguntaron a más de 42,000
cristianos, “¿Qué o quién fue responsable de que tu vengas a Cristo y asistas a
tu iglesia?” Más de 75% compartieron que fue un relativo o un amigo (Win Arn y
Charles Arn. La Maestría en Crear Discípulos. 1982. Grand Rapids: Baker 1998.
Pp. 45-46).
Un edificio
bonito, un buen letrero, anuncios en las Páginas Amarillas, noticiero,
carteleros, hojas informativas, mensajes de texto, llamadas telefónicas,
llamadas frías, etc. Puede resultar en atraer algunos a un servicio local, pero
“ADHERENCIA” solamente toma lugar como una relación con otras personas. El plan
de Dios es que el hombre invite al hombre. Ninguna invitación es más efectiva
que la de un amigo o un relativo.
Por fe, debemos creer
que visitantes vendrán a la iglesia.
Debemos prepararnos para recibir “compañía” creando una atmosfera de bienvenida. Provea materiales imprimidos cerca de la
entrada informando acerca de los eventos cercanos, varios ministros de la
iglesia, etc. Los que dan la bienvenida
deberán estar cerca de las puertas y los ujieres deberán asistir en guiarlos a
sus clases, baños, enfermería, etc. Los
Pastores deben motivar a los miembros que lleguen temprano y se familiaricen
con la gente nueva que este sentada cerca de ellos.
Las primeras
impresiones pueden determinar si los visitantes regresan o no. Formaran ciertas opiniones mientras entran en
el edificio. Si nos perciben amigables,
amorosos, una iglesia cuidadosa, los atraerá como un imán. Muchos miembros
puedan dar testimonio de tal experiencia.
Asegúrese de
anotar el nombre del visitante, número telefónico, y su dirección en una
tarjeta de visitante o en un libro de visitas. Dar seguimiento es una parte
importante en el proceso de la “ADHERENCIA”.
Según Herb
Miller, el autor de Como Crear una Iglesia Magnetica (Nashville: Abingdon,
1987, pp. 75-760), cuando los miembros, en lugar del pastor, toman quince
minutos para visitar con las visitas:
85% de los
visitantes regresan si son visitados en 36 horas
60% de los
visitantes regresan si son visitados en 72 horas
15% de los
visitantes regresan si son visitados en 7 horas
Si el pastor
hace la visita en lugar de la persona
El % es cortado
en mitad.
Las visitas no
tardan más de quince minutos. Su
propósito es (1) familiarizarse, (2) contestar cualquier pregunta concerniente
a la iglesia, (3) aprender acerca de sus necesidades religiosas, (4) dejarles
información que describa la iglesia, y (5) invitarlos una vez más.
En el mundo
denominaciónal, no es común que el visitante reciba una carta, un correo
electrónico, y una o tres llamadas telefónicas, después de una semana de su
visita.
Pueden recibir
galletas recién hechas o un pastel de amistad en su hogar.
Herb Miller dice
que un promedio de 12% de los visitantes eventualmente vienen a ser miembros de
la iglesia. Según Marshall Shelley (De los Editores,” Liderazgo 11.4 (1990 p.
3), un estudio denominacional mostro que más de 75% de asistentes que se
convirtieron inactivos fue porque no tuvieron un sentir de adherencia. Según Robert Orr (“El Primer Año,” Net
Resultados 12 3 (1991) p. 6), estos recién llegados no encontraron satisfacción
en una o más de las siguientes preguntas: “¿Puedo desarrollar amigos en esta
iglesia?” “¿Adónde la encuentro?” ¿Estoy
necesitado?”
Un estudio de
quince iglesias en el área de Portland, Oregón declaro, “La discrepancia más
sorprendente entre las respuestas de los líderes de la iglesia y los cristianos
nuevos se relacionaron en por que gente que no tiene iglesia fue atraída a la
iglesia. El predicar, y un ambiente amigable fueron dos de las cuatro
categorías que fueron mencionados por los líderes de la iglesia. Sin embargo, ninguna categoría recibió más de
dos respuestas de los cuarenta y cinco cristianos que fueron entrevistados. Una
invitación personal fue el factor más importante en atraer gente nueva a la
iglesia; sin embargo, cuando se les pregunto, ¿“Por qué te quedaste?” las
respuestas mayores de los cristianos nuevos fueron su amabilidad, la
predicación, y su cuidado. Los líderes
de la iglesia deben realizar que aunque estos no fueron los factores por la cual
ellos vinieron, fueron importantes grandes por la cual ellos decidieron
quedarse” (Copyright 2002 por David Durey. Una disertación doctoral, Atraer y
asimilación de los que no creen en el siglo 21, p. 139).
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