miércoles, 4 de mayo de 2016

FLUYE RIO FLUYE

E. Roger Ammons – Coordinador General de Evangelismo



"Del río sus conductos alegrarán la ciudad de Dios, el santuario de las tiendas del Altísimo" (Sal. 46:4). El Salmo 46 nos recuerda la angustia, el terror y la perturbación que son característicos de nuestro mundo de hoy. Pero también nos asegura que, en medio de esto, Dios es nuestra fuente de fortaleza y seguridad. Él nos da paz como un río, como un río que fluye (c.f. Is. 66:12). "Después me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero" (Ap. 22:1). Estamos invitados a beber del río de Sus delicias (Sal. 36:8). Isaías profetizó, "Entonces los ojos de los ciegos serán abiertos, y los oídos de los sordos se abrirán. Entonces el cojo saltará como un ciervo, y cantará la lengua del mudo; porque aguas serán cavadas en el desierto, y torrentes en la soledad. El lugar seco será tornado en estanque, y el secadal en manaderos de aguas; en la habitación de chacales, en su cama, será lugar de caña y de juncos." (Is. 35:5-7). "La bestia del campo me honrará, los chacales, y los pollos del avestruz: porque daré aguas en el

desierto, ríos en la soledad, para que beba mi pueblo, mi escogido. Y no me
invocaste a mí, oh Jacob; antes, de mí te cansaste, oh Israel" (Is. 43:20,22). Estas profecías fueron anunciadas por un evento en el Antiguo Testamento y cumplidas por Cristo en el Nuevo Testamento. "Entonces alzó Moisés su mano, e hirió la peña con su vara dos veces: y salieron muchas aguas, y bebió la congregación, y sus bestias" (Nm. 20:11). "Hendió las peñas en el desierto: y dióles a beber como de grandes abismos; pues sacó de la peña corrientes, e hizo descender aguas como ríos" (Sal. 78:15, 16). "Abrió la peña, y fluyeron aguas; corrieron por los secadales como un río (Sal. 105:41). "…porque bebían de la piedra espiritual que los seguía, y la piedra era Cristo" (1 Co. 10:4). Un poderoso río fluye de Su costado herido, a través de nosotros, y al mundo. "Empero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza, y luego salió sangre y agua" (Juan 19:34). Jesús dijo, "Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed: mas el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna" (Juan 4:14). "El que cree en mí, como dice la escritura, ríos de agua viva correrán de su vientre" (Juan 7:38). ¡FLUYE, RIO, FLUYE!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario