martes, 19 de junio de 2018

ABRAZAR LA VISIÓN

Betty Marlowe – Coordinadora General de la Escuela Dominical

La Asamblea anual celebrada el 26 y 27 de enero de 1906 en Camp Creek, Carolina del Norte, incluyó las iglesias del este de Tennessee, el norte de Georgia y el oeste de Carolina del Norte. Los temas tratados incluyeron la Santa Cena y el Lavatorio de Pies, el hacer minutas, las reuniones de oración, el servicio familiar y el uso del tabaco. Otro asunto fue considerado, la Escuela Dominical, 22 años antes de que los otros auxiliares fueran introducidos en la Iglesia.

Las Minutas se leen así: “La Escuela Dominical fue discutida brevemente por el anciano W. F. Bryant, Malissie Murphy y otros. Nosotros grandemente recomendamos este importante servicio como un medio para enseñar a los niños a reverenciar la Palabra de Dios y la casa designada para el culto, y también para elevar la moral de la comunidad. Por lo tanto, es el sentir de esta Asamblea recomendar, aconsejar e instar a cada iglesia local a tener una Escuela Dominical todos los domingos durante todo el año si es posible. Aconsejamos a los obreros que hagan todo lo posible para propagar el interés de la Escuela Dominical, buscar los lugares donde no la tienen en operación, y organizarla donde sea posible hacerlo. Creemos que una Escuela Dominical puede a veces organizarse y funcionar con éxito allí donde no se pudo establecer una iglesia de inmediato, de esta manera, abrir y allanar el camino para un trabajo más permanente en el futuro. Además, se recomienda que la Escuela Dominical se celebre en la mañana cuando sea posible sostenerla en ese momento.” Una vez, un miembro hizo la declaración de que él pensaba que la Iglesia necesitaba un estudio bíblico sistemático y regular. Esto fue en la década de los 70’s. Una secretaria de la Escuela Dominical lo escuchó por casualidad, y le respondió rápidamente, “lo tenemos, se llama Escuela Dominical.”
A veces, este valioso auxiliar considerado “importante” para nuestros antepasados, es ignorado como el medio para hacer crecer la Iglesia, como lo dijeron la Minutas de 1906, “para elevar la moral de la comunidad… para organizar donde no se puede establecer una Iglesia de inmediato, abrir y allanar el camino para un trabajo más permanente en el futuro.”

¿Cuál es el potencial de una Escuela Dominical a nivel local? ¿Es un ministerio? ¿Es el evangelismo parte del programa? ¿Estamos alcanzando personas que quizás no pueden venir a la iglesia local? ¿Es nuestra presencia notoria en la comunidad? Permitamos que el Espíritu Santo se mueva en nuestra Escuela Dominical para que funcione a lo mejor de su capacidad. Eso es lo que los pioneros de la Iglesia vieron para el futuro. Estamos ahí.

Depende de nosotros Abrazar la Visión, Abrazar la Palabra, Abrazar el Trabajo.

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