miércoles, 4 de mayo de 2016

¡QUÉ REGALO!

Robert Hawkins, Coordinador General de Misiones Mundiales


"Yo solía pensar, cuando en un principio reflexionaba sobre la vida misionera, que, si yo viviera para ver la Biblia traducida e impresa en un idioma nuevo, y que una iglesia de 100 miembros se levantara de una tierra pagana, yo debería esperar la muerte con los sentimientos pacíficos del viejo Simeón." Adoniram Judson (1788–1850) vio ambos objetivos cumplidos antes del final de su vida.

Judson fue advertido de los peligros y casi la imposibilidad de sobrevivir Birmania (ahora es llamada Myanmar) pero a pesar de sus dudas, Judson y su esposa, Ann, encontraron un barco para el Oriente y dejaron su casa en los Estados Unidos de América. Judson pasó años para dominar el idioma birmano. Un autor señaló que hacia el final de la vida de Judson, "Él sabía más sobre la lengua y del pueblo birmano que cualquier otro hombre blanco vivo." Le tomó 38 años para traducir la Biblia del hebreo y griego al birmano.

Él y su familia pasaron por muchos sufrimientos para lograr la traducción de la Biblia. Judson pasó casi dos años en prisión durante el tiempo que los británicos estaban luchando con los birmanos. Muchas noches él fue colgado por sus pies lacerados sobre un palo de bambú sólo con los hombros y la cabeza tocando el suelo. Durante la noche, los mosquitos que traen enfermedades lo molestaban a él y a otros prisioneros en la prisión de la selva. La preservación de la Biblia durante las persecuciones es también un acto de la providencia. Durante el encarcelamiento de Judson, los hombres del rey birmano vaciaron la casa de Judson. Ann se enteró antes de tiempo y enterró la Biblia. Ella regresó más tarde, la desenterró, y dejó que Judson la ocultara en su almohada en la cárcel. Esta fue la única transcripción del Nuevo Testamento en birmano en aquel momento y su preservación fue un milagro.

Eventualmente, Ann y sus 3 hijos murieron a causa de las enfermedades en Birmania. Con el tiempo, Judson se casó de nuevo con Sarah Boardman. Los sufrimientos continuaron ya que Sarah también murió y 3 de sus hijos no sobrevivieron la infancia. Adoniram Judson comenzó a entender el costo emocional y físico de la producción de esta Biblia. El escribió en sus Consejos a los Candidatos Misioneros


, "puede ser productible tener en cuenta, que una gran parte de los que salen a una misión al Oriente mueren dentro de cinco



años después de abandonar su tierra natal. Camina calladamente, por eso ¡la muerte está vigilando estrechamente sus pasos." Judson estaba frustrado con los misioneros que venían por corto tiempo y luego se iban cuando comenzaban a sufrir. Él escribió, "todos son buenos para nada. El lema de todo misionero sea predicador, uno que trabaja en la imprenta o un maestro de escuela, debe ser ‘Dedicado de por vida.’"

En Birmania eran los Karen, un pueblo tribal de la montaña que mantenían una creencia que llamaron "La Tradición de los Ancianos" que fue transmitido oralmente de generación en generación. Algunos creen que puede provenir de su interacción con las tribus de Israel que estaban dispersas entre las naciones. Los Karen creen en un inmutable, eterno, Dios todopoderoso, y una mujer formada de una costilla tomada del hombre. Creían en la tentación de la humanidad por un demonio, y su caída, y que algún día un Mesías vendría a su rescate. Ellos vivían en la espera de una profecía de que los extranjeros blancos les traerían un rollo de un pergamino sagrado. Interesantemente, Adoniram Judson trajo la Biblia en birmano a los Karen llamados Ko Tha Byu, que a su vez llevó a casi toda la tribu a Jesucristo. Hay un número significativo de cristianos entre los Karen hoy, cuya tribu es de varios millones.

La traducción de la Biblia de Adoniram Judson al birmano era de tal calidad que el ex primer ministro birmano U Nu dijo en un concilio cristiano en el 1950, "Oh no, una nueva traducción no es necesaria. Judson captura el lenguaje e idioma de los birmanos a la perfección y es muy clara y entendible." La segunda esposa de Judson, Sarah Boardman dijo, "Miles esperaban con anticipación gozosa [la Biblia en birmano], y por los cuales miles que ahora perecen en sus pecados, deben caer de rodillas para dar gracias a Dios." Para el tiempo que Judson dejó esta tierra para su descanso eternal, el organizó 100 iglesias cristianas en Myanmar con 8000 convertidos.

Como Supervisor Nacional de Myanmar, me gustaría agradecer a todos los miembros y amigos de La Iglesia de Dios que hicieron posible que nosotros pudiéramos comprar 45 de estas Biblias en birmano para ser distribuidos a nuestros pastores, líderes, miembros, y amigos cercanos quienes no poseen una Biblia o que tienen una nueva versión, comprometida. Todavía hay suficiente dinero restante para comprar casi la misma cantidad para nuestro próximo viaje allá. Después de leer los sacrificios y sufrimientos de Adoniram Hudson y su familia, y considerando los sufrimientos de los hijos de Dios a través del tiempo y en todo el mundo para ver la Palabra de Dios llevada a sus manos y corazón de cada persona, he apreciado mucho más la oportunidad que me han dado–que se nos ha dado– tener la Palabra escrita de Dios tan fácilmente disponible para nosotros. ¡Qué regalo!

¡También me gustaría dar las gracias desde el fondo de mi corazón por los $68,368.52 que usted oró, trabajó, y sacrificó por las almas en el impulso de Misiones Mundiales de Octubre! ¡Qué gran total! – ¡Qué regalo! ¡Gloria a Dios!

(Gran parte de este artículo fue tomado del artículo titulado, Biblia Birmana de Adoniram Judson: Un producto de Inteligencia, Pasión, y Providencia, por Andrew W. Adler).


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