miércoles, 5 de enero de 2011

EL SABADO A LA LUZ DEL NUEVO TESTAMENTO

EL SABADO A LA LUZ DEL NUEVO TESTAMENTO
En la ley que Dios dio a Moisés para que gobernase a los hijos de Israel, está incluido el siguiente mandamiento: "Acordarte has del día del reposo para santificarlo". El sábado era una señal entre Dios e Israel.

Dios dijo a Moisés: "Guardarán, pues, el sábado los hijos de Israel: celebrándolo por sus edades por pacto perpetuo: Señal es para siempre entre mí y los hijos de Israel; porque en seis días hizo Jehová los cielos y la tierra y en el séptimo día cesó, y reposó". Exodo 31:16, 17. El sábado habría de guardarse o santificarse cesando toda obra y haciendo de él un día de reposo. Seis días podían trabajar, pero el séptimo, tenían que reposar, así como Dios reposó el séptimo día después de haber creado al mundo y todo lo que en él hay. El dijo: "Seis días se hará obra, mas el día séptimo os será santo, sábado de reposo á Jehová: cualquiera que en él hiciere obra, morirá". Exodo 35:2. Dios bendijo y santificó ese día, y era tan estricto en que se guardase, que cualquier israelita que olvidara hacerlo, era castigado con la muerte. Cuando El dijo que no podían hacer obra alguna en el día sábado, literalmente eso fue lo que quizo decir. En efecto, no se permitía aun ni encender un pequeño fuego en ese día.
UNICAMENTE PARA LOS ISRAELITA5-JUDIOS
El sábado habría de ser observado únicamente por los israelitas en conjunción con otras leyes que se les habían dado para su gobierno, y no para ser aplicadas a otras naciones. Se le dieron a Moisés únicamente para los judíos. Así que, nunca se les ha requerido a los gentiles que guarden el sábado. El Apóstol Pablo dijo: "Porque los Gentiles que no tienen ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley a sí mismos". Romanos 2:14. En la Iglesia primitiva habían unos judíos cristianos que estaban tan arraigados en las tradiciones de sus padres que enseñaban a algunos de los gentiles que habían aceptado a Cristo a que se circuncidasen y que guardasen la ley. Cuando el asunto fue llevado ante el concilio (Concilio quiere decir aquí, la Asamblea General), el Apóstol Pedro dijo: "Ahora pues, ¿por qué tentáis á Dios, poniendo sobre la cerviz de los discípulos yugo, que ni nuestros padres ni nosotros hemos podido llevar?" Y en ese mismo concilio, Jacobo (Santiago) dijo: "Por lo cual yo juzgo, que los que de los Gentiles se conviertan a Dios, no han de ser inquietados; Sino escribirles que se aparten de las contaminaciones de los ídolos, y de fornicación, y de ahogado, y de sangre". Hechos 15:10, 19, 20. Estas palabras prueban que no se les requería a los gentiles que guardasen la ley, y los que les enseñaban que deberían guardarla, no habían sido autorizados por la Iglesia, hombres subversivos. (Hechos 15:24)
CRISTO TRAE UN NUEVO ORDEN
La ley era santa y desempeñó su propósito, pero fue débil en que no perfeccionaba ninguna cosa. "Porque nada perfeccionó la ley; mas hízolo la introducción de mejor esperanza, por la cual nos acercamos a Dios." Hebreos 7:19. El escritor de los Hebreos dijo: "Porque si aquel primero fue sin falta, cierto no se hubiera procurado lugar de segundo. Porque reprendiéndolos dice: He aquí, vienen días, dice el Señor, y consumaré para con la casa de Israel y para con la casa de Judá un nuevo pacto; No como el pacto que hice con sus padres el día que los tomé por la mano para sacarlos de la tierra de Egipto: porque ellos no permanecieron en mi pacto, y yo los menosprecié, dice el Señor." Hebreos 8:7-9. La ley era una sombra de las cosas venideras. El escritor de los Hebreos dijo: "Porque la ley, teniendo la sombra de los bienes venideros, no la imagen misma de las cosas, nunca puede, por los mismos sacrificios que ofrecen continuamente cada año, hacer perfectos a los que se allegan. Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos no puede quitar los pecados. Por lo cual, entrando (Jesús) en el mundo, dice: Sacrificio y presente no quisiste; Mas me apropiaste cuerpo: Holocaustos y expiaciones por el pecado no te agradaron. Entonces dije: Heme aquí ... Para que haga, o Dios, tu voluntad .... Quita lo primero, para establecer lo postrero". Hebreos 10:1, 4-6, 9. Por medio de estos pasajes de las Sagradas

Escrituras, se puede ver que Jesús estableció un nuevo orden de cosas: "Dirimiendo en su carne las enemistades, la ley de los mandamientos en orden a ritos, para edificar en sí mismo los dos en un nuevo hombre, haciendo la paz". "Rayendo la cédula de los ritos que nos era contraria, que era contra nosotros, quitándola de en medio y enclavándola en la cruz." Efesios 2:15; Colosenses 2:14. Por medio de Jesús, se puede decir: " ... pues no estáis bajo la ley, sino bajo la gracia". Romanos 6:14. Bajo la ley reinaba la fuerza, y el olvidar cumplir con la ley, era castigado con la muerte. Bajo la gracia, reina el amor, pues está escrito: "La caridad (o sea el amor) no hace mal al prójimo: así que, el cumplimiento de la ley es la caridad". Romanos 13:10. Y otra vez dice el Apóstol Pablo: "Porque toda la ley en aquesta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como á ti mismo". Gálatas 5:14.
CRISTO ES NUESTRO REPOSO
Ahora vivimos en la dispensación de la gracia y todos somos libres de la ley de Moisés. Bajo la ley había un reposo momentáneo (temporal) cada siete días sólo para la nación israelita, pero bajo la gracia hay reposo espiritual para el pueblo de Dios en todas las naciones. "Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios."

Lea Hebreos 4:1-11. Este glorioso reposo del que goza el pueblo de Dios vino a través de un Señor crucificado y resucitado. (Gálatas 4:4, 5)
Nosotros reconocemos el primer día de la semana como día de reposo y de adoración, pero no como los israelitas-judíos que procuraban santificar el séptimo día por medio de cesar de trabajar. Bajo la gracia, santificamos o guardamos todos los días por medio de vivir vidas santas. Procuramos obedecer este mandato todos los días: "Sed santos, porque yo soy santo". 1 Pedro 1:16. La palabra "sábado" significa reposo, así que el sábado judío es tipo de Jesús, quien es nuestro reposo, más bien que el día. "Por tanto, nadie os juzgue en comida, o en bebida, o en parte de día de fiesta, o de nueva luna, o de sábados; Lo cual es la sombra de lo por venir; mas el cuerpo es de Cristo." Colosenses 2:16, 17.
EL PRIMER DIA DE LA SEMANA
El primer día de la semana fue observado por la Iglesia primitiva después de la resurrección de Jesús. Nuestro Señor resucitó el primer día de la semana, y apareció a Sus discípulos ese mismo día. Después, el siguiente domingo, otra vez apareció a los discípulos; así que, el primer día de la semana era para aquellos miembros primitivos un día digno de recordar. Las Escrituras registran el lugar donde los discípulos se reunieron en este día. En Hechos 20:7 leemos: "Y el día primero de la semana, juntos los discípulos a partir el pan, Pablo les enseñaba .... " Al escribir a la Iglesia en Corinto, el Apóstol Pablo les dice: "Cada primer día de la semana cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiere; para que cuando yo llegare, no se hagan entonces colectas". 1 Corintios 16:2.
Algunos dicen que la Iglesia primitiva no comenzó a observar el primer día de la semana como día de reposo y de adoración, sino hasta la época de Constantino el Grande. No obstante, las referencias bíblicas expuestas aquí muestran que los discípulos sí se reunieron el día domingo poco después de la resurrección de Nuestro Señor. También los escritos de algunos de los cristianos primitivos que vivieron antes del tiempo o época de Constantino, revelan el hecho de que observaban el primer día de la semana. Estos muestran que los discípulos guardaban el domingo con gran gozo porque fue el día en el cual Cristo resucitó de los muertos. Es cierto que durante su reinado Constantino decretó un edicto que todos deberían observar el primer día de la semana como el día de reposo.
Podemos referirnos al domingo como día de reposo y de adoración, pero el día de la semana que los israelitas observaban, era el séptimo día de la semana, o sea el sábado. Nos sentimos gozosos de estar viviendo en la dispensación de la gracia. Reconocemos el nuevo orden de las cosas bajo el nuevo pacto, y damos gracias a Dios por el glorioso reposo que disfrutamos en Jesucristo: "Así también Cristo fué ofrecido una vez para agotar los pecados de muchos; y la segunda vez, sin pecado, será visto de los que le esperan para salud." Hebreos 9:28.

Esta enseñanza sobre el día sábado es una de las doctrinas prominentes del Nuevo Testamento; por lo tanto, es una de las enseñanzas de La Iglesia de Dios, que promete aceptar y creer toda la Biblia como la Palabra de Dios correctamente dividida, y el Nuevo Testamento como su única regla de fe y práctica.

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