martes, 19 de diciembre de 2017

MANTENIENDO A CRISTO A LA VISTA

Sentimos un profundo sentimiento de preocupación por la paz, la pureza, y el progreso de la Iglesia, la cual es la institución mas importante y significativa en el mundo, y tiene una tremenda responsabilidad de Dios de “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16). Con ese pensamiento en la mente, he escrito y compartiré lo siguiente.

Un hombre estuvo presente en un ensayo para una banda de masa de 500 piezas en un festival de bandas donde varios miles de músicos se reunían anualmente.

El maestro de esta gran banda fue el director de banda más importante de su época. Durante algún tiempo en el ensayo, los miembros del grupo se sentaron fascinados por las maravillas que se estaban trabajando con tales instrumentos. Pero de repente este maestro de bandas paró el ensayo para dar algunas instrucciones a la sección de trompetas, y cerró sus observaciones diciendo, “Caballeros, si usted no puede mirarme, usted está tocando mal.” Luego continuó el ensayo y la música que antes había sonado bien ahora parecía perfecta por este esfuerzo. Los muchachos se olvidaron de todo, excepto del hecho que estaban tocando en la banda de un gran maestro, y ellos mantuvieron sus ojos en él.

Al igual que esta banda de masas con su gran director de banda, hay momentos en los que el Gran Maestro de Bandas del cielo observa que estamos fuera de armonía y estamos tocando mal. Esto tiende a suceder por la misma razón que les sucedió a estos caballeros. Algunos han quitado sus ojos de Jesús–los han puesto en un problema o en una persona. Si bien es preocupante para Él que no estamos en armonía unos con otros, es aun mas grave que por este hecho no estamos en armonía con Él, El oró al Padre en Juan 17:21-23, “Para que todos sean una cosa; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean en nosotros una cosa: para que el mundo crea que tú me enviaste. Y yo, la gloria que me diste les he dado; para que sean una cosa, como también nosotros somos una cosa. Yo en ellos, y tú en mí, para que sean consumadamente una cosa.”

Aunque Él mira la inmensa muchedumbre, Él no juzga por lo que ve–Su oído está atento al sonido que está siendo hecho por el corazón, y Él está escuchando el sonido armonioso de unidad de GOBIERNO, DOCTRINA y PROPÓSITO. Creo que Dios dijo a Samuel “Porque Jehová mira no lo que el hombre mira; pues que el hombre mira lo que está delante de sus ojos, mas Jehová mira el corazón” (1 S. 16:7), y Jesús dijo, “Porque de la abundancia del corazón habla su boca” (Lucas 6:45). Vea, podemos ver en parte, pero gloria a Dios que Él está escuchando el sonido de nuestros corazones y cuando algo está fuera de tono, Él es capaz de decir, “¡DETENTE! Si no puedes verme, estás tocando mal.”

Jesús dijo, “Les he dado tu palabra” (Juan 17:14) y esa Palabra es la regla de fe de La Iglesia de Dios y todos debemos mantener nuestros ojos en Él o nos encontraremos “tocando mal” y fuera de armonía con Cristo y unos con otros.

Probablemente no hay nadie mejor calificado que un director de banda para saber si el grupo está o no en armonía. Sus muchos años de experiencia dirigiendo y su agudo conocimiento de las notas y sonidos musicales le permiten escuchar una banda fuera de armonía, mientras que la multitud de espectadores, e incluso los miembros de la banda, parecen sentir que todo suena bien y todos están tocando bien. Pero el excelente director de banda no se conformará con una banda bien sonora; Él hace todo lo posible para llevar el ritmo armonioso y el sonido a la perfección. Él sabe que la única manera que esto sucederá es si todos en esa banda de masa mantienen sus ojos en él mientras dirige.
¡En este gran ensayo de la vida, Jesús el Gran Maestro de Bandas, no se conformará con nada menos que el perfecto y armonioso ritmo y el sonido de un Poderoso Ejército con estandartes! Debemos mantener nuestros ojos en Él y en Su Palabra, todos –miembros y ministros igualmente–debemos ser fieles a todas las enseñanzas bíblicas, la doctrina de la Iglesia y las recomendaciones de Asamblea, o pronto estaremos fuera de armonía. Él no sólo tiene las hojas de música, por así decirlo, por las que Él dirige el sonido de esta banda, sino que Él, Cristo, es de hecho el Autor de toda la música a la que deben tocar nuestros tambores y deben tocar nuestras trompetas. Él tiene pleno conocimiento y es capaz de juzgar correctamente si estamos en armonía o no a pesar de lo que todos piensan, o lo que pensamos.

Pablo el apóstol, este “perito arquitecto” de la Iglesia, como él lo llevó a cabo por la guía divina y la autoridad para la Iglesia de Dios, dijo estas preguntas: “¿Fué crucificado Pablo por vosotros? ¿o habéis sido bautizados en el nombre de Pablo?” (1 Co. 1:13, 14), y, “¿Qué pues es Pablo? ¿y qué es Apolos?” (1 Co. 3:5). Allí en esa Iglesia de Corintios ellos tenían un montón de cosas sucediéndoles. Ellos tenían la gracia de Dios, fueron enriquecidos por Él–ricos en doctrina, enseñanza y palabra. Ricos en conocimiento y sabiduría moral, esta Iglesia tenía el testimonio de Cristo confirmado por la predicación de Pablo, sin duda confirmada por señales y maravillas. Rodeado por millones de personas en esa ciudad, la Iglesia parecía sobresalir a todos– Pablo dijo, “De tal manera que nada os falte en ningún don” (1 Co. 1:7). Quizás ellos tuvieron fe, sanidad, milagros, profecía discernimiento de espíritus, diversas lenguas e interpretación de lenguas. Esta Iglesia ha sido llamada a la maravillosa comunión de Su Hijo.

Pablo dijo en sus escritos, “santificados en Cristo Jesús”—esta fue su descripción de los que componían esta iglesia. Aparentemente, esta iglesia tenía el testimonio de que era una iglesia santificada. Seguramente, los miembros de esta iglesia mostraban la vida santificada ante todas las personas. Ellos mostraban el Fruto del Espíritu, y Dios estaba en control de su vida cotidiana en la medida en que el apóstol tiene este testimonio– ¡fueron santificados! Ese es un buen testimonio para que cualquier iglesia local lo tenga hoy. ¡Ese es un buen testimonio para que toda la Iglesia de Dios lo tenga–¡que ella es una Iglesia santificada!

Pablo dijo, “llamados santos.” Una persona puede no conocer los motivos o motivos por los que Dios lo llama y Jesús lo salva, pero no hay duda sobre el propósito de ese llamamiento y redención. Es “guardarse sin mancha de este mundo” (Stg. 1:27). Estar sin mancha e irreprensibles ante Él–ser un santo de Dios.

Todo parecía bien, como una banda bien sonora. Para al ojo inexperto y el oído inexperto, no se podía pedir nada más.

Entonces, ¿Por qué las preguntas penetrantes? ¡Fue porque mientras ellos pudieron haber estado haciendo un sonido decentemente bueno ante muchos, ante los oídos del el Gran Maestro de Bandas no estaban en perfecta armonía, perfecta unidad, y perfecto amor! Aquí era algo que ellos estaban fallando en ese momento en el tiempo, esto fue para presentar un frente unido para un objetivo común. Este hombre Pablo dijo, “Porque me ha sido declarado de vosotros” (1 Co. 1:11); en otras palabras, “He escuchado el sonido de una banda sin armonía. Hay algunos que quieren tocar la música de Apolos. Hay algunos que quieren tocar la música de Pablo. Hay algunos que quieren tocar la música de Cefas. Hay algunos que quieren tocar la música de Cristo.” Por supuesto parafraseando. Había el sonido de la división, el sonido de la contienda, el sonido de pelea, murmullos, susurros, envidia, ira, contiendas, protuberancia, turbación (2 Co. 12:20) en la Iglesia de Dios.

La Biblia dice, “Y os rogamos, hermanos, que reconozcáis a los que trabajan entre vosotros, y os presiden en el Señor, y os amonestan: Y que los tengáis en mucha estima por amor de su obra. Tened paz los unos con los otros” (1 Ts. 5:12, 13). Por supuesto, debemos dar a nuestros líderes y ministros este tipo de reverencia y honor– eso es lo que la Biblia enseña, pero no en la medida en la que nuestra esperanza y confianza sea transferida de la Cabeza de la Iglesia a un hombre, no importa cuánto Dios lo use.

Pablo no quería decir que se trataba de “partidos” o “facciones” entre ellos. No. Pero esta palabra división es “schisma” que correctamente significa “despedazar o rasgar.” Él estaba señalando que había una “rasgadura” en la unidad de la Iglesia. Así que les ruega que dejen de separarse. Él les suplica que dejen de rasgar el Cuerpo de Cristo.

¡Los ministros de Dios no han sido colocados en la Iglesia para que ellos puedan convertirse en nuestros representantes, sino embajadores de Cristo! Los evangelistas, pastores y maestros tienen un trabajo que hacer para Dios– “para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo; hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la edad de la plenitud de Cristo” (Ef. 4:11-13).
Ninguno de estos hombres mencionados fue acusado o culpable de predicar algo doctrinalmente erróneo. Estoy seguro de que todos ellos tenían su forma única de presentar el evangelio y predicar el mensaje de “todas las cosas,” pero nada de eso fue un descalificador. Entonces, ¿Por qué la selección de un hombre? Por qué motivos ellos escogieron a un hombre y luego dijeron “Yo soy de uno o de otro”. Ciertamente no fue porque ninguno de los hombres antes mencionados estaba tratando de ganar algún tipo de voto popular entre la gente. Y nunca debería ser así hoy tampoco. Que Dios nos ayude que ningún ministro o líder en la Iglesia sea hallado culpable de un crimen tan horrible. Dios nos ayude a que ningún predicador del evangelio y ministro licenciado de la Iglesia no se permita jamás jugar en este espíritu erróneo.

El problema era la carnalidad en la Iglesia. Parecería que algunos habían errado en su enfoque y puesto sus ojos en un hombre. ¿Podría ser que algunos tuviesen interés personal, metas e ideas acerca de cómo ciertas cosas deberían ser llevadas a cabo en la Iglesia y, sin embargo, aunque estos fueran ministros de Dios, estos hombres podrían proteger esos intereses?

Queridos hermanos, quiero que sepan que esta parte del mensaje fue escrita especialmente con muchas lágrimas, oración y agonía ante el Señor. Ojalá pudiera predicar o compartir algo más. Si por mi fuera podría muy bien predicar algo diferente. Dios conoce mi corazón; le he orado y le he dicho que no quiero interponerme en Su camino. Dios sabe que luché con esto. No estoy diciendo que todos en La Iglesia de Dios son culpables de esto, pero percibo que hay suficiente de esto en curso que merece que lo mencione aquí en esta Asamblea.

Veo la iglesia local de Corinto, y La Iglesia de Dios de hoy como un todo, y hago esta comparación. Esta iglesia tuvo la oportunidad, sí la posibilidad, de logar grandes cosas para Cristo, pero este espíritu contencioso, este espíritu divisivo, se le había permitido arrastrarse entre sus medios. No se habían protegido en contra y ahora estaba causando estragos.

Lo que empezó como un pequeño rebaño que tenía la misma mente, el mismo juicio y el mismo interés, y se caracterizaban por ser hospitalarios, humildes, fieles trabajadores de Dios, convirtiendo almas al Señor y cuidándose uno al otro, habían crecido en número y en fama, pero habían permitido la infiltración de un espíritu perjudicial a su bienestar. No sólo se permitía, sino que se estaba tolerando. ¿Se olvidaron de que era una Iglesia para todos? ¿Olvidaron que no era una Iglesia por pasillo, vecindario, distrito, estado o región? No tengo ninguna duda de que la gran mayoría de nuestros ministros y miembros tienen una gran preocupación por el bienestar y crecimiento de la Iglesia. Estoy convencido en mi corazón de que casi todos los ministros están dispuestos a hacer su parte para contribuir a la paz, a la pureza, el progreso y a la perfecta unidad del Espíritu y la fe.
Oh cómo aprecio los escritos de este hombre Pablo, y cómo Dios pudo usarlo. Lo vemos como el “Gran Apóstol Pablo,” ¡Pero aquí él recuerda que no fue él quien fue crucificado por ellos, sino Cristo! ¡Que no fue él quien compró la Iglesia, sino Cristo! ¡Que no fue su palabra la que predicó, sino la Palabra Cristo! ¡No habían sido bautizados en el nombre de algún gran ministro u obispo, sino en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo! Sin espíritu altanero, sin ninguna altivez, él simplemente dirige a todos a Jesucristo—de nuevo a Su Palabra y testimonio. En esencia, él está diciendo, “yo no soy nada, Apolos es nada.” Esto es verdad de nosotros hoy; todos somos nada—sólo siervos e instrumentos en la mano de Dios. Al igual que Pablo y Apolos, todos estamos trabajando juntos para, y con Dios.

¿Me pregunto si no nos haría bien echar un buen vistazo y ver si cada uno de nosotros puede mirar a Jesús desde la posición que estamos tocando hoy en día?

Siento que debo alentar fuertemente a todos los miembros y al ministerio entero de La Iglesia de Dios a permanecer cerca de Jesús y abrazar todo lo que tiene que ofrecer Su Palabra. Escuche atentamente con su corazón y oídos espirituales a la voz del Hijo de Dios, reciba las instrucciones dadas a través de esta gran Asamblea. ¡Trabaje para el Maestro! ¡Trabaje para el Maestro! Mantenga a Jesucristo a la vista y el sonido que la Iglesia hace al presente pronto será el sonido perfecto de unidad y armonía en Espíritu y fe mediante la ayuda de Dios y nuestros esfuerzos voluntarios. Seguramente esforzándonos juntos hacia este fin, y con Cristo a la vista, rápidamente olvidaremos todas las distracciones e interferencias que nos quiten la atención de la causa que hemos abrazado y, como esos muchachos de la banda, nada será más importante sino el hecho de que somos parte de la banda que está tocando las letras compuestas por Cristo el Gran Maestro de Banda. Qué diferencia hace cuando somos dirigidos mantener a Cristo a la vista.

“Os ruego pues, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya entre vosotros disensiones, antes seáis perfectamente unidos en una misma mente y en un mismo parecer” (1 Co. 1:10).

Obispo Oscar Pimentel, Supervisor General de La Iglesia de Dios

CRISTO, EL SALVADOR DEL CUERPO

“Y viniendo Jesús a las partes de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del hombre? Y ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; y otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. El les dice: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Y respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces, respondiendo Jesús, le dijo: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás; porque no te lo reveló carne ni sangre, mas mi Padre que está en los cielos. Mas yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella” (Mateo 16:13-18).

“Edificaré mi iglesia,” Siento, son algunas de las palabras más consoladoras que el Salvador ha expresado jamás; palabras de estímulo que siempre nos hará seguir en la lucha. La Iglesia de Dios de la Biblia está hoy porque es Su Iglesia. Simplemente se nos ha dado el privilegio de ser parte de ella. ¡Puesto que Cristo la está construyendo y nada puede detener al Hijo de Dios, no es razonable que cualquier miembro o ministro de la Iglesia se desanime, tema o pierda la fe y piense que Él no puede terminar lo que comenzó!

Me pregunto si Jesús no pensó lo mismo cuando dijo a la Iglesia, “Pasemos de la otra parte” era irrazonable que cualquiera podía tener temor y creer que no lo lograría, ya que Él estaba en el barco con ellos. La Escritura dice, “Y se levantó una grande tempestad de viento, y echaba las olas en el barco, de tal manera que ya se henchía” (Marcos 4:37) y corrieron a Jesús diciendo, “¿Maestro, no tienes cuidado que perecemos?” (v.38) y Jesús se levantó y calmó su tormenta, pero Él preguntó, “¿Por qué estáis así amedrentados? ¿Como no tenéis fe?” (v.40).

He descubierto que un barco con velas depende de algunas cosas para mantener su movimiento hacia adelante; dos de los cuales son la fuerza del viento y la resistencia del agua–fuerza y resistencia son ambos necesarios. Así que no te desesperes, amigo mío, cuando los vientos contrarios soplan contra ella, o encontramos resistencia a medida que avanzamos a lo largo del camino recto y estrecho. La dirección en la que navega el barco no depende de la dirección del viento. No importa de qué dirección proviene o de quien proviene. ¡La fuerza del viento, sea amistoso como el día de Pentecostés o traicionero como en este día en Marcos, solo ha servido para impulsar este Barco hacia adelante!

“El dijo, e hizo saltar el viento de la tempestad, que levanta sus ondas” (Sal. 107:25). ¡Dios manda a los vientos! O bien Él envía el viento, como el viento impetuoso y poderoso que soplaba sobre los que estaban en el aposento alto llenando sus velas; o Él permite que vengan porque Él tiene un gran propósito en él y al final, Él recibirá la gloria.

¿Qué beneficio tiene el barco en el mar si los vientos no soplan? ¿Cómo se llenarán sus velas y las harán avanzar? La Biblia dice, “El fuego y el granizo, la nieve y el vapor, el viento de tempestad que ejecuta su palabra” (Sal. 148:8). ¡El viento que soplaba en Marcos 4 sólo soplaba mientras el Señor lo permitía, pero una vez que Él se levantó y habló hubo una gran calma y llegaron a la orilla! A través de todas las adversidades, pruebas, vientos, olas y fuerza de resistencia que la Antigua Nave de Sion ha encontrado, ella sigue navegando hacia ese puerto de santidad. ¡No pierda la esperanza mi amigo, Jesús es su Capitán! ¡Quédese a bordo!

Permítame contar algunas de las personas y cosas que intentaron detenerlo y consideremos el final de esas cosas y ser alentados. Herodes el Grande intentó detener la venida del Hijo de Dios, pero fue en vano. El registro de su fallecimiento se encuentra en los evangelios. Mateo simplemente lo registra de esta manera, “Mas muerto Herodes” (Mt. 2:19).

Satanás trató de acosarlo, pero recibió esta severa reprensión de Jesús, “Vete de mí, Satanás” (Lucas 4:8).

Los Escribas y Fariseos trataron de matarlo, “…y nadie le prendió; porque aun no había venido su hora” (Juan 8:20).

Judas Iscariote, uno de los suyos, lo traicionó, lo vendió por unas cuantas piezas de plata. Otro lo negó, Todos lo dejaron solo. Los soldados romanos lo menospreciaron. El látigo rasgó Su carne. La corona de espinas se clavó en Su cráneo. La vergüenza era un reproche. La cruz que llevaba era pesada. Los clavos no mostraron piedad. La lanza atravesó Su costado. ¡Pero nada de esto puedo detener al precioso Cordero de Dios!

¡La muerte, el ultimo enemigo, mostró su cara fea, pero fue absorbida en victoria! Nada podrá o puede detener al Hijo de Dios. Él edificará Su Iglesia. Lo que puso en marcha antes de la fundación del mundo continuará en la eternidad.

Saulo de Tarso trató de detener el progreso de Su institución divina sólo para descubrir que Jesús de Nazaret todavía estaba muy vivo. ¡Aun vive y reina para siempre! “Edificare mi iglesia; y las puertas del infierno no prevalecerán contra ella,” son las palabras de Cristo. Saulo pronto se enteró, como cualquier hombre que se compromete a dañar Su Iglesia, ya sea dentro o fuera de la Iglesia de Dios, que perseguir a la Iglesia es perseguir a Cristo mismo–¡Ella es la niña de Su ojo!

Los hombres religiosos intentaron detener este programa de edificación de Dios. Los falsos hermanos en la Iglesia han hecho sus intentos. Los hombres que se arrastraron inadvertidamente han tenido su parte justa de ataques en contra de la Iglesia que Él está edificando. ¡Los credos de hombres y doctrinas de demonios vinieron sobre ella, la oscuridad la cubrió, el tiempo trató de sobrevivir en ella, pero es de Dios y no puede ser derrocada!

Cuando Teudas fue asesinado, sus 400 seguidores fueron dispersados y reducidos a nada. Cuando Judas de Galilea pereció, sus muchas personas se dispersaron. Pero cuando Jesús murió, ¡Él siguió viviendo, así como Su Iglesia–Sus fieles seguidores! ¡Ella no es el consejo o el trabajo de ningún hombre! ¡Esta es la Iglesia del Dios Vivo! La Biblia dice, “¿Pues qué diremos a esto? Si Dios por nosotros, ¿Quién contra nosotros?” (Ro. 8:31). Jesucristo “da la salud al Cuerpo” (Ef. 5:23).

Imagine, si usted quiere, para ser comparados, cuando Simón Pedro, percibiendo que Jesús estaba en peligro/ dificultad/ riesgo, sacó su espada y tomó el asunto en sus manos para defender el cuerpo de Cristo allí en el Gethsemaní, pero Jesús no tenía nada de eso y le dijo que guardara su espada–¡Su Padre estaba en control!

Ahora, para la comparación, en nuestros días algunos pueden percibir que el cuerpo de Cristo está en peligro. Pero usted no necesita ser el salvador del Cuerpo porque Dios está en control. No necesitamos tomar las cosas en nuestras propias manos, sacar nuestras espadas cuando tenemos la Espada del Espíritu, la cual es la Palabra de Dios. Ella sólo tiene un Salvador y aun su nombre es Jesús. ¡Jesucristo es su fuente de autoridad, dirección y vida!

Oscar Pimentel, Supervisor General, La Iglesia de Dios

LA DOCTRINA DE CRISTO

Sea equivocado o no, creo que nunca hubo un momento en la historia del cristianismo cuando había tanta infidelidad en el exterior con respecto a la predicación y enseñanza de las doctrinas bíblicas básicas como convicción, arrepentimiento, justificación, santificación instantánea, vida santa, bautismo con el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas como el Espíritu les dé que hablan, el divorcio y el pecado de volverse a casar, fornicación, etc.

En el cristianismo miles de argumentos se han hecho en contra de estos y otras enseñanzas bíblicas y la fe de muchas personas ha sido socavada por argumentos no bíblicos y sofisticados que se están vendiendo por toda la tierra en contra de la doctrina de Jesucristo.

Es triste ver que el espíritu que ha estado en el mundo para eliminar y callar la predicación de algunos, si no de la mayoría, de estas doctrinas y enseñanza bíblicas básicas, ha encontrado tantos defensores en los pulpitos de muchas iglesias llamadas cristianas. Esto nunca será cierto de La Iglesia de Dios de la Biblia porque ella es “columna y apoyo de la verdad” (1 Ti. 3:15); este es su llamado, este es su propósito antes de la fundación del mundo. Ya que la cabeza de la Iglesia es Cristo y ella recibe su esencia de vida de Él, La Iglesia de Dios está bajo la obligación celestial de no solo guardar y proteger toda la doctrina bíblica sino PREDICARLA Y PUBLICARLA.

Hay un idioma y herencia que mis hijos no entienden o comprenden verdaderamente como yo los conozco y los he comprendido. He sido un poco negligente respecto a esas cosas. Es la lengua mexicana española y la herencia mexicana de mis padres, abuelos y bisabuelos. Si usted no lo sabía, soy de origen mexicano. Mi hijo es consciente de esto y también mis hijas. Son conscientes de que mis padres son originarios de México y sus padres antes que ellos. Mis hijos pueden ver físicamente en mis rasgos las cosas que me identifican como de ascendencia mexicana. Ellos pueden ir y dar un vistazo a mi certificado de nacimiento y encontraran los nombres de mis padres con el país de su origen. Pero simplemente porque son nuestros hijos y pueden ser conscientes de la información escrita no significa que han aprendido a hablar el idioma y abrazar esa herencia. Tendré que hablarles en el idioma de mis antepasados para que puedan oír la pronunciación de sus palabras y aprender a hablarla; y tendré que sumergirlos en la cultura de mis antepasados para que la vivan, si mi esperanza es que no pierdan esa herencia por completo. No van a ser conscientes de esta información simplemente por tenerla escrita guardada en una caja en la parte superior de un armario en algún lugar, y luego esperar que ellos la obtengan, sino que voy a hacer un fuerte esfuerzo para mantener el idioma y el patrimonio ante ellos constantemente.

Iglesia de Dios, tenemos un idioma y una herencia espiritual que transmitir a nuestros hijos naturales y espirituales y a otros, y no es suficiente con simplemente tener doctrina en nuestros tratados y libros y que éstos estén escondidos en una caja en un estante en alguna parte, pero vamos a mantenerla ante la gente. No podemos estar inactivos, porque cuando la doctrina deja de ser predicada fuerte y constantemente, tarde o temprano deja de hablarse—tarde o temprano deja de creerse no solo por la congregación, sino por el propio ministro.

No debemos pensar por un momento que Satanás no intentará o no ha intentado inyectar en la gloriosa Iglesia de Dios veneno de descuido hacia la predicación de las 29 Enseñanzas Prominentes, pero él no prevalecerá porque yo sé que hay hombres y mujeres en todas partes en la Iglesia que se mantendrán con la fuerza del Espíritu Santo y predicarán la Palabra.

En muchos lugares, y para muchos predicadores, las doctrinas de la Biblia son algo de lo que simplemente no hablan. En otros lugares donde se mantienen ciertas doctrinas, es sólo el nombre, pero la predicación de la doctrina básica de la Biblia ha sido abandonada por completo. Sin duda Satanás quisiera influir en La Iglesia de Dios con esta manera de pensar y este modo de operar. Es como que si él no estuviera molesto por nuestra asistencia regular a los servicios siempre y cuando no hagamos oración sin cesar; o que poseamos una Biblia mientras no la leamos y creamos. Así es, no le molesta que tengamos estas doctrinas bíblicas en nuestros libros y tratados, siempre y cuando no los predicamos. Le encantaría hacernos creer que esto está bien, pero hemos sido llamados a predicar y a hacer un gran esfuerzo para llenar el mundo con la verdadera predicación de la Palabra de Dios correctamente dividida, y bajo la unción del Espíritu Santo publicar la doctrina de la santidad no adulterada.

Si las almas preciosas realmente van a conocer a Jesucristo, también deben conocer la doctrina que Él predicó. Algunos dudan que Jesús tuvo una doctrina y enseñanzas, pero la Biblia dice que la gente en los días de Jesús “se admiraban de su DOCTRINA” (Marcos 1:22). La Biblia dice que Jesús “les decía en su DOCTRINA” (Marcos 4:2). “Y el pontífice preguntó a Jesús acerca de sus discípulos y de su DOCTRINA” (Juan 18:19). Jesús dijo, “Mi DOCTRINA nos es mía, sino de aquél que me envió” (Juan 7:16). Sí, Él tiene una doctrina y enseñanzas y ellas son de Su Padre celestial; y ellas nos han sido reveladas para predicarlas y enseñarlas y vivirlas. En este mundo, usted encontrará algunas organizaciones cristianas o gente cristiana que diga, “¿Doctrina? ¡No necesitamos doctrina, todo lo que necesitamos es a Jesús! ¡Prediquemos acerca de Jesús!” Debemos predicar a Jesús, por supuesto, pero no debemos dejar de predicar las inmutables e incambiables doctrinas bíblicas básicas enseñadas por la Palabra de Dios que equipa al hombre para vivir una vida victoriosa sobre el pecado en el aquí y ahora y lo prepara para llegar al cielo.

Algunos hermanos dicen, “No hablemos de doctrina porque divide,” pero la verdadera doctrina bíblica, correctamente dividida, debe ser la más apreciada cuando consideramos que hay doctrinas de demonios de las cuales uno debe separarse. Ellos dicen que no hay necesidad de doctrina bíblica, pero estas doctrinas bíblicas que La Iglesia de Dios defiende son una parte de la Palabra que Jesús dijo al Padre, “Yo les he dado” (Juan 17:14). La doctrina correcta trae consigo el Salvador correcto– el Cristo del Calvario– ¡Este mismo Jesús!

El declive de la fe, y la predicación de las enseñanzas bíblicas básicas por parte de algunos grupos ha tenido que ver mucho con el predominio de la vida infiel hacia Dios, la creencia que uno puede ser un cristiano pecador, la creencia que la santificación es progresiva, la creencia que no hay castigo futuro para los injustos, y muchas de las otras falsas creencias que existen hoy en día que no hacen nada para transmitir al hombre el verdadero propósito y la verdadera voluntad de Dios para ellos.
La Iglesia de Dios se alza hoy como una ciudad de la verdad, ella fue legítimamente establecida como columna y apoyo de la verdad. Ella permanece y se posiciona como la última línea de defensa de la VERDAD en este mundo. Mientras que otros en otros lugares pueden permitir a Satanás avanzar y romper sus muros, ella es una ciudad fortificada con paredes impenetrables sobre la que se encuentran los guardias de Dios que nunca tendrán tranquilidad día ni noche.

Lo que ha sucedido en las organizaciones cristianas ha sucedido, pero La Iglesia de Dios no debe dar a Satanás un punto de apoyo. Ella debe ser fiel para declarar a Cristo el Salvador y Su doctrina. Todo el consejo de Dios debe ser predicado, y predicado con sinceridad por los hombres y mujeres que lo crean firmemente, para que sea eficaz en los corazones y vidas de los hombres.

Oscar Pimentel, Supervisor General, La Iglesia de Dios

SÓLO EN TIERRA FIRME

“…Recomendamos que esta Asamblea reafirme nuestra posición de continuar como La Iglesia de Dios al declarar nuestra decisión de mantener el gobierno, doctrina, enseñanzas y las revelaciones tal como fueron practicadas antes del 1989, incluyendo la Asamblea de 1989. Además, que se sepa que La Iglesia de Dios no es una nueva organización, ni una nueva denominación, sino, la misma Iglesia que fue organizada por Jesucristo, que resurgió de la Edad Oscura el 13 de junio de 1903, que se mantuvo firme a la doctrina en el 1923, y continúa hoy como el remanente fiel de la verdadera Iglesia” (88va MA, 1993, págs. 11, 12, CAP).

¡Que este acuerdo de Asamblea hecho hace 24 años, pueda en nuestros corazones continuar sintiendo su seguridad y puedan nuestros corazones saltar adentro de alegría y gratitud por lo que ellos declararon! Gracias a Dios por los hombres y mujeres valientes quienes defendieron la verdad. Asimismo, la Iglesia en el 2017 todavía debe estar determinada a permanecer firmemente sobre esta “tierra firme.”

El Obispo M. A. Tomlinson habló sobre la “tierra firme” cuando dijo, “Cuando era hora de que la Iglesia de Dios emergiera de la Edad Oscura, la tierra firme para ese resurgimiento fue expresado por A. J. Tomlinson en estas palabras: “Bien, si ustedes toman la Biblia completa correctamente dividida, esto hace que sea la Iglesia de Dios.” La Iglesia ha estado sobre esta base firme desde entonces, comprendiendo que cualquier desviación en cualquier dirección podría poner en peligro nuestra revelación.

“Aquellos hermanos en los primeros años del siglo XX eran ávidos escudriñadores de las Escrituras. Vivían una gran parte de sus vidas sobre sus rodillas con la Biblia ante ellos. Ellos oraban y clamaban y se negaban a aceptar cualquier explicación de las Escrituras que hubieran llegado a través de particular interpretación.

“Después de restaurar el patrón bíblico de las Asambleas Generales, el propósito principal de estas reuniones anuales era para escudriñar las Escrituras para obtener luz y conocimiento. Pero nada fue aceptado como “luz” hasta que se sintieran perfectamente satisfechos de que parecía bien al Espíritu Santo, y ese buen espíritu de unidad y acuerdo unánime era alcanzado.

“Algunos hoy no consideran que el Señor trabajó con estos pioneros como lo hizo con los de la Iglesia primitiva. Ellos parecen sentir que estamos viviendo en una época más iluminada, y que muchas cosas necesitan ser actualizadas.

“Aunque la Iglesia puede acoger nuevos métodos o prácticas, incluso estas deben ser cuidadosamente examinadas y evaluadas seriamente, para que Satanás no se beneficie a través de un conducto aparentemente inofensivo. Pero cuando se trata de la santidad, Dios ya ha hablado, y la Iglesia se ha comprometido a aceptar y a vivir sometido a Su Palabra. Cada miembro del cuerpo que ha hecho un pacto prometió afirmativamente cumplir esta promesa, temblamos de miedo por el individuo o grupo dentro del cuerpo que comienza a cuestionar los acuerdos de Asamblea que Dios, a través del Espíritu Santo, reveló a su debido tiempo.

“Casi siempre, los cambios sugeridos reflejan una tendencia más tolerante y permisiva. Se inclinan hacia una conformidad fácil con la sociedad en decadencia, eliminando toda posibilidad de persecución por causa de la verdad, tal como ha sido soportado por las personas temerosas de Dios de cada generación.”

(Esta Biblia como la Palabra de Dios, M. A. Tomlinson, pág. 12).

El antiguo himno declara, “todo otro suelo es arena movediza.” Vamos a recordar en nuestros días, con el enemigo que se esfuerza por posicionarse donde quiera que él pueda, con tanta maldad abundando y el hacer concesiones como “nueva luz,” que la Iglesia debe permanecer enfocada y pararse segura sobre nuestro querido fundamento. ¿Dónde más podemos estar? “Señor, ¿a quién iremos? tú tienes palabras de vida eterna” (Juan 6:68). “Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma…” (Jer. 6:16).

James R. Horne, Editor Asistente – Bessemer, AL

LEVÁNTATE Y VE…LA OBRA AÚN NO HA TERMINADO

Nuestro nuevo lema para la BMF es, “¡Levántate y Ve, La Obra Aún No Ha Terminado!” Nuestra Escritura del lema está en Cantares 7:11 “Ven, oh amado mío, salgamos al campo…”

El clamor de las misiones ha estado resonando desde que Jesús estableció Su Iglesia y llamó a Sus discípulos, luego los envió. Cuando la Iglesia de los Últimos Días se levantó de la Edad Oscura el 13 de junio de 1903, ella se levantó de la oscuridad con el mismo espíritu, la misma visión, el mismo poder, y la misma misión que la Iglesia primitiva que Cristo había organizado.

La comisión de “Por tanto, Id” todavía era obligatoria. Aunque su mensaje fue silenciado y ella había dejado de ser la nación santa de Dios durante 1,578 años, su comisión de “Por tanto, Id” no se nulificó y ni se invalidó, sino con el resurgimiento de La Iglesia de Dios, la comisión llegó resonando desde los cuatro cabos de la tierra para llegar a los campos de la cosecha.

Desde 1903 hasta 2017, el clamor de las misiones no ha dejado de llamar al cuerpo de creyentes de Dios. El Señor de la cosecha está llamando a su pueblo para llegar a los campos de la cosecha. ¡Levántate y Ve, el trabajo aún no ha terminado! Nuestro trabajo es escuchar el clamor que sale de los campos misioneros y estar dedicados a la obra inconclusa que está frente a nosotros.

El trabajo de la esposa fue puesto sobre ella por Cristo mismo. Ella conoce sus mandatos. En nuestra Escritura del tema, la Iglesia habla a Cristo, su amado, diciendo, “salgamos al campo.” La palabra “salgamos” significa la unidad entre Cristo y Su Iglesia. Su fe está puesta en Él y Su fe está en ella. Es un esfuerzo conjunto que comparten en el trabajo. Cuando Su Iglesia va a los campos de trabajo, Su presencia y poder va con ella. ¡Respondamos al llamado “Levántate y Ve” hasta que el trabajo esté terminado y Cristo regrese por Su Novia! Los ojos de cada nación deben ser abiertos a la completa verdad de la Palabra de Dios. Desde los cuatro cabos de la tierra, las voces de las naciones claman, “¡Ven y ayúdanos!” ¿Escucha usted su llamado?

Sharon Griffin – Coordinadora General de la BMF

jueves, 6 de julio de 2017

LA MARCA DEL MONTE HATÍN


LA MARCA DEL MONTE HATÍN

“¡Cuando está definitivamente establecido que una cosa no se puede hacer, mire que Dios lo hace!”

Oscar Pimentel, Supervisor General de La Iglesia de Dios

No importa cuán pequeña o grande sea la tarea o el problema, no hay diferencia para Dios Todopoderoso. Parece que para nosotros esto hace una diferencia y esto es evidente de la manera en que nos acercamos a Dios y oramos– problema pequeño, oraciones pequeñas y silenciosas; problemas grandes, oraciones grandes y estruendosas– como que si algunos problemas son más difíciles para que Dios se encargue que otros. Sin embargo, ¡la magnitud del asunto no hace diferencia para el único y solo verdadero Dios viviente! Él, quien conoce todas las cosas en todos los tiempos–pasado, presente, futuro–nunca ha estado ciego, sorprendido, ni tomado por sorpresa.

Teniendo eso en mente, y esta confianza en Dios, analice el siguiente artículo que le pedí al Obispo Werkheiser que escribiera para informarnos del estado de la marca de la Iglesia en la Tierra Santa. Él trabajó más cerca con los hombres de Israel, Amos y Gadi, desde que se inició el trabajo del AMIP en la misión del Monte Hatín. Cuando termine de leer el artículo, deje que este pensamiento sea con usted, así como lo fue con David y pregúntese, “¿No hay un motivo?” ¿La Iglesia se esconderá detrás de las rocas (excusas) y en las cuevas (temores) y se acobardará cuando el enemigo de la Iglesia nos desafía y reta a hacer algo? Aquí en este punto del gran programa de Dios nuestro asunto no es gloriarnos de los logros del pasado o reflexionar sobre lo que está vagamente a una distancia, pero hacer lo que está claramente a la mano–¡repararlo! Dios es capaz de protegerlo y no habrá duda de que Dios quiso hacerlo: “Y Jehová me respondió, y dijo: Escribe la visión, y declárala en tablas, para que corra el que leyere en ella. Aunque la visión tardará aún por tiempo, mas al fin hablará, y no mentirá: aunque se tardare, espéralo, que sin duda vendrá; no tardará” (Hab. 2:2, 3).

(El siguiente artículo fue escrito por el Tesorero General, Kevin D. Werkheiser)

El 3 de diciembre de 2014, veintiocho miembros y amigos de La Iglesia de Dios se reunieron en el Monte Hatín para compartir un evento trascendental. Fue en este tiempo que estos pudieron participar en lo que fue el cumplimiento de años de planeación y preparación. Los delegados se unieron a nuestro pasado Supervisor General Stephen E. Smith para dedicar la nueva Marca del Establecimiento de la Iglesia. Antes de ungir la marca y dirigir al grupo en oración, el Hermano Smith compartió que su oración es que Dios pudiera tocar cada persona que viniera y leyera estas palabras–en Ingles, Árabe, o Hebreo. Él señaló a varios grupos de personas caminando por el área y dijo que muchas personas pasan por la marca. Animó a los delegados a orar para que el mensaje pudiera entrar en los corazones de todos los que llegaran y leyeran.

La marca se destaca prominente sobre la ladera del Monte Hatín, con vista al Mar de Galilea y a lo largo un camino de montaña extremadamente popular para los cristianos conocido como “el camino (senderismo) de Jesús.” También ha habido importantes acontecimientos históricos seculares que han tenido lugar en el Monte Hatín, atrayendo viajeros del alrededor del mundo a este lugar. Fue dicho por uno que Dios solamente conoce los incontables miles de personas que pasarán por la marca y leerán el mensaje que lleva al mundo.

La inspiración para este proyecto vino por la visita del Hermano y la Hermana Smith a Israel. Cuando viajaron a Monte Hatín encontraron que la marca anterior estaba en muy mal estado. Dios había inculcado en el Hermano Smith la importancia de la marca y la importancia de su mensaje. Esto comenzó con algunas preguntas generales y rápidamente se convirtió en una misión para llevarse a cabo con la ayuda del Señor. Aunque la marca anterior estaba en mal estado, levantar una nueva marca en su lugar parecía casi imposible. Pero como lo sabemos, ¡Dios hace lo imposible posible!

Dios abrió cada puerta que estaba cerrada y cambió todo “no” en un “sí.” Vez tras vez fue dicho que sería imposible y no había manera que el siguiente departamento del gobierno daría la aprobación para permitir que continuara. Cada vez recibiríamos una sorprendente respuesta de aquellos en Israel quienes estuvieron ofreciendo su ayuda para que la siguiente fase del proceso fuera aprobado.

Los caminos milagrosos de Dios no terminaron con la aprobación final para poner el nuevo monumento en la cima del Monte Hatín. Cuando el escultor, Gadi Fraiman, viajó a la India para escoger la piedra de granito, pudo asegurar una piedra mucho más grande que la piedra propuesta. Una vez en su sitio, de aproximadamente 14 toneladas métricas, sería el más grande monumento de una sola piedra en Israel. El Teniente Coronel Amos Davidowitz, quien fue una persona importante en asistir a la Iglesia con el proyecto de la marca dijo, “¡Estoy muy impresionado! Lo que empezó siendo completamente imposible es ahora casi terminado con una piedra mas grande…”

Las oraciones de los delegados para que las palabras de la marca tocaran los corazones de los lectores alcanzó los cielos y los oídos de Dios. Durante el siguiente año hubo un aumento significante de vistas a la página de internet de la Iglesia desde Israel. No solamente estos individuos fueron impactados por las palabras escritas sobre la marca sino también por la información de la Iglesia y la doctrina de la Biblia.

Como sabemos, cuando grandes cosas empiezan a pasar en el avance del trabajo en el Reino y en la Iglesia, se atrae la atención del enemigo. Cuando él ve el mensaje de la Iglesia llegando lejos a los rincones de la tierra, usará todos los métodos, medio, e individuo a su disposición para tratar de parar el progreso realizado. Él sabe que su tiempo es corto y sus tácticas engañosas serán aún más perversas cuando él intenta ocultar el trabajo y desanimar a los santos.

Desafortunadamente esto ha sido también el caso con respecto a nuestro Monumento de la Marca del Establecimiento de la Iglesia. El Cuartel General fue contactado por Amos Davidowitz quien compartió que había sido traído a su atención que la marca había sido dañada. Guías de turistas quienes estaban visitando el lugar descubrieron que alguien aparentemente usó un tipo de herramienta para rayar la superficie de la marca. Cuando Gadi Fraiman viajó para inspeccionar la marca encontró que había más daños además de lo que originalmente se había reportado.

Estamos muy desilusionados de que cualquier persona pudiera hacer tan terrible cosa, pero sabemos que las armas de nuestra milicia no son carnales y que hay una guerra espiritual la cual continúa haciendo estragos. “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne; sino contra principados, contra potestades, contra señores del mundo, gobernadores de estas tinieblas, contra milicias espirituales en los aires” (Efesios 6:12). Pero nos regocijamos sabiendo que la batalla es del Señor y saldremos victoriosos. Podemos tomar valor en quienes somos y a Quien servimos. Podemos estar confiados que aun en esta situación difícil y problemática prevaleceremos.

Mientras que celebramos el Levántate, Resplandece de La Iglesia de Dios debemos estar seguros que Satanás otra vez no tendrá éxito en su intento por esconder el mensaje de la verdad. Dios consideró 1,578 años ser como “un pequeño momento” y aunque el daño a la marca es extenso estamos confiados que pronto será expuesto su mensaje maravilloso a aquellos quienes viajan a la cumbre del Hatín.

Hemos estado en constante comunicación con aquellos que nos ayudaron en Israel concerniente a los necesarios futuros pasos para restaurar la marca. Las preparaciones están siendo hechas no solamente para reparar la marca, pero también para completar el trabajo en una manera tal como para prevenir a cualquiera de infligir un daño mayor en el futuro.

Nuestra esperanza es ver pronto la marca llevando claramente su mensaje una vez más. Junto al mensaje respecto a que Cristo estableció la Iglesia, el Hermano Smith quiso específicamente que se incluyera en la marca “amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Lv. 19:18). En una tierra que no es ajena a los conflictos y hostilidades es importante no solamente compartir el mensaje de la Iglesia, pero también es necesario que el amor de Dios llene cada corazón y sea derramado a nuestros prójimos. Con esta clase de amor podremos ver un fin a estos actos sin sentido.

Otra característica asociada con esta tierra especial fue dicha hermosamente en un resumen por nuestro amigo Amos, mientras mirábamos los resultados de nuestra labor y meditábamos en todo lo que se había realizado. Su testimonio respecto a la marca fue sencillo: “Un milagro en una tierra que fue construida en y alrededor de milagros.”

Pedimos sus oraciones durante este proceso. Es importante que unidos demostremos determinación y avance, mostrando al mundo que no vamos a permitir que esto nos impida. El trabajo tiene que seguir y las preparaciones tienen que ser hechas porque Cristo pronto viene por una esposa que se ha preparado.

EL MENSAJE IMPRESO


EL MENSAJE IMPRESO

Por el fallecido William H. Brooks

Este mensaje fue impreso el 2 de septiembre de 1972, edición del Mensajero Ala Blanca, cuando estuvo sirviendo como Representante de Misiones habla inglés y Secretario Mundial de Lenguajes del Cuartel General.

“El Señor daba palabra: de las evangelizantes había grande ejército” (Sal. 68:11).

La publicación incluye el traducir, imprimir, y distribuir el evangelio, así también como predicar la palabra. La compañía a la que les fue dada esta responsabilidad es igual a la de un ejército. En los Cantares de Salomón 6:4, a la Iglesia se le compara ser: “imponente como ejércitos en orden.” Cuando pensamos o hablamos de un ejército, pensamos en hombres entrenados, adiestrados, disciplinados, entusiastas, y listos para obedecer la orden aún con gran sacrificio propio.

Era grande la compañía, o era grande el ejército de impresores y el ejército de evangelistas. Los impresores y los portadores del mensaje son de gran importancia. Esta Palabra la cual dio el Señor fue publicada por una compañía ordenada; por una competente, dedicada compañía de hombres, adiestrados para estar bajo la orden de ir adelante y distribuir el mensaje.

Un hombre que va a llevar el evangelio y va a ser un soldado durante esta guerra no puede y no va a enredarse con los afanes de la vida, para que pueda agradar a aquel que lo tomó por soldado (2 Ti. 2:4).

En el presente, la literatura (el mensaje impreso) es uno de los grandes medios que tenemos para esparcir el evangelio. Sin embargo, la literatura en nuestras bibliotecas, o en nuestras bodegas no llegarán a las mentes y corazones de la gente que necesita salvación.

FALSAS RELIGIONES:

El evangelio verdadero no es el único mensaje que se está difundiendo por la página impresa. Falsas religiones están difundiendo sus falsas doctrinas por el mismo medio.

Los Testigos de Jehová, ¡Usan la literatura como su herramienta clave aumentando su membresía en un 2000% en 25 años!

Los cuartos de lectura de la Ciencia Cristiana se encuentran en grandes ciudades. Aumentando su popularidad, la prensa diaria, El Monitor de la Ciencia Cristiana, que se vende en los puestos de periódicos, combina fuertemente información con noticias de todo el mundo, infiltrado por supuesto, con la cepa del pensamiento de la Ciencia Cristiana.

Incluso el Comunismo más peligroso y armas de largo alcance están en las páginas impresas. Leo Trotsky, uno de los fundadores del Comunismo, dijo, “El más poderoso medio para promover el Comunismo es el pequeño folleto de bolsillo.”

INFORMACIÓN SORPRENDENTE:

“Martin Lutero: Cuando Dios le reveló que la salvación es un don gratuito y el hombre puede orar por su propio perdón, Martin Lutero tomó su posición en contra de la Iglesia Romana en protesta contra las tradiciones y credos hechos por el hombre. A causa de su valor, el término de “protestante” tuvo su significado. Más tarde clavó sus escritos en edificios públicos donde la gente común podía leerlos. Comenzaron a orar – y los avivamientos arrasaron Europa.”

Dwight L. Moody Comenzó su fiel ministerio evangelístico en Chicago por el simple hecho de distribuir tratados evangélicos a los marineros de los Grandes Lagos.”

John Wesley organizó a 160 repartidores de folletos en el 1757, cuyos esfuerzos causaron los hábitos de culto en la ciudad entera de Londres para ser cambiados a leer la Palabra de Dios.”

Ambrose Jessup Tomlinson, el primer Supervisor General de la Iglesia de Dios en estos últimos días, fue un distribuidor de tratados y Biblias. Él celosamente se dedicó a la propagación del evangelio a través de los medios de poderosas palabras – habladas y escritas. Él escribió, compuso, e imprimió folletos, y tratados, los cuales han tenido tremenda influencia sobre miles por todo el mundo.”

NUESTRA RESPONSABILIDAD:

Nuestra responsabilidad principal es poner la doctrina–la Biblia correctamente dividida– en los diferentes idiomas del mundo, que las personas puedan ser enseñadas y llevadas junto, y eventualmente a la perfecta unidad con una mente, una fe, y una Iglesia para el Señor. El secreto del cumplimiento de nuestra comisión está en la habilidad para publicar nuestro conocimiento de la verdad de Dios. La Iglesia ha pasado muchos años preciosos en buscar y encontrar la presente verdad, así como la conocemos hoy. Por lo tanto, debemos de desatarnos de los enredos mundanos, y llegar a ser entusiastas y listos para obedecer a la comisión, aun con grande sacrificio. El evangelio completo está destinado a alcanzar a todas las naciones del mundo, y nosotros somos la compañía escogida para publicarlo.

DISTRIBUCIÓN DE TRATADOS:

Esta cantidad de material escritural alcanzará a miles de almas, algunos de los cuales dedicarán sus vidas a la causa de Cristo. Sin embargo, es un hecho de que no todos los que tienen una necesidad espiritual serán alcanzados al menos que más literatura pueda ser impresa y enviada. Mi gratitud se extiende a todos los que han tenido una parte en este gran trabajo.

TABLA DE POSICIONES DE LA IGLESIA

Oscar Pimentel, Supervisor General de La Iglesia de Dios

“…Porque los hijos de este siglo son en su generación más sagaces que los hijos de luz” (Lucas 16:8).

¡Qué Acusación! Estas son las Palabras de Jesús cuando Él consideró la eficiencia de los hijos de este siglo en sus trabajos y relaciones. No creo que Jesús estaba alabando la deshonestidad de este hombre; más bien era un reconocimiento de su planeación y prudencia. Jesús solamente quería hacernos saber de la perspicacia y previsión de los hijos de este siglo; como ellos antes miran sobre los intereses de esta vida. Ellos son sabios para proveer su prosperidad terrenal y son prudentes para sus negocios particulares. Ellos demuestran talento, estudian más planes y se preparan ellos mismos y aquellos que están alrededor de ellos, y aun se aseguran de dejar una herencia y legado para sus hijos. Teniendo en cuenta la declaración antes dicha, nos haría bien en reflexionar sobre la cuestión, “¿Estamos planeando y promoviendo los intereses de La Iglesia de Dios? ¿Hemos previsto y mirando ante nosotros? ¿Estamos proveyendo y haciendo lo que podamos para asegurar un incesante y próspero ministerio para La Iglesia de Dios? ¿Estamos aprovechando la ocasión, estamos activos y laborando, esforzándonos tanto como está en nuestro poder para avanzar los intereses de la Iglesia?”

El mayordomo en los versos anteriores al verso ocho estuvo planeando antes y estuvo viendo hacia el futuro. Por supuesto, nuestro futuro eterno no está aquí, sino que está arriba en el cielo; sin embrago, la Iglesia tiene una misión que cumplir y esto tomará planeación, preparación y previsión. No me gusta pensar que estas son las palabras de nuestro Señor, pero la verdad es que estas son Sus palabras. ¿Es esto posible que hemos sido puestos en la balanza de juicio y previsión y hemos sido hallados faltos? Jesús comparte estas palabras acerca de los hijos de este siglo quienes son más sabios en su generación (generación algunas veces indica la forma de vivir), no para que seamos con una mentalidad terrenal como ellos y ocuparnos en las cosas terrenales o consagrarnos al cuidado de solo este mundo. Tampoco fue Su intención que estuviéramos solamente preocupados por obtener las cosas terrenales y vivir para este mundo. ¡Este es Su reto para nosotros, esforzarnos a ser más sabios que los hijos de este siglo! Nuestras mentes deben estar fijas en las cosas celestiales y espirituales, y hacer nuestro trabajo mientras estemos aquí en la tierra.

“Pues tú, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús. Y lo que has oído de mí entre muchos testigos, esto encarga a los hombres fieles que serán idóneos para enseñar también a otros” (2 Ti. 2:1, 2).

¡QUÉ RETO!

El reto que la Iglesia debe comprometerse es en hombres fieles al mensaje de “todas las cosas” que hemos oído entre muchos testigos–esas cosas las cuales nosotros hemos oído y hemos creído y sabemos que son verdad. ¿Por qué debemos levantarnos a esto sin alguna vacilación? La respuesta es porque ninguno está para siempre y, si el Señor tarda, algunos de nosotros irá por camino de lugares oscuros. Algunos quizás serán puestos en prisión o en muerte por causa del evangelio.

¡Pablo tuvo que salir de Macedonia, pero gracias sea a Dios que Pablo encontró en Timoteo una persona fiel en quien él entregó la doctrina de Jesucristo! Pablo no solo consideró a Timoteo como un hombre fiel, sino alguien que pudo enseñar a otros. Pablo le pidió que fuera y permaneciera en Efesos y que él debía defender el evangelio de Cristo. Pablo quien enseñó a Timoteo, lo tomó bajo sus alas, y le entregó todo el consejo de Dios. Él instruyó a Timoteo a mantener la fe y una buena conciencia. Él le instruyó: a, “…Empero persiste tú en lo que has aprendido y te persuadiste, sabiendo de quién has aprendido” (2 Ti. 3:14).

Ambos, Pablo y Timoteo, estuvieron mirando a la distancia hacia el horizonte y ellos quisieron que la Iglesia floreciera. Pablo no estaba preocupado con el levantamiento de su propio reino o imperio. El interés de Pablo estaba en que la Iglesia tuviera una vida implacable y próspera en las cosas espirituales. Tal como Pablo, Timoteo trabajó para el avance del interés de la Iglesia porque él también deseaba ver las almas salvas, arraigadas y fundadas en la Palabra de Dios. Pablo estaba consiente, así como Timoteo lo estaba, que ellos no podrían estar cerca para siempre. Por lo tanto, él trabajó arduamente preparando e instruyendo aquellos quienes habían caído en las filas de la Iglesia.

Siento como si actualmente tenemos hombres y mujeres fieles en la Iglesia quienes han sido enseñados y están listo para subir en cualquier momento. A veces he escuchado el clamor de nuestros supervisores pidiendo pastores debido a la necesidad de obreros–edificadores de la Iglesia–(especialmente pastores) en sus áreas de trabajo. ¿Podría ser que la Iglesia se ha quedado sin obreros? No creo que tengamos una escasez de obreros. Quizás la pregunta real que deberíamos formar es, “¿Están los obreros indecisos o no están ellos disponibles?” Si esto es así, la pregunta es, “¿Por qué?” Nunca podemos verdaderamente conocer las razones, pero estoy completamente convencido de que Dios sabe el porqué.

Jesús dijo, “Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies” (Mt. 9:38). No hay duda, si oramos, Él tocará los corazones de los ministros que llamó y se levantaran. Seguramente Él proporcionará soldados ¡en los cuales Él pueda confiar! Aun así, la Iglesia tiene la gran responsabilidad de enseñar consistentemente y preparar aquellos quienes Dios llama o trae a nuestros medios. Algunos serán enviados inmediatamente a los campos de labor; a otros Dios llamará a trabajar más tarde en la vida. Sin embargo, las preparaciones deben hacerse para equipar a todos para que ellos estén listos para ir a los campos cuando sean llamados.

¿QUE HACES?

Hay soldados denominados “reservas” en las fuerzas militares las cuales son conservados o retenidos para un tiempo futuro, ellos están apartados para un propósito particular. Estos no son ejércitos que están en el campo (reservas), que está disponible para el uso en un futuro o presente o cuando se necesite. Yo los veo ahora en La Iglesia de Dios–un suministro de obreros en “reserva” ¡listos para cuando sean llamados!

Se dice la historia de un capitán quien observó a su instructor de ejercicios entrenar a jóvenes soldados. Sin embargo, los jóvenes soldados estaban aprendiendo bien y cada pelotón respetó y obedeció a la orden de su líder, no le gustó lo que él vio. Esto le preocupó tanto que durante un ejercicio de entrenamiento en el cual un helicóptero lleno de soldados estaba aterrizando bajo un fuego pesado del enemigo, el capitán sorprendió al líder del pelotón quien era el primero listo para bajar del helicóptero. Inmediatamente cuando el helicóptero aterrizó y antes de que el líder del pelotón pusiera un pie fuera del helicóptero, el capitán lo tomó de su uniforme y le gritó, “¡BANG! ¡Estás MUERTO!” Apuntando al siguiente soldado en la fila, el capitán rápidamente gritó, “¿QUÉ HACES? ¿QUÉ HACES?” El soldado nunca había estado en un predicamento como este tomado por sorpresa y en la confusión él titubeo. “¡BANG, ESTAS MUERTO!” gritó el capitán. Él procedió a preguntar al siguiente hombre en la fila, “¿QUÉ HACES? ¿QUÉ HACES?” Inmediatamente el siguiente hombre respondió tomando acción y disparó a los que permanecían vivos, “¡VAMOS, ¡VAMOS, VAMOS!” Mientras ellos conducían a la batalla. El capitán entonces miró al instructor de ejercicio y al líder del pelotón y les dijo, “¡Enseñen al hombre que está detrás de ustedes!”

Oh, Dios, ¡ayúdanos a enseñar al hombre que está detrás de nosotros y encomendarle la mismas enseñanzas bíblicas y principios que amamos tan cariñosamente, que pueda él saber qué hacer cuando los dardos de fuego del enemigo sean arrojados contra él! El hombre y mujer detrás de nosotros necesita saber qué hacer cuando venga las persecuciones, tribulaciones y aflicciones. Todo el consejo de Dios debe de ser declarado a todos los que han abrazado esta gran obra de la lucha por las almas de los hombres. No solamente los no salvos permanecerá perdidos y perecerán para siempre si no hacemos algo, pero corremos el riesgo de perder aquellos quienes están ya en la Iglesia si cada esfuerzo no es hecho para sumergir a nuestra gente con las verdades de la Biblia que la Iglesia defiende.

La historia de Israel nos dice, “Y el pueblo había servido a Jehová todo el tiempo de Josué, y todo el tiempo de los ancianos que vivieron largos días después de Josué, los cuales habían visto todas las grandes obras de Jehová, que él había hecho por Israel. Y toda aquella generación fué también recogida con sus padres. Y levantóse después de ellos otra generación, que no conocían a Jehová, ni la obra que él había hecho por Israel. Y los hijos de Israel hicieron lo malo en ojos de Jehová, y sirvieron a los Baales” (Jueces 2:7, 10, 11). Que nunca sea así la historia del pueblo de Dios que cuando vayamos por nuestra recompensa el hombre detrás de usted y mí no conozca al Señor, ni lo que Él ha hecho por la gran Iglesia de Dios. ¡Yo siento que ya es hora que el hombre que viene detrás de nosotros salga y de un paso al frente a las filas de la batalla! Qué maravilloso sonido el oír el grito de batalla “¡VAMOS! ¡VAMOS! ¡VAMOS!” No sabemos si alguna vez algo inesperado ocurrirá, pero nosotros debemos tener precaución de tener “ya listo” a los hombres y mujeres quienes están “enteramente instruidos.” Un suministro ya listo que cuando alguien es llevado a la gloria o cuando la enfermedad física se apodera de nosotros, otros entrarán al campo de labor. Mi oración es por el ministerio inflexibles y obreros guiados por el Espíritu de Dios, quienes no serán confundidos ni dudarán en levantarse, entrar y guiar en la batalla.

