jueves, 27 de septiembre de 2012

La Pulcritud En Este Siglo

La Pulcritud En Este Siglo

“No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. Porque todo lo que hay en el mundo, la concupiscencia de la carne, y la concupiscencia de los ojos, y la soberbia de la vida, no es del Padre, mas es del mundo. Y el mundo se pasa, y su concupiscencia; mas el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre” (1 Juan 2:15-17).

La escritura define lo que está en el mundo, pero para ampliar más la definición entendemos que el mundo es algo completamente opuesto a Dios. ¿Pero porque aborrece al mundo? Porque el mundo está lleno de pecado y en él obran las iniquidades de la carne. El apóstol Pablo escribió en su epístola a los Gálatas hablando acerca de estas obras de la carne en Gálatas capitulo 5:19-21. (Y cosas semejantes a estas)… que quiere decir? Que si no fueron mencionadas pero son relacionadas a las obras de la carne también son pecados. Yo se que puede haber algunos que piensen que la palabra es muy difícil de cumplir, especialmente en estos tiempos modernos, y yo creo que para la juventud es más difícil. Pero hay alguien que si nos puede ayudar a cumplir la palabra. Es el Espíritu de Dios.

Pero para que el deseo carnal muera, uno tiene que experimentar la santificación. La santificación es la segunda obra definida de la gracia, algo instantáneo en el corazón regenerado por medio del Espíritu Santo y a través de la sangre poderosa de Cristo. En la santificación la naturaleza adánica, o el pecado innato es erradicado/extirpado, y restaura al creyente a un estado de santidad y de esa manera viene hacer elegible para la morada del Espíritu Santo.

Y el Dios de paz os santifique en todo; para que vuestro espíritu y alma, y cuerpo sea guardado entero sin reprensión para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tes. 5:23).

Sabemos que somos compuestos de tres cosas, alma, espíritu, y cuerpo. Nuestro espíritu se va con Cristo cuando muramos, el cuerpo se desvanece, pero el alma es la que hereda la vida eterna o el castigo eterno. Cuando alguien se arrepiente, sus pecados son perdonados, viene hacer justificado por la fe, luego regenerado, y ahí entonces viene el nuevo nacimiento. Pero el deseo de pecar todavía no es eliminada, la persona fue perdonada por sus pecados pero no ha sido santificada. Necesita esa experimentación en su corazón para que pueda ser santificada. Por eso es muy importante recibir la santificación, lo que era difícil cuando fuimos recién convertidos ahora no lo es. Porque hemos sido santificados, las atracciones del mundo ya no son deseables. Si antes le gustaba salir a las fiestas paganas y beber, fumar o cualquier otra cosa; ahora ya no, hay un cambio completo. Ahora el trabajo de Dios es posible, y ya no más se ve como algo que tiene que hacer pero algo que quiere hacer. Uno mismo es un testimonio vivo, por eso el apóstol Pablo exhorto al joven Timoteo diciéndole:

Ninguno tenga en poco tu juventud; pero se ejemplo de los fieles en palabra, en conversación, en caridad (amor), en espíritu, en fe, en limpieza” (1 Timoteo 4:12). Que nadie piense que porque él o ella están joven no tienen o pueden ser fieles a Dios; claro que sí!!!! Timoteo fue un ministro joven de la Iglesia primitiva. ¡Nosotros tenemos que ganar almas para Cristo! No hay que dejarle solamente el trabajo al pastor o los líderes y nosotros sentados en casa creyendo que nuestra asistencia en el templo es lo suficiente. ¡No! Debemos trabajar para Cristo, hablarle a las almas de Él. El versículo 15 y 16 del mismo capítulo dice, “Medita estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea manifiesto a todos. Ten cuidado de ti mismo y de la doctrina (palabra); persiste en ello; pues haciendo esto, a ti mismo salvaras y a los que te oyeren.” Cuando nos escuchen hablar van a decir, estos no hablan como nosotros, ellos son diferentes… amen!! Nueva criaturas somos en Cristo Jesús. En la epístola de Pablo a Tito dice:

Porque la gracia de Dios que trae salvación a todos los hombres, se manifestó, enseñándonos que renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo templada, y justa, y píamente, esperando aquella esperanza bienaventurada, y la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo, que se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y limpiar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras

Muchos piensan que no podemos vivir en santidad sino hasta que Cristo venga. Eso es mentira; la biblia dice lo opuesto, dice “que en este siglo” quiere decir que en este tiempo. Este es el tiempo de vivir en santidad. A través de la santificación podemos vivir en santidad. Mateo 7:7,8 dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá.” ¡Esta palabra no tan solo fue para los discípulos de Cristo ni para los tiempos antiguos, es para los tiempos pasados el presente y el futuro!! ¡Cristo es el mismo de ayer de hoy y por los siglos! ¡Aleluya! Sigamos adelante buscando la santificación y el que ya es santificado que busque al Espíritu Santo que tendrá virtud de lo alto como lo prometió Cristo antes de su descendencia al Padre en Hechos 1:8. Amen.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario