miércoles, 15 de agosto de 2018

EL NOMBRE DE LA IGLESIA—QUINTA PARTE AÑOS DE DESAFÍO

Walter Lofton, Historiador de la Iglesia

Como resultado de la división de la Iglesia en 1923, dos grupos en Cleveland estuvieron usando “Iglesia de Dios” como su nombre legal. No hace falta decir que esto causó gran confusión y contención. Nos referiremos al grupo acusador como la “división de los ancianos” porque diez de los doce ancianos designados para ayudar al Supervisor General se pusieron en su contra para derrocarlo de su cargo, de modo que pudieran poder obtener el control de la Iglesia y dirigirla como lo consideraran conveniente.

Después de la división, la Asamblea de 1923 revocó la constitución para regresar a la Biblia como nuestra única regla de fe y tomó la resolución de que somos la “Iglesia de Dios.” El otro “lado” audazmente juró en la corte el 17 de noviembre de 1923, que su nombre oficial era “LA ASAMBLEA GENERAL DE LAS IGLESIAS DE DIOS.” Parece que ellos no querían usar el nombre de “Iglesia de Dios,” pero tampoco querían que nosotros lo usáramos. Sin embargo, no pasó mucho tiempo hasta que volvieron a usar este nombre y no el otro que declararon ante el tribunal. En su asamblea de 1926, ellos también revocaron la constitución.

El 26 de febrero de 1924, la “división de los acianos” trajo un pleito contra la Iglesia para controlar la propiedad, las finanzas, y el nombre. El mandato impuesto a la Iglesia nos prohibió usar el nombre tan querido para nuestros corazones. Para evitar confusiones, el nombre de la “Iglesia de Dios” con el sufijo, “sobre la cual A. J. Tomlinson es el Supervisor General” y, a veces, A. J. Tomlinson, Supervisor General” fue utilizado solo con fines comerciales. Después de la muerte del Hermano Tomlinson y el nombramiento de su hijo, M.A. Tomlinson, como Supervisor General, la Iglesia usaría “Iglesia de Dios, sobre la cual A. J. Tomlinson fue y M.A. Tomlinson es Supervisor General.” Como un niño de ocho años, recuerdo haber visto este letrero en el frente de nuestro edificio de la iglesia local y me pregunté por qué no leería “Iglesia de Dios” sin agregar los nombres de nuestros amados Supervisores Generales.

El otro grupo no le gustó este arreglo y continuó con el litigio hasta 1929 hasta cuando el tribunal dijo que debíamos usar “Iglesia de Dios de Tomlinson” como nuestro nombre para distinguirnos de la “división de los ancianos” a quienes los tribunales favorecieron con el nombre original de “Iglesia de Dios.”

La Iglesia no pudo cumplir con esta decisión y apeló a la corte por un aplazamiento, que se otorgó con la condición de que cuándo o si la iglesia acusadora objetara o nos obligara a volver al fallo judicial de 1929.

Bueno, así como el destino lo tendría, 23 años después así lo hicieron el 1 de mayo de 1952. Al día siguiente, la decisión del tribunal fue que la corte nos designaría un nombre para usar que ambas partes pudieran acordar o, de lo contrario, nos veríamos obligados a utilizar una vez mas como nombre oficial “Iglesia de Dios de Tomlinson.” Entonces, el 2 de mayo de 1952, la Iglesia seria conocida como “Iglesia de Dios de la Profecía.” Esto fue solo para fines comerciales y no obstaculizaría nuestra adoración de ninguna manera. Como nota personal, un año después de que los tribunales le dieran este nombre a la Iglesia, me uní a la Iglesia a la edad de nueve años.

Todos parecían pensar que la larga batalla sobre el nombre de la Iglesia había terminado. ¿Pero en verdad lo fue? No, no fue así. Dios tenía otra lección más para que aprendamos sobre el nombre de la Iglesia. Dios tendría Su opinión, la cual sería final. La Iglesia aprendió esta importante lección cuarenta y un años después en la Asamblea Solemne en julio de 1993. Mas sobre esto en la próxima edición. (Continuará)

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