¡ESPERANDO SER LLAMADOS Y LISTOS PARA IR EN CUALQUIER TIEMPO!

¿Será cierto que “los hijos de este siglo” tienen gente que está esperando ser llamados a servir? Sí, pero ellos han tenido su entrenamiento y sido equipados. Aun en los deportes parece que en las escuelas preparatorias preparan a sus deportistas para deportes de universidades, y a su vez preparan a los mismos individuos para los deportes profesionales.

En los deportes profesionales de los Estados Unidos, el futbol para ser más específicos, hay algo que ellos se refieren como la tabla de posiciones. Esta gráfica indica quien en la lista está listo para pasar a otro lugar de personas si la persona en el campo es herida o no está lo suficientemente sano para continuar con sus deberes. Ciertamente aquellos que son responsables están felices de saber que los individuos quienes sus nombres aparecen en la tabla están presentes en cada evento, están plenamente vestidos y listos para ir en cualquier tiempo.

La responsabilidad de aquellos que están esperando la oportunidad es estudiar el mismo libro de juego que todos los principiantes estudian, memorizan los juegos, y conocen su itinerario. Ellos utilizan el mismo equipo, hacen los mismos ejercicios, y aprenden todo como si ellos mismos fueran a estar en el campo de juego. ¡Todo el tiempo sabiendo muy bien que ellos pueden o no ser llamados! Eso no los detiene ni desanima un poco de hacer todo lo que ellos saben hacer para estar listos para salir.

¡Señor, sigue proveyendo obreros a la Iglesia, ¡Ambos, hombres y mujeres quienes nuestros líderes en la Iglesia puedan llamar cuando surge la necesidad! Personas tales deben ser encontradas en La Iglesia de Dios en todo tiempo. Personas listada en la “tabla de posiciones” por así decirlo, que cuando sean llamados estén fácilmente listos y la Iglesia no tendrá que esperar hasta que se entrenen porque ellos ya están entrenados; “…enteramente instruído para toda buena obra” (2 Ti. 3:17), ¡hombres y mujeres que han estado con el Señor, estudiado las bendiciones del viejo Libro, memorizando Escrituras y aprendiendo el itinerario que los dirigiría a ellos y a otros a la gloria!

¿No sería maravilloso que cuando uno de nuestros obreros vaya con nuestro Señor o esté enfermo físicamente y no pueda llevar las responsabilidades del trabajo de la Iglesia en su área, habría algunas “reservas” guardadas en la tabla de posiciones de nuestra Iglesia? ¿Podría ser usted, estimado hermano o hermana? ¡Sí, usted! Quizás usted está pacientemente esperando en el Señor, orando, estudiando, ayunando, y trabajando donde actualmente se encuentra. ¿Ha escuchado el llamado de las filas en el frente “venga y ayúdenos”? Algunos pueden ir hoy al campo y no perder el paso porque ellos conocen doctrina bíblica; ellos tienen una revelación divina de quién, y qué es el Cuerpo de Cristo. Ellos creen en Sus prácticas y enseñanzas y están llenos del amor de Dios. ¡Qué maravilloso pensamiento!

Para ser más sabios que los hijos de este siglo debemos fomentar el interés de La Iglesia de Dios–procurando que no se establezca una doctrina, ¡pero esforzarse más bien en establecerse en la doctrina! Queremos que La Iglesia de Dios continúe teniendo un ministerio ininterrumpido y próspero y para eso hay que aprovechar la ocasión.

Hablando de las cosas naturales y humanas, cada año llega un día donde la gente que ha estado en entrenamiento y trabajando son elegidas y escogidas. Ellos han probado que son competentes en el campo y están dispuestos a llevar ciertas responsabilidades. Ellos han sido probados en esos campos y ahora han sido llamados a otro nivel. Seguramente tenemos personas que han sido probadas ellas mismas en nuestras iglesias locales cuyos nombres están listos para ser llamados a nuevos campos de labor para ser constructores de la iglesia.

¿Qué tipo de construcción de Iglesia podría ser realizado si cada año, una vez al año, nuestros Supervisores de Estado/Nacional pudieran venir a nuestra ceremonia de graduación del IEB y pastores, maestros y otros trabajadores podrían ser elegidos de la cosecha del IEB que tenemos cada año?

Puedo verlo ahora—

CATEGORÍA: EVANGELISTAS/PASTORES, MAESTROS.

APTITUDES: SALVO, SANTIFICADO, LLENO DEL ESPÍRITU SANTO, MIEMBRO DE LA IGLESIA, LICENCIADO Y ORDENADO POR LA IGLESIA, TIENE UNA REVELACIÓN DIVINA DE LA IGLESIA Y EL FRUTO DEL ESPÍRITU ESTÁ PLENAMENTE FUNCIONANDO EN SUS VIDAS.

Dios siempre ha suplido en las generaciones pasadas con obreros en cada nivel de la Iglesia (Local, Regional, General). Apreciado hermano y hermana, ¿está su nombre en la tabla de posiciones? Sea que usted sea llamado ahora o en algún lugar de la línea, permanecerá listo, escuchando al Maestro dando el llamado– “¡Ven da un paso adelante, usted está al frente!”

miércoles, 5 de julio de 2017

El Gran Conflicto Final (capitulo 1)



Este mensaje no es para el de pulso débil, ni para el pusilánime. Aquellos que todavía beben de la leche de la Palabra de Dios quizás tengan dificultad para comer de este sermón. No es solo vianda, pero vianda fuerte, y “la vianda firme es para los perfectos” (He. 5:14). Al leer este sermón mi fe ha sido inspirada y ha fortalecido mi determinación de mantener mi cuerpo en las manos amorosas de Dios. Él todavía dice: “…Yo soy Jehová tu Sanador” (Ex. 15:26). Mi oración es que este mensaje nos lleve a un plano más alto y que en ese plano más alto consigamos la fe que puede mover montañas, echar fuera demonios, sanar a los enfermos y aun resucitar a los muertos:

Satanás está reuniendo sus fuerzas y enlistando a todos los hombres y mujeres que pueda a su servicio. El humo de una terrible batalla ya se está levantando desde el campo de batalla donde los escaramuzadores están peleando. Pero, en la actualidad el tiempo es apremiante para que los regulares, avancen con todo su equipo de Pentecostés y a derramar sobre el enemigo los tiros y casquillos, metrallas y botes del evangelio de verdad y poder hasta que el rugir de los cañones pueda ser escuchado alrededor de todo el mundo a medida que eructan con tremenda furia sus descargas mortales.

En la actualidad, mientras muchos están desertando por el anhelado, santo y varonil coraje, cuando la batalla apenas ha comenzado, es tiempo para que los verdaderos y nobles soldados tomen su posición valientemente.

Los soldados de un país se enlistan en el ejército para obedecer a sus comandantes, ser tiroteados y morir.

Nuestro Comandante está animándonos y continúa resonando el mandato emocionante y excitador de almas de “Id…enseñando a todas las naciones…Ensenándoles que guarden todas las cosas que os he mandado”.

No importa la furia del enemigo, ni la amedrentadora preparación que presente para enajenar a los más débiles de su propósito, o de los tremendos ataques furiosos contra todas las enseñanzas pentecostales, el mandato continúa siendo expuesto por nuestro siempre conquistador Capitán y Rey—“¡Id!”.

Impulse la batalla como un dicho o grito de guerra debe ser tomado por cada amante de la verdad y anúnciela por todas las planicies y montañas, hasta que todos aquéllos que han tenido la tendencia de comprometer la sanidad divina, el hablar en lenguas, los dones del Espíritu, etc., se avergüencen y pidan perdón a su Capitán; levanten la venera roja de guerra y se dirijan de prisa hacia la batalla con un celo santo que nadie en la historia haya manifestado anteriormente.

Debemos levantarnos valientemente por la sanidad divina de acuerdo a la Escritura. Muchos se han debilitado debido al fallo de que algunas veces quieren ver resultados inmediatos. La doctrina de la “sanidad divina” seguirá siendo verdadera aunque todos muramos. Antes deberíamos obedecer a Dios y morir, que desobedecer a Dios y estar vivos. “…Unos fueron estirados, no aceptando el rescate, para ganar mejor resurrección”. (Hebreos 11:35).

Una cosa es escuchar sobre la verdad de la sanidad divina en el momento de tormento y saber al respecto, y regocijarse en ello mientras se tiene salud, y otra es el ser entregado a las manos de Satanás, como lo fuera nuestro amado Hermano Job, y levantarse por la verdad aun en la prueba. “Y Jehová dijo a Satán: He aquí, él está en tu mano…” (Job 2:6). Tenemos que convencer a tres mundos de que nosotros nos levantaremos del lado de la verdad en la parte más severa de la prueba y del gran conflicto final con el enemigo. La forma en que esta prueba está hecha es para que el diablo se manifieste en nuestros cuerpos con enfermedades, colocando sus colmillos crueles sobre nuestros órganos vitales; y cuando oremos, o busquemos los ancianos de la Iglesia para que ellos oren por nosotros y nos unjan con aceite y coloquen sus manos sobre nosotros como se indica en la Escritura, y hayamos hecho perfectamente lo que la Biblia dice, puede que aún no recibamos alivio del terrible sufrimiento. Eso se hizo evidente en la condición de Job. Aunque durante aquel tiempo, las prescripciones que ahora conocemos y que encontramos en los libros de Marcos y Santiago, no habían sido dadas, los verdaderos hombres de Dios concurrieron a Él de la misma forma por sanidad divina y no usaron ningún otro remedio.

Dios había reconocido que Job era “perfecto y recto, temeroso de Dios absteniéndose de lo malo”. Estos hechos están registrados, en por lo menos tres partes del libro de Job. Entonces, él no estaba enfermo y cubierto con “furúnculos inflamados desde la punta de sus pies hasta su cabeza” debido a que había desobedecido a Dios, sino para probarle al diablo y a millones de habitantes de los tres mundos que un hombre puede permanecer en lo correcto aun en lo más severo y extremo de una prueba.

