miércoles, 6 de agosto de 2014

LA LLAMADA FRIA ESPIRITUAL

LA LLAMADA FRIA ESPIRITUAL
E. ROGER AMMONS,
COORDINADOR GENERAL DE EVANGELISMO

EL DICTIONARIO DE HERENCIA AMERICANA define “llamada fría” como: “Una llamada telefónica o una visita a alguien quien no conoce o no está esperando ese contacto, muchas veces para poder vender algo.”  Varios perspectivos enfadados añaden su nombre a una lista para que no les llamen o ponen un signo que diga, “NO SOLICITEN” en su puerta.  Algunos vendedores exponen que una venta por referencia es diez veces más efectiva que una llamada fría.

            Aunque hay unos beneficios en las llamadas frías cuando se refieren a un empuje evangelistico, no es tan efectivo cuando uno da seguimiento a los visitantes de la iglesia o a los compañeros de los que atienden a la iglesia.  Dr. Kennedy, fundador de la Explosión del Evangelio, dijo que un joven no pide la mano de matrimonio a una mucha en la primera vista, sino, después que establece una relación apropiada.

            Por favor permítame exponer una frase, “llamada fría espiritual”, para referirme a alcanzar, algo que es frio y mecánico, carente en “fervencia” y dirección del Espíritu Santo. Debemos ser, “En el cuidado no perezosos; ardientes en espíritu; sirviendo al Señor” (Rom. 12:11).  Leemos sobre Apolos quien “…ferviente de espíritu,… enseñaba diligentemente las cosas que son del Señor…” (Hechos 18:25.  Miembros de la iglesia primitiva estaban ungidos por el Espíritu y guiados para saber a quién, cuando, y adonde iban para ser testigos. Recuerda como Dios llamo a Felipe fuera de un gran avivamiento en Samaria al desierto para poder testificarle al eunuco en Etiopia. “Y el Espíritu dijo á Felipe: Llégate, y júntate á este carro” (Hechos 8:29).

            La oración fue una clave esencial que resultó en nombramientos divinos el lugar de llamadas frías.  Pedro y Juan fueron al templo a la hora de oración y vieron al hombre cojo quien fue sano (Hechos 3:1-6).  Pablo estaba orando cuando tuvo una visión que Ananías era enviado de Dios para sanarle de sus ojos (Hechos 9:11-12).  Pedro estaba orando cuando Dios le envió tres hombres para llevarlo a casa de Cornelio (Hechos 10:9-20). Pablo y Silas oraron estando en prisión y el carcelero dijo, “¿Qué es menester que yo haga para ser salvo?” (Hechos 16:25-27).

            En el segundo Viaje Misionero, el Espíritu Santo le prohibió que fuera a predicar en Asia y en Betania, pero en una visión el Señor le llamo que predicase en Macedonia (Hechos 16:6-10)).  Después en Atenas, “su espíritu se deshacía en él”  y disputaba con los Judíos diariamente (Hechos 17:16,17).  En Corinto, “Pablo estaba constreñido por la palabra, testificando á los Judíos que Jesús era el Cristo” (Hechos 18:5).

            Pablo le pidió en oración a Dios que abriera las puertas para que hablasen (Ef. 6:18-20; Col. 4:3).  De otra manera yendo de puerta en puerta para visitar seria como si fueran solo a caminar.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario