miércoles, 6 de agosto de 2014

¿Es Necesario Diezmar En Este Presente Tiempo?


¿Es Necesario Diezmar En Este Presente Tiempo?

¿Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde” (Malaquías 3:10).

Jehová Dios siempre ha tenido un plan para la humanidad, y en ese plan incluye la bendición espiritual y la financiera.  El profeta Malaquías escribe siendo inspirado por Dios que llevemos los diezmos al alfolí, y haciendo eso veremos bendiciones en nuestro hogar que sobreabunden. ¿Pero que es diezmar? ¿O que quiere decir la palabra diezmo?

Diezmo: Décima parte de algo especialmente cuando se ofrenda a Dios. (D.B. Holman) 2. Impuesto de aduanas que pagaba el comerciante al rey y equivalía al diez por ciento del valor de sus mercancías. (Diccionario Enciclopédico vox 1. 2009).

            En este tiempo (después de la edad media) vemos que muchos cristianos quieren abrogar pagar diezmos.  Una de la razones por la cual quieren excusar pagar diezmos son porque fue ejercitado bajo la ley y ahora vivimos bajo la gracia (Rom. 6:14), y están en lo correcto que estamos bajo la gracia.  Pero como cristianos tenemos que aceptar TODA la Biblia como la Palabra de Dios, pero claro que correctamente dividida, por tal razón en lo siguiente compararemos el Antiguo Pacto con el Nuevo. 

            En el libro de Deuteronomio 12:11 dice, “Y al lugar que Jehová vuestro Dios escogiere para hacer habitar en él su nombre, allí llevaréis todas las cosas que yo os mando: vuestros holocaustos, y vuestros sacrificios, vuestros diezmos, y las ofrendas elevadas de vuestras manos, y todo lo escogido de vuestros votos que hubiereis prometido á Jehová;.  Esto indica como otras escrituras más en al Antiguo Testamento que los diezmos fueron dados para el servicio de Jehová Dios.  Los Levitas quienes representaban el ministerio en su servicio al tabernáculo de la congregación recibían los diezmos por su servicio.  No hay indicación alguna en la Escritura que mencione que los diezmos fueron entregados para otra cosa sino para el sostén del ministerio: “Y he aquí yo he dado á los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, por su ministerio, por cuanto ellos sirven en el ministerio del tabernáculo del testimonio (Num. 18:21).  El ministerio de los Levitas era de mantener el fuego encendido continuamente, el cuidado del tabernáculo, de mantener los vasos limpios y mantenerlos llenos de agua, y otras cosas más dentro del ministerio.  Muchos de los pastores y granjeros tenían que labrar la tierra para su sostén, pero los Levitas estaban tan ocupados en el ministerio que no tenían suficiente tiempo para hacer eso sino dedicarse a lo que Dios les había mandado.  Como podemos ver, desde antes Dios tenía un plan para su servicio en el tabernáculo. 

            En nuestro presente tiempo (bajo la gracia) tenemos también un ministerio: “Y él mismo dió unos, ciertamente apóstoles; y otros, profetas; y otros, evangelistas; y otros, pastores y doctores; Para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo;” (Ef. 4:11-12).  Nuestro Señor Jesucristo no vino para abrogar la ley, “No penséis que he venido para abrogar la ley ó los profetas: no he venido para abrogar, sino á cumplir” (Mt. 5:17).  Entendiendo esto sabemos que Él vino a cumplir lo que ya estaba establecido (la ley) pero a través del cumplimiento de (la ley) estableció la gracia, muriendo en la cruz del calvario y resucitando al tercer día.  En el libro de Génesis 14:20 dice: “Y bendito sea el Dios alto, que entregó tus enemigos en tu mano. Y dióle Abram los diezmos de todo.”  Uno de los patriarcas, Abraham pagaba diezmos a Melchisedec quien fue uno de los sacerdotes de Dios; cuatrocientos años antes que la ley fuera establecida.  Igualmente paso con Jacob cuando el vio: “Y esta piedra que he puesto por título, será casa de Dios: y de todo lo que me dieres, el diezmo lo he de apartar para ti” (Gn. 28:22).  Este voto fue hecho muchos años antes que la ley fuese dada.  La Biblia nos enseña que fue algo que ellos hicieron voluntariamente como agradecimiento hacia Dios.

            Porque las cosas que antes fueron escritas, para nuestra enseñanza fueron escritas…” (Rom.15:4).  Nosotros no pagamos diezmos como si estuviéremos bajo la Ley porque en esta dispensación de la gracia no estamos obligados a guardar la Ley.  En el Nuevo Testamento hace referencia a Abraham concerniente al diezmar, y nosotros regresamos a Abraham para nuestros diezmos como si la Ley nunca había sido instituida. El profeta encomendó que se pagaren los diezmos al alfolí.  Esto ahora nos corresponde a nosotros pagar nuestros diezmos a la tesorería de la iglesia para el soporte del ministerio. 

Por consiguiente, “Indispensablemente diezmarás todo el producto de tu simiente, que rindiere el campo cada un año” (Deut. 14:22).  En el día que vivimos hoy, muchos de nosotros no obtenemos nuestros bienes por labrar la tierra o cuidar rebaños, y aquellos que si se les es más conveniente pagar diezmos con dinero que con los bienes de su labor.  Dios requería que pagaran diezmos del primer fruto, quiere decir que debemos pagar diezmos de lo que recibamos de nuestra ocupación o profesión y después usar la porción que queda como sea necesaria.

Algunos menciona que en la Iglesia Primitiva (del Nuevo Testamento) no se habló sobre el diezmar pero se entiende que la razón por la cual los apóstoles no discutían sobre el diezmo es porque ellos ya conocían los manuscritos y la ley de Moisés, por tal razón no se mencionaba, ya que era algo que los ante pasados habían ejercido.  Cuando los apóstoles continuaban enseñando algunas cosas que eran con respeto a la ley hubo un desacuerdo y se trajo a la asamblea que está registrada en Hechos capítulo 15.  Uno de los temas era sobre la circuncisión, y la razón era porque la ley decía que tenían que ser circuncidados más Jesucristo dijo que ahora la circuncisión seria en el corazón:

Porque la circuncisión en verdad aprovecha, si guardares la ley; más si eres rebelde á la ley, tu circuncisión es hecha incircuncisión. De manera que, si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión por circuncisión? Y lo que de su natural es incircunciso, guardando perfectamente la ley, te juzgará á ti, que con la letra y con la circuncisión eres rebelde á la ley. Porque no es Judío el que lo es en manifiesto; ni la circuncisión es la que es en manifiesto en la carne: Mas es Judío el que lo es en lo interior; y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no es de los hombres, sino de Dios” (Rom. 2:25-29).

Nuestro Señor Jesucristo aprobó el diezmo cuando se le acercaron los escribas y fariseos, “Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es á saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era menester hacer, y no dejar lo otro” (Mt. 23:23).  Jesús les encomendó lo bueno que hacían al pagar diezmos pero no les estaba llamando hipócritas porque diezmaban sino porque diezman y se olvidaban de lo demás.  Es necesario cumplir con todo lo que Dios nos ha encomendado a hacer, incluyendo la misericordia y la fe.  Creemos que los diezmos deben ser usados para el “apoyo del ministerio, pero un regalo o una ofrenda puede ser usada para ayudar a los pobres y al necesitado, para construir un templo, para financiar el trabajo misionero, para publicar el evangelio, y para otras cosas más que ayuden a promover el trabajo de la iglesia” (tcog t.g).  El ofrendar es algo separado y aparte de pagar diezmos, es algo adicional de los diezmos que pagamos.

Y aquí ciertamente los hombres mortales toman los diezmos: más allí, aquel del cual está dado testimonio que vive. Y, por decirlo así, en Abraham fué diezmado también Leví, que recibe los diezmos; Porque aún estaba en los lomos de su padre cuando Melchîsedec le salió al encuentro. Si pues la perfección era por el sacerdocio Levítico (porque debajo de él recibió el pueblo la ley) ¿qué necesidad había aún de que se levantase otro sacerdote según el orden de Melchîsedec, y que no fuese llamado según el orden de Aarón? Pues mudado el sacerdocio, necesario es que se haga también mudanza de la ley.” (Hebreos 7:8-12)

En estos versículos del libro de Hebreos vemos la comparación que el escritor hace en referencia a los tiempos de Abraham. ¿Pero por qué? ¿Por qué menciona al patriarca Abraham en el libro de los Hebreos? ¿Cuál es la intención?  En el versículo once de Hebreos capitulo siete dice, “Si pues la perfección era por el sacerdocio Levítico (porque debajo de él recibió el pueblo la ley)…” Y no la epístola de Efesios usa la misma referencia concerniente al ministerio? “Para perfección de los santos, para la obra del ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo”.  Podemos comprender que es lo mismo para nuestro tiempo, el ministerio fue dado para perfección de los santos y ellos son los que nos administran la (ley) Palabra de Dios.  Pero haremos un poco más de énfasis en los primeros versículos de Hebreos 7:1-3. 

PORQUE este Melchîsedec, rey de Salem, sacerdote del Dios Altísimo, el cual salió á recibir á Abraham que volvía de la derrota de los reyes, y le bendijo, Al cual asimismo dió Abraham los diezmos de todo, primeramente él se interpreta Rey de justicia; y luego también Rey de Salem, que es, Rey de paz; Sin padre, sin madre, sin linaje; que ni tiene principio de días, ni fin de vida, mas hecho semejante al Hijo de Dios, permanece sacerdote para siempre.”

                Melchisedec es un tipo de Cristo, las mismas características que menciona el autor de él son idénticas a las de nuestro Señor Jesucristo.  El rey de Justicia es nuestro Señor Jesucristo (1 Tim. 6:15), Rey de Paz (Jn. 14:27), ni tiene principio de días (Heb. 13:8).  Nuestro Patriarca Abraham es conocido como el Padre de la fe, siendo que fue constituido amigo de Dios; y él mismo pagaba diezmos a Melchisedec quien era mayor que Abraham.  Entendiendo claramente que el Nuevo Testamento está escondido en el Antiguo Testamento y el Antiguo es Revelado en el Nuevo podemos entender que desde los patriarcas, jueces, reyes, y profetas se preparaba el camino del Señor para que en Él sea cumplida la ley; y la gracia fuera establecida: “Edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo la principal piedra del ángulo Jesucristo mismo” (Ef. 2:20).

Sabemos que es mejor dar que recibir, “Dad, y se os dará; medida buena, apretada, remecida, y rebosando darán en vuestro seno” (Luc. 6:38).  “…Señor Jesús, el cual dijo: Más bienaventurada cosa es dar que recibir” (Hec. 20:35), Dios siempre ha bendecido al dador alegre y es algo hermoso que sigamos  practicando.  Es promesa que Dios nos bendecirá en gran manera:

Traed todos los diezmos al alfolí, y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y vaciaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde. Increparé también por vosotros al devorador, y no os corromperá el fruto de la tierra; ni vuestra vid en el campo abortará, dice Jehová de los ejércitos. Y todas las gentes os dirán bienaventurados; porque seréis tierra deseable, dice Jehová de los ejércitos (Mal. 3:10-12).

¿Sera tan importante pagar diezmos y ofrendar?  “¿Robará el hombre á Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? Los diezmos y las primicias.  Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado” (Mal. 3:8,9).  Dios quiere que seamos fiel en todas las cosas y eso incluye diezmar y el ofrendar: “Cuanto á la colecta para los santos, haced vosotros también de la manera que ordené en las iglesias de Galacia. Cada primer día de la semana cada uno de vosotros aparte en su casa, guardando lo que por la bondad de Dios pudiere; para que cuando yo llegare, no se hagan entonces colectas” (1 Cor. 16:1,2).  El ministerio es algo sagrado dado por Jesucristo mismo a Su Iglesia y por tal razón es importante que, “Así también ordenó el Señor á los que anuncian el evangelio, que vivan del evangelio” (1 Cor. 9:14).  Ayudemos a nuestros ministros en el Señor y cumplamos con la doctrina de la Biblia, “Si sabéis estas cosas, bienaventurados seréis, si las hiciereis  (Jn. 13:17).  Espero que a través de este corto estudio podamos reflexionar si estamos defraudando a Dios con no diezmar y empecemos a practicar el diezmar y traerlos al alfolí (tesorería) de la Iglesia.

Bendiciones,

Evangelista Regional y Ministro Irving Romano.

 

 

 

 

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