En una ocasión llamé a mi hogar desde las Islas Bahamas1, en donde me encontraba compartiendo el evangelio de Jesús con la preciosa gente de esta localidad, y me enteré de lo enferma que se encontraba mi esposa. Ella había sufrido por veinticuatro horas constantes, vez tras vez la agonía de la muerte, y en esta terrible prueba y examen, son su esposo fuera del país, ella no aceptó ningún remedio que no fuera el método bíblico. Ella había tenido estos ataques similares en ocho ocasiones, los cuales había durado por periodos de ocho a veinticuatro horas. Lo peor finalmente llegó. Por un periodo de diez horas luchamos contra poderes del enemigo los cuales causaron sufrimientos más difíciles y agudos. No habiendo tomado ningún medicamento los cuales hubieran provocado la tendencia de sedar su cuerpo, se encontraba con su mente completamente clara en todo momento, pero por largas horas se comportó como una maniaca delirante como consecuencia del sufrimiento y el dolor severo que estaba experimentando. Ella soportó la agonía, obedeció la Palabra, pasó la prueba, hasta que nuestro Refinador, quien estaba parado a su lado, vio que era suficiente e hizo que nuestro archienemigo soltara su agarre y saliera huyendo. ¡Oh qué calma! ¡Una calma que llena de paz, bendita y bienvenida! “Hechos perfectos a través del sufrimiento” fue el pensamiento que vino a mi mente repentinamente, razón por la cual lo estoy escribiendo aquí. Se acostó callada por un ahora como si hubiera ido a pasar a morar con Jesús dentro de pronto. Luego, con una voz temblorosa expresó que su deseo era que la Iglesia y sus amigos vinieran a visitarla debido a que tenía “un mensaje de bendición para cada uno”. A medida fueron llegando, ella fue llena del Espíritu y por un periodo de cinco horas tomó a cada uno por la mano uno tras del otro y le dio un mensaje y le echó la bendición.

Ella había soportado el sufrimiento y había quedado tan débil que apenas podía hablar en susurros, pero cuando el Espíritu vino sobre ella, su voz era clara y fuerte. Sus miembros posteriores se fueron agotando hasta que no pudo enderezarlos, pero mientras decía el mensaje tomaron movilidad.

Aunque se encontraba completamente pálida, y sus ojos estaban débiles y hundidos y aparentemente moribundos, aún cuando sostenía los amigos por las manos y les daba sus mensaje, su rostro se iluminaba con una radiación del cielo. Su voz adquiría una fuerza sobrenatural. Era como si el cielo estuviera ante su presencia. Tomó la mano de probablemente más de 200 personas y cada uno fue derretido ante la presencia del poderoso Espíritu.

Un avivamiento se desató y las pequeñas diferencias se derritieron como la nieve bajo el sol radiante. Las lagrimas, los sollozos, sí, todos en la casa fueron afectados; no estaban llorando por un apersona muerta ni tampoco por el pensamiento de afrontar la muerte, sino debido a la melodiosa presencia del Señor Personalmente. La habitación estuvo llena de la presencia y gloria por varios días.

Esta maravillosa experiencia llegó y la gloria de Dios fue revelada, solamente después del intenso sufrimiento y de que ella se mantuviera firme durante la prueba.

La tolerancia es una joya, sí, es un ornamento real que sólo unos pocos desean; por lo tanto, cuando viene en una forma severa, la gente se inclina a hacia otros recursos que no son los que la Biblia ensena o recomienda, perdiendo como consecuencia la bendición y la gloria. La “tolerancia” es el cuarto fruto del Espíritu mencionado en el libro de Gálatas 5:22. Entonces, nosotros los que tenemos el Espíritu no debemos esperar salir victoriosos sin la misma. Pensemos en las recompensas que han sido prometidas. “Si sufrimos, también reinaremos

con él…” (2 Timoteo 2:12). “Pero si alguno padece como cristiano, (soporte el dolor antes de tornarse a otros medios que no son enseñados por la Palabra) no se avergüence; antes glorifique a Dios en esta parte…Y por eso los que son afligidos según la voluntad de Dios, encomiéndenle sus almas, como a fiel Criador, haciendo bien” (1 Pedro 4:16, 19). “Pues que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también estad armados del mismo pensamiento: que el que ha padecido en la carne, cesó de pecado; para que ya el tiempo que queda en carne, viva, no a las concupiscencias de los hombre, sino a la voluntad de Dios” (1 Pedro 4:1, 2). “Mas el Dios de toda gracia, que nos ha llamado a su gloria eterna por Jesucristo, después que hubiereis un poco de tiempo padecido, él mismo os perfeccione, confirme, corrobore y establezca” (1 Pedro 5:10).

Job fue recompensado al recibir el doble de lo que le había sido quitado, reluciendo como el oro, y teniendo el privilegio de orar por sus amigos y verles ser bendecidos, pero sobre todo, con una dulce conversación con Dios. Escuchándole mientras se encontraba en la batalla más grande y a medida que esgrimía la espalda y se dirigía salvajemente hacia el terrible y sangriento conflicto, “Yo sé que mi Redentor vive, y al fin se levantará sobre el polvo, Y después de deshecha esta mi piel, aún he de ver en mi carne a Dios” (Job 19:25, 26).

¿Enseñar sanidad divina? ¡Sí! Practicar la misma y no otra cosa, ¿vivir o morir? ¡Sí! ¡Sí! ¡Amén! ¡Seamos más intrépidos al respecto que nunca antes! Esto significa batallar contra el enemigo en su propio territorio, agarrando el león por las barbas en su propio fosa, en el gran conflicto final. “Al hombre le fue dicho que en un momento dado moriría”, entonces muramos bravamente por la verdad, como los miles de hombres que han muerto por sus países, marchando hacia los rugientes cañones a medida que ellos salen con fuerzas hacia la mortal matanza, solamente porque han prometido obedecer a su capitán.

Querido amigo, ¿no ha prometido usted obedecer los comandos del su Señor? ¿No le ha dicho Él qué hacer en caso de enfermedad? ¿A caso dijo Él que cuando eso fallara llamáramos a un médico? Contéstese usted mismo estas preguntas. Con seguridad usted sabe lo que la Biblia dice al respecto. Si no es así, entonces usted es un soldado muy débil. ¿En el ejercito, y con una amenaza de guerra y no sabe las tácticas de guerra? Es mejor que se las aprenda inmediatamente. Esta persona representará a un soldado débil que se ha enlistado en el ejército y no se ha aprendido las tácticas de guerra.

¡Pobres cristianos!, los que se han enlistado a Su servicio y no aceptan, aprenden y practican la sanidad divina, sino que dependen de otros medios, y desobedecen a Dios de la misma forma que Adán y Eva lo hicieron en el Jardín del Edén.

Recuerden, nos encontramos en el gran conflicto final. Es tiempo de la batalla y la fuerte lucha contra el enemigo y todas sus seducciones y artefactos. ¡Antes muramos que el ir en contra de las simples enseñanzas de la Palabra de Dios! Si usted muere por la verdad, simplemente no estará haciendo más que los que miles han hecho antes que usted. Es entonces cuando adquirirá una mejor resurrección. (Hebreos 11:35).

Una fe intrépida, denotada y un coraje son las necesidades imperantes de estos días estupendos en que vivimos. El diablo está en contra nuestra. El mundo está en contra nuestra, y las religiones populares cristianas también lo están; pero estamos en un conflicto y debemos pelear o morir. “El enemigo final es la muerte” (1 Corintios 15:26). Debemos conquistarla. La batalla tiene que ser peleada por y en el nombre de Jesús. Si caemos en la batalla o perdemos nuestra vida por causa de ser obedientes a nuestro Capitán en este horrible conflicto, la salvaremos. “…Cualquiera que perdiere su vida por causa de mí, éste la salvará” (Lucas 9:24).

Vive por la Biblia o muere por causa de Ella, sí sea que vivamos o muramos, si le obedecemos a Él somos verdaderos soldados de Jesucristo: y somos Suyos para Su servicio debido a que hemos sido enlistados en Su ejército. “Que si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, o que vivamos, o que muramos, del Señor somos” (Romanos 14:8).

Otra fuente con la que el enemigo nos ataca son las “lenguas” como evidencia del bautismo del Espíritu Santo. Debemos impulsar la batalla con coraje al presente, llegar a ser más intrépidos al enseñar esta verdad, ya que existe una gran tentación y tendencia a comprometer, o por lo menos callarse sobre este punto en particular.

La prensa religiosa está en contra de nosotros. La prensa del mundo está en contra de nosotros. Los ministros de todas las denominaciones, de un ciento de millones más fuertes, están en oposición de esta verdad. La prensa independiente de la santidad y su ministerio están todos encontrar de nosotros, pero el conflicto sigue, y no nos atrevemos a retroceder y fallarle a nuestro Capitán dejándole peleando en el campo Solo. La bandera roja de la verdad, y de una intrepidez inflexible y un celo santo deberán flotar sobre todas las naciones y climas, declarando enfáticamente que nunca antes ni en el futuro nadie recibirá el bautismo del Espíritu Santo sin hablar en otras lenguas como evidencia.

Deje que el enemigo levante su alarido de guerra y dirija sus pistolas de enseñanzas falsas y ministerios de mercenarios contra nosotros. Nosotros debemos y marcharemos directamente hacia las murallas y sobre los pretiles, arrebatándole espada (la Palabra de Dios de las gigantes manos y con ella cortarle la cabeza. ¡Gloria a Dios! En Dios está nuestra fortaleza. No temeremos a hombres ni a enemigos con Dios de nuestro lado y Jesús, “el León de la tribu de Judá”, como nuestro “Rey Emanuel”.

Él, de quien Su nombre es “Maravilloso, Consejero, Todopoderoso Dios, Padre Eterno, Príncipe de Paz;” Él que está corriendo en el “caballo blanco” hacia la tierra desde el cielo, con la “espada afilada en Su boca” como que Él es el que dirige la batalla; Él, quien es el Rey de reyes y Señor de señores, nos dice: “Por tanto, id, y doctrinad a todos los Gentiles, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo: Ensenándoles que guarden TODAS las cosas que os he mandado: y he aquí, yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén” (Mateo 28:19, 20).”
Por el Pasado Supervisor General A. J. Tomlinson