lunes, 2 de abril de 2018

EL ESPÍRITU SANTO VENDRÁ SOBRE USTEDES

James R. Horne – Editor Asistente, Bessemer, AL

Al leer el relato histórico de cómo el hermano Tomlinson fervientemente buscó el bautismo del Espíritu Santo hasta que lo recibió, la expresión “buscando fervientemente” como a veces se usa en la Iglesia hoy en día, solo lo representaría levemente. El deseo de este hombre y el celo de recibir el Espíritu Santo consumía tanto a este hombre que no quería otra cosa. En 1908, su pasión por esta promesa se volvió en su realidad. Incluso en nuestros días, el testimonio del hermano Tomlinson de cómo buscó y recibió el Espíritu Santo no lo decepcionará, y reconfirmará, así como la Palabra de Dios nos dice, que esta promesa todavía es para todos nosotros. El Espíritu Santo le dio el poder al hermano Tomlinson para predicar en muchos países, cumpliendo una visión que Dios le había dado. Vamos a leer en sus propias palabras la experiencia espiritual que él emprendió y que este testimonio imparta mayor celo y determinación para que podamos ver a cada miembro lleno del Espíritu Santo y fuego y trabajando para la gloria de Dios:

“En enero de 1907, me volví más interesado sobre el tema de recibir el Espíritu Santo como Él lo había derramado en el día del Pentecostés. Durante todo el año no dejé de predicar que era nuestro privilegio el recibir el Espíritu Santo y hablar en lenguas como lo hicieron en el día del pentecostés. Yo no tenía la experiencia, así que casi siempre estaba entre los que lo buscaban en el altar. El Señor nos dio grandes avivamientos, y las almas fueron convertidas y santificadas, y algunos realmente pasaron la experiencia, y fueron bautizados con el Espíritu Santo con la evidencia de hablar en otras lenguas.

“Para el final del año estaba tan deseoso del bautismo del Espíritu Santo que apenas me importaba la comida, la amistad o cualquier otra cosa. La única cosa que yo quería era el bautismo del Espíritu Santo. Le escribí a G. B. Cashwell, quien había estado en los Ángeles, California, y había recibido el bautismo allí, le pedí que viniera a nuestro lugar por unos días. Él llegó el 10 de enero de 1908. Predicó el sábado por la noche, y el domingo por la mañana, el 12 de enero, mientras predicaba, una peculiar sensación me invadió, y casi inconscientemente, me resbalé de la silla colocándome en la plataforma a los pies del hermano Cashwell. No sabía lo que significaba tal experiencia. Mi mente estaba clara, pero un poder peculiar me rodeo mucho y emocionó todo mi ser que terminé entregándome a Dios y esperando los resultados. Pronto me perdí en mi entorno mientras yacía en el suelo, ocupado solo con Dios y las cosas eternas. De pronto, uno de mis pies comenzó a temblar y hacer ruido contra la pared. No pude mantenerlo quieto. Cuando se calmó, el otro hiso lo mismo. Luego mis manos y mi cabeza fueron dirigidos. Mi mandíbula parecía estar fija, mis labios estaban movidos y chuecos como si un médico estuviera indicando un examen especial. Mi lengua y mis ojos fueron dirigidos de la misma manera. Varios exámenes parecían ser tomados, y cada miembro y todo mi cuerpo examinado.

“Mi cuerpo fue rodado y lanzado fuera de mi control, y finalmente, mientras estaba acostado sobre mi espalda, mis pies se levantaron varias veces y mi lengua se salía de mi boca a pesar de mis esfuerzos por mantenerla dentro de mi boca.

“Al mismo tiempo, mientras estaba acostado sobre mi espalda, me pareció ver una gran sábana caer, y cuando esta cayó sobre mí, sentí como me envolvía en sus pliegues, y realmente me sentí literalmente levantado y levantado del piso varias pulgadas, y cargado en esa sabana varios pies en la dirección que mis pies apuntaban, y después caí sobre el piso otra vez. Mientras estaba allí, una gran alegría inundó mi alma; los momentos más felices que yo no había conocido hasta ese momento. Nunca había sabido lo que era el verdadero gozo. Mis manos se unieron sin esfuerzo de mi parte. ¡Oh, tales diluvios y oleadas de gloria corrieron por todo mi ser por varios minutos! Hubo momentos en que sufrí el dolor y la agonía más insoportables, pero mi espíritu siempre le dijo que “sí” a Dios.
“Luego vino una parte muy interesante de la experiencia, ‘verán visiones.’ En visión fui llevado a Centroamérica, y se me mostró la horrible condición de la gente allí, un paroxismo [ataque] de sufrimiento se apoderó de mí ya que parecía estar en agonía de alma por su salvación. Entonces hablé en leguas como el Espíritu me dio que hablase, y en la visión parecía estar hablando el mismo idioma de las tribus nativas con las que estaba rodeado.

“Entonces, después de un pequeño descanso, fui llevado en la visión a Sudamérica, y de todas las imágenes en negro que alguna vez fueron pintadas seguramente esta era la más oscura. La visión se asentó en Brasil, y después de otro paroxismo [ataque] de sufrimiento o agonía de alma el Espíritu rompió otra vez en otras lenguas; luego después de un tiempo de tranquilidad fui llevado a Chile, con los mismo efectos y resultados; de la misma manera a la Patagonia, lejos entre los indígenas analfabetos. Cada lugar que se me mostró, di mi consentimiento en mi espíritu para ir a ellos.

“De la Patagonia a África y a Jerusalén; y mientras estuve allí soporté el sufrimiento más intenso, como si pudiera haber estado sufriendo de manera similar a la de mi Salvador en el monte Calvario. Nunca podré describir la horrible agonía que sentí en mi cuerpo. Después de cada paroxismo de sufrimiento vino una lengua. De Jerusalén fui llevado al norte de Rusia, luego a Francia, de allí a Japón; y después parecía que regresaba a Estados Unidos, pero pronto fui llevado al norte entre los Esquimales. Mientras estaba allí, las lenguas del Espíritu hablando a través de mí parecía similar al ladrido de un perro. Fui llevado a varios lugares de manera similar.

“No puedo dejar de hablar del terrible conflicto que tuve en la visión con el diablo. Entré en contacto directo con él. Mientras estaba en este estado, llegó la lucha más horrible de todas. Mientras hablaba en una lengua desconocida, el Espíritu parecía envolverme, y fui llevado a un curso de expulsión de demonios; una experiencia real en la visión, y los últimos versículos de Marcos 16 llegaron muy vívidamente ante mi mente.

“En la visión pude ver multitudes de personas alertas y viniendo de esta manera. Entre ellos estaban la Sra. Tomlinson y mis hijos. (Todos ellos recibieron el Bautismo unos meses después.) Vi a todos nosotros en un viaje misionero. ¡Gloria a Dios! Esto era realmente ser bautizado con el Espíritu Santo como lo recibieron en el día del pentecostés.

“Con todo lo que he escrito, aún no está todo dicho; pero a juzgar por los países que visité en la visión, hablé diez idiomas diferentes. Parecía que el Espíritu me estaba mostrando estos países con mira de enviarme allí. En cada lugar vi a un gran número de personas viniendo a la luz. Vi multitudes viniendo a Jesús. No sé si Dios quiere que vaya a estos lugares o no, pero ciertamente estoy dispuesto a ir como Él dirija.

“Desde que recibí esta maravillosa experiencia de ser bautizado con el Espíritu Santo como fueron bautizados en el día del Pentecostés, Dios se ha revelado a Sí mismo y ha dado muchas manifestaciones especiales de Su presencia y poder en mi vida. Tres veces desde entonces, el mismo poder me ha envuelto y levantado del piso de manera similar a la forma que me levantó el día en que entró para morar en mí. Tres veces durante las manifestaciones especiales de Su presencia, testigos verdaderos han visto ‘como de fuego’ descansando cerca y alrededor de mi cabeza.

“He viajado miles de millas y conté la simple historia, y relaté mi experiencia a miles de personas; y he visto a cientos bautizados con el Espíritu Santo; y todos los que lo recibieron hablaron en leguas como el Espíritu les daba que hablasen.

“He visto congregaciones enteras ponerse de pie al instante, mientras el poder de Dios se movía con emoción en todas las partes de la congregación. En otras ocasiones he visto audiencias casi enteras frente a Dios mientras esa misma emoción de poder corría como un rayo en todas direcciones. Una ocasión, cuando me paré para hacer un llamamiento al altar, mientras levantaba mis manos, una especie de niebla azul fue vista por varios testigos verídicos, mientras se asentaba en la congregación, y no pocos cayeron, y o se arrastraron o fueron llevados al altar. Unas pocas veces mientras la palabra fue predicada, el Espíritu Santo cayó sobre todos los que oyeron la Palabra. Se han visto rayos de fuego como destellos lanzados justo sobre las cabezas de las personas en la congregación como rayos zigzagueantes, y sin embargo no tan rápido, pero fue visto fácilmente por decenas de personas” (Respondiendo al Llamado de Dios, A. J. Tomlinson, págs. 10-13).

¡El mismo Espíritu Santo y fuego quiere manifestarse en tu vida! Dios quiere usarnos a todos en estos últimos días, pero no podemos hacerlo por nuestra propia fuerza. Sometámonos al Espíritu Santo y dejemos que Él haga Su voluntad en nuestras vidas. Si usted no ha recibido este regalo, pídalo y busque al Señor hasta que lo reciba. ¡Permita que el mismo anhelo que tuvo el hermano Tomlinson se convierta en el deseo de su propio corazón! Para aquellos que tienen el bautismo del Espíritu Santo, vamos a rendirnos completamente al Él y ser usados por Él, permitiendo que su influencia se manifieste continuamente en nuestras vidas individuales y se manifieste en nuestras iglesias locales.